El fiscal del caso Zumara dijo que la nena murió por culpa de los papás

La defensa pidió el apartamiento de Fabián Moyano y el juez dejó supeditada la decisión a la jefa de los fiscales. Es el caso de la nena que apareció muerta en Trelew en 2014.

Tras la audiencia, a los padres de la nena se los vio quebrados luego de escuchar los dichos del fiscal.
31 MAY 2016 - 21:35 | Actualizado

El fiscal de Trelew, Fabián Moyano, quien actúa desde el inicio de la investigación por la muerte de la pequeña Zumara Orias, imputó ayer a los padres de la menor del delito de homicidio culposo.

Sin embargo su continuidad en la causa fue puesta en duda por el defensor Javier Reuter, que pidió su apartamiento en la investigación por haber incumplido con los deberes de funcionario público al no permitir que se incorporaran nuevas pruebas en la investigación de la muerte de la niña, ocultado a los padres el cráneo de la nena y negado constantemente medidas de prueba, como allanamientos, rastrillajes y pruebas científicas, además de la solicitud de perros especializados en búsqueda de cadáveres.

Moyano, ante los reproches de Reuter, respondió que no iba a admitir su apartamiento porque hizo “una investigación nítida”.

Apartamiento

En una audiencia realizada a las 10 de la mañana de ayer, el juez de garantías Marcelo Nieto Di Biase, decidió que sea la fiscal jefe de la circunscripción, Silvia Pereira, quien decida la continuidad de Moyano en la investigación. Deberá analizar los argumentos del fiscal y el defensor.

Reuter sostuvo que “esta audiencia –de apertura de investigación- no podría realizarse con la intervención del fiscal Moyano porque hay una incompatibilidad muy profunda. La señora Alejandra Valenzuela (madre de la nena), con mucha anterioridad a la imputación, realizó una denuncia por violación de los deberes de funcionario público y entorpecimiento de la investigación, incluso malos tratos. Nuestra Constitución es clara y dice que cuando un funcionario es denunciado penalmente, tiene la obligación de vindicarse. Él no puede actuar como acusador de su propio denunciante”.

Moyano por su parte, argumentó no haberse dado por notificado de denuncia alguna. No siquiera de la que fue enviada a manos del procurador general Jorge Miquelarena.

Además admitió haber negado medidas de prueba y definió a su propia investigación como “nítida y totalmente transparente”. Mientras bajaba las escaleras del segundo piso de los tribunales, accedió a hablar con Jornada. Consultado sobre si admitía haber negado medidas de prueba respondió: “Sí, porque el fiscal tiene facultades para negar, no puede hacer lugar a todo lo que se le pide. Sí tiene que hacerlo cuando la medida es conducente, que sirva para algo”.

El abogado Reuter, por su parte, consideró que “resultó extraña la imputación de hoy (por ayer)”. Lo dijo al entender que la audiencia debió haber sido de apertura formal de la investigación contra los padres de la chiquita.

Sin embargo, la audiencia se truncó ante el pedido de apartamiento del fiscal, que ahora está supeditado a la decisión de la fiscal jefe. Moyano, en respuesta a Reuter, comenzó a hablar del hecho y su teoría de lo que pasó. El juez le llamó la atención pero respondió: “Estoy obligado a responder”, y se explayó.

La imputación de Moyano

La audiencia se desarrollaba con fuertes posicionamientos. Con el mismo envión del acto judicial, Moyano disparó la imputación de todas maneras. “Todo indica que el hecho ocurrió porque ellos estaban ebrios, y porque se descuidaron y porque la pequeña tiene un año y medio, dejaron la tranquera abierta, caminó diez metros y la chiquita se tiró al canal”.

El hecho se produjo “porque no la cuidaron debidamente como la tuvieron que haber cuidado. Si me quieren apartar porque yo estoy afirmando esto, por una denuncia, que siga denunciándome, y que cuando me notifiquen y que el Consejo (de la Magistratura), diga que hay sospechas sobre mí, me aparto, hasta entonces, no”.

El fiscal quiere enjuiciar a los padres de la nena pero cabe señalar que ya antes les propuso una pena natural, es decir, responsabilizarlos del crimen pero no enviarlos a prisión por homicidio culposo.

