Brown es Nacional: le ganó a Deportivo Roca por 3 a 0 y ascendió

Walter Fernández Giles, Maximiliano Tormann y Maximiliano Badell anotaron los goles del triunfo del equipo portuario y el título de la zona 1. Con la edición impresa, un especial de 16 páginas con toda la información del histórico ascenso de la Banda.

09 NOV 2014 - 22:23 | Actualizado

Guillermo Brown no dejó pasar la oportunidad y en su estadio, derrotando 3-0 a Roca, recuperó el sitial que los equipos chubutenses habían perdido en los últimos años en el torneo Nacional, haciendo historia en la categoría, donde consiguió los títulos del 2007, 2011 y este 2014, aunque el ascenso se le dio en estos dos últimos.

Todo dependía de Brown y desde hace una semana querían, porque se debían, poner al equipo en el segundo escalón del fútbol argentino porque las chances estuvieron a punto de caerse después del partido ante los pampeanos, pero el fútbol da posibilidades aún cuando un equipo parece tener sus ilusiones enterradas y así, después de una derrota de quien peleaba mano a mano el ascenso ante su histórico rival, y victoria propia en Cipolletti, recuperó la chance directa en su estadio y ayer no la dejó pasar, ganó y volvió al torneo Nacional 2015.

“Me verás volver” era la inscripción en las remeras de los jugadores, de algunos de los colaboradores del club que esperaban el pitazo final del árbitro Alejandro Arco para desatar el festejo en cancha con los protagonistas, mezclados con los hincas que invadieron el terreno de juego para quedarse con un trofeo de los jugadores.

Decidido a buscar de entrada salió Brown. En la primera tuvo un tiro de esquina y la presión del equipo generó también rápido una pelota parada y de esa jugara que tanto rédito le dio al equipo en la temporada, Badell la metió perfecta al corazón y un frentazo notable de Fernández Giles venció la resistencia del juvenil Riffo.

Lo solucionó rápido

Brown destrabó el juego enseguida pero no cesó en la presión. No se conformaba con la diferencia y le tiró el peso de sus nombres y la jerarquía encima tratando de no repetir el olvidable parcial inicial que hizo ante Belgrano y buena parte del juego se desarrollaba en campo rival.

Después de unos minutos vertiginosos Brown perdió la pelota, el control del partido ya no era su propiedad salvo por el resultado y el tránsito por el terreno entró en un pozo.

Igual, las situaciones de peligro le pertenecían al local, que aunque no en cantidad, cuando llegaba inquietaba al fondo visitante. La pelota parada, virtud que Brown supo capitalizar bastante en el torneo, volvió a poner en riesgo la valla visitante con un centro de esquina de Badell que Riffo tuvo que retener en dos tiempos.

Las virtudes propias y las ventajas ajenas se aprovechan, y de otro centro de esquina, ahora de Zanni apareció otro cabezazo en el área esta vez de Tormann y la metió contra el palo.

Brown tuvo cuatro chances de pelota y en dos convirtió, y eso ha sido a lo largo de la temporada unos de sus atributos más importantes, que ayer los volvió a usufructuar en los momentos justos, en el arranque del juego y pasado los 30, para bajar la ansiedad y mirar más tranquilo el futuro del partido.

Vergara asistió a Badell que tocó suave pero el arquero Riffo le puso las manos y el cuerpo a la pelota y salvó la caída de su arco, en otra llegada profunda del local que descongestionó el trámite muy rápido y sostuvo con tranquilidad la ventaja.

Para decorar

Un cabezazo desviado de Piriz Alves, también después de un tiro de esquina fue la primera aproximación de Brown en el complemento, en el que todos los protagonistas, al menos del equipo local, esperaban que finalice lo más rápido posible.

Por la misma vía, Brown llegó de nuevo y ahora fue Velázquez el que cabeceó apenas desviado por el palo izquierdo tras otro centro de esquina.

Dedyn estaba en cancha para tener el balón y asistir, y una de esas fue a la pierna izquierda de Badell, que se perfiló y no perdonó clavándola en el segundo palo del arquero Riffo para poner el 3-0 y además de sentenciar la historia del partido, transformarse en el goleador del equipo en este reducido torneo.

El tempo no pasaba más y los minutos se hacían eternos porque el partido, salvo un milagro futbolístico, se había terminado en el primer tiempo con la victoria 2-0 del local.

Las ovaciones

El técnico Kuzemka, tal como hizo Sialle en el 2011 o Tempesta al poner a un referente como Rodas a jugar la parte final, esta vez le tocó a Diego Luque ingresar para recibir la ovación final de sus hinchas y poder terminar en cancha esta campaña del que fue un referente importante y de hecho, fue el capitán del equipo.

Abrazos y recuerdos

Uno de los que siempre estuvo ligado en los armados del equipo es Raúl Uñate, y él junto a Carlos Eliceche son los responsables visibles de este nuevo logro institucional y el abrazo del final del juego entre ambos simboliza el sentimiento de quienes en los últimos años, con muchos errores y con mayor cantidad de aciertos a partir de los resultados que están a la vista, supieron colocar a Guillermo Brown en el sitial de privilegio que tiene dentro del fútbol zonal y chubutense.

Muchos, también en medio de la euforia, se acordaron de Juan Manuel Oleiro, que por una grave lesión se perdió lo que quedaba de torneo y también a Claudio Moreno, hoy atravesando un momento complicado de salud, pero que en los últimos años ha sido un estrecho colaborador de la institución.

