"Sólo quiero trabajar con gente que quiere estar aquí, que quiera dar el máximo", dijo Ronald Koeman, quien firmó contrato con el Barcelona por las próximas dos temporadas, hasta junio de 2022, en medio de una fuerte crisis deportiva que plantea la necesidad de cambios profundos.
La crisis desatada por la traumática eliminación del Barcelona en la fase final de Champions League de Lisboa, donde cayó el viernes último ante Bayern Munich por un humillante 8-2, llevó a que Messi se planteara la posibilidad de dejar el equipo del que es máxima figura y capitán, tras una relación de 16 años marcada por éxitos inigualables.
Con la llegada de Koeman, un mito de la historia culé, los directivos del club catalán, que han quedado fuertemente cuestionados por su gestión, buscan abrir un nuevo ciclo deportivo en el Barcelona contando con Messi como estrella indiscutida, de ahí que el DT reservó para él un trato diferenciado por ser también el capitán.
"No sé si tengo que convencer a Messi. Es el mejor del mundo y al mejor del mundo lo quieres en tu equipo y no en el equipo contrario", dijo Koeman, quien confirmó además que se reunirá con el astro argentino para hablar sobre su futuro y el del conjunto culé.
El técnico neerlandés sostuvo que de su parte estará "encantado de trabajar con Messi" porque "te gana partidos" y, apuntó: "Si continúa con su rendimiento habitual estaré contentísimo si quiere quedarse".
Asimismo, Koeman recordó que el argentino tiene un año más de contrato por lo que al día de hoy es jugador del Barcelona, aunque insistió en que hablará con él, sin avanzar en los argumentos con los que pretende ganarse la confianza del astro argentino.
"Vamos a hablar con varios jugadores, en el caso de Messi ojalá siga más años aquí", remarcó Koeman, quien advirtió que "hay que trabajar mucho para recuperar el prestigio" y devolver al Barcelona a la senda del éxito.
El DT neerlandés es parte de la historia del Barcelona ya que en su etapa de futbolista convirtió con un tiro libre el gol que le dio en Wembley el primer título de campeón de Europa, al superar 1 a 0 a Sampdoria de Italia en 1992.
Fue por lo tanto una de las figuras del venerado y mítico "Dream Team" de Johan Cruyff, que cosechó grandes éxitos y marcó un estilo y filosofía futbolística en el Barcelona, que años más tarde perfeccionaría Pep Guardiola con Messi como principal aliado.
Ese bagaje común de Koeman es su principal carta para ilusionar al crack argentino.
"Soy holandés, y a los holandeses les gusta tener el balón y no correr detrás", dijo al referirse al estilo de juego que pretende desplegar, más allá de que necesita contar con los jugadores adecuados para hacerlo.
A sus 57 años, Koeman señaló que es consciente que afronta el reto de dirigir al Barcelona en un momento que no es fácil y que harán falta cambios, aunque negó que vaya a hacer una revolución. De lo que se trata es de "tomar decisiones", aseguró el DT.
En ese sentido, y al margen de Messi, no quiso adelantar ningún nombre de los jugadores del plantel con los que contará o de los que prescindirá, si bien aclaró que no le temblará el pulso y exigirá el máximo de entrega.
"Tenemos que cambiar la imagen de lo que vimos ante el Bayern Munich. Si eres jugador del Barcelona tienes que estar feliz de lucir la camiseta, y tienes que demostrarlo", subrayó.
"Sólo quiero trabajar con gente que quiere estar aquí" añadió el técnico, quien no cree que sea necesario cambiar la "columna vertebral" del equipo, refiriéndose a la posible salida de figuras como Gerard Piqué, Sergio Busquets o Jordi Alba.
A pesar de ello, adelantó que "no tendrá dudas de poner a gente joven cuando se lo merece".
"Hay suficiente calidad en el Barça. Pero tenemos que tener un equilibrio entre gente experimentada y jóvenes. En general, lo que falta es jugar con más intensidad", señaló.
La cúpula directiva del Barcelona presentó a Koeman como ídolo futbolístico con un breve video que no hizo ninguna alusión a su experiencia como director técnico, con logros más bien modestos.
"Es un entrenador con experiencia, carisma, carácter y una cosa muy buena, que estima al Barcelona. La ilusión que tenemos es que aquello que hizo como jugador lo haga como entrenador", dijo el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu.
Más allá de sus éxitos con el Ajax holandés a principios de la primera década de los años 2000, cuando conquistó dos ligas, su paso por el fútbol de Portugal, donde dirigió al Benfica (2005-2006), su experiencia en España con el Valencia (2007-2008), o en el Reino Unido, al mando del Southampton y el Everton, no fue especialmente destacable.
En 2018, el técnico se hizo cargo de la selección de los Países Bajos con la misión de dirigirla en la próxima Eurocopa y en el Mundial de Qatar, pero su sueño de sentarse en el banquillo del Barcelona lo llevó a rescindir el contrato, que implicará el pago de unos 4,5 millones de euros de compensación.
Sin embargo, el segundo año de contrato de Koeman está condicionado a la decisión que tome el presidente que llegue después de las elecciones que se celebrarán en marzo próximo, y si gana el principal rival del sucesor de Bartomeu (quien no puede presentarse), Victor Font, ya dejó claro que no tendrá chances de seguir.
