La Casa Blanca le exige a Moscú una desescalada inmediata en Ucrania

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, exhortó hoy a su par de Rusia, Serguei Lavrov, a retirar de inmediato las tropas de la frontera con Ucrania, mientras que el canciller ruso lamentó que Washington y sus aliados occidentales rechazaran las exigencias de Moscú contra la expansión de la OTAN hacia Europa del Este y la adhesión de naciones exsoviéticas a la alianza.

Los movimientos de fuerzas militares en la zona fronteriza son casi premanentes.
01 FEB 2022 - 15:47 | Actualizado

"El secretario de Estado enfatizó la voluntad de Estados unidos, bilateralmente y junto con aliados y socios, de continuar un intercambio sustantivo con Rusia sobre preocupaciones de seguridad mutua", señaló un comunicado del Departamento de Estado norteamericano, tras la llamada entre ambos funcionarios.

Según la nota, Blinken instó a "la desescalada rusa inmediata y la retirada de tropas y equipos de las fronteras de Ucrania", a la vez que subrayó las "consecuencias rápidas y severas" que tendría una nueva invasión de dicho país e instó a Rusia a seguir un "camino diplomático".

Lavrov, por su parte, declaró que Rusia da por concluida la coordinación a nivel internacional de su postura hacia las respuestas de Estados Unidos sobre las garantías de seguridad formuladas por Moscú.

"Insistiremos en una conversación honesta y en una explicación honesta de por qué Occidente no quiere cumplir sus obligaciones o quiere cumplirlas selectivamente y exclusivamente a su favor", dijo el diplomático ruso, quien deploró que Washington tienda a centrarse en "asuntos importantes pero secundarios".

Pese a las divergencias, reveló que su homólogo estadounidense coincidió en señalar en que esta cuestión representa un "tema para seguir conversando" con Rusia, según reprodujo la cadena Russia Today.

El llamado entre Blinken y Lavrov pretendía rebajar las tensiones desatadas a fines de 2021 cuando Rusia comenzó a apostar a decenas de miles de tropas en su frontera con Ucrania, lo que motivó llamados de Estados Unidos y la OTAN a retirarlas por temor a una invasión rusa de ese país europeo.

Sin embargo, el Kremlin negó rotundamente esas intenciones y acusó a la alianza militar de desarrollar actividades hostiles cerca de su territorio y reclamó garantías para que no siga expandiéndose hacia sus fronteras.

Rusia rechaza cualquier nueva adhesión de los países del antiguo bloque soviético, especialmente Ucrania, al argumentar que la dejaría rodeada de enemigos y abriría la puerta a que la OTAN despliegue misiles que podrían llegar a Moscú en cuestión de minutos.

Esta conversación es la primera entre las dos potencias rivales desde que Estados Unidos y la OTAN dieron la semana pasada a Rusia su respuesta por escrito a las demandas formuladas, también por escrito, a mediados de diciembre por el Kremlin.

En esta misiva el Gobierno del demócrata Joe Biden rechazó las demandas de seguridad de Rusia, pero abrió la puerta a negociaciones sobre el despliegue de misiles y los límites recíprocos de los ejercicios militares.

Según dijo un alto funcionario del Departamento de Estado a periodistas, el próximo paso será la entrega por parte de Moscú a Washington, en una fecha indeterminada, de una "respuesta formal" validada por el presidente ruso Vladimir Putin a la carta enviada la semana pasada.

Una vez que se entregue la respuesta formal rusa, las diferentes partes podrán hablar sobre cómo sigue el proceso, precisó.

Si bien Moscú niega rotundamente las acusaciones sobre una invasión a Ucrania, dicho funcionario -que pidió el anonimato- indicó que Lavrov no dio "ningún indicio" de una inminente desescalada de Moscú en la frontera con Ucrania durante su llamada con Blinken.

"Seguimos escuchando esas garantías de que Rusia no planea invadir, pero ciertamente cada acción que vemos dice lo contrario, con la acumulación continua de tropas y armas pesadas moviéndose hacia la frontera", dijo el diplomático, según reportó la agencia de noticias AFP.

