Sobre la muerte de Jim Morrison

Marianne Faithfull reveló que conoció al dealer que en 1971 le llevó heroína al cantante de The Doors.

10 AGO 2014 - 15:45 | Actualizado

Durante años se pensó que la causa de la muerte de Jim Morrison, el poeta, sensual y provocador cantante de los Doors, había sido el nunca bien ponderado vómito. O sea: una sobredosis y morir ahogado. Pero no. El autor de "Light my fire", "L.A. Woman" y tantos otros clásicos del rock, que fue encontrado muerto en la bañera en su departamento de París el 3 de julio de 1971, no habría muerto por un error involuntario sino por una acción negligente de su dealer. O sea: por un asesinato.

Esa es, al menos, la "conspiranoica" teoría que tiró Marianne Faithfull, la hermosa, sensual y fatal cantante de los años '60, novia de Mick Jagger y otras figuras del rock, esta semana a la revista inglesa Mojo. Al parecer, el novio de Faithfull de aquel entonces, un traficante llamado Jean de Breteuil, habría sido el responsable de suministrarle la dosis errónea. Y esta habría sido la verdadera causa de la muerte de Jim. Y no una sobredosis inflingida por sí mismo.

La noticia explotó en todo el mundo apenas se conoció. Y removió el morbo de fans y no tanto. Porque, al igual que Brian Jones (guitarrista de los Rolling Stones muerto en una pileta), John Lennon (muerto a balazos a la salida de su departamento en Nueva York), Kurt Cobain (muerto por un auto-escopetazo en la sien) entre tantos otros héroes del rock, siempre se sospechó de las "verdaderas causas" de los decesos de todos ellos. Siempre se sospechó de algo oscuro, no revelado, pretendidamente ocultado. O sea: de una conspiración.

Según Tiempo Argentino en el caso de Morrison, las dudas se basaban en que el parte del médico oficial a cargo indicaba una muerte por fallo cardíaco agravado por el abuso de alcohol. Pero la autopsia nunca llegó a realizarse. Por eso, muchas versiones empezaron a asegurar que la verdadera muerte había sido por sobredosis de heroína. Aunque también se habló de suicidio y hasta de asesinato.

Por años lamentada, la muerte de Jim (que a posteriori significó la terminación de los Doors también, más allá de que hayan intentado ocasiones giras reemplazándolo con diferentes cantantes) provocó la peregrinación de miles de miles (¿millones?) de jóvenes de todo el mundo al cementerio parisino de Père-Lachaise, donde descansan sus restos. Allí, entre improvisados picnics a la vera de la tumba, infinidad de seguidores supieron tener sus ritos de iniciación con su máximo ídolo: quizás convidándole una seca de su primer cigarrillo de marihuana; o quizás cumpliendo alguna promesa parida alguna noche de borrachera. ¿Qué pensarán ahora todos ellos de Faithfull? Sería bueno saberlo.

Como sea, y según cuenta la cantante, todo empezó cuando con De Breteuil, el novio de Faithfull, decidieron pasar unos días de verano en un hotel parisino y, de paso, visitar al famoso cantante de los Doors en su departamento de la Rue Beautreillis. Sin embargo, una vez llegados al lugar, Marianne intuyó que algo podía ir mal porque pese a tener un gran afecto por Jim decidió quedarse en una habitación contigua a la principal y dejar que ambos hombres "se las arreglaran solos".

"Pensé: 'Mejor me tomo una pocos barbitúricos y me quedo tranquila. De Breteuil, en cambio, se fue a ver a Jim Morrison y lo mató.

Pero ojo: fue un accidente. No fue a propósito", dijo Faithfull a Mojo. Y reflexionó: "Pobre Jim. ¿Habrá sido que el 'caballo' era demasiado fuerte? Sí. Y murió. Y yo no sabía nada sobre esto. De todas maneras, todo el mundo relacionado con la muerte de este pobre amigo está muerto ya. Excepto yo".

