Un homenaje a los bomberos con la promesa de corregir los errores para evitar otra tragedia

En el acto por los 20 años del incendio que se llevó la vida de 25 chicos, los responsables del cuerpo activo dijeron que hoy se trabaja para minimizar el riesgo de vida. Los padres insistieron con su pedido de justicia. Los detalles de un acto que emociona y también llama a la reflexión.

21 ENE 2014 - 22:22 | Actualizado

Puerto Madryn recordó a los 25 bomberos fallecidos el 21 de enero de 1994, en aquel terrible incendio de campos. La ceremonia se realizó en el Monumento al Mártir Bombero, ubicado en la plaza San Martín y participaron los padres de las jóvenes víctimas.

Al acto, organizado por la Asociación de Bomberos Voluntarios de Madryn, acudieron funcionarios municipales y representantes de cuarteles de toda la región. También autoridades del Consejo Nacional de la Federación de Bomberos Voluntarios, y de las federaciones Centro Sur y La Pampa. Se colocó una ofrenda floral al pie del monumento y se descubrió una placa conmemorativa.

La mayor tragedia en la historia del Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios ocurrió cuando un grupo de jóvenes servidores públicos concurrieron a combatir un incendio de campos aquella mañana al oeste de la ciudad, a 3 kilómetros del acceso sur.

Desde el cuartel se dio el alerta y concurrieron al lugar tres móviles. Según las versiones de la época, aquella tarde un cambio en la intensidad y dirección de los vientos habría sorprendido al grupo cuando trabajaba sobre el incendio, generando una trampa mortal de humo y fuego de la cual no pudieron escapar.

El acto fue encabezado por el intendente Ricardo Sastre, acompañado por el presidente de la Asociación de Bomberos, Gastón Alcucero; el jefe del cuerpo activo, comisario Marcelo Yedro y el secretario general del Consejo Nacional, Luis Apud. También estuvo el director de Defensa Civil, Evaristo Melo, y representantes de las fuerzas de seguridad, organizaciones civiles y vecinos.

Los padres de los bomberitos muertos participaron y María Ofelia Salinas de Moccio, madre del bombero Juan Moccio, fue la vocera de los familiares. También hablaron Alcucero y Apud.

Tras el acto los asistentes se dirigieron al Cementerio Municipal de Madryn. Hubo un responso religioso y se colocaron ofrendas florales en el panteón donde descansan los restos de los bomberos fallecidos, y en las tumbas individuales de los caídos.

Dignidad y paz

En su discurso, Apud, trasladó los saludos enviados para los padres de los bomberos fallecidos y para los integrantes del cuartel por parte del presidente de la entidad. A los padres les dijo que “queda la certeza de que deseamos profundamente la paz en los corazones de ustedes”.

Agregó que queda para la comunidad de Madryn y para los bomberos actuales “una responsabilidad que no decae, y es la necesidad de que esta ausencia, de que esta falta de nuestros chicos y chicas hoy, tenga un sentido, y el sentido lo encontraremos cuando tengamos la capacidad de ser dignos de esta ausencia, debemos ser dignos del sacrificio de nuestros mártires, de nada serviría esa ausencia si nosotros no tuviéramos o no buscáramos profundamente a cada instante de nuestras vidas como bomberos y bomberas esa dignidad; esa responsabilidad que nos cabe como integrantes de una comunidad y que significará ser dignos hoy”, dijo Apud. La autoridad bomberil dijo que para lograr ser dignos se debe “en primer lugar ser buenos bomberos, con responsabilidad, profesionales, ser auténticamente servidores de nuestra comunidad”. Y en segundo lugar “ser verdaderos hombres cívicos, nos cabe la responsabilidad de ser espejos en nuestras comunidades, orgullosa cada vez que nos mira a los ojos y que evalúa nuestras acciones. Debemos ser dignos, debemos encontrar en esa dignidad tal vez algo de paz a esta ausencia”.

No pasar por alto

Alcucero dijo que los 25 bomberos fallecidos hace dos décadas, “pasaron a la inmortalidad y a ser parte de nuestra memoria, de esa memoria que está siempre presente en cada una de las acciones que desde la Asociación se llevan a cabo, porque supimos entender que es la única forma de mostrar respeto a semejante acto de arrojo y que no es otro de dar la vida por el bien común, no existiendo ninguna persona que sume más que aquella que se pone al servicio del prójimo”.