Sin embargo, lo que el abogado Reuter sostiene es que Moyano no quiere trabajar en una investigación criminal contra un sospechoso, quien habría tomado a la nena, apartado del lugar de la desaparición, asesinado y luego arrojado su cuerpo a metros del canal.

Tenía la ropa desmembrada. El caso causó enorme polémica en torno a la investigación del fiscal que se resiste a apartarse.

De víctimas a culpables

Por ahora, los imputados en la muerte de la niña son sus padres. Se trata de Marcial Orias y Alejandra Valenzuela. Para Moyano las pericias científicas permiten demostrar que la niña murió ahogada al caerse a un canal de riego en cercanías de Trelew y que su cuerpo luego fue devorado por “perros”, (aunque la pericia se refiere a “alimañas”), hasta ser hallados en las cercanías algunos de sus restos, meses después.

Reuter fustiga la teoría debido a la falta de sustentos científicos ya que “dicen alimañas pero no dicen cuál, sin definiciones concretamente científicas. Tampoco dicen si hay signos de garras”, indicó el abogado. Le refuta que la presencia de algas en la médula de la nena no indica directamente que cayó al canal, debido a que esas algas también están sobre la tierra, a la orilla del canal.

El caso

Zumara Berenice Orias desapareció el 30 de noviembre del 2014 cuando su familia se encontraba compartiendo un almuerzo en una chacra ubicada a pocos kilómetros de Trelew.

El lugar está a pocos metros del río Chubut y de un canal de riego, de ahí que la búsqueda de la nena primero y la investigación de la muerte después, estuvieron dirigidas a que la menor de un año y medio hubiera caído en las aguas de alguno de esos cursos de agua.

Respecto del agujero que la pequeña presenta en la cabeza, Moyano sostiene que no fue por un golpe dado por un homicida, tal como apunta Reuter.

Finalmente, los restos de Zumara aparecieron un mes y medio después, concretamente el 22 de enero de 2015 en una zona de pastizales y árboles de la chacra 112 de Trelew, a unos 500 metros aproximadamente del lugar donde dijeron haberla visto por última vez sus padres y a varios metros del canal.

Aún no se explica cómo hizo para caer al canal, salirse de él y quedar entre las ramas a varios metros del cuenco. “La debe haber arrastrado un perro acuanauta”, ironizó el abogado de los padres de la nena.#
 

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Tras la audiencia, a los padres de la nena se los vio quebrados luego de escuchar los dichos del fiscal.
31 MAY 2016 - 21:35

El fiscal de Trelew, Fabián Moyano, quien actúa desde el inicio de la investigación por la muerte de la pequeña Zumara Orias, imputó ayer a los padres de la menor del delito de homicidio culposo.

Sin embargo su continuidad en la causa fue puesta en duda por el defensor Javier Reuter, que pidió su apartamiento en la investigación por haber incumplido con los deberes de funcionario público al no permitir que se incorporaran nuevas pruebas en la investigación de la muerte de la niña, ocultado a los padres el cráneo de la nena y negado constantemente medidas de prueba, como allanamientos, rastrillajes y pruebas científicas, además de la solicitud de perros especializados en búsqueda de cadáveres.

Moyano, ante los reproches de Reuter, respondió que no iba a admitir su apartamiento porque hizo “una investigación nítida”.

Apartamiento

En una audiencia realizada a las 10 de la mañana de ayer, el juez de garantías Marcelo Nieto Di Biase, decidió que sea la fiscal jefe de la circunscripción, Silvia Pereira, quien decida la continuidad de Moyano en la investigación. Deberá analizar los argumentos del fiscal y el defensor.

Reuter sostuvo que “esta audiencia –de apertura de investigación- no podría realizarse con la intervención del fiscal Moyano porque hay una incompatibilidad muy profunda. La señora Alejandra Valenzuela (madre de la nena), con mucha anterioridad a la imputación, realizó una denuncia por violación de los deberes de funcionario público y entorpecimiento de la investigación, incluso malos tratos. Nuestra Constitución es clara y dice que cuando un funcionario es denunciado penalmente, tiene la obligación de vindicarse. Él no puede actuar como acusador de su propio denunciante”.

Moyano por su parte, argumentó no haberse dado por notificado de denuncia alguna. No siquiera de la que fue enviada a manos del procurador general Jorge Miquelarena.

