Pablo Lobato nació en Trelew, en la Patagonia Argentina, en 1970. Según se dice, como no era muy bueno para los deportes, en vez de jugar al fútbol como sus amigos, solía pasar largas horas dibujando superhéroes.
“Dibujar viene desde chico. Cuando vivía en Trelew mis viejos compraban el diario La Nación los domingos y entonces yo copiaba las caricaturas que salían en el diario. Recuerdo que la primera que hice fue la de Menotti (César Luis Menotti,técnico de la Selección Argentina de fútbol del 74 -82), esto sería a principios de los 80. Me acuerdo que fue como un gran éxito entre la gente a la que le mostré el dibujo. Y yo tendría nueve años”, recordó Lobato en una charla radial con Matías Cutro por FM Tiempo.
Rememorando, trazo a trazo, la historia de Pablo Lobato, que actualmente tiene 46 años, que estudió en el Departamento de Aplicación y en el Colegio Nacional de Trelew y finalizada su etapa de estudiante secundario, como muchísimos otros chicos se fue a estudiar a la ciudad de La Plata. Allí se graduó en Diseño Gráfico en la Universidad de La Plata. “Yo estudié Diseño Gráfico. Me gradué y trabajé de diseñador gráfico, pero siempre fui un ilustrador”, reconoce el talentoso artista trelewense.
Retratando a todo el mundo
“En 2003 publiqué una página web y conseguí un contrato con una representante de ilustradores de Canadá. A partir de allí, empecé a tener trabajos de ilustrador para afuera (el exterior del país)”, dice Lobato.
Así es como sus trabajos han aparecido en publicaciones de papel y on line, en revistas y diarios como Rolling Stone, Texas Monthly, TV Guide, Boston Globe, Time y New York Daily News. Después de muchos años de publicar en medios del exterior, finalmente comenzó a publicar en Argentina.
Influencias y técnica
Pablo Lobato reconoce la influencia (evidente y excepcionalmente resuelta) del artista argentino Emilio Pettorutti.
Pero como él mismo remarca, si hay sitio para más allí tiene que estar David Cowles, Brodner, Trenholm, Albert Hirschfeld y Hermenegildo Sábat.
La técnica que convierte los retratos de Lobato en obras de arte es resumida por el artista con la simpleza del maestro que es. “Yo empiezo a dibujar al viejo estilo. Lápiz y papel y nada más. Y cuando logro el parecido lo vuelco a la computadora y es ahí cuando empieza a aparecer la geometría. Es al revés del proceso que a uno le enseñaron cuando empezó a dibujar. En los talleres y en la Universidad te enseñan a dibujar en base a figuras geométricas. Yo descubro figuras geométricas en un dibujo hecho a mano alzada”.
Genio dibujando a un genio
Entre los retratos que han alcanzado repercusión internacional hay uno que llena de orgullo y de emoción al ilustrador. Lobato lo cuenta así: “El más descollante de toda mi carrera y que tuvo una cuota de suerte y casualidad pasó con Prince. Hace 15 años yo dibujé a Prince. No fue un trabajo, lo dibujé porque tenía ganas. Un par de años después, me llama un diario de Minneapolis (EE.UU.) que tenían una nota y necesitaban un dibujo de Prince. Lo publicaron y dos semanas después me llama la gente con la que yo trabajo en Canadá, diciéndome que la había llamado el representante de Prince, que le había gustado el dibujo y lo quería comprar. Así es que los derechos de ese dibujo le pertenecen a Prince. En 2007 yo estaba entusiasmadísimo. Pensé que mi dibujo iba a estar en el próximo disco de Prince. Cuando ocurrió lo de su muerte me llegaron imágenes de uno de sus últimos conciertos y Prince está tocando el piano con mi dibujo proyectado de fondo sobre el escenario”.#
Pablo Lobato nació en Trelew, en la Patagonia Argentina, en 1970. Según se dice, como no era muy bueno para los deportes, en vez de jugar al fútbol como sus amigos, solía pasar largas horas dibujando superhéroes.
“Dibujar viene desde chico. Cuando vivía en Trelew mis viejos compraban el diario La Nación los domingos y entonces yo copiaba las caricaturas que salían en el diario. Recuerdo que la primera que hice fue la de Menotti (César Luis Menotti,técnico de la Selección Argentina de fútbol del 74 -82), esto sería a principios de los 80. Me acuerdo que fue como un gran éxito entre la gente a la que le mostré el dibujo. Y yo tendría nueve años”, recordó Lobato en una charla radial con Matías Cutro por FM Tiempo.
Rememorando, trazo a trazo, la historia de Pablo Lobato, que actualmente tiene 46 años, que estudió en el Departamento de Aplicación y en el Colegio Nacional de Trelew y finalizada su etapa de estudiante secundario, como muchísimos otros chicos se fue a estudiar a la ciudad de La Plata. Allí se graduó en Diseño Gráfico en la Universidad de La Plata. “Yo estudié Diseño Gráfico. Me gradué y trabajé de diseñador gráfico, pero siempre fui un ilustrador”, reconoce el talentoso artista trelewense.
Retratando a todo el mundo
“En 2003 publiqué una página web y conseguí un contrato con una representante de ilustradores de Canadá. A partir de allí, empecé a tener trabajos de ilustrador para afuera (el exterior del país)”, dice Lobato.
Así es como sus trabajos han aparecido en publicaciones de papel y on line, en revistas y diarios como Rolling Stone, Texas Monthly, TV Guide, Boston Globe, Time y New York Daily News. Después de muchos años de publicar en medios del exterior, finalmente comenzó a publicar en Argentina.
Influencias y técnica
Pablo Lobato reconoce la influencia (evidente y excepcionalmente resuelta) del artista argentino Emilio Pettorutti.
Pero como él mismo remarca, si hay sitio para más allí tiene que estar David Cowles, Brodner, Trenholm, Albert Hirschfeld y Hermenegildo Sábat.
La técnica que convierte los retratos de Lobato en obras de arte es resumida por el artista con la simpleza del maestro que es. “Yo empiezo a dibujar al viejo estilo. Lápiz y papel y nada más. Y cuando logro el parecido lo vuelco a la computadora y es ahí cuando empieza a aparecer la geometría. Es al revés del proceso que a uno le enseñaron cuando empezó a dibujar. En los talleres y en la Universidad te enseñan a dibujar en base a figuras geométricas. Yo descubro figuras geométricas en un dibujo hecho a mano alzada”.
Genio dibujando a un genio
Entre los retratos que han alcanzado repercusión internacional hay uno que llena de orgullo y de emoción al ilustrador. Lobato lo cuenta así: “El más descollante de toda mi carrera y que tuvo una cuota de suerte y casualidad pasó con Prince. Hace 15 años yo dibujé a Prince. No fue un trabajo, lo dibujé porque tenía ganas. Un par de años después, me llama un diario de Minneapolis (EE.UU.) que tenían una nota y necesitaban un dibujo de Prince. Lo publicaron y dos semanas después me llama la gente con la que yo trabajo en Canadá, diciéndome que la había llamado el representante de Prince, que le había gustado el dibujo y lo quería comprar. Así es que los derechos de ese dibujo le pertenecen a Prince. En 2007 yo estaba entusiasmadísimo. Pensé que mi dibujo iba a estar en el próximo disco de Prince. Cuando ocurrió lo de su muerte me llegaron imágenes de uno de sus últimos conciertos y Prince está tocando el piano con mi dibujo proyectado de fondo sobre el escenario”.#