Sigue sin decisión una denuncia entre abogados

Pese a que ya pasaron casi 5 meses, aún no se sabe qué decisión tomó el Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados de Trelew respecto de su propio presidente, Oscar Romero.

28 ABR 2014 - 22:17 | Actualizado

El Consejo de la Magistratura le había pedido a esta entidad que investigue la conducta de su titular, quien durante la selección de César Zaratiegui el año pasado como juez penal habría invocado un presunto interés del Colegio que dirige para rechazar la postulación. El Consejo quería saber si en realidad el abogado –y no el Colegio- tenía algún interés personal en bloquear la elección.

Antecedentes

El caso se disparó en octubre: Zaratiegui concursó para ser juez. Lo ganó. Pero cuando los consejeros debían votar su aprobación, el representante de Esquel, Ricardo Gerosa Lewis, advirtió que había recibido un mail de último momento del Colegio de Trelew pidiendo no votar. La razón: en 25 causas que investigó el candidato en su carácter de fiscal, la mayoría de los imputados habían sido absueltos o sobreseídos. El mail del Colegio sugería un mal trabajo de Zaratiegui, que además les habría prometido a las víctimas un resarcimiento económico, sin cumplir.

Ese mail aseguraba que todos los jueces de Trelew, con excepción de Darío Arguiano, tenían un mal concepto sobre Zaratiegui. Igual fue elegido juez y sólo Gerosa Lewis no lo votó.

Presentación

Ya seleccionado, Zaratiegui efectuó una presentación ante el Consejo de la Magistratura y deslizó una suerte de “venganza personal” de Romero detrás del mail y no una auténtica inquietud del Colegio. Explicó que aquellas 25 causas eran por 3 gitanos acusados de estafas en la compraventa de automóviles. La mayoría de los acusados –dijo- eran defendidos por Romero. Zaratiegui pidió la condena en 14 casos pero el juez Fabio Monti los absolvió.

Advirtió que “grande fue mi sorpresa” al enterarse que el Colegio trelewense lo acusaba de mal desempeño. Y que fue “agraviante” oír que les habría prometido resarcimiento económico a las víctimas de las estafas. “Se empañó una decisión que produjo en mí un dejo de desconcierto e indignación por los términos de aquel correo”, escribió.

Según el candidato, “resulta intransferible la sensación de incomodidad que sentí aquel día, porque rápidamente comprendí que el intento de impugnar mi presentación por esa vía se debía a la ofuscación personal del presidente del Colegio sobre mi persona”.

Tras defender su trabajo en el caso, recordó que Romero fue defensor de algunos imputados. “Resulta inaceptable que el propio Romero, presidente del Consejo, que fue parte en el juicio, desconociera lo que afirmo y mencionara que un abogado del Colegio hizo tal objeción. Tal aserto no merece mayor análisis puesto que no podía desconocer que era una causa en la que él participó y conoció del resultado”.

Un detalle

Zaratiegui les preguntó a los jueces si de verdad tenían mal concepto de él, como aseguraba el mail: “Todos y cada uno de ellos me expresaron su sorpresa y disgusto con lo manifestado en aquel correo”.

¿Por qué Darío Arguiano era presuntamente el único que opinaba bien de él? Es que durante el juicio hubo otra denuncia por estafa con una camioneta Hylux 2009. Se secuestró a pedido del fiscal. “Fue el propio Romero quien mediante un boleto de compraventa firmado por él y otra de las personas juzgadas intentó hacer valer su condición de poseedor a los fines de que el vehículo le fuera entregado como depositario judicial”. Arguiano fue el juez que rechazó ese pedido. El Consejo envió el caso al Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados en noviembre de 2013. Al menos públicamente, no se sabe qué pasó.

Enterados que según el Colegio ellos no avalaban a Zaratiegui, los jueces penales de Trelew también enviaron una nota a la Magistratura. “Desconocemos categórica y enfáticamente cualquier tipo de información que se haya llevado a vuestro conocimiento en nuestro nombre”, escribieron.

“Es nuestro deber aclarar que en momento alguno fuimos consultados grupal ni individualmente formal ni informalmente, con persona, entidad o institución sobre el concepto que poseemos respecto a los postulantes, y en particular de Zaratiegui, profesional que todos conocemos desde hace muchos años y a quien como tal respetamos”.

El mail que envió Romero atribuyéndoles una mala opinión del postulante, “fue recibido con sorpresa e incomodidad, no sólo por su inexactitud sino porque esta magistratura tiene su propia representación ante el Consejo, siendo estos los únicos autorizados a llevar, en cualquier eventual circunstancia, la voz de sus representados, aspecto éste que no se ha dado y que los integrantes de ese Consejo y la sociedad deben conocer”.

