El titular de la comisaría 12° de El Bolsón, Sergio Blázquez, confirmó que “durante la madrugada del domingo se debió concurrir junto con inspectores municipales a un camping muy conocido ubicado sobre la ribera del río Azul. Allí se detectó que se realizaba una fiesta clandestina con gran concurrencia, entre 500 y 600 personas, pero además con gran cantidad de carpas instaladas”, al tiempo que recordó que “todavía no está autorizado el pernocte en este tipo de complejos ni en los refugios de montaña”.
Al parecer, el ruido molesto de la música muy alta generó malestar entre los vecinos, quienes terminaron por llamar a la policía. La primera patrulla arribó al lugar, ubicado a unos 10 km del centro de la ciudad, alrededor de las 2.30, donde se percataron que “había al menos unas 100 carpas armadas”.
En consecuencia, “identificamos solamente a la persona encargada del camping, a quien se notificó del incumplimiento del decreto 205, mientras que el municipio labró el acta correspondiente por la infracción”, señaló Blázquez, al tiempo que graficó que “también había una fiesta que se desarrollaba con equipo de sonido y luces”.
“Debido a la gran cantidad de personas, no pudimos despejar el lugar de inmediato. Quedó una consigna policial en el ingreso y recién cerca de las 11.30 del domingo quedó vacío”, remarcó el jefe policial consultado.
En correspondencia, el secretario de Comercio, Guillermo Gaiero, precisó que “había gran cantidad de gente acampando, pero aún no está habilitada dicha actividad. Tampoco los responsables del camping presentaron ningún protocolo para que se les permita empezar a trabajar”.
Como parte de las actuaciones municipales, el funcionario confirmó que “se procedió al cese de actividades y se elevaron las actas al Juzgado de Faltas”.
En respuesta al argumento de los concesionarios sobre que dichas personas “habrían ingresado a las instalaciones por la fuerza”, Gaiero recalcó que “es su responsabilidad arbitrar los medios necesarios para poner un límite”.
Acerca de las exigencias para la apertura de los campings, recordó que “previamente deberán contar con un protocolo aprobado por Salud Pública y garantice que la actividad sea ordenada y segura, incluyendo la capacidad permitida, los servicios disponibles y el acceso a los sanitarios, por ejemplo”.
Cabe recordar que las restricciones para que los vecinos de El Bolsón puedan trasladarse los fines de semana al Parque Nacional Lago Puelo o Puerto Patriada, generó que cientos de personas busquen otras alternativas para disfrutar de las jornadas con buen clima. Precisamente, toda la ribera del río Azul es uno de los puntos preferidos.
El titular de la comisaría 12° de El Bolsón, Sergio Blázquez, confirmó que “durante la madrugada del domingo se debió concurrir junto con inspectores municipales a un camping muy conocido ubicado sobre la ribera del río Azul. Allí se detectó que se realizaba una fiesta clandestina con gran concurrencia, entre 500 y 600 personas, pero además con gran cantidad de carpas instaladas”, al tiempo que recordó que “todavía no está autorizado el pernocte en este tipo de complejos ni en los refugios de montaña”.
Al parecer, el ruido molesto de la música muy alta generó malestar entre los vecinos, quienes terminaron por llamar a la policía. La primera patrulla arribó al lugar, ubicado a unos 10 km del centro de la ciudad, alrededor de las 2.30, donde se percataron que “había al menos unas 100 carpas armadas”.
En consecuencia, “identificamos solamente a la persona encargada del camping, a quien se notificó del incumplimiento del decreto 205, mientras que el municipio labró el acta correspondiente por la infracción”, señaló Blázquez, al tiempo que graficó que “también había una fiesta que se desarrollaba con equipo de sonido y luces”.
“Debido a la gran cantidad de personas, no pudimos despejar el lugar de inmediato. Quedó una consigna policial en el ingreso y recién cerca de las 11.30 del domingo quedó vacío”, remarcó el jefe policial consultado.
En correspondencia, el secretario de Comercio, Guillermo Gaiero, precisó que “había gran cantidad de gente acampando, pero aún no está habilitada dicha actividad. Tampoco los responsables del camping presentaron ningún protocolo para que se les permita empezar a trabajar”.
Como parte de las actuaciones municipales, el funcionario confirmó que “se procedió al cese de actividades y se elevaron las actas al Juzgado de Faltas”.
En respuesta al argumento de los concesionarios sobre que dichas personas “habrían ingresado a las instalaciones por la fuerza”, Gaiero recalcó que “es su responsabilidad arbitrar los medios necesarios para poner un límite”.
Acerca de las exigencias para la apertura de los campings, recordó que “previamente deberán contar con un protocolo aprobado por Salud Pública y garantice que la actividad sea ordenada y segura, incluyendo la capacidad permitida, los servicios disponibles y el acceso a los sanitarios, por ejemplo”.
Cabe recordar que las restricciones para que los vecinos de El Bolsón puedan trasladarse los fines de semana al Parque Nacional Lago Puelo o Puerto Patriada, generó que cientos de personas busquen otras alternativas para disfrutar de las jornadas con buen clima. Precisamente, toda la ribera del río Azul es uno de los puntos preferidos.