En nuestro país actualmente se calcula que 1 de cada 100 personas es celíaca. Hasta el momento no existe terapia farmacológica para tratarla. Una vez diagnosticada, la sintomatología se revierte con una dieta estricta de alimentos libres de gluten, que deberá mantenerse de por vida.
En Puerto Madryn el grupo “Celíacos Golfo Nuevo” se reúne el primer sábado de cada mes, al no tener un espacio físico específico, van rotando y realizando talleres, charlas y concientizando a la comunidad. Conformado como un grupo de información y contacto con todos a los que les interese acompañar a amigos y familiares celíacos, trabajan para hacer de la celiaquía una condición natural de la persona.
Llegar al diagnóstico
Nancy Rojas es miembro de “Celíacos Golfo Nuevo”. En diálogo con FM Tiempo 99.1 contó que “hace 10 años me lo diagnosticaron, de chica tenía algunos problemas pero nunca me decían qué podía ser, sólo un dolor de panza, una diarrea, incluso a los 9 años me operaron de apéndice”, expresó, remarcando que luego de su embarazo, donde tuvo complicaciones y tuvo que hacer reposo, fue cuando pudo saber, por descarte, que era celíaca.
“Una vez que me dijeron, por descarte, y que te hacen estudios por las dudas, es que llegué a mi cuadro: que soy celíaca. Cómo sería mi manera que mi nena me preguntó, mamá ¿estás contenta porque sos celíaca? Y nunca me voy a olvidar porque yo le dije “no”, pero estoy tranquila y sé lo que tengo. Sé que tengo que hacer dieta de por vida, pero me alivió saber qué era, pasé por muchos médicos y cuesta creer que todavía no se concientizan los doctores sobre la posibilidad de hacer este estudio”, comentó.
No es maña
Respecto del cuidado, Nancy explicó que “hay que tener mucho cuidado con los utensilios, y usar espacios sólo para las harinas permitidas, que son las de arroz, de maíz, de mandioca, entre otras, eso tiene que tener su espacio. Y si no, por ejemplo, yo primero hago lo mío, limpio todo, cocino lo mío y después guardo en un recipiente, todo separado, y realizo otro tipo de comida”. Esos pequeños cuidados y la atención para evitar la contaminación cruzada, explicó, resultan escenciales para tener una mejor calidad de vida.
Así, Rojas dijo que “no es maña, porque mucha gente dice que no puede ser, que se exagera, que es psicológico, pero no es así. Lamentablemente, no es algo que podamos manejar. Hay gente que ha terminado en terapia por contaminación cruzada”, expresó, agregando que “hay gente que es asintomática y que no se da cuenta, y dice puedo comer de todo. Esto no se cura, es de por vida, bajan los síntomas pero se vuelve para atrás y el intestino se daña de nuevo, el intestino delgado se daña”, remarcó.
“El Almacén del Celíaco”
Es un emprendimiento familiar que desde el año 2010 elabora, comercializa y distribuye productos libres de gluten, en la región patagónica, con el objetivo de ofrecer productos de excelente calidad, certificados por el Instituto Nacional de Alimentos (INAL), según la ley Celíaca Nacional Nº 26.588, reglamentada en el 2011 y a la cual adhirió la provincia de Chubut en el 2012.
María Pelaez, dueña del local, contó que “nosotros producimos en Puerto Madryn, empezamos porque somos dos celíacos en la familia, yo tengo el diagnóstico desde hace 35 años y mi hijo desde hace 22. Eso sumado a la necesidad de reconvertirnos en el plano laboral, nos planteamos elaborar esos elementos frescos que no llegaban a la ciudad, que no se conseguían”, y explicó que a los supermercados sólo llegan pre mezclas, galletitas y productos secos.
Empanadas, tapas de tarta, líneas de pan, galletitas dulces, alfajores, esos elementos que no llegan desde otra parte del país o si llegan lo hacen con un alto precio, son, entre otros, los que producen en Patagonia sin TACC. “Lo hacemos en Puerto Madryn y pueden encontrar nuestros productos en Trelew, en Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia y San Antonio Oeste. Somos los elaboradores más australes y rotulados como tal, de manera formal y con una gran responsabilidad. Nosotros garantizamos la calidad alimentaria del producto, es libre de gluten, es analizado y rotulado como tal”, remarcó María sobre el rol que cumple el almacén.
Bajar costos
Los productos siguen siendo caros, a pesar de la información y la concientización que se tiene sobre la celiaquía, “hacemos todo lo que podemos para ofrecer un valor acorde. Y sería importante por ejemplo que nuestros productos estén exentos, como otros alimentos. O que tuviesen gravados al 10,5. Ahí nosotros estaríamos en condiciones igualitarias respecto de la alimentación, porque toda la cadena está gravada al 21 por ciento. Y sería muy bueno que todos los grupos de celíacos nos pongamos a trabajar para conseguir esto, como sucedió con la Ley”, remarcó María Pelaez.