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28 ABR 2014 - 22:17

El Consejo de la Magistratura le había pedido a esta entidad que investigue la conducta de su titular, quien durante la selección de César Zaratiegui el año pasado como juez penal habría invocado un presunto interés del Colegio que dirige para rechazar la postulación. El Consejo quería saber si en realidad el abogado –y no el Colegio- tenía algún interés personal en bloquear la elección.

Antecedentes

El caso se disparó en octubre: Zaratiegui concursó para ser juez. Lo ganó. Pero cuando los consejeros debían votar su aprobación, el representante de Esquel, Ricardo Gerosa Lewis, advirtió que había recibido un mail de último momento del Colegio de Trelew pidiendo no votar. La razón: en 25 causas que investigó el candidato en su carácter de fiscal, la mayoría de los imputados habían sido absueltos o sobreseídos. El mail del Colegio sugería un mal trabajo de Zaratiegui, que además les habría prometido a las víctimas un resarcimiento económico, sin cumplir.

Ese mail aseguraba que todos los jueces de Trelew, con excepción de Darío Arguiano, tenían un mal concepto sobre Zaratiegui. Igual fue elegido juez y sólo Gerosa Lewis no lo votó.

Presentación

Ya seleccionado, Zaratiegui efectuó una presentación ante el Consejo de la Magistratura y deslizó una suerte de “venganza personal” de Romero detrás del mail y no una auténtica inquietud del Colegio. Explicó que aquellas 25 causas eran por 3 gitanos acusados de estafas en la compraventa de automóviles. La mayoría de los acusados –dijo- eran defendidos por Romero. Zaratiegui pidió la condena en 14 casos pero el juez Fabio Monti los absolvió.

Advirtió que “grande fue mi sorpresa” al enterarse que el Colegio trelewense lo acusaba de mal desempeño. Y que fue “agraviante” oír que les habría prometido resarcimiento económico a las víctimas de las estafas. “Se empañó una decisión que produjo en mí un dejo de desconcierto e indignación por los términos de aquel correo”, escribió.

Según el candidato, “resulta intransferible la sensación de incomodidad que sentí aquel día, porque rápidamente comprendí que el intento de impugnar mi presentación por esa vía se debía a la ofuscación personal del presidente del Colegio sobre mi persona”.

Tras defender su trabajo en el caso, recordó que Romero fue defensor de algunos imputados. “Resulta inaceptable que el propio Romero, presidente del Consejo, que fue parte en el juicio, desconociera lo que afirmo y mencionara que un abogado del Colegio hizo tal objeción. Tal aserto no merece mayor análisis puesto que no podía desconocer que era una causa en la que él participó y conoció del resultado”.

Un detalle

Zaratiegui les preguntó a los jueces si de verdad tenían mal concepto de él, como aseguraba el mail: “Todos y cada uno de ellos me expresaron su sorpresa y disgusto con lo manifestado en aquel correo”.

¿Por qué Darío Arguiano era presuntamente el único que opinaba bien de él? Es que durante el juicio hubo otra denuncia por estafa con una camioneta Hylux 2009. Se secuestró a pedido del fiscal. “Fue el propio Romero quien mediante un boleto de compraventa firmado por él y otra de las personas juzgadas intentó hacer valer su condición de poseedor a los fines de que el vehículo le fuera entregado como depositario judicial”. Arguiano fue el juez que rechazó ese pedido. El Consejo envió el caso al Tribunal de Disciplina del Colegio de Abogados en noviembre de 2013. Al menos públicamente, no se sabe qué pasó.

Enterados que según el Colegio ellos no avalaban a Zaratiegui, los jueces penales de Trelew también enviaron una nota a la Magistratura. “Desconocemos categórica y enfáticamente cualquier tipo de información que se haya llevado a vuestro conocimiento en nuestro nombre”, escribieron.

“Es nuestro deber aclarar que en momento alguno fuimos consultados grupal ni individualmente formal ni informalmente, con persona, entidad o institución sobre el concepto que poseemos respecto a los postulantes, y en particular de Zaratiegui, profesional que todos conocemos desde hace muchos años y a quien como tal respetamos”.

El mail que envió Romero atribuyéndoles una mala opinión del postulante, “fue recibido con sorpresa e incomodidad, no sólo por su inexactitud sino porque esta magistratura tiene su propia representación ante el Consejo, siendo estos los únicos autorizados a llevar, en cualquier eventual circunstancia, la voz de sus representados, aspecto éste que no se ha dado y que los integrantes de ese Consejo y la sociedad deben conocer”.


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