La decimoséptima audiencia se iniciará a las 9 en el sexto piso del palacio de tribunales, ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9, presidido por el juez Fernando Ramírez e integrado por sus colegas Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas.
El primero y más importante de los 14 testigos de la jornada será el médico Héctor Félix Konopka, que practicó la autopsia de Ángeles, la noche del martes 11 de junio de 2013 en la morgue judicial del Cuerpo Médico Forense (CMF).
Este forense terminó cuestionado en la causa porque la mayoría de las conclusiones a las que arribó en la necropsia luego fueron desacreditadas por una junta médica de expertos, razón por la que Konopka fue convocado al debate como testigo de la defensa y no por la fiscalía ni por la querella.
En la autopsia y en una primera junta médica de la que sólo participaron él y los médicos de parte, Konopka concluyó que la causa de muerte fueron los “traumatismos múltiples” ocasionados por el “aplastamiento progresivo” que sufrió la chica en el circuito de la basura, que la víctima tuvo una agonía prolongada, que no había signos de estrangulamiento manual, que no hubo abuso sexual y que no podía distinguir entre las lesiones provocadas por las máquinas y aquellas ocasionadas antes por el homicida.
Todo esto fue puesto en duda y cuestionado en una primera junta médica por los peritos de la querella, Jorge Vicente Quiroga y Primarosa Rinaldi de Chieri, quienes presentaron un informe en disidencia y mañana declararán después que Konopka ante el TOC 9.
Las conclusiones de los peritos de la familia Rawson fueron que la causa de muerte de Ángeles fue una “asfixia mecánica” por “estrangulación manual y sofocación”, que la víctima sufrió una paliza previa y una “agresión sexual” y que fue introducida ya sin vida al circuito de la basura.
Esta disidencia fue la que obligó luego al juez de instrucción de la causa, Javier Ríos, a realizar una segunda junta médica apartando a Konopka y con otros diez expertos del CMF, que luego llegaron a conclusiones idénticas a las de la querella.
Otros testigos de mañana son los expertos que hicieron varios de los estudios complementarios a la autopsia como Adriana D’ Addario, jefa del Laboratorio de Patología del CMF que informó sobre los estudios histopatológicos.
También declararán los tres profesionales del CMF que hicieron o informaron sobre los estudios toxicológicos realizados a Ángeles: Ana María Perkins de Piacentino, coordinadora del Departamento Química Legal y Mario Raúl García y Clara Inés Pereira, ambos del Laboratorio de Toxicología.
Además, fue citada Cynthia Urroz, jefa del Servicio de Radiología del CMF que hizo el informe sobre las fracturas que presentaba la víctima y Carolina Elizabeth Hortal, la odontóloga del CMF que reportó sobre el estado de las piezas dentales de Ángeles.
El director médico de la morgue judicial, el tanatólogo Carlos Navari, y la jefa de despacho de la mesa de entradas de dicha dependencia del CMF, Alejandra Macri, también declararán mañana en el juicio.
Los últimos en declarar serán dos testigos de la cochería Paraná -a cargo de sepelio de la víctima-, y Rodrigo de Dios, gerente de administración del Sistema Único Boleto Electrónico (SUBE).
De Dios es un testigo nuevo pedido por la fiscalía que declarará en torno a cuestiones técnicas de la SUBE, ya que los fiscales Fernando Fiszer y Sandro Abraldes quieren probar que Mangeri usó su tarjeta el viernes 14 de junio de 2013 por la noche, en un horario en el que según el propio acusado declaró en el juicio, ya la había perdido cuando supuestamente lo torturaron dentro de patrullero.
En el informe de SUBE elevado a la causa -al que Télam tuvo acceso-, se puede observar que Mangeri tenía la tarjeta número 6061267175110251 y hay una planilla con los últimos 20 viajes en colectivo que se hicieron con esa SUBE entre el 11 y el 14 de junio de ese año.
El último viaje fichado con esa SUBE se corresponde a un pasaje de 1,40 pesos en el interno 51 de la línea 152 de las 21.25 del viernes 14.
Mangeri declaró en la instrucción y ahora en el juicio que aquel viernes a la tarde, cuando volvió de ver a su primo policía Cecilio Saettone de la planta Ford de General Pacheco, y se bajó del colectivo 15 rumbo a su casa de Ravignani, lo hicieron subir a un patrullero viejo donde lo golpearon, torturaron y perdió el celular y la tarjeta SUBE.
Los fiscales creen que Mangeri mintió y que a la casa de su amigo Jorge Meniguelli, el portero de la calle Marcelo T. de Alvear al 900 donde aquella noche arribó con lastimaduras, el acusado llegó justamente tomándose el 152 con su propia tarjeta SUBE.