"Si el presidente Putin no tiene la intención de una guerra o un cambio de régimen, dijo el secretario (Blinken) al ministro de Relaciones Exteriores Lavrov, entonces este es el momento de retirar las tropas y las armas pesadas", sentenció.

Los movimientos de fuerzas militares en la zona fronteriza son casi premanentes.
01 FEB 2022 - 15:47

"El secretario de Estado enfatizó la voluntad de Estados unidos, bilateralmente y junto con aliados y socios, de continuar un intercambio sustantivo con Rusia sobre preocupaciones de seguridad mutua", señaló un comunicado del Departamento de Estado norteamericano, tras la llamada entre ambos funcionarios.

Según la nota, Blinken instó a "la desescalada rusa inmediata y la retirada de tropas y equipos de las fronteras de Ucrania", a la vez que subrayó las "consecuencias rápidas y severas" que tendría una nueva invasión de dicho país e instó a Rusia a seguir un "camino diplomático".

Lavrov, por su parte, declaró que Rusia da por concluida la coordinación a nivel internacional de su postura hacia las respuestas de Estados Unidos sobre las garantías de seguridad formuladas por Moscú.

"Insistiremos en una conversación honesta y en una explicación honesta de por qué Occidente no quiere cumplir sus obligaciones o quiere cumplirlas selectivamente y exclusivamente a su favor", dijo el diplomático ruso, quien deploró que Washington tienda a centrarse en "asuntos importantes pero secundarios".

Pese a las divergencias, reveló que su homólogo estadounidense coincidió en señalar en que esta cuestión representa un "tema para seguir conversando" con Rusia, según reprodujo la cadena Russia Today.

El llamado entre Blinken y Lavrov pretendía rebajar las tensiones desatadas a fines de 2021 cuando Rusia comenzó a apostar a decenas de miles de tropas en su frontera con Ucrania, lo que motivó llamados de Estados Unidos y la OTAN a retirarlas por temor a una invasión rusa de ese país europeo.

Sin embargo, el Kremlin negó rotundamente esas intenciones y acusó a la alianza militar de desarrollar actividades hostiles cerca de su territorio y reclamó garantías para que no siga expandiéndose hacia sus fronteras.

Rusia rechaza cualquier nueva adhesión de los países del antiguo bloque soviético, especialmente Ucrania, al argumentar que la dejaría rodeada de enemigos y abriría la puerta a que la OTAN despliegue misiles que podrían llegar a Moscú en cuestión de minutos.

Esta conversación es la primera entre las dos potencias rivales desde que Estados Unidos y la OTAN dieron la semana pasada a Rusia su respuesta por escrito a las demandas formuladas, también por escrito, a mediados de diciembre por el Kremlin.

En esta misiva el Gobierno del demócrata Joe Biden rechazó las demandas de seguridad de Rusia, pero abrió la puerta a negociaciones sobre el despliegue de misiles y los límites recíprocos de los ejercicios militares.

Según dijo un alto funcionario del Departamento de Estado a periodistas, el próximo paso será la entrega por parte de Moscú a Washington, en una fecha indeterminada, de una "respuesta formal" validada por el presidente ruso Vladimir Putin a la carta enviada la semana pasada.

Una vez que se entregue la respuesta formal rusa, las diferentes partes podrán hablar sobre cómo sigue el proceso, precisó.

Si bien Moscú niega rotundamente las acusaciones sobre una invasión a Ucrania, dicho funcionario -que pidió el anonimato- indicó que Lavrov no dio "ningún indicio" de una inminente desescalada de Moscú en la frontera con Ucrania durante su llamada con Blinken.

"Seguimos escuchando esas garantías de que Rusia no planea invadir, pero ciertamente cada acción que vemos dice lo contrario, con la acumulación continua de tropas y armas pesadas moviéndose hacia la frontera", dijo el diplomático, según reportó la agencia de noticias AFP.

"Si el presidente Putin no tiene la intención de una guerra o un cambio de régimen, dijo el secretario (Blinken) al ministro de Relaciones Exteriores Lavrov, entonces este es el momento de retirar las tropas y las armas pesadas", sentenció.


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