Crisis por Ucrania: fracasó el diálogo entre Rusia y los EE.UU.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el titular ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, no lograron acercar posiciones sobre la crisis en Ucrania, en un encuentro de último minuto en Londres antes del referendo del domingo en Crimea.

14 MAR 2014 - 16:05 | Actualizado

Ambos funcionarios coincidieron en que “el diálogo fue constructivo”, pero también indicaron, en distintas conferencias de prensa tras la reunión de más de seis horas, que “no existe una postura común”.

Lavrov llamó a “respetar” los resultados de la consulta que decidirá la anexión de la península ucraniana a Rusia y criticó la posición que tuvieron las potencias occidentales en otros casos similares.

En ese sentido, mencionó a Kosovo, declarada independiente de Serbia en 2008 de forma unilateral por la Asamblea local, gracias al respaldo de Estados Unidos, la mayoría de los Estados europeos y las fuerzas de la OTAN.

“Si Kosovo fue un caso especial, también lo es Crimea”, indicó Lavrov, aunque no precisó si Rusia estaría dispuesta a reconocer a la república de origen étnico albanés.

También apuntó contra el gobierno británico, que el año pasado organizó un referendo y llamó a respetar el derecho de autodeterminación de los habitantes de las Islas Malvinas, territorio en disputa de soberanía con Argentina.

“Crimea es más importante para Rusia que las Malvinas para el Reino Unido”, sentenció.

Por su parte, Kerry comentó que el plebiscito “es ilegal según la Constitución ucraniana y el derecho internacional, por lo que no reconoceremos los resultados”.

“Vine a Londres de buena fe con ideas constructivas para intentar respetar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, como así también las legítimas preocupaciones de Rusia”, agregó.

Sin embargo, dijo que Lavrov dejó en claro que “(el presidente ruso Vladmir) Putin no está preparado a tomar decisiones antes del referendo del domingo”.

En ese sentido, el ex candidato a presidente por el Partido Demócrata indicó que si bien “no es partidario de sanciones”, el respaldo de Moscú al plebiscito y su avance militar "tendrán consecuencias”.

Sobre esos puntos, Lavrov negó que Rusia “tenga pensado intervenir” el este de Ucrania y calificó de “contraproducentes” cualquier tipo de sanciones que se puedan imponer sobre su país.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea ya confirmaron que se reunirán el lunes en Bruselas para discutir esas posibles sanciones, que podrían incluir la prohibición de centenares de visas para funcionarios del Kremlin y el congelamiento de sus bienes.

El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, dijo que está “preocupado” por la situación e instó a los líderes de las potencias “a encontrar una solución pacífica de la crisis”.

Pero la tensión sigue en aumento, con enfrentamientos como los que hubo ayer en Donetsk, este de Ucrania, que dejaron un muerto y más de 20 heridos.

Las autoridades de Crimea llamaron a aumentar la seguridad de cara al referendo y señalaron que “toda la policía pasará a estar en estado de alerta”.

Desde la capital Kiev, las autoridades que sucedieron al depuesto presidente Viktor Yanukovich ya adelantaron que no reconocerán el resultado de la consulta y acusaron una vez más a Moscú de “provocar la violencia”.

14 MAR 2014 - 16:05

Ambos funcionarios coincidieron en que “el diálogo fue constructivo”, pero también indicaron, en distintas conferencias de prensa tras la reunión de más de seis horas, que “no existe una postura común”.

Lavrov llamó a “respetar” los resultados de la consulta que decidirá la anexión de la península ucraniana a Rusia y criticó la posición que tuvieron las potencias occidentales en otros casos similares.

En ese sentido, mencionó a Kosovo, declarada independiente de Serbia en 2008 de forma unilateral por la Asamblea local, gracias al respaldo de Estados Unidos, la mayoría de los Estados europeos y las fuerzas de la OTAN.

“Si Kosovo fue un caso especial, también lo es Crimea”, indicó Lavrov, aunque no precisó si Rusia estaría dispuesta a reconocer a la república de origen étnico albanés.

También apuntó contra el gobierno británico, que el año pasado organizó un referendo y llamó a respetar el derecho de autodeterminación de los habitantes de las Islas Malvinas, territorio en disputa de soberanía con Argentina.

“Crimea es más importante para Rusia que las Malvinas para el Reino Unido”, sentenció.

Por su parte, Kerry comentó que el plebiscito “es ilegal según la Constitución ucraniana y el derecho internacional, por lo que no reconoceremos los resultados”.

“Vine a Londres de buena fe con ideas constructivas para intentar respetar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, como así también las legítimas preocupaciones de Rusia”, agregó.

Sin embargo, dijo que Lavrov dejó en claro que “(el presidente ruso Vladmir) Putin no está preparado a tomar decisiones antes del referendo del domingo”.

En ese sentido, el ex candidato a presidente por el Partido Demócrata indicó que si bien “no es partidario de sanciones”, el respaldo de Moscú al plebiscito y su avance militar "tendrán consecuencias”.

Sobre esos puntos, Lavrov negó que Rusia “tenga pensado intervenir” el este de Ucrania y calificó de “contraproducentes” cualquier tipo de sanciones que se puedan imponer sobre su país.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea ya confirmaron que se reunirán el lunes en Bruselas para discutir esas posibles sanciones, que podrían incluir la prohibición de centenares de visas para funcionarios del Kremlin y el congelamiento de sus bienes.

El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, dijo que está “preocupado” por la situación e instó a los líderes de las potencias “a encontrar una solución pacífica de la crisis”.

Pero la tensión sigue en aumento, con enfrentamientos como los que hubo ayer en Donetsk, este de Ucrania, que dejaron un muerto y más de 20 heridos.

Las autoridades de Crimea llamaron a aumentar la seguridad de cara al referendo y señalaron que “toda la policía pasará a estar en estado de alerta”.

Desde la capital Kiev, las autoridades que sucedieron al depuesto presidente Viktor Yanukovich ya adelantaron que no reconocerán el resultado de la consulta y acusaron una vez más a Moscú de “provocar la violencia”.


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