Suecia controla fronteras ante aluvión de refugiados

Suecia impuso hoy controles fronterizos de forma provisional durante 10 días en el sur y oeste del país para organizar el sistema de recepción de refugiados, desbordado por un brusco aumento de la llegada de solicitantes de asilo.

12 NOV 2015 - 14:44 | Actualizado

La medida, anunciada anoche de forma inesperada por el gobierno sueco, obedece a una recomendación de la Dirección General de Migraciones, que en los últimos dos meses y medio ha registrado 80.000 peticiones, tantas como en todo el año pasado.

Con su decisión, Suecia rompe temporalmente con el acuerdo de Schengen, que permite la libre circulación de personas por una zona libre de pasaporte que abarca a 26 países europeos, en su mayoría miembros de la Unión Europea (UE), que han adoptado el pacto, en vigor desde 1995.

"Cuando las autoridades nos dicen que están intranquilas por la seguridad y el orden en el país, entonces introducimos esas medidas", dijo hoy el primer ministro sueco, Stefan Lofven, en declaraciones al margen de una cumbre de la UE y países africanos en Malta por la crisis de refugiados en Europa.

"Es una cuestión de organización", agregó el premier.

Suecia echó mano a una cláusula del reglamento de Schengen que permite restituir controles temporales cuando existe amenaza para la seguridad interna, posibilidad a la que han recurrido recientemente países como Alemania o Austria.

Casi 800.000 migrantes llegaron a Europa por el mar Mediterráneo en lo que va de 2015, la mayoría de ellos escapando de guerras en África, Medio Oriente o el centro de Asia. El grueso emigra desde Turquía hacia Grecia y luego sigue a pie hacia el Norte en busca de asentarse sobre todo en Alemania o Suecia.

Según el último pronóstico del gobierno sueco, se espera que en 2015 lleguen al país nórdico entre 140.000 y 190.000 solicitantes, más del doble que la previsión hecha hace cuatro meses.

En el primer día de controles, policías suecos realizaron desde el mediodía de hoy controles selectivos en los trenes que llegan a Malmoe desde Copenhague por el puente del estrecho del Sund, informó la agencia de noticias EFE.

Además, las navieras que conectan Dinamarca y Alemania con Suecia han empezado a exigir identificación a sus pasajeros, hasta que entre en vigor en una semana una nueva normativa que trasladará esa responsabilidad a las autoridades.

Las autoridades del estado alemán de Schleswig-Holstein, del que parten la mayoría de los ferries con destino a Suecia, comenzaron a preparar ya alojamientos de emergencia para los solicitantes de asilo a los que se les prohíba el embarque.

Temporalmente la región no aceptará más refugiados procedentes de Baviera, estado alemán que recibe cada día a decenas de miles de solicitantes de asilo desde Austria que son redistribuidos después por toda Alemania.

Quienes viajen a Suecia deberán tener permiso de residencia allí o ser de un país de Schengen o que no necesite visado para entrar; si no, podrán pedir asilo político, informó la Policía, que hasta el lunes no enviará refuerzos a las regiones afectadas.

Los controles estarán vigentes durante 10 días y luego podrán ser prolongados en períodos de 20, opción que tanto el gobierno como los responsables de Migraciones suecos creen muy probable.

El gobierno había avisado hace días de que la situación estaba al límite y que no podía garantizar alojamiento a quienes pidan asilo en Suecia, país de la UE que más solicitantes recibe per cápita.

Suecia envió la semana pasada a la Comisión Europea una petición para recolocar a algunos refugiados en otros países comunitarios, aprovechando que Hungría ha rechazado su cuota dentro de un plan de reubicación de 160.000 refugiados aprobado por la UE.

La falta de alojamientos para los refugiados ha obligado a las autoridades suecas a acondicionar barracones, antiguas cárceles y escuelas, además de construir campamentos de tiendas de campaña.

Una veintena de centros destinados a dar alojamiento a refugiados han sufrido este año incendios, presumiblemente provocados por grupos de ultraderecha, a la vez que los sondeos detectan una subida del xenófobo Demócratas de Suecia, tercera fuerza parlamentaria pero aislada por el resto de partidos.

