El presidente del Colegio Público de Abogados de Trelew, Edgardo Romero, denunció a un hombre por intentar matricularse en esa entidad con un título universitario falso, maniobra que intentaba por segunda vez. Según la presentación ante el Ministerio Público Fiscal, todo se inició el martes, cuando Claudio Benjamín Joaquín solicitó al Colegio su inscripción en la matrícula de profesionales. Para ese trámite, el aspirante completó de su puño y letra, y firmó el formulario. Allí declaró su título de “Abogado” otorgado por la prestigiosa Universidad del Salvador.
Según la denuncia ante Fiscalía, Joaquín incluyó “el supuesto título de Abogado, y un supuesto certificado analítico de estudios”. El primer documento incluyó logo y denominación de esa Universidad. Consigna que habría terminado sus estudios el 16 de diciembre de 2013 y se le habría otorgado el título el 14 de marzo de este año. A los costados del diploma figuran dos firmas ilegibles con sus aclaraciones: “Dr. Wilfrido Morán Arellano, Secretaría Académica”, y “Dr. Juan Alejandro Tobías, rector”.
En el anverso se observa una imagen que aparenta ser la oblea de seguridad exigida por el Ministerio de Educación y las certificaciones de firmas supuestamente extendidas por el Ministerio del Interior, la Dirección de Títulos y Legalizaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Dirección de Legalizaciones del Ministerio de Educación, y la Dirección General de Educación Superior.
Como es costumbre, el Colegio de Trelew verificó la autenticidad del diploma insertando los datos de la supuesta oblea en el Sistema Informático de Certificaciones. De este test surgió que el Código de Oblea correspondía en realidad al certificado analítico de estudios de Técnico en Producción Agropecuaria, expedido por la Universidad de Belgrano, Facultad de Estudios a Distancia, a favor de un tal Francisco Heriberto de Jesús Blanco. Al ingresar a ese sistema informático los datos personales de Joaquín, se constató que no existen certificados ni diplomas extendidos a su nombre.
Según la página web de la Universidad del Salvador, su Estatuto Académico prevé que todos los títulos los deben refrendar el Rector, el Decano, el Secretario General y el Secretario de la Unidad. “En el supuesto título faltan las firmas de la Secretaria General (Lic. Liliana Elizabeth Martínez); del Decano (Mag. Carlos Salvadores de Arzuaga) y del Secretario Académico (Mag. Carlos A. Safadi Márquez) de la Facultad de Ciencias Jurídicas”.
Además, Morán Arellano es secretario privado del rector, y no secretario académico, como figura en el título que presentó Joaquín. “Es dable aseverar que si bien en apariencia el documento presentado sería un título válido con las certificaciones oficiales de legalización, en realidad se trata de un instrumento falsificado”, aseguró Romero.
Ya el 17 de diciembre de 2013, Joaquín había pedido su matriculación con “un título y un certificado analítico de estudios, cuya falsedad se apreciaba a simple vista”. Ese primer intento fue rechazado. “Los datos consignados en esos documentos son completamente diferentes a los plasmados en los que ahora pretendió hacer valer, en lo que respecta a la Universidad otorgante, fecha de finalización de estudios, como también en la denominación y fechas de aprobación de las materias supuestamente rendidas”. Para colmo, ninguno de los dos certificados analíticos coincide con las asignaturas del Plan de Estudios de la carrera de Abogacía vigente en la Universidad del Salvador desde 2005.
El presidente del Colegio Público de Abogados de Trelew, Edgardo Romero, denunció a un hombre por intentar matricularse en esa entidad con un título universitario falso, maniobra que intentaba por segunda vez. Según la presentación ante el Ministerio Público Fiscal, todo se inició el martes, cuando Claudio Benjamín Joaquín solicitó al Colegio su inscripción en la matrícula de profesionales. Para ese trámite, el aspirante completó de su puño y letra, y firmó el formulario. Allí declaró su título de “Abogado” otorgado por la prestigiosa Universidad del Salvador.
Según la denuncia ante Fiscalía, Joaquín incluyó “el supuesto título de Abogado, y un supuesto certificado analítico de estudios”. El primer documento incluyó logo y denominación de esa Universidad. Consigna que habría terminado sus estudios el 16 de diciembre de 2013 y se le habría otorgado el título el 14 de marzo de este año. A los costados del diploma figuran dos firmas ilegibles con sus aclaraciones: “Dr. Wilfrido Morán Arellano, Secretaría Académica”, y “Dr. Juan Alejandro Tobías, rector”.
En el anverso se observa una imagen que aparenta ser la oblea de seguridad exigida por el Ministerio de Educación y las certificaciones de firmas supuestamente extendidas por el Ministerio del Interior, la Dirección de Títulos y Legalizaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Dirección de Legalizaciones del Ministerio de Educación, y la Dirección General de Educación Superior.
Como es costumbre, el Colegio de Trelew verificó la autenticidad del diploma insertando los datos de la supuesta oblea en el Sistema Informático de Certificaciones. De este test surgió que el Código de Oblea correspondía en realidad al certificado analítico de estudios de Técnico en Producción Agropecuaria, expedido por la Universidad de Belgrano, Facultad de Estudios a Distancia, a favor de un tal Francisco Heriberto de Jesús Blanco. Al ingresar a ese sistema informático los datos personales de Joaquín, se constató que no existen certificados ni diplomas extendidos a su nombre.
Según la página web de la Universidad del Salvador, su Estatuto Académico prevé que todos los títulos los deben refrendar el Rector, el Decano, el Secretario General y el Secretario de la Unidad. “En el supuesto título faltan las firmas de la Secretaria General (Lic. Liliana Elizabeth Martínez); del Decano (Mag. Carlos Salvadores de Arzuaga) y del Secretario Académico (Mag. Carlos A. Safadi Márquez) de la Facultad de Ciencias Jurídicas”.
Además, Morán Arellano es secretario privado del rector, y no secretario académico, como figura en el título que presentó Joaquín. “Es dable aseverar que si bien en apariencia el documento presentado sería un título válido con las certificaciones oficiales de legalización, en realidad se trata de un instrumento falsificado”, aseguró Romero.
Ya el 17 de diciembre de 2013, Joaquín había pedido su matriculación con “un título y un certificado analítico de estudios, cuya falsedad se apreciaba a simple vista”. Ese primer intento fue rechazado. “Los datos consignados en esos documentos son completamente diferentes a los plasmados en los que ahora pretendió hacer valer, en lo que respecta a la Universidad otorgante, fecha de finalización de estudios, como también en la denominación y fechas de aprobación de las materias supuestamente rendidas”. Para colmo, ninguno de los dos certificados analíticos coincide con las asignaturas del Plan de Estudios de la carrera de Abogacía vigente en la Universidad del Salvador desde 2005.