En su intervención, el premier no ocultó sus críticas sobre la "negligencia" del Gobierno, al que consideró "incapaz" de garantizar servicios básicos como la electricidad o de poner fin a la inseguridad en las zonas bajo su control.
Desde hace mediados de 2014 Libia cuenta con dos parlamentos y dos gobiernos rivales: uno reconocido por la comunidad internacional, con base en Tobruk, en el este del país, y otro rebelde, establecido en la capital Trípoli.
No es la primera vez que Al Thinni plantea su dimisión, ya lo hizo cuando ciudadanos libios se manifestaron para pedir su renuncia y también tras salir ileso de un intento de asesinato en el este de Libia.
La decisión de Al Thinni se produce después de las negociaciones de paz celebradas ayer en Ginebra entre las dos partes en conflicto, bajo los auspicios de Naciones Unidas.
El enviado especial de la ONU para Libia, Bernardino León, planteó entonces un calendario ajustado para la fase final de ese diálogo, con el objetivo de que en tres semanas se acuerde un Gobierno de unidad nacional y se obtenga su ratificación definitiva en septiembre.
Libia es víctima de la guerra civil y el caos desde que en 2011 la OTAN contribuyera a derrocar al régimen de Muammar Kaddafi.
Esta situación se ha agravado por el fuerte crecimiento de grupos yihadistas, como la organización Estado Islámico (EI).
En su intervención, el premier no ocultó sus críticas sobre la "negligencia" del Gobierno, al que consideró "incapaz" de garantizar servicios básicos como la electricidad o de poner fin a la inseguridad en las zonas bajo su control.
Desde hace mediados de 2014 Libia cuenta con dos parlamentos y dos gobiernos rivales: uno reconocido por la comunidad internacional, con base en Tobruk, en el este del país, y otro rebelde, establecido en la capital Trípoli.
No es la primera vez que Al Thinni plantea su dimisión, ya lo hizo cuando ciudadanos libios se manifestaron para pedir su renuncia y también tras salir ileso de un intento de asesinato en el este de Libia.
La decisión de Al Thinni se produce después de las negociaciones de paz celebradas ayer en Ginebra entre las dos partes en conflicto, bajo los auspicios de Naciones Unidas.
El enviado especial de la ONU para Libia, Bernardino León, planteó entonces un calendario ajustado para la fase final de ese diálogo, con el objetivo de que en tres semanas se acuerde un Gobierno de unidad nacional y se obtenga su ratificación definitiva en septiembre.
Libia es víctima de la guerra civil y el caos desde que en 2011 la OTAN contribuyera a derrocar al régimen de Muammar Kaddafi.
Esta situación se ha agravado por el fuerte crecimiento de grupos yihadistas, como la organización Estado Islámico (EI).