"Sólo quiero trabajar con gente que quiere estar aquí, que quiera dar el máximo", dijo Ronald Koeman, quien firmó contrato con el Barcelona por las próximas dos temporadas, hasta junio de 2022, en medio de una fuerte crisis deportiva que plantea la necesidad de cambios profundos.
La crisis desatada por la traumática eliminación del Barcelona en la fase final de Champions League de Lisboa, donde cayó el viernes último ante Bayern Munich por un humillante 8-2, llevó a que Messi se planteara la posibilidad de dejar el equipo del que es máxima figura y capitán, tras una relación de 16 años marcada por éxitos inigualables.
Con la llegada de Koeman, un mito de la historia culé, los directivos del club catalán, que han quedado fuertemente cuestionados por su gestión, buscan abrir un nuevo ciclo deportivo en el Barcelona contando con Messi como estrella indiscutida, de ahí que el DT reservó para él un trato diferenciado por ser también el capitán.
"No sé si tengo que convencer a Messi. Es el mejor del mundo y al mejor del mundo lo quieres en tu equipo y no en el equipo contrario", dijo Koeman, quien confirmó además que se reunirá con el astro argentino para hablar sobre su futuro y el del conjunto culé.
El técnico neerlandés sostuvo que de su parte estará "encantado de trabajar con Messi" porque "te gana partidos" y, apuntó: "Si continúa con su rendimiento habitual estaré contentísimo si quiere quedarse".
Asimismo, Koeman recordó que el argentino tiene un año más de contrato por lo que al día de hoy es jugador del Barcelona, aunque insistió en que hablará con él, sin avanzar en los argumentos con los que pretende ganarse la confianza del astro argentino.
"Vamos a hablar con varios jugadores, en el caso de Messi ojalá siga más años aquí", remarcó Koeman, quien advirtió que "hay que trabajar mucho para recuperar el prestigio" y devolver al Barcelona a la senda del éxito.
El DT neerlandés es parte de la historia del Barcelona ya que en su etapa de futbolista convirtió con un tiro libre el gol que le dio en Wembley el primer título de campeón de Europa, al superar 1 a 0 a Sampdoria de Italia en 1992.
Fue por lo tanto una de las figuras del venerado y mítico "Dream Team" de Johan Cruyff, que cosechó grandes éxitos y marcó un estilo y filosofía futbolística en el Barcelona, que años más tarde perfeccionaría Pep Guardiola con Messi como principal aliado.
Ese bagaje común de Koeman es su principal carta para ilusionar al crack argentino.
"Soy holandés, y a los holandeses les gusta tener el balón y no correr detrás", dijo al referirse al estilo de juego que pretende desplegar, más allá de que necesita contar con los jugadores adecuados para hacerlo.
A sus 57 años, Koeman señaló que es consciente que afronta el reto de dirigir al Barcelona en un momento que no es fácil y que harán falta cambios, aunque negó que vaya a hacer una revolución. De lo que se trata es de "tomar decisiones", aseguró el DT.
En ese sentido, y al margen de Messi, no quiso adelantar ningún nombre de los jugadores del plantel con los que contará o de los que prescindirá, si bien aclaró que no le temblará el pulso y exigirá el máximo de entrega.
"Tenemos que cambiar la imagen de lo que vimos ante el Bayern Munich. Si eres jugador del Barcelona tienes que estar feliz de lucir la camiseta, y tienes que demostrarlo", subrayó.
"Sólo quiero trabajar con gente que quiere estar aquí" añadió el técnico, quien no cree que sea necesario cambiar la "columna vertebral" del equipo, refiriéndose a la posible salida de figuras como Gerard Piqué, Sergio Busquets o Jordi Alba.
A pesar de ello, adelantó que "no tendrá dudas de poner a gente joven cuando se lo merece".
"Hay suficiente calidad en el Barça. Pero tenemos que tener un equilibrio entre gente experimentada y jóvenes. En general, lo que falta es jugar con más intensidad", señaló.
La cúpula directiva del Barcelona presentó a Koeman como ídolo futbolístico con un breve video que no hizo ninguna alusión a su experiencia como director técnico, con logros más bien modestos.
"Es un entrenador con experiencia, carisma, carácter y una cosa muy buena, que estima al Barcelona. La ilusión que tenemos es que aquello que hizo como jugador lo haga como entrenador", dijo el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu.
Más allá de sus éxitos con el Ajax holandés a principios de la primera década de los años 2000, cuando conquistó dos ligas, su paso por el fútbol de Portugal, donde dirigió al Benfica (2005-2006), su experiencia en España con el Valencia (2007-2008), o en el Reino Unido, al mando del Southampton y el Everton, no fue especialmente destacable.
En 2018, el técnico se hizo cargo de la selección de los Países Bajos con la misión de dirigirla en la próxima Eurocopa y en el Mundial de Qatar, pero su sueño de sentarse en el banquillo del Barcelona lo llevó a rescindir el contrato, que implicará el pago de unos 4,5 millones de euros de compensación.
Sin embargo, el segundo año de contrato de Koeman está condicionado a la decisión que tome el presidente que llegue después de las elecciones que se celebrarán en marzo próximo, y si gana el principal rival del sucesor de Bartomeu (quien no puede presentarse), Victor Font, ya dejó claro que no tendrá chances de seguir.