Además admitió haber negado medidas de prueba y definió a su propia investigación como “nítida y totalmente transparente”. Mientras bajaba las escaleras del segundo piso de los tribunales, accedió a hablar con Jornada. Consultado sobre si admitía haber negado medidas de prueba respondió: “Sí, porque el fiscal tiene facultades para negar, no puede hacer lugar a todo lo que se le pide. Sí tiene que hacerlo cuando la medida es conducente, que sirva para algo”.

El abogado Reuter, por su parte, consideró que “resultó extraña la imputación de hoy (por ayer)”. Lo dijo al entender que la audiencia debió haber sido de apertura formal de la investigación contra los padres de la chiquita.

Sin embargo, la audiencia se truncó ante el pedido de apartamiento del fiscal, que ahora está supeditado a la decisión de la fiscal jefe. Moyano, en respuesta a Reuter, comenzó a hablar del hecho y su teoría de lo que pasó. El juez le llamó la atención pero respondió: “Estoy obligado a responder”, y se explayó.

La imputación de Moyano

La audiencia se desarrollaba con fuertes posicionamientos. Con el mismo envión del acto judicial, Moyano disparó la imputación de todas maneras. “Todo indica que el hecho ocurrió porque ellos estaban ebrios, y porque se descuidaron y porque la pequeña tiene un año y medio, dejaron la tranquera abierta, caminó diez metros y la chiquita se tiró al canal”.

El hecho se produjo “porque no la cuidaron debidamente como la tuvieron que haber cuidado. Si me quieren apartar porque yo estoy afirmando esto, por una denuncia, que siga denunciándome, y que cuando me notifiquen y que el Consejo (de la Magistratura), diga que hay sospechas sobre mí, me aparto, hasta entonces, no”.

El fiscal quiere enjuiciar a los padres de la nena pero cabe señalar que ya antes les propuso una pena natural, es decir, responsabilizarlos del crimen pero no enviarlos a prisión por homicidio culposo.

Sin embargo, lo que el abogado Reuter sostiene es que Moyano no quiere trabajar en una investigación criminal contra un sospechoso, quien habría tomado a la nena, apartado del lugar de la desaparición, asesinado y luego arrojado su cuerpo a metros del canal.

Tenía la ropa desmembrada. El caso causó enorme polémica en torno a la investigación del fiscal que se resiste a apartarse.

De víctimas a culpables

Por ahora, los imputados en la muerte de la niña son sus padres. Se trata de Marcial Orias y Alejandra Valenzuela. Para Moyano las pericias científicas permiten demostrar que la niña murió ahogada al caerse a un canal de riego en cercanías de Trelew y que su cuerpo luego fue devorado por “perros”, (aunque la pericia se refiere a “alimañas”), hasta ser hallados en las cercanías algunos de sus restos, meses después.

Reuter fustiga la teoría debido a la falta de sustentos científicos ya que “dicen alimañas pero no dicen cuál, sin definiciones concretamente científicas. Tampoco dicen si hay signos de garras”, indicó el abogado. Le refuta que la presencia de algas en la médula de la nena no indica directamente que cayó al canal, debido a que esas algas también están sobre la tierra, a la orilla del canal.

El caso

Zumara Berenice Orias desapareció el 30 de noviembre del 2014 cuando su familia se encontraba compartiendo un almuerzo en una chacra ubicada a pocos kilómetros de Trelew.

El lugar está a pocos metros del río Chubut y de un canal de riego, de ahí que la búsqueda de la nena primero y la investigación de la muerte después, estuvieron dirigidas a que la menor de un año y medio hubiera caído en las aguas de alguno de esos cursos de agua.

Respecto del agujero que la pequeña presenta en la cabeza, Moyano sostiene que no fue por un golpe dado por un homicida, tal como apunta Reuter.

Finalmente, los restos de Zumara aparecieron un mes y medio después, concretamente el 22 de enero de 2015 en una zona de pastizales y árboles de la chacra 112 de Trelew, a unos 500 metros aproximadamente del lugar donde dijeron haberla visto por última vez sus padres y a varios metros del canal.

Aún no se explica cómo hizo para caer al canal, salirse de él y quedar entre las ramas a varios metros del cuenco. “La debe haber arrastrado un perro acuanauta”, ironizó el abogado de los padres de la nena.#