“Para nuestra comunidad madrynense es un día que no debe ni puede ser pasado por alto –advirtió- porque conmemoramos el hecho de valor más importante y doloroso que se pueda recordar, porque 25 hijos de nuestra ciudad dieron su vida por ella, porque 25 familias pusieron a sus hijos en nuestras manos para una actividad altruista al servicio de la comunidad y a las que solo se le devolvió un dolor inconmensurable que nunca acabará”.

Según Alcucero, “después de 20 años, nuestros compañeros caídos siguen estando presentes porque viven en cada uno de los que formamos esta gran familia bomberil, de la misma manera que deben estar presentes en cada uno de los que hoy viven en esta querida comunidad”.

“Podemos decir que hemos aprendido y logrado superar integralmente desde lo institucional todo aquello que contribuyó a que esto ocurriera, se ha corregido y lo seguimos haciendo, todo aquello que resulta necesario para mitigar tan riesgosa profesión, supimos entender que con trabajo y honestidad se podía, se ha concretado un progreso sin precedentes en la historia de la institución utilizando la política del buen sentido, y como herramienta de cambio de una realidad en la que estábamos inmersos y que no podíamos desconocer”, indicó el presidente de la Asociación.

Por su parte, el jefe del cuerpo activo, Marcelo Yedro, dijo que el tiempo transcurrido “nos ha permitido madurar esta situación de los hechos y si bien no estamos exentos de que nos pueda volver a pasar, porque es una tarea riesgosa la que llevamos adelante, siempre trabajamos para que no nos vuelva a suceder y a los bomberos día a día se los capacita para estar a la altura de lo que es Madryn hoy”.

Yedro destacó el compromiso de los vecinos con el cuartel y con los bomberos. “El madrynense siempre de una forma u otra está, en toda emergencia está atento; hace pocos días tocamos la sirena para el primer incendio de campos que tuvimos y la gente se acercaba con agua y distintos elementos; saben la función que cumplimos y que somos voluntarios.”

En cuanto a la conmemoración de la tragedia, Yedro dijo que “es una sensación muy dura para nosotros que estamos al frente, porque yo hace 11 años que estoy al frente de la jefatura y siempre es difícil afrontar este momento” .

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21 ENE 2014 - 22:22

Puerto Madryn recordó a los 25 bomberos fallecidos el 21 de enero de 1994, en aquel terrible incendio de campos. La ceremonia se realizó en el Monumento al Mártir Bombero, ubicado en la plaza San Martín y participaron los padres de las jóvenes víctimas.

Al acto, organizado por la Asociación de Bomberos Voluntarios de Madryn, acudieron funcionarios municipales y representantes de cuarteles de toda la región. También autoridades del Consejo Nacional de la Federación de Bomberos Voluntarios, y de las federaciones Centro Sur y La Pampa. Se colocó una ofrenda floral al pie del monumento y se descubrió una placa conmemorativa.

La mayor tragedia en la historia del Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios ocurrió cuando un grupo de jóvenes servidores públicos concurrieron a combatir un incendio de campos aquella mañana al oeste de la ciudad, a 3 kilómetros del acceso sur.

Desde el cuartel se dio el alerta y concurrieron al lugar tres móviles. Según las versiones de la época, aquella tarde un cambio en la intensidad y dirección de los vientos habría sorprendido al grupo cuando trabajaba sobre el incendio, generando una trampa mortal de humo y fuego de la cual no pudieron escapar.

El acto fue encabezado por el intendente Ricardo Sastre, acompañado por el presidente de la Asociación de Bomberos, Gastón Alcucero; el jefe del cuerpo activo, comisario Marcelo Yedro y el secretario general del Consejo Nacional, Luis Apud. También estuvo el director de Defensa Civil, Evaristo Melo, y representantes de las fuerzas de seguridad, organizaciones civiles y vecinos.

Los padres de los bomberitos muertos participaron y María Ofelia Salinas de Moccio, madre del bombero Juan Moccio, fue la vocera de los familiares. También hablaron Alcucero y Apud.

