Conmoción: pese a tener aplicadas las dos dosis, un médico y una enfermera murieron de Covid

Una enfermera de 34 años que se había contagiado de coronavirus por segunda vez murió en las últimas horas, a pesar de tener aplicadas las dos dosis de la vacuna Sputnik V y de carecer de enfermedades previas. En Córdoba, la muerte por Covid-19 de Santiago Gerónimo, un médico de 44 años que había recibido las dos dosis de la vacuna, provocó conmoción hoy en Alta Gracia.

07 JUN 2021 - 20:30 | Actualizado

Se trata de María Castellón, quien trabajaba en el hospital Santojanni -actualmente estaba de licencia- y fue trasladada de urgencia al sanatorio porteño Dr. Julio Méndez, donde finalmente falleció.

Castellón, quien estaba de licencia porque se había fracturado un codo, había recibido la segunda dosis de la vacuna el 6 de abril pasado.

Fuentes oficiales informaron que la enfermera había comenzado con síntomas y el miércoles pasado se testeó para saber si tenía o no coronavirus en la Unidad Febril de Urgencia (UFU) del Hospital Santojanni.

Como su cuadro sólo presentaba unas líneas de fiebre, se aisló en su casa con seguimiento telefónico, de acuerdo a lo informado.

Sin embargo, al día siguiente empeoró, por lo que fue ingresada en la terapia intensiva del sanatorio Julio Méndez, que pertenece a la Obra Social de Buenos Aires (OSBA), donde murió el viernes 4 de junio.

Familiares y amigos señalaron en declaraciones a la prensa que ella era soltera, no tenía hijos y vivía con sus padres, al tiempo que no padecía enfermedades previas.

Hasta antes de la pandemia trabajaba en una clínica, pero una amiga le avisó que en el Santojanni tomaban personal.

Fue así que en abril de 2020 entró al hospital, contratada por el Gobierno de la Ciudad para dar refuerzo en la atención durante los sábados, domingos y feriados en la sala amarilla, donde permanecen internados pacientes con Covid-19 en un estado aún no crítico.

Castellón había sido vacunada dentro del cronograma del personal de salud porteño y recibió la primera dosis de la vacuna Sputnik en febrero, mientras que en abril completó el esquema con la segunda.

En el grupo de Facebook "Solidaridad con Enfermeras y Enfermeros COVID +" compañeros y trabajadores de la salud lamentaron su muerte.

La enfermera ya había tenido coronavirus el año pasado, pero lo había superado sin mayores inconvenientes.

Castellón había estudiado en la Escuela Superior de Enfermería Cecilia Grierson, donde se había graduado en 2017.

Conmoción en Córdoba por la muerte de un médico

Lamuerte por Covid-19 de Santiago Gerónimo, un médico de 44 años que había recibido las dos dosis de la vacuna, provocó conmoción hoy en Alta Gracia, la localidad cordobesa en donde trabajaba. Su caso se suma a los deotro de otro médico en Luque que tenía enfermedades preexistentes, y de una maestra en Vicuña Mackenna, ambos también vacunados.

Gerónimo falleció hoy a la madrugada. Salteño de nacimiento, llevaba20 años radicado en Córdoba.Era jefe de guardia del hospital provincial Arturo Illia, de Alta Gracia. Estaba internado hace dos semanas en una clínica privada de la ciudad de Córdoba.No tenía enfermedades previas.

“Todo el personal del hospital Illia lamenta profundamente el fallecimiento de nuestro compañero, el Dr. Santiago Gerónimo y acompañamos a su familia y amigos en este momento.QEPD, Doc”, fue la despedida de sus compañeros de trabajo. Como integrante de los equipos de salud ya tenía las dos dosis de la vacuna Sputnik V.

El intendente de Alta Gracia,Marcos Torres, recordó que fue director de Salud de la ciudad: “Estaba expuesto permanentemente y le tocó pagarlo con su vida. Era una persona muy cercana”.

Gerónimocomenzó a transitar la enfermedad en su domicilioy hace una semana debió ser trasladado a la ciudad de Córdoba. Elsábado había tenido una leve mejoría pero ayer se complicó su situación y debió ser intubado. Falleció a las 5 de la madrugada de hoy.

Marcelo Gerónimo también es médico y trabaja como coordinador de la terapia intensiva del Sanatorio Parque de la ciudad de Salta. Viajó a Córdoba para sumarse a la asistencia de su hermano.Al ser consultado por el sitio salteño Cuarto, Marcelo, afirmó: “Los médicos no deben acostumbrarse a la muerte, deben pelear con cada paciente”. A Santiago lo recordó como “un buen padre, un luchador de la vida y un profesional con vocación de ayudar”.

Al igual que su hermano, Santiago estudió y se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba. Erapadre de dos hijos: un varón de 18 años y una chica de 16 años.Hace unas semanas había cambiado su turno en la guardia del hospital para estar presente en el cumpleaños de su hija menor.

Maestra jardinera

Hace una semana unasituación similar a la de Alta Gracia se vivió en Vicuña Mackenna,en el sur provincial, cuando murió una maestra jardinera de 51 años por Covid-19.Érica Marisa Chivalerohabía sido trasladada de urgencia a una clínica de Río Cuarto. La mujer había recibido lasdos dosis de Sinopharm, la segunda unos 19 días antes de su fallecimiento.

EnLuque, el caso fue el de unmédico de 68 años, que sí tenía patologías de base. Había recibido la segunda dosis de la Sputnik V 35 días antes de su muerte. Era hipertenso y tenía stents colocados por problemas cardíacos.