Guillermo Brown volvió a la segunda categoría del balompié nacional y se espera, para quedarse todo el tiempo del mundo.

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09 NOV 2014 - 22:23

Guillermo Brown no dejó pasar la oportunidad y en su estadio, derrotando 3-0 a Roca, recuperó el sitial que los equipos chubutenses habían perdido en los últimos años en el torneo Nacional, haciendo historia en la categoría, donde consiguió los títulos del 2007, 2011 y este 2014, aunque el ascenso se le dio en estos dos últimos.

Todo dependía de Brown y desde hace una semana querían, porque se debían, poner al equipo en el segundo escalón del fútbol argentino porque las chances estuvieron a punto de caerse después del partido ante los pampeanos, pero el fútbol da posibilidades aún cuando un equipo parece tener sus ilusiones enterradas y así, después de una derrota de quien peleaba mano a mano el ascenso ante su histórico rival, y victoria propia en Cipolletti, recuperó la chance directa en su estadio y ayer no la dejó pasar, ganó y volvió al torneo Nacional 2015.

“Me verás volver” era la inscripción en las remeras de los jugadores, de algunos de los colaboradores del club que esperaban el pitazo final del árbitro Alejandro Arco para desatar el festejo en cancha con los protagonistas, mezclados con los hincas que invadieron el terreno de juego para quedarse con un trofeo de los jugadores.

Decidido a buscar de entrada salió Brown. En la primera tuvo un tiro de esquina y la presión del equipo generó también rápido una pelota parada y de esa jugara que tanto rédito le dio al equipo en la temporada, Badell la metió perfecta al corazón y un frentazo notable de Fernández Giles venció la resistencia del juvenil Riffo.

Lo solucionó rápido

Brown destrabó el juego enseguida pero no cesó en la presión. No se conformaba con la diferencia y le tiró el peso de sus nombres y la jerarquía encima tratando de no repetir el olvidable parcial inicial que hizo ante Belgrano y buena parte del juego se desarrollaba en campo rival.

Después de unos minutos vertiginosos Brown perdió la pelota, el control del partido ya no era su propiedad salvo por el resultado y el tránsito por el terreno entró en un pozo.

Igual, las situaciones de peligro le pertenecían al local, que aunque no en cantidad, cuando llegaba inquietaba al fondo visitante. La pelota parada, virtud que Brown supo capitalizar bastante en el torneo, volvió a poner en riesgo la valla visitante con un centro de esquina de Badell que Riffo tuvo que retener en dos tiempos.

Las virtudes propias y las ventajas ajenas se aprovechan, y de otro centro de esquina, ahora de Zanni apareció otro cabezazo en el área esta vez de Tormann y la metió contra el palo.

Brown tuvo cuatro chances de pelota y en dos convirtió, y eso ha sido a lo largo de la temporada unos de sus atributos más importantes, que ayer los volvió a usufructuar en los momentos justos, en el arranque del juego y pasado los 30, para bajar la ansiedad y mirar más tranquilo el futuro del partido.

Vergara asistió a Badell que tocó suave pero el arquero Riffo le puso las manos y el cuerpo a la pelota y salvó la caída de su arco, en otra llegada profunda del local que descongestionó el trámite muy rápido y sostuvo con tranquilidad la ventaja.

Para decorar

Un cabezazo desviado de Piriz Alves, también después de un tiro de esquina fue la primera aproximación de Brown en el complemento, en el que todos los protagonistas, al menos del equipo local, esperaban que finalice lo más rápido posible.

Por la misma vía, Brown llegó de nuevo y ahora fue Velázquez el que cabeceó apenas desviado por el palo izquierdo tras otro centro de esquina.

Dedyn estaba en cancha para tener el balón y asistir, y una de esas fue a la pierna izquierda de Badell, que se perfiló y no perdonó clavándola en el segundo palo del arquero Riffo para poner el 3-0 y además de sentenciar la historia del partido, transformarse en el goleador del equipo en este reducido torneo.

El tempo no pasaba más y los minutos se hacían eternos porque el partido, salvo un milagro futbolístico, se había terminado en el primer tiempo con la victoria 2-0 del local.

Las ovaciones

El técnico Kuzemka, tal como hizo Sialle en el 2011 o Tempesta al poner a un referente como Rodas a jugar la parte final, esta vez le tocó a Diego Luque ingresar para recibir la ovación final de sus hinchas y poder terminar en cancha esta campaña del que fue un referente importante y de hecho, fue el capitán del equipo.

Abrazos y recuerdos

Uno de los que siempre estuvo ligado en los armados del equipo es Raúl Uñate, y él junto a Carlos Eliceche son los responsables visibles de este nuevo logro institucional y el abrazo del final del juego entre ambos simboliza el sentimiento de quienes en los últimos años, con muchos errores y con mayor cantidad de aciertos a partir de los resultados que están a la vista, supieron colocar a Guillermo Brown en el sitial de privilegio que tiene dentro del fútbol zonal y chubutense.

Muchos, también en medio de la euforia, se acordaron de Juan Manuel Oleiro, que por una grave lesión se perdió lo que quedaba de torneo y también a Claudio Moreno, hoy atravesando un momento complicado de salud, pero que en los últimos años ha sido un estrecho colaborador de la institución.

Guillermo Brown volvió a la segunda categoría del balompié nacional y se espera, para quedarse todo el tiempo del mundo.


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