Fuente: InfoNews.

10 AGO 2014 - 15:45

Durante años se pensó que la causa de la muerte de Jim Morrison, el poeta, sensual y provocador cantante de los Doors, había sido el nunca bien ponderado vómito. O sea: una sobredosis y morir ahogado. Pero no. El autor de "Light my fire", "L.A. Woman" y tantos otros clásicos del rock, que fue encontrado muerto en la bañera en su departamento de París el 3 de julio de 1971, no habría muerto por un error involuntario sino por una acción negligente de su dealer. O sea: por un asesinato.

Esa es, al menos, la "conspiranoica" teoría que tiró Marianne Faithfull, la hermosa, sensual y fatal cantante de los años '60, novia de Mick Jagger y otras figuras del rock, esta semana a la revista inglesa Mojo. Al parecer, el novio de Faithfull de aquel entonces, un traficante llamado Jean de Breteuil, habría sido el responsable de suministrarle la dosis errónea. Y esta habría sido la verdadera causa de la muerte de Jim. Y no una sobredosis inflingida por sí mismo.

La noticia explotó en todo el mundo apenas se conoció. Y removió el morbo de fans y no tanto. Porque, al igual que Brian Jones (guitarrista de los Rolling Stones muerto en una pileta), John Lennon (muerto a balazos a la salida de su departamento en Nueva York), Kurt Cobain (muerto por un auto-escopetazo en la sien) entre tantos otros héroes del rock, siempre se sospechó de las "verdaderas causas" de los decesos de todos ellos. Siempre se sospechó de algo oscuro, no revelado, pretendidamente ocultado. O sea: de una conspiración.

Según Tiempo Argentino en el caso de Morrison, las dudas se basaban en que el parte del médico oficial a cargo indicaba una muerte por fallo cardíaco agravado por el abuso de alcohol. Pero la autopsia nunca llegó a realizarse. Por eso, muchas versiones empezaron a asegurar que la verdadera muerte había sido por sobredosis de heroína. Aunque también se habló de suicidio y hasta de asesinato.

Por años lamentada, la muerte de Jim (que a posteriori significó la terminación de los Doors también, más allá de que hayan intentado ocasiones giras reemplazándolo con diferentes cantantes) provocó la peregrinación de miles de miles (¿millones?) de jóvenes de todo el mundo al cementerio parisino de Père-Lachaise, donde descansan sus restos. Allí, entre improvisados picnics a la vera de la tumba, infinidad de seguidores supieron tener sus ritos de iniciación con su máximo ídolo: quizás convidándole una seca de su primer cigarrillo de marihuana; o quizás cumpliendo alguna promesa parida alguna noche de borrachera. ¿Qué pensarán ahora todos ellos de Faithfull? Sería bueno saberlo.

Como sea, y según cuenta la cantante, todo empezó cuando con De Breteuil, el novio de Faithfull, decidieron pasar unos días de verano en un hotel parisino y, de paso, visitar al famoso cantante de los Doors en su departamento de la Rue Beautreillis. Sin embargo, una vez llegados al lugar, Marianne intuyó que algo podía ir mal porque pese a tener un gran afecto por Jim decidió quedarse en una habitación contigua a la principal y dejar que ambos hombres "se las arreglaran solos".

"Pensé: 'Mejor me tomo una pocos barbitúricos y me quedo tranquila. De Breteuil, en cambio, se fue a ver a Jim Morrison y lo mató.

Pero ojo: fue un accidente. No fue a propósito", dijo Faithfull a Mojo. Y reflexionó: "Pobre Jim. ¿Habrá sido que el 'caballo' era demasiado fuerte? Sí. Y murió. Y yo no sabía nada sobre esto. De todas maneras, todo el mundo relacionado con la muerte de este pobre amigo está muerto ya. Excepto yo".

Fuente: InfoNews.