Tras el acto los asistentes se dirigieron al Cementerio Municipal de Madryn. Hubo un responso religioso y se colocaron ofrendas florales en el panteón donde descansan los restos de los bomberos fallecidos, y en las tumbas individuales de los caídos.

Dignidad y paz

En su discurso, Apud, trasladó los saludos enviados para los padres de los bomberos fallecidos y para los integrantes del cuartel por parte del presidente de la entidad. A los padres les dijo que “queda la certeza de que deseamos profundamente la paz en los corazones de ustedes”.

Agregó que queda para la comunidad de Madryn y para los bomberos actuales “una responsabilidad que no decae, y es la necesidad de que esta ausencia, de que esta falta de nuestros chicos y chicas hoy, tenga un sentido, y el sentido lo encontraremos cuando tengamos la capacidad de ser dignos de esta ausencia, debemos ser dignos del sacrificio de nuestros mártires, de nada serviría esa ausencia si nosotros no tuviéramos o no buscáramos profundamente a cada instante de nuestras vidas como bomberos y bomberas esa dignidad; esa responsabilidad que nos cabe como integrantes de una comunidad y que significará ser dignos hoy”, dijo Apud. La autoridad bomberil dijo que para lograr ser dignos se debe “en primer lugar ser buenos bomberos, con responsabilidad, profesionales, ser auténticamente servidores de nuestra comunidad”. Y en segundo lugar “ser verdaderos hombres cívicos, nos cabe la responsabilidad de ser espejos en nuestras comunidades, orgullosa cada vez que nos mira a los ojos y que evalúa nuestras acciones. Debemos ser dignos, debemos encontrar en esa dignidad tal vez algo de paz a esta ausencia”.

No pasar por alto

Alcucero dijo que los 25 bomberos fallecidos hace dos décadas, “pasaron a la inmortalidad y a ser parte de nuestra memoria, de esa memoria que está siempre presente en cada una de las acciones que desde la Asociación se llevan a cabo, porque supimos entender que es la única forma de mostrar respeto a semejante acto de arrojo y que no es otro de dar la vida por el bien común, no existiendo ninguna persona que sume más que aquella que se pone al servicio del prójimo”.

“Para nuestra comunidad madrynense es un día que no debe ni puede ser pasado por alto –advirtió- porque conmemoramos el hecho de valor más importante y doloroso que se pueda recordar, porque 25 hijos de nuestra ciudad dieron su vida por ella, porque 25 familias pusieron a sus hijos en nuestras manos para una actividad altruista al servicio de la comunidad y a las que solo se le devolvió un dolor inconmensurable que nunca acabará”.

Según Alcucero, “después de 20 años, nuestros compañeros caídos siguen estando presentes porque viven en cada uno de los que formamos esta gran familia bomberil, de la misma manera que deben estar presentes en cada uno de los que hoy viven en esta querida comunidad”.

“Podemos decir que hemos aprendido y logrado superar integralmente desde lo institucional todo aquello que contribuyó a que esto ocurriera, se ha corregido y lo seguimos haciendo, todo aquello que resulta necesario para mitigar tan riesgosa profesión, supimos entender que con trabajo y honestidad se podía, se ha concretado un progreso sin precedentes en la historia de la institución utilizando la política del buen sentido, y como herramienta de cambio de una realidad en la que estábamos inmersos y que no podíamos desconocer”, indicó el presidente de la Asociación.

Por su parte, el jefe del cuerpo activo, Marcelo Yedro, dijo que el tiempo transcurrido “nos ha permitido madurar esta situación de los hechos y si bien no estamos exentos de que nos pueda volver a pasar, porque es una tarea riesgosa la que llevamos adelante, siempre trabajamos para que no nos vuelva a suceder y a los bomberos día a día se los capacita para estar a la altura de lo que es Madryn hoy”.

Yedro destacó el compromiso de los vecinos con el cuartel y con los bomberos. “El madrynense siempre de una forma u otra está, en toda emergencia está atento; hace pocos días tocamos la sirena para el primer incendio de campos que tuvimos y la gente se acercaba con agua y distintos elementos; saben la función que cumplimos y que somos voluntarios.”

En cuanto a la conmemoración de la tragedia, Yedro dijo que “es una sensación muy dura para nosotros que estamos al frente, porque yo hace 11 años que estoy al frente de la jefatura y siempre es difícil afrontar este momento” .


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