La isla de Chiloe ha mutado sus paisajes pintorescos por imágenes de protesta y piquetes, al punto que el acceso a ese enclave del sur chileno se encuentra condicionado por las maniobras que llevan adelante pescadores y pobladores del lugar.Las protestas empezaron hace diez días y se han ido incrementando por bloqueos y marchas en rechazo a la prohibición de pescar a raíz de la contaminación de las aguas que la rodean.
La causa inmediata es la llamada marea roja, una floración de algas que despiden toxinas que resultan tóxicas para el consumo humano, pero que ha tenido impacto considerable por la aparición inusitada de peces y mariscos muertos en las costas chilotas.Desde el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) se comparó el fenómeno con el de un "terremoto" y los científicos hablan de un "tsunami silencioso", pues afecta la vida de toda la comunidad que depende del mar para subsistir.
Las movilizaciones empezaron el lunes 2 de mayo, tres días después de que el gobierno declarara "zona de catástrofe" en la región y ofreciera un aporte solidario para las 500 familias más afectadas por las restricciones de la pesca que impuso la marea roja.La comunidad chilota consideró insuficiente los bonos ofrecidos desde Santiago y comenzó a bloquear los distintos accesos a la isla.
"No los vamos a dejar solos", dijo la presidenta Michelle Bachelet cuando se inició la crisis y desde entonces ha reiterado la voluntad del gobierno de dialogar.Pero La Moneda pide que cualquier solución se acote a los pescadores directamente afectados por la marea roja, mientras los dirigentes insisten en un petitorio que abarque a los distintos sectores afectados por el fenómeno.
Los habitantes de la isla están enojados y las protestas han avanzado a medida que fracasan las negociaciones entre los representantes del gobierno –el Ministro de Economía se trasladó brevemente a la zona- y los pescadores.
Un fenómeno presente
La marea roja no se detiene y según la toxicóloga Mónica Vásquez, de la Universidad Católica, su origen es multicausal. "Hay un conjunto de factores que en una combinación poco predecible pueden llevar a que la microalga que lleva la toxina paralizante salga del sedimento marino, donde está en presencia de quiste, y empiece a proliferar", explica la experta.
"Es primera vez que se registra esta microalga en la zona costera hacia el Pacífico, en Chiloé", dice la académica, quien consideró que el fenómeno se extinguiría de manera natural recién en 4 o 5 semanas.
La sospecha del salmón
Mientras los investigadores continúan con sus estudios sobre la marea roja, el alga que la produce y el impacto que ha tenido sobre la fauna marina, los pescadores miran hacia la salmonicultura.Los pobladores costeros, cuyo recurso económico es casi con exclusividad la pesca, exigen que se estudie también si la industria del salmón tiene alguna responsabilidad en la contaminación de las aguas y exigen en su petitorio mayor regulación a la labor de la salmonicultura.
El motivo de esas sospechas fue el hecho que el gremio salmonero, bajo supervisión del Servicio Nacional de Pesca, asegura haber depositado 4 mil toneladas de salmones en descomposición frente a Chiloé, pero a más de 130 kilómetros de la costa y siguiendo el protocolo de Londres, que autoriza el vertimiento de desechos al mar, bajo ciertas condiciones.
En ese sentido, la toxicóloga dijo que si se agregan “nutrientes en un sistema marítimo, tendré un crecimiento alterado de bacterias. El punto es que como no tengo la muestra previa al lanzamiento de salmón, no puedo saber cómo cambio la biodiversidad", concluye.
Por su parte, desde el Servicio Nacional de Pesca se apunta también al fenómeno de El Niño y su relación con un drástico aumento en la temperatura de las aguas. Eso explicaría las frecuentes varazones de especies marinas que se han registrado en lo que va del año, no sólo en el sur, sino en distintos puntos de la costa chilena.
Fuente: BBC Mundo
La isla de Chiloe ha mutado sus paisajes pintorescos por imágenes de protesta y piquetes, al punto que el acceso a ese enclave del sur chileno se encuentra condicionado por las maniobras que llevan adelante pescadores y pobladores del lugar.Las protestas empezaron hace diez días y se han ido incrementando por bloqueos y marchas en rechazo a la prohibición de pescar a raíz de la contaminación de las aguas que la rodean.
La causa inmediata es la llamada marea roja, una floración de algas que despiden toxinas que resultan tóxicas para el consumo humano, pero que ha tenido impacto considerable por la aparición inusitada de peces y mariscos muertos en las costas chilotas.Desde el Servicio Nacional de Pesca (SERNAPESCA) se comparó el fenómeno con el de un "terremoto" y los científicos hablan de un "tsunami silencioso", pues afecta la vida de toda la comunidad que depende del mar para subsistir.
Las movilizaciones empezaron el lunes 2 de mayo, tres días después de que el gobierno declarara "zona de catástrofe" en la región y ofreciera un aporte solidario para las 500 familias más afectadas por las restricciones de la pesca que impuso la marea roja.La comunidad chilota consideró insuficiente los bonos ofrecidos desde Santiago y comenzó a bloquear los distintos accesos a la isla.
"No los vamos a dejar solos", dijo la presidenta Michelle Bachelet cuando se inició la crisis y desde entonces ha reiterado la voluntad del gobierno de dialogar.Pero La Moneda pide que cualquier solución se acote a los pescadores directamente afectados por la marea roja, mientras los dirigentes insisten en un petitorio que abarque a los distintos sectores afectados por el fenómeno.
Los habitantes de la isla están enojados y las protestas han avanzado a medida que fracasan las negociaciones entre los representantes del gobierno –el Ministro de Economía se trasladó brevemente a la zona- y los pescadores.
Un fenómeno presente
La marea roja no se detiene y según la toxicóloga Mónica Vásquez, de la Universidad Católica, su origen es multicausal. "Hay un conjunto de factores que en una combinación poco predecible pueden llevar a que la microalga que lleva la toxina paralizante salga del sedimento marino, donde está en presencia de quiste, y empiece a proliferar", explica la experta.
"Es primera vez que se registra esta microalga en la zona costera hacia el Pacífico, en Chiloé", dice la académica, quien consideró que el fenómeno se extinguiría de manera natural recién en 4 o 5 semanas.
La sospecha del salmón
Mientras los investigadores continúan con sus estudios sobre la marea roja, el alga que la produce y el impacto que ha tenido sobre la fauna marina, los pescadores miran hacia la salmonicultura.Los pobladores costeros, cuyo recurso económico es casi con exclusividad la pesca, exigen que se estudie también si la industria del salmón tiene alguna responsabilidad en la contaminación de las aguas y exigen en su petitorio mayor regulación a la labor de la salmonicultura.
El motivo de esas sospechas fue el hecho que el gremio salmonero, bajo supervisión del Servicio Nacional de Pesca, asegura haber depositado 4 mil toneladas de salmones en descomposición frente a Chiloé, pero a más de 130 kilómetros de la costa y siguiendo el protocolo de Londres, que autoriza el vertimiento de desechos al mar, bajo ciertas condiciones.
En ese sentido, la toxicóloga dijo que si se agregan “nutrientes en un sistema marítimo, tendré un crecimiento alterado de bacterias. El punto es que como no tengo la muestra previa al lanzamiento de salmón, no puedo saber cómo cambio la biodiversidad", concluye.
Por su parte, desde el Servicio Nacional de Pesca se apunta también al fenómeno de El Niño y su relación con un drástico aumento en la temperatura de las aguas. Eso explicaría las frecuentes varazones de especies marinas que se han registrado en lo que va del año, no sólo en el sur, sino en distintos puntos de la costa chilena.
Fuente: BBC Mundo