Por Fernando Bonansea.
Por las cumbres del cerro Cuevas, muy lejos de la presencia humana, la naturaleza se muestra en todo su esplendor: las cámaras trampa instaladas por expertos del Parque Nacional Lago Puelo revelan el paso de varios huemules con sus crías, seguidos sigilosamente por un enorme ejemplar de puma, que se oculta entre las piedras y la vegetación para no ser descubierto y aprovechar alguna oportunidad de saltar sobre su presa.
Remarcó que “estamos trabajando en lugares remotos, ya que el huemul habita en la parte más alta de las montañas –quizás un poco arrinconado por nuestra presencia- y no puede bajar demasiado”. Acerca de la instalación de las cámaras, indicó que “es una tarea ardua, ya que hay que subirlas hasta los sitios donde hay rastros de que puede habitar, siempre con la esperanza de obtener algunas imágenes”.
En esta oportunidad, “la aparición de los huemules y pumas, más un pudú, zorros o un chinchillón, nos permite tener una idea de la población de fauna nativa en el área, incluso determinar el número de animales. Para el caso del huemul, que haya pumas conviviendo cerca es parte del ciclo natural ya que es su predador. Más allá de que es una amenaza para su subsistencia, nos indica que el ecosistema está funcionando”, subrayó.
Al respecto, Berardi señaló que “años anteriores hemos encontrado pelos de huemul en las heces de los pumas. Sin embargo, en esta región su principal alimento es la liebre europea, que está desde hace décadas en Patagonia y está subsidiando su alimento, toda vez que es más fácil de capturar”.
Cabe destacar que la población actual de huemules en toda la región patagónica argentina y chilena no supera los 2.500 ejemplares y que “es una especie nativa que está en peligro crítico de extinción (la más amenazada de Sudamérica) y se está reduciendo de manera alarmante”. En correspondencia, dentro del Parque Nacional Lago Puelo “podemos hablar de cuatro poblaciones de entre cinco y ocho ejemplares, entre machos adultos, hembras y crías”, señaló el guardaparque en referencia a las evidencias encontradas.
Pato de los torrentes
Otro de los hallazgos de esta temporada dentro del parque nacional fue la reaparición del pato de los torrentes, característico por su colorido plumaje.
Según explicó Mauricio Berardi, “es una especie que está presente, aunque muy sensible a los impactos ambientales y está amenazada por las modificaciones de su hábitat, principalmente por la presencia del visón y otros animales exóticos”.
Recalcó que “vive en ríos de montaña con rápidos y correntadas de aguas blancas. Por lo tanto, su presencia es un indicador de la calidad ambiental. De igual modo, es positivo que la gente lo conozca y sepa dónde está dentro del parque, ya que se lo valora mejor y ayuda a tomar medidas para su conservación”.
Por Fernando Bonansea.
Por las cumbres del cerro Cuevas, muy lejos de la presencia humana, la naturaleza se muestra en todo su esplendor: las cámaras trampa instaladas por expertos del Parque Nacional Lago Puelo revelan el paso de varios huemules con sus crías, seguidos sigilosamente por un enorme ejemplar de puma, que se oculta entre las piedras y la vegetación para no ser descubierto y aprovechar alguna oportunidad de saltar sobre su presa.
Remarcó que “estamos trabajando en lugares remotos, ya que el huemul habita en la parte más alta de las montañas –quizás un poco arrinconado por nuestra presencia- y no puede bajar demasiado”. Acerca de la instalación de las cámaras, indicó que “es una tarea ardua, ya que hay que subirlas hasta los sitios donde hay rastros de que puede habitar, siempre con la esperanza de obtener algunas imágenes”.
En esta oportunidad, “la aparición de los huemules y pumas, más un pudú, zorros o un chinchillón, nos permite tener una idea de la población de fauna nativa en el área, incluso determinar el número de animales. Para el caso del huemul, que haya pumas conviviendo cerca es parte del ciclo natural ya que es su predador. Más allá de que es una amenaza para su subsistencia, nos indica que el ecosistema está funcionando”, subrayó.
Al respecto, Berardi señaló que “años anteriores hemos encontrado pelos de huemul en las heces de los pumas. Sin embargo, en esta región su principal alimento es la liebre europea, que está desde hace décadas en Patagonia y está subsidiando su alimento, toda vez que es más fácil de capturar”.
Cabe destacar que la población actual de huemules en toda la región patagónica argentina y chilena no supera los 2.500 ejemplares y que “es una especie nativa que está en peligro crítico de extinción (la más amenazada de Sudamérica) y se está reduciendo de manera alarmante”. En correspondencia, dentro del Parque Nacional Lago Puelo “podemos hablar de cuatro poblaciones de entre cinco y ocho ejemplares, entre machos adultos, hembras y crías”, señaló el guardaparque en referencia a las evidencias encontradas.
Pato de los torrentes
Otro de los hallazgos de esta temporada dentro del parque nacional fue la reaparición del pato de los torrentes, característico por su colorido plumaje.
Según explicó Mauricio Berardi, “es una especie que está presente, aunque muy sensible a los impactos ambientales y está amenazada por las modificaciones de su hábitat, principalmente por la presencia del visón y otros animales exóticos”.
Recalcó que “vive en ríos de montaña con rápidos y correntadas de aguas blancas. Por lo tanto, su presencia es un indicador de la calidad ambiental. De igual modo, es positivo que la gente lo conozca y sepa dónde está dentro del parque, ya que se lo valora mejor y ayuda a tomar medidas para su conservación”.