El procurador general, Jorge Miquelarena, admitió que no tienen otro remedio que enviar pericias de ADN a Bariloche, porque en los laboratorios de Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia no hay recursos para hacerlas.
En diálogo con La Linterna por Cadena Tiempo, advirtió que el CONICET- CENPAT dejó de percibir insumos del Gobierno Nacional lo que les impide realizar las precias genéticas. Están reclamando una ampliación presupuestaria sin la cual no pueden avanzar con las investigaciones criminales.
Al mismo tiempo, el procurador mencionó que hace más de dos años que se discontinuó un programa firmado con Nación que dotaba de insumos y tecnología a los laboratorios de investigación forense que estaban bajo el ala del Ministerio Público Fiscal.
En este esquema de recortes que se profundizan, admitió que la única alternativa que les queda es hacer las pericias en Bariloche, Río Negro, u otra provincia vecina. Graficó que una muestra de reactivos sale 2000 dólares y cada pericia de ADN cuesta entre 40.000 y 50.000 pesos.
Sumado a esto, Miquelarena indicó que las licencias del aparato que se utiliza para escanear celulares están vencidas, y no pueden prescindir de esta tecnología que es clave para resolver casos. “Hoy en día no existe delito donde no haya intervención de un celular”, recalcó.
De acá en más, están solicitando una reunión con el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Liberona, para tratar de conseguir restablecer fondos que son indispensables para hacer las investigaciones.
El procurador general, Jorge Miquelarena, admitió que no tienen otro remedio que enviar pericias de ADN a Bariloche, porque en los laboratorios de Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia no hay recursos para hacerlas.
En diálogo con La Linterna por Cadena Tiempo, advirtió que el CONICET- CENPAT dejó de percibir insumos del Gobierno Nacional lo que les impide realizar las precias genéticas. Están reclamando una ampliación presupuestaria sin la cual no pueden avanzar con las investigaciones criminales.
Al mismo tiempo, el procurador mencionó que hace más de dos años que se discontinuó un programa firmado con Nación que dotaba de insumos y tecnología a los laboratorios de investigación forense que estaban bajo el ala del Ministerio Público Fiscal.
En este esquema de recortes que se profundizan, admitió que la única alternativa que les queda es hacer las pericias en Bariloche, Río Negro, u otra provincia vecina. Graficó que una muestra de reactivos sale 2000 dólares y cada pericia de ADN cuesta entre 40.000 y 50.000 pesos.
Sumado a esto, Miquelarena indicó que las licencias del aparato que se utiliza para escanear celulares están vencidas, y no pueden prescindir de esta tecnología que es clave para resolver casos. “Hoy en día no existe delito donde no haya intervención de un celular”, recalcó.
De acá en más, están solicitando una reunión con el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Liberona, para tratar de conseguir restablecer fondos que son indispensables para hacer las investigaciones.