Las personas con enfermedades cardiovasculares deben vacunarse contra la gripe y la neumonía

La Sociedad Argentina de Cardiología enfatizó la necesidad de que todos los pacientes con enfermedades cardiovasculares reciban la dosis anual de vacuna antigripal mientras que en consonancia con los lineamientos del Ministerio de Salud, recomienda la aplicación de la vacuna antineumocócica a aquellos que no la hayan recibido nunca.

21 ABR 2020 - 17:06 | Actualizado

En el caso de la vacuna contra la neumonía la SAC explicó que en particular deben colocársela aquellas personas mayores de 65 años y además todos los que pertenezcan a grupos de riesgo por padecer insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, diabetes, insuficiencia renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o asma, entre otras patologías.

Los especialistas destacaron que, si bien la vacuna antineumocóccica no impide la infección por el nuevo coronavirus ni evita la neumonía que provoca este microbio, sí disminuye el riesgo general de los pacientes que enfermen de COVID-19.

Según varios estudios científicos, el riesgo de sufrir infarto de miocardio e isquemia coronaria aumenta entre 2 y 3 veces durante las dos semanas siguientes a una infección respiratoria y ésta puede ser producida por distintos virus y bacterias, como la influenza, el coronavirus y el neumococo.

Mientras el mundo aguarda el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, los especialistas recuerdan que ya existen otras vacunas que disminuyen el riesgo de los pacientes cardíacos y que padecen otras enfermedades, como la diabetes y la EPOC.

El ejemplo más claro es el de la vacuna antigripal, que puede reducir los tiempos de internación y las complicaciones del infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca y otras patologías cardiovasculares.

Hay dos tipos de vacuna antigripal, la trivalente (contra las 3 cepas que circularán principalmente este invierno en el Hemisferio Sur, incluida en el calendario) y la cuadrivalente (con protección contra esas tres cepas, más un tipo más de influenza B, en el mercado privado).

En tanto, en Argentina existen dos tipos de la vacuna contra la neumonía, una que inmuniza contra 13 cepas y otra contra 23, los expertos recomiendan administrar una primera dosis de la primera y luego una segunda dosis de la segunda con un intervalo mínimo de un año.

La doctora María Inés Sosa Liprandi, quien fue coordinadora del Consenso sobre Vacunas de la SAC presentado en el 45° Congreso Argentino de Cardiología señaló que "es importante recordar que las vacunas son una medida epidemiológica fundamental no sólo para los niños sino también para los adultos".

"Los mayores de 65 años deben recibir cada año una dosis de vacuna antigripal, que es obligatoria y gratuita", indicó la cardióloga en diálogo con la prensa, a la vez que remarcó: "No hay que olvidar que uno de cada 4 pacientes internados con neumonía padecerán un evento cardiovascular".

Además la especialista manifestó que "los pacientes cardíacos tienen más riesgo de desarrollar neumonías graves", por lo cual destacó que esta asociación entre neumonía y patologías cardiovasculares puede evitarse con la vacuna antineumocóccica.

21 ABR 2020 - 17:06

En el caso de la vacuna contra la neumonía la SAC explicó que en particular deben colocársela aquellas personas mayores de 65 años y además todos los que pertenezcan a grupos de riesgo por padecer insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, diabetes, insuficiencia renal crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o asma, entre otras patologías.

Los especialistas destacaron que, si bien la vacuna antineumocóccica no impide la infección por el nuevo coronavirus ni evita la neumonía que provoca este microbio, sí disminuye el riesgo general de los pacientes que enfermen de COVID-19.

Según varios estudios científicos, el riesgo de sufrir infarto de miocardio e isquemia coronaria aumenta entre 2 y 3 veces durante las dos semanas siguientes a una infección respiratoria y ésta puede ser producida por distintos virus y bacterias, como la influenza, el coronavirus y el neumococo.

Mientras el mundo aguarda el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, los especialistas recuerdan que ya existen otras vacunas que disminuyen el riesgo de los pacientes cardíacos y que padecen otras enfermedades, como la diabetes y la EPOC.

El ejemplo más claro es el de la vacuna antigripal, que puede reducir los tiempos de internación y las complicaciones del infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca y otras patologías cardiovasculares.

Hay dos tipos de vacuna antigripal, la trivalente (contra las 3 cepas que circularán principalmente este invierno en el Hemisferio Sur, incluida en el calendario) y la cuadrivalente (con protección contra esas tres cepas, más un tipo más de influenza B, en el mercado privado).

En tanto, en Argentina existen dos tipos de la vacuna contra la neumonía, una que inmuniza contra 13 cepas y otra contra 23, los expertos recomiendan administrar una primera dosis de la primera y luego una segunda dosis de la segunda con un intervalo mínimo de un año.

La doctora María Inés Sosa Liprandi, quien fue coordinadora del Consenso sobre Vacunas de la SAC presentado en el 45° Congreso Argentino de Cardiología señaló que "es importante recordar que las vacunas son una medida epidemiológica fundamental no sólo para los niños sino también para los adultos".

"Los mayores de 65 años deben recibir cada año una dosis de vacuna antigripal, que es obligatoria y gratuita", indicó la cardióloga en diálogo con la prensa, a la vez que remarcó: "No hay que olvidar que uno de cada 4 pacientes internados con neumonía padecerán un evento cardiovascular".

Además la especialista manifestó que "los pacientes cardíacos tienen más riesgo de desarrollar neumonías graves", por lo cual destacó que esta asociación entre neumonía y patologías cardiovasculares puede evitarse con la vacuna antineumocóccica.


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