12 NOV 2015 - 14:44

La medida, anunciada anoche de forma inesperada por el gobierno sueco, obedece a una recomendación de la Dirección General de Migraciones, que en los últimos dos meses y medio ha registrado 80.000 peticiones, tantas como en todo el año pasado.

Con su decisión, Suecia rompe temporalmente con el acuerdo de Schengen, que permite la libre circulación de personas por una zona libre de pasaporte que abarca a 26 países europeos, en su mayoría miembros de la Unión Europea (UE), que han adoptado el pacto, en vigor desde 1995.

"Cuando las autoridades nos dicen que están intranquilas por la seguridad y el orden en el país, entonces introducimos esas medidas", dijo hoy el primer ministro sueco, Stefan Lofven, en declaraciones al margen de una cumbre de la UE y países africanos en Malta por la crisis de refugiados en Europa.

"Es una cuestión de organización", agregó el premier.

Suecia echó mano a una cláusula del reglamento de Schengen que permite restituir controles temporales cuando existe amenaza para la seguridad interna, posibilidad a la que han recurrido recientemente países como Alemania o Austria.

Casi 800.000 migrantes llegaron a Europa por el mar Mediterráneo en lo que va de 2015, la mayoría de ellos escapando de guerras en África, Medio Oriente o el centro de Asia. El grueso emigra desde Turquía hacia Grecia y luego sigue a pie hacia el Norte en busca de asentarse sobre todo en Alemania o Suecia.

Según el último pronóstico del gobierno sueco, se espera que en 2015 lleguen al país nórdico entre 140.000 y 190.000 solicitantes, más del doble que la previsión hecha hace cuatro meses.

En el primer día de controles, policías suecos realizaron desde el mediodía de hoy controles selectivos en los trenes que llegan a Malmoe desde Copenhague por el puente del estrecho del Sund, informó la agencia de noticias EFE.

Además, las navieras que conectan Dinamarca y Alemania con Suecia han empezado a exigir identificación a sus pasajeros, hasta que entre en vigor en una semana una nueva normativa que trasladará esa responsabilidad a las autoridades.

Las autoridades del estado alemán de Schleswig-Holstein, del que parten la mayoría de los ferries con destino a Suecia, comenzaron a preparar ya alojamientos de emergencia para los solicitantes de asilo a los que se les prohíba el embarque.

Temporalmente la región no aceptará más refugiados procedentes de Baviera, estado alemán que recibe cada día a decenas de miles de solicitantes de asilo desde Austria que son redistribuidos después por toda Alemania.

Quienes viajen a Suecia deberán tener permiso de residencia allí o ser de un país de Schengen o que no necesite visado para entrar; si no, podrán pedir asilo político, informó la Policía, que hasta el lunes no enviará refuerzos a las regiones afectadas.

Los controles estarán vigentes durante 10 días y luego podrán ser prolongados en períodos de 20, opción que tanto el gobierno como los responsables de Migraciones suecos creen muy probable.

El gobierno había avisado hace días de que la situación estaba al límite y que no podía garantizar alojamiento a quienes pidan asilo en Suecia, país de la UE que más solicitantes recibe per cápita.

Suecia envió la semana pasada a la Comisión Europea una petición para recolocar a algunos refugiados en otros países comunitarios, aprovechando que Hungría ha rechazado su cuota dentro de un plan de reubicación de 160.000 refugiados aprobado por la UE.

La falta de alojamientos para los refugiados ha obligado a las autoridades suecas a acondicionar barracones, antiguas cárceles y escuelas, además de construir campamentos de tiendas de campaña.

Una veintena de centros destinados a dar alojamiento a refugiados han sufrido este año incendios, presumiblemente provocados por grupos de ultraderecha, a la vez que los sondeos detectan una subida del xenófobo Demócratas de Suecia, tercera fuerza parlamentaria pero aislada por el resto de partidos.


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