“Nos dijeron que tenía anticuerpos, pero no la cantidad que por lo general desarrollan la mayoría de las personas vacunadas”, dijo su hijo Ignacio aLa Voz del Interior. Y agregó: “Pese a lo que vivimos en mi familia, el mensaje que queremos dar es que las vacunas salvan vidas”.

07 JUN 2021 - 20:30

Se trata de María Castellón, quien trabajaba en el hospital Santojanni -actualmente estaba de licencia- y fue trasladada de urgencia al sanatorio porteño Dr. Julio Méndez, donde finalmente falleció.

Castellón, quien estaba de licencia porque se había fracturado un codo, había recibido la segunda dosis de la vacuna el 6 de abril pasado.

Fuentes oficiales informaron que la enfermera había comenzado con síntomas y el miércoles pasado se testeó para saber si tenía o no coronavirus en la Unidad Febril de Urgencia (UFU) del Hospital Santojanni.

Como su cuadro sólo presentaba unas líneas de fiebre, se aisló en su casa con seguimiento telefónico, de acuerdo a lo informado.

Sin embargo, al día siguiente empeoró, por lo que fue ingresada en la terapia intensiva del sanatorio Julio Méndez, que pertenece a la Obra Social de Buenos Aires (OSBA), donde murió el viernes 4 de junio.

Familiares y amigos señalaron en declaraciones a la prensa que ella era soltera, no tenía hijos y vivía con sus padres, al tiempo que no padecía enfermedades previas.

Hasta antes de la pandemia trabajaba en una clínica, pero una amiga le avisó que en el Santojanni tomaban personal.

Fue así que en abril de 2020 entró al hospital, contratada por el Gobierno de la Ciudad para dar refuerzo en la atención durante los sábados, domingos y feriados en la sala amarilla, donde permanecen internados pacientes con Covid-19 en un estado aún no crítico.

Castellón había sido vacunada dentro del cronograma del personal de salud porteño y recibió la primera dosis de la vacuna Sputnik en febrero, mientras que en abril completó el esquema con la segunda.

En el grupo de Facebook "Solidaridad con Enfermeras y Enfermeros COVID +" compañeros y trabajadores de la salud lamentaron su muerte.

La enfermera ya había tenido coronavirus el año pasado, pero lo había superado sin mayores inconvenientes.

Castellón había estudiado en la Escuela Superior de Enfermería Cecilia Grierson, donde se había graduado en 2017.

Conmoción en Córdoba por la muerte de un médico

Lamuerte por Covid-19 de Santiago Gerónimo, un médico de 44 años que había recibido las dos dosis de la vacuna, provocó conmoción hoy en Alta Gracia, la localidad cordobesa en donde trabajaba. Su caso se suma a los deotro de otro médico en Luque que tenía enfermedades preexistentes, y de una maestra en Vicuña Mackenna, ambos también vacunados.

Gerónimo falleció hoy a la madrugada. Salteño de nacimiento, llevaba20 años radicado en Córdoba.Era jefe de guardia del hospital provincial Arturo Illia, de Alta Gracia. Estaba internado hace dos semanas en una clínica privada de la ciudad de Córdoba.No tenía enfermedades previas.

“Todo el personal del hospital Illia lamenta profundamente el fallecimiento de nuestro compañero, el Dr. Santiago Gerónimo y acompañamos a su familia y amigos en este momento.QEPD, Doc”, fue la despedida de sus compañeros de trabajo. Como integrante de los equipos de salud ya tenía las dos dosis de la vacuna Sputnik V.

El intendente de Alta Gracia,Marcos Torres, recordó que fue director de Salud de la ciudad: “Estaba expuesto permanentemente y le tocó pagarlo con su vida. Era una persona muy cercana”.

Gerónimocomenzó a transitar la enfermedad en su domicilioy hace una semana debió ser trasladado a la ciudad de Córdoba. Elsábado había tenido una leve mejoría pero ayer se complicó su situación y debió ser intubado. Falleció a las 5 de la madrugada de hoy.

Marcelo Gerónimo también es médico y trabaja como coordinador de la terapia intensiva del Sanatorio Parque de la ciudad de Salta. Viajó a Córdoba para sumarse a la asistencia de su hermano.Al ser consultado por el sitio salteño Cuarto, Marcelo, afirmó: “Los médicos no deben acostumbrarse a la muerte, deben pelear con cada paciente”. A Santiago lo recordó como “un buen padre, un luchador de la vida y un profesional con vocación de ayudar”.

Al igual que su hermano, Santiago estudió y se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba. Erapadre de dos hijos: un varón de 18 años y una chica de 16 años.Hace unas semanas había cambiado su turno en la guardia del hospital para estar presente en el cumpleaños de su hija menor.

Maestra jardinera

Hace una semana unasituación similar a la de Alta Gracia se vivió en Vicuña Mackenna,en el sur provincial, cuando murió una maestra jardinera de 51 años por Covid-19.Érica Marisa Chivalerohabía sido trasladada de urgencia a una clínica de Río Cuarto. La mujer había recibido lasdos dosis de Sinopharm, la segunda unos 19 días antes de su fallecimiento.

EnLuque, el caso fue el de unmédico de 68 años, que sí tenía patologías de base. Había recibido la segunda dosis de la Sputnik V 35 días antes de su muerte. Era hipertenso y tenía stents colocados por problemas cardíacos.

“Nos dijeron que tenía anticuerpos, pero no la cantidad que por lo general desarrollan la mayoría de las personas vacunadas”, dijo su hijo Ignacio aLa Voz del Interior. Y agregó: “Pese a lo que vivimos en mi familia, el mensaje que queremos dar es que las vacunas salvan vidas”.


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