Hace 40 años, Argentina era vapuleada por Holanda en el Mundial ‘74

Un 26 de junio de 1974, Argentina sufrió una tremenda goleada de Holanda por 4-0. En ese momento, la selección albiceleste desembarcó en tierras alemanas en medio de un contexto político complicado para el país sumido en la pelea entre las distintas facciones del peronismo y la delicada salud de Perón que moriría cinco días después.

26 JUN 2014 - 19:35 | Actualizado

El seleccionado argentino volvía a disputar una Copa del Mundo tras haber perdido la Eliminatoria Sudamericana ante Perú para el Mundial de México 1970. En ese contexto, Argentina llegaba a Alemania en medio de la desorganización dirigencial de la AFA. En septiembre de 1973, la máxima entidad rectora del fútbol argentino designó a Enrique Omar Sívori como entrenador del equipo albiceleste, que debía enfrentar a Paraguay y Bolivia por las eliminatorias.

La clasificación llegó con una victoria del conjunto argentino ante los ‘guaraníes’ por 3-1 en Buenos Aires. Debido a su enérgico carácter, Sívori mantuvo fuertes cruces con varios dirigentes del fútbol argentino y renunció a comienzos del año mundialista.

El entonces interventor de la AFA, Baldomero Gigan, dirigente menor de Boca Juniors pero de importantes vínculos con el sindicalismo de la época, resolvió designar como nuevo DT del seleccionado a Vladislao Cap, responsable de consagrar campeón al Deportivo Cali de Colombia.

Para respaldar su trabajo, ante el desconocimiento de algunos jugadores argentinos por parte del nuevo entrenador, la AFA designó como asesores a José Varacka y Víctor Rodríguez.

A cuatro meses del Mundial, Cap convocó a jugadores que actuaban en el extranjero como Daniel Carnevali (Las Palmas), Ramón Heredia y Rubén Ayala (Atlético de Madrid), Héctor Yazalde (Sporting de Lisboa), Ángel Bargas (Nantes) y Roberto Perfumo (Cruzeiro).

Por esos tiempos, la AFA no contaba con un predio propio y los entrenamientos del seleccionado comenzaron en dependencias del club GEBA y en los bosques de Palermo, donde los jugadores fueron interrumpidos en su trabajo por aficionados que les pedían autógrafos en medio de un clima de caos.

A toda esa desorganización en materia futbolística se sumó la realidad política de ese entonces, que a comienzos de ese 1974 tenían como centro de la escena la fuerte puja entre las distintas expresiones del peronismo que comenzaron a resolverse hacia la derecha. En esta “derechización” del gobierno peronista, las figuras de Isabel Perón y la de José López.

Dentro del terreno de la máxima competencia futbolística a nivel mundial, Argentina logró un angustioso segundo puesto en el Grupo 4, tras caer ante Polonia 2-3, igualar 1-1 con Italia y de golear a Haití 4-1. De ese modo, los albicelestes pasaron a integrar el grupo A semifinal junto a Holanda, Brasil y Alemania Democrática.

Ese 26 de junio en Gelsenkirchen, Holanda con Jongbloed; Suurbier, Haan, Rijsbergen; Rep, Cruyff y Resenbrink aplastó a Argentina con un rotundo 4-0. Los argentinos que se encontraban totalmente desorientados por la exhibición de los naranjas formaron con Carnevali; Wolff, Perfumo, Heredia y Sá; Squeo, Telch y Yazalde; Balbuena, Ayala y Houseman.

Cuatro días después llegó el turno de la segunda derrota y de la eliminación, tras caer por 2-1 ante un deslucido Brasil. El último partido, ya sin chances, terminó en un triste 1-1 ante la desaparecida Alemania Democrática, también eliminada.

Así, llegó a su fin un período en el que la improvisación y los cambios repentinos hicieron que el equipo nacional recorriera un camino repleto de sinsabores.

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26 JUN 2014 - 19:35

El seleccionado argentino volvía a disputar una Copa del Mundo tras haber perdido la Eliminatoria Sudamericana ante Perú para el Mundial de México 1970. En ese contexto, Argentina llegaba a Alemania en medio de la desorganización dirigencial de la AFA. En septiembre de 1973, la máxima entidad rectora del fútbol argentino designó a Enrique Omar Sívori como entrenador del equipo albiceleste, que debía enfrentar a Paraguay y Bolivia por las eliminatorias.

La clasificación llegó con una victoria del conjunto argentino ante los ‘guaraníes’ por 3-1 en Buenos Aires. Debido a su enérgico carácter, Sívori mantuvo fuertes cruces con varios dirigentes del fútbol argentino y renunció a comienzos del año mundialista.

El entonces interventor de la AFA, Baldomero Gigan, dirigente menor de Boca Juniors pero de importantes vínculos con el sindicalismo de la época, resolvió designar como nuevo DT del seleccionado a Vladislao Cap, responsable de consagrar campeón al Deportivo Cali de Colombia.

Para respaldar su trabajo, ante el desconocimiento de algunos jugadores argentinos por parte del nuevo entrenador, la AFA designó como asesores a José Varacka y Víctor Rodríguez.

A cuatro meses del Mundial, Cap convocó a jugadores que actuaban en el extranjero como Daniel Carnevali (Las Palmas), Ramón Heredia y Rubén Ayala (Atlético de Madrid), Héctor Yazalde (Sporting de Lisboa), Ángel Bargas (Nantes) y Roberto Perfumo (Cruzeiro).

Por esos tiempos, la AFA no contaba con un predio propio y los entrenamientos del seleccionado comenzaron en dependencias del club GEBA y en los bosques de Palermo, donde los jugadores fueron interrumpidos en su trabajo por aficionados que les pedían autógrafos en medio de un clima de caos.

A toda esa desorganización en materia futbolística se sumó la realidad política de ese entonces, que a comienzos de ese 1974 tenían como centro de la escena la fuerte puja entre las distintas expresiones del peronismo que comenzaron a resolverse hacia la derecha. En esta “derechización” del gobierno peronista, las figuras de Isabel Perón y la de José López.

Dentro del terreno de la máxima competencia futbolística a nivel mundial, Argentina logró un angustioso segundo puesto en el Grupo 4, tras caer ante Polonia 2-3, igualar 1-1 con Italia y de golear a Haití 4-1. De ese modo, los albicelestes pasaron a integrar el grupo A semifinal junto a Holanda, Brasil y Alemania Democrática.

Ese 26 de junio en Gelsenkirchen, Holanda con Jongbloed; Suurbier, Haan, Rijsbergen; Rep, Cruyff y Resenbrink aplastó a Argentina con un rotundo 4-0. Los argentinos que se encontraban totalmente desorientados por la exhibición de los naranjas formaron con Carnevali; Wolff, Perfumo, Heredia y Sá; Squeo, Telch y Yazalde; Balbuena, Ayala y Houseman.

Cuatro días después llegó el turno de la segunda derrota y de la eliminación, tras caer por 2-1 ante un deslucido Brasil. El último partido, ya sin chances, terminó en un triste 1-1 ante la desaparecida Alemania Democrática, también eliminada.

Así, llegó a su fin un período en el que la improvisación y los cambios repentinos hicieron que el equipo nacional recorriera un camino repleto de sinsabores.