La decimoséptima audiencia se iniciará a las 9 en el sexto piso del palacio de tribunales, ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9, presidido por el juez Fernando Ramírez e integrado por sus colegas Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas.
El primero y más importante de los 14 testigos de la jornada será el médico Héctor Félix Konopka, que practicó la autopsia de Ángeles, la noche del martes 11 de junio de 2013 en la morgue judicial del Cuerpo Médico Forense (CMF).
Este forense terminó cuestionado en la causa porque la mayoría de las conclusiones a las que arribó en la necropsia luego fueron desacreditadas por una junta médica de expertos, razón por la que Konopka fue convocado al debate como testigo de la defensa y no por la fiscalía ni por la querella.
En la autopsia y en una primera junta médica de la que sólo participaron él y los médicos de parte, Konopka concluyó que la causa de muerte fueron los “traumatismos múltiples” ocasionados por el “aplastamiento progresivo” que sufrió la chica en el circuito de la basura, que la víctima tuvo una agonía prolongada, que no había signos de estrangulamiento manual, que no hubo abuso sexual y que no podía distinguir entre las lesiones provocadas por las máquinas y aquellas ocasionadas antes por el homicida.
Todo esto fue puesto en duda y cuestionado en una primera junta médica por los peritos de la querella, Jorge Vicente Quiroga y Primarosa Rinaldi de Chieri, quienes presentaron un informe en disidencia y mañana declararán después que Konopka ante el TOC 9.
Las conclusiones de los peritos de la familia Rawson fueron que la causa de muerte de Ángeles fue una “asfixia mecánica” por “estrangulación manual y sofocación”, que la víctima sufrió una paliza previa y una “agresión sexual” y que fue introducida ya sin vida al circuito de la basura.
Esta disidencia fue la que obligó luego al juez de instrucción de la causa, Javier Ríos, a realizar una segunda junta médica apartando a Konopka y con otros diez expertos del CMF, que luego llegaron a conclusiones idénticas a las de la querella.
Otros testigos de mañana son los expertos que hicieron varios de los estudios complementarios a la autopsia como Adriana D’ Addario, jefa del Laboratorio de Patología del CMF que informó sobre los estudios histopatológicos.
También declararán los tres profesionales del CMF que hicieron o informaron sobre los estudios toxicológicos realizados a Ángeles: Ana María Perkins de Piacentino, coordinadora del Departamento Química Legal y Mario Raúl García y Clara Inés Pereira, ambos del Laboratorio de Toxicología.
Además, fue citada Cynthia Urroz, jefa del Servicio de Radiología del CMF que hizo el informe sobre las fracturas que presentaba la víctima y Carolina Elizabeth Hortal, la odontóloga del CMF que reportó sobre el estado de las piezas dentales de Ángeles.
El director médico de la morgue judicial, el tanatólogo Carlos Navari, y la jefa de despacho de la mesa de entradas de dicha dependencia del CMF, Alejandra Macri, también declararán mañana en el juicio.
Los últimos en declarar serán dos testigos de la cochería Paraná -a cargo de sepelio de la víctima-, y Rodrigo de Dios, gerente de administración del Sistema Único Boleto Electrónico (SUBE).
De Dios es un testigo nuevo pedido por la fiscalía que declarará en torno a cuestiones técnicas de la SUBE, ya que los fiscales Fernando Fiszer y Sandro Abraldes quieren probar que Mangeri usó su tarjeta el viernes 14 de junio de 2013 por la noche, en un horario en el que según el propio acusado declaró en el juicio, ya la había perdido cuando supuestamente lo torturaron dentro de patrullero.
En el informe de SUBE elevado a la causa -al que Télam tuvo acceso-, se puede observar que Mangeri tenía la tarjeta número 6061267175110251 y hay una planilla con los últimos 20 viajes en colectivo que se hicieron con esa SUBE entre el 11 y el 14 de junio de ese año.
El último viaje fichado con esa SUBE se corresponde a un pasaje de 1,40 pesos en el interno 51 de la línea 152 de las 21.25 del viernes 14.
Mangeri declaró en la instrucción y ahora en el juicio que aquel viernes a la tarde, cuando volvió de ver a su primo policía Cecilio Saettone de la planta Ford de General Pacheco, y se bajó del colectivo 15 rumbo a su casa de Ravignani, lo hicieron subir a un patrullero viejo donde lo golpearon, torturaron y perdió el celular y la tarjeta SUBE.
Los fiscales creen que Mangeri mintió y que a la casa de su amigo Jorge Meniguelli, el portero de la calle Marcelo T. de Alvear al 900 donde aquella noche arribó con lastimaduras, el acusado llegó justamente tomándose el 152 con su propia tarjeta SUBE.