Crucero del Norte, de Misiones, un joven club de apenas 25 años, debutó esta noche en la Primera División del fútbol argentino, con un empate sin goles frente a Tigre, en el estadio "Comandante Andrés Guacurará¬", de la localidad misionera de Garupá, situada unos 17 kilómetros al sudeste de Posadas.
El equipo misionero dispuso de un penal a los 10 minutos de la etapa inicial, pero el delantero Diego Torres lo erró.
El primer tiempo fue muy entretenido, con dos equipos -con diferentes estilos- que atacaron, y en el que hubo varias chances de gol.
Crucero contó con la ocasión de gol más clara con un penal que Diego Torres erró a los 10 minutos de juego, tras una falta de Javier García sobre Gabriel Ávalos.
Pero Tigre también tuvo las suyas, con el contraataque como principal arma ofensiva y con un buen partido de Lucas Wilchez.
En el segundo tiempo los dos equipos sintieron el cansancio, en especial la visita (el césped del campo de juego de los "colectiveros", importado de Brasil, es grueso y siempre está muy alto) y por ende hubo menos fútbol y llegadas de gol.
En ese contexto, el empate fue el resultado más justo porque ninguno de los dos conjuntos impuso su juego y no hizo méritos para quedarse con los tres puntos.
Crucero del Norte, de Misiones, un joven club de apenas 25 años, debutó esta noche en la Primera División del fútbol argentino, con un empate sin goles frente a Tigre, en el estadio "Comandante Andrés Guacurará¬", de la localidad misionera de Garupá, situada unos 17 kilómetros al sudeste de Posadas.
El equipo misionero dispuso de un penal a los 10 minutos de la etapa inicial, pero el delantero Diego Torres lo erró.
El primer tiempo fue muy entretenido, con dos equipos -con diferentes estilos- que atacaron, y en el que hubo varias chances de gol.
Crucero contó con la ocasión de gol más clara con un penal que Diego Torres erró a los 10 minutos de juego, tras una falta de Javier García sobre Gabriel Ávalos.
Pero Tigre también tuvo las suyas, con el contraataque como principal arma ofensiva y con un buen partido de Lucas Wilchez.
En el segundo tiempo los dos equipos sintieron el cansancio, en especial la visita (el césped del campo de juego de los "colectiveros", importado de Brasil, es grueso y siempre está muy alto) y por ende hubo menos fútbol y llegadas de gol.
En ese contexto, el empate fue el resultado más justo porque ninguno de los dos conjuntos impuso su juego y no hizo méritos para quedarse con los tres puntos.