En nuestro país actualmente se calcula que 1 de cada 100 personas es celíaca. Hasta el momento no existe terapia farmacológica para tratarla. Una vez diagnosticada, la sintomatología se revierte con una dieta estricta de alimentos libres de gluten, que deberá mantenerse de por vida.
En Puerto Madryn el grupo “Celíacos Golfo Nuevo” se reúne el primer sábado de cada mes, al no tener un espacio físico específico, van rotando y realizando talleres, charlas y concientizando a la comunidad. Conformado como un grupo de información y contacto con todos a los que les interese acompañar a amigos y familiares celíacos, trabajan para hacer de la celiaquía una condición natural de la persona.
Llegar al diagnóstico
Nancy Rojas es miembro de “Celíacos Golfo Nuevo”. En diálogo con FM Tiempo 99.1 contó que “hace 10 años me lo diagnosticaron, de chica tenía algunos problemas pero nunca me decían qué podía ser, sólo un dolor de panza, una diarrea, incluso a los 9 años me operaron de apéndice”, expresó, remarcando que luego de su embarazo, donde tuvo complicaciones y tuvo que hacer reposo, fue cuando pudo saber, por descarte, que era celíaca.
“Una vez que me dijeron, por descarte, y que te hacen estudios por las dudas, es que llegué a mi cuadro: que soy celíaca. Cómo sería mi manera que mi nena me preguntó, mamá ¿estás contenta porque sos celíaca? Y nunca me voy a olvidar porque yo le dije “no”, pero estoy tranquila y sé lo que tengo. Sé que tengo que hacer dieta de por vida, pero me alivió saber qué era, pasé por muchos médicos y cuesta creer que todavía no se concientizan los doctores sobre la posibilidad de hacer este estudio”, comentó.
No es maña
Respecto del cuidado, Nancy explicó que “hay que tener mucho cuidado con los utensilios, y usar espacios sólo para las harinas permitidas, que son las de arroz, de maíz, de mandioca, entre otras, eso tiene que tener su espacio. Y si no, por ejemplo, yo primero hago lo mío, limpio todo, cocino lo mío y después guardo en un recipiente, todo separado, y realizo otro tipo de comida”. Esos pequeños cuidados y la atención para evitar la contaminación cruzada, explicó, resultan escenciales para tener una mejor calidad de vida.
Así, Rojas dijo que “no es maña, porque mucha gente dice que no puede ser, que se exagera, que es psicológico, pero no es así. Lamentablemente, no es algo que podamos manejar. Hay gente que ha terminado en terapia por contaminación cruzada”, expresó, agregando que “hay gente que es asintomática y que no se da cuenta, y dice puedo comer de todo. Esto no se cura, es de por vida, bajan los síntomas pero se vuelve para atrás y el intestino se daña de nuevo, el intestino delgado se daña”, remarcó.
“El Almacén del Celíaco”
Es un emprendimiento familiar que desde el año 2010 elabora, comercializa y distribuye productos libres de gluten, en la región patagónica, con el objetivo de ofrecer productos de excelente calidad, certificados por el Instituto Nacional de Alimentos (INAL), según la ley Celíaca Nacional Nº 26.588, reglamentada en el 2011 y a la cual adhirió la provincia de Chubut en el 2012.
María Pelaez, dueña del local, contó que “nosotros producimos en Puerto Madryn, empezamos porque somos dos celíacos en la familia, yo tengo el diagnóstico desde hace 35 años y mi hijo desde hace 22. Eso sumado a la necesidad de reconvertirnos en el plano laboral, nos planteamos elaborar esos elementos frescos que no llegaban a la ciudad, que no se conseguían”, y explicó que a los supermercados sólo llegan pre mezclas, galletitas y productos secos.
Empanadas, tapas de tarta, líneas de pan, galletitas dulces, alfajores, esos elementos que no llegan desde otra parte del país o si llegan lo hacen con un alto precio, son, entre otros, los que producen en Patagonia sin TACC. “Lo hacemos en Puerto Madryn y pueden encontrar nuestros productos en Trelew, en Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia y San Antonio Oeste. Somos los elaboradores más australes y rotulados como tal, de manera formal y con una gran responsabilidad. Nosotros garantizamos la calidad alimentaria del producto, es libre de gluten, es analizado y rotulado como tal”, remarcó María sobre el rol que cumple el almacén.
Bajar costos
Los productos siguen siendo caros, a pesar de la información y la concientización que se tiene sobre la celiaquía, “hacemos todo lo que podemos para ofrecer un valor acorde. Y sería importante por ejemplo que nuestros productos estén exentos, como otros alimentos. O que tuviesen gravados al 10,5. Ahí nosotros estaríamos en condiciones igualitarias respecto de la alimentación, porque toda la cadena está gravada al 21 por ciento. Y sería muy bueno que todos los grupos de celíacos nos pongamos a trabajar para conseguir esto, como sucedió con la Ley”, remarcó María Pelaez.