El dirigente del Frente Radical Amaya, Orlando Vera, confirmó que el próximo 10 de diciembre se colocará un busto en homenaje al desaparecido dirigente Mario Abel Amaya en la Plaza Independencia de Trelew y que para costear dicha obra realizarán una venta de pollos cocidos, entre otras alternativas.
En diálogo con el programa “A Tiempo” que se emite por FM Tiempo Trelew (91.5), Vera dijo “nosotros trabajamos así, no nos da vergüenza ni mucho menos” en referencia a las formas de financiamiento que utilizan para sostener sus iniciativas.
El busto de Mario Abel Amaya – el primero que se emplazará en el país- estará ubicado sobre la Plaza Independencia y mirando en dirección al Teatro Español de Trelew, el epicentro del Trelewazo de 1972, aquella manifestación popular de toda una comunidad que reclamó la liberación y regreso a sus casas de 16 vecinos que habían sido detenidos en un operativo ordenado por el gobierno militar de Alejando Lanusse, en octubre de ese año, además de la liberación del propio Amaya, quien había sido detenido a mediados de agosto de aquel año, en el marco de los sucesos de La Masacre de Trelew.
Vender pollos para financiar un proyecto, y aún más si se trata de un reconocimiento histórico y absolutamente legítimo, no representa ninguna afrenta y por el contrario destaca los valores del esfuerzo militante que el Frente Radical Amaya lleva adelante.
Sin embargo llama la atención la falta de reflejos de quienes conducen la Unión Cívica Radical a nivel provincial y nacional para acompañar una iniciativa que no tiene otro fin que reconocer la memoria de un hombre que entregó su vida por sus ideas y sobre cuya lucha, y la de sus pares, se forjó la democracia que gozamos hace más de tres décadas.
Mario Abel Amaya constituye para la sociedad de Chubut en general, y para los radicales de esta provincia en particular, una figura influyente y determinante, por sus valores humanos y por su lucha. Bien valdría la pena que quienes ocupan, y han ocupado cargos en representación del partido político que lo abrigó, dejaran a un lado la interna y pusieran algo más que un granito de arena para sostener esta iniciativa.
El dirigente del Frente Radical Amaya, Orlando Vera, confirmó que el próximo 10 de diciembre se colocará un busto en homenaje al desaparecido dirigente Mario Abel Amaya en la Plaza Independencia de Trelew y que para costear dicha obra realizarán una venta de pollos cocidos, entre otras alternativas.
En diálogo con el programa “A Tiempo” que se emite por FM Tiempo Trelew (91.5), Vera dijo “nosotros trabajamos así, no nos da vergüenza ni mucho menos” en referencia a las formas de financiamiento que utilizan para sostener sus iniciativas.
El busto de Mario Abel Amaya – el primero que se emplazará en el país- estará ubicado sobre la Plaza Independencia y mirando en dirección al Teatro Español de Trelew, el epicentro del Trelewazo de 1972, aquella manifestación popular de toda una comunidad que reclamó la liberación y regreso a sus casas de 16 vecinos que habían sido detenidos en un operativo ordenado por el gobierno militar de Alejando Lanusse, en octubre de ese año, además de la liberación del propio Amaya, quien había sido detenido a mediados de agosto de aquel año, en el marco de los sucesos de La Masacre de Trelew.
Vender pollos para financiar un proyecto, y aún más si se trata de un reconocimiento histórico y absolutamente legítimo, no representa ninguna afrenta y por el contrario destaca los valores del esfuerzo militante que el Frente Radical Amaya lleva adelante.
Sin embargo llama la atención la falta de reflejos de quienes conducen la Unión Cívica Radical a nivel provincial y nacional para acompañar una iniciativa que no tiene otro fin que reconocer la memoria de un hombre que entregó su vida por sus ideas y sobre cuya lucha, y la de sus pares, se forjó la democracia que gozamos hace más de tres décadas.
Mario Abel Amaya constituye para la sociedad de Chubut en general, y para los radicales de esta provincia en particular, una figura influyente y determinante, por sus valores humanos y por su lucha. Bien valdría la pena que quienes ocupan, y han ocupado cargos en representación del partido político que lo abrigó, dejaran a un lado la interna y pusieran algo más que un granito de arena para sostener esta iniciativa.