Un marcador clínico puede prevenir el riesgo de infartos

El cociente entre el nivel de triglicéridos en sangre y el colesterol "bueno" o HDL se ha revelado como un buen predictor del síndrome de resistencia a la insulina, que es la principal causa de los trastornos metabólicos que conllevan al riesgo cardiovascular.

17 ABR 2016 - 18:18 | Actualizado

Este marcador clínico permite al médico de atención primaria reforzar las medidas para prevenir infartos y muerte por causa cardiovascular, aseguran especialistas que presentaron trabajos en el XXIII Congreso Argentino de Hipertensión Arterial.

El doctor Martín Salazar, especialista de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) reveló que "con la ayuda de esa simple relación entre dos datos (que pueden obtenerse con un sencillo examen clínico de laboratorio) es posible tomar medidas de prevención primaria primordial capaces de reducir notablemente el riesgo de infarto, ACV y muerte por enfermedad cardiovascular, adelantándose cinco años al diagnóstico del síndrome metabólico."

Se considera que una persona padece síndrome metabólico cuando reúne al menos tres de los siguientes cinco factores de riesgo: hipertensión arterial, glucosa alta, triglicéridos altos, bajos niveles de colesterol HDL, que tiene un efecto protector del sistema vascular, y exceso de masa grasa en el perímetro de la cintura.

El doctor Salazar explicó en el marco del XXIII Congreso Argentino de Hipertensión Arterial que "cuando el paciente llega a ese diagnóstico de síndrome metabólico es porque previamente ha venido acumulando factores causantes de resistencia a la insulina." Y que una serie de estudios realizados en la Argentina y en el exterior –publicados a lo largo de los últimos dos años– confirman que el cociente triglicéridos-HDL permite dar cuenta de ese trastorno metabólico con mayor antelación y de manera más sencilla. Esto le permite al médico tratante indicar cambios en la dieta y en el estilo de vida del paciente (básicamente, la realización de actividad física) para revertir la relación entre masa muscular y masa grasa en su organismo.

Según explicó en el Congreso el doctor Walter Espeche, "a medida que la masa grasa del organismo aumenta respecto de la masa muscular, se va produciendo el fenómeno de resistencia a la insulina, que implica que el organismo requiere cada vez más de esta hormona segregada por el páncreas para lograr la misma función regulatoria de la glucosa, la cual como consecuencia se hace deficiente."

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17 ABR 2016 - 18:18

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El doctor Martín Salazar, especialista de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) reveló que "con la ayuda de esa simple relación entre dos datos (que pueden obtenerse con un sencillo examen clínico de laboratorio) es posible tomar medidas de prevención primaria primordial capaces de reducir notablemente el riesgo de infarto, ACV y muerte por enfermedad cardiovascular, adelantándose cinco años al diagnóstico del síndrome metabólico."

Se considera que una persona padece síndrome metabólico cuando reúne al menos tres de los siguientes cinco factores de riesgo: hipertensión arterial, glucosa alta, triglicéridos altos, bajos niveles de colesterol HDL, que tiene un efecto protector del sistema vascular, y exceso de masa grasa en el perímetro de la cintura.

El doctor Salazar explicó en el marco del XXIII Congreso Argentino de Hipertensión Arterial que "cuando el paciente llega a ese diagnóstico de síndrome metabólico es porque previamente ha venido acumulando factores causantes de resistencia a la insulina." Y que una serie de estudios realizados en la Argentina y en el exterior –publicados a lo largo de los últimos dos años– confirman que el cociente triglicéridos-HDL permite dar cuenta de ese trastorno metabólico con mayor antelación y de manera más sencilla. Esto le permite al médico tratante indicar cambios en la dieta y en el estilo de vida del paciente (básicamente, la realización de actividad física) para revertir la relación entre masa muscular y masa grasa en su organismo.

Según explicó en el Congreso el doctor Walter Espeche, "a medida que la masa grasa del organismo aumenta respecto de la masa muscular, se va produciendo el fenómeno de resistencia a la insulina, que implica que el organismo requiere cada vez más de esta hormona segregada por el páncreas para lograr la misma función regulatoria de la glucosa, la cual como consecuencia se hace deficiente."


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