El primero fue empate

El equipo de Pedro Bravo González mereció llevarse una ventaja. Fue el mejor de los dos, sobre todo en el segundo tiempo. La igualdad deja abierta la final que se cerrará el próximo fin de semana en General Cerri y aunque el resultado no gustó, demostró ser superior a pesar de las virtudes ajenas.

Darío Zampini en sl suelo, Pellejero y Sosa reclamando una falta en el área rival que no fue cobrada. La polémica desatada en el primer tiempo.
11 DIC 2016 - 21:21 | Actualizado

Germinal no pudo o no supo, ayer, quebrar el cerrojo que implementó Sansisena y empató 0 a 0 en el juego de ida de la final de los representantes de la Zona Patagónica y Bonaerense Pampeana Sur por un ascenso al Torneo Federal A de fútbol.

El equipo dirigido por Pedro Bravo González dispuso, la mayor parte del tiempo, la pelota y el dominio territorial, pero el sistema defensivo ideado por la dupla conformada por Donacevich y Ortíz rindió sus frutos y el marcador no se pudo quebrar.

A excepción de los primeros cinco minutos, donde no hubo un dominador claro, el resto del partido se vio a un Germinal dominador y en busca de los tres puntos.

Con los frescos antecedentes de Huracán y Jorge Newbery de Comodoro Rivadavia, donde el elenco albiverde había sacado una diferencia importante en los primeros treinta minutos y que le significó -a la postre- el pase a las semi y final del certamen Federal B que organiza el Consejo Federal de Fútbol Argentino respectivamente; Germinal intentó hacerse fuerte desde el fondo con un recuperado Diego Flamenco, con las salida de José Damián Salinas y con el buen pie de Nicolás Macarof que siempre deriva a buen destino las pelotas que traslada y toca a sus compañeros.

Con oficio

Sin embargo, los intentos locales no aminalaron a Sansinena, que, con mucho oficio, cortó las posibles jugadas de riesgo contra su arco a través de una línea de fondo sólida y expeditiva, que tuvo como puntos altos los dos centrales que rechazaron, sin grandes lujos, todo lo que tiraron.

Con doble línea de tres, que en el fondo se conevertía, a veces, en cinco, los de General Cerri, manejaron el ritmo del cotejo.

Este se convirtió de bajo nivel técnico, muy trabado y conversado y con muchas discusiones, donde el epicentro de las críticas estuvo dirigido hacia la figura del neuquino Luciano Julio, el árbitro designado para este encuentro y que, si bien, no fue determinante en el resultado, no tuvo una buena mañana.

Pocas chances

Los albirrojos bonaerenses supieron “leer” muy bien cómo venía el juego y enlentencieron el ritmo. Cada falta a su favor era un parlamento, en la que algunos jugadores locales “entraban”; cada pelotazo afuera eran segundos que pasaban para comodidad de la visita y para fastidio de los capitalinos que veían comos e diluía el tiempo que tenía para obtener una diferencia en esta primera final e ir con más tranquilidad al juego de vuelta a desarrollarse el próximo sábado 17 a 15 kilómetros de Bahía Blanca.

La visita no sólo proponía un partido impreciso y a los pelotazos, sino que apostaba a una contra a partir de algún error de la última zaga germinalista, situaciones que sucedieron promediando la etapa.

La primera se equivoca Arancibia y Walter Linares (que hizo una de más) en el área estrelló su pelotazo en el palo de Matías López.

Minutos después, fue Dambolena que se quedó sólo ante el 1 local luego d eun tiro libre y la rápida acciòn del golero evitó la apertura del marcador.

Germinal, por su parte, llegó con un cabezazo del “Tochi” Salinas apenas afuera en la jugada más clara. Muy poco para los primeros 45 que se diluyeron en críticas al juez por un agarrón a Zampini en el área y foules cobrados a favor de la visita en disputas divididas.

Menos el gol

El segundo período arrancó parecido, pero en pocos minutos el Verde se hizo dueño de todo. Sansinena se quedó un poco más atrás y apostó a losm pelotazos a un Mc Coubrey que se corriò todo primero y a un Diego Giménez después, pero que perdieron, siempre, con los defensores germinalistas.

No obstante la lenta salida del local, éste se adueñó de todo. La búsqueda de ganar el partido (ya no por un margen mayor de goles), lo ubicó más arriba de la bomba central y el dominio fue absoluto.

Sin embargo, el esquema defensivo con un Nicolás Ballestero inexpugnable y un Schefer inteligente, evitó que los rojiblancos pasaran demasiados zozobras.

Tanto Zampini como Sosa fueron absorbidos por la marca y por que no le llegaban pelotas al claro. Tan así, que el delantero jujeño fue a buscar el balón, varias veces, hasta su mediocampo.

Los cambios no produjeron cambios notables, aunque el local sacó una leve ventaja por el margen derecho de su ataque, donde tuvieron dos chances para marcar en dos centros. En una, el ingresado Gallizzi la peinó a fuera y en la restante, otra vez José Salinas la mandó afuera tras un previo cabeceo de Zampini.

Los últimos 15 minutos se lo vio a un Germinal en busca de una diferencia, aunque sea mínima y a un Sansinena replegado, despegando sin miramientos, tanto hacia los costados como hacia adelante para que algunos de sus delanteros apostados en soledad la corrieran y así pasar los minutos.

A Germinal le faltó el gol. Tuvo la pelota, las intenciones y la vocación de ser el principal protagonista de un espectáculo que estuvo mejor en las tribunas y platea que en el rectángulo de juego.

Fue superior a su rival de esta durísima final, más parecida a la de los viejos regionales que a la de los tiempos actuales con botines fluo, impecables indumentarias y marketing productivo. Empero, no sacó la diferencia que se esperaba para ir con una ventaja al juego revancha en General Cerri.

Los “Triperos” de General Cerri obtuvieron lo que vinieron a buscar: una igualdad para hacerse fuertes d elocal en menos de una semana; aunque por lo visto en el verde césped del Fortín, esta final para subir de categoría sigue estando abierta.#

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Darío Zampini en sl suelo, Pellejero y Sosa reclamando una falta en el área rival que no fue cobrada. La polémica desatada en el primer tiempo.
11 DIC 2016 - 21:21

Germinal no pudo o no supo, ayer, quebrar el cerrojo que implementó Sansisena y empató 0 a 0 en el juego de ida de la final de los representantes de la Zona Patagónica y Bonaerense Pampeana Sur por un ascenso al Torneo Federal A de fútbol.

El equipo dirigido por Pedro Bravo González dispuso, la mayor parte del tiempo, la pelota y el dominio territorial, pero el sistema defensivo ideado por la dupla conformada por Donacevich y Ortíz rindió sus frutos y el marcador no se pudo quebrar.

A excepción de los primeros cinco minutos, donde no hubo un dominador claro, el resto del partido se vio a un Germinal dominador y en busca de los tres puntos.

Con los frescos antecedentes de Huracán y Jorge Newbery de Comodoro Rivadavia, donde el elenco albiverde había sacado una diferencia importante en los primeros treinta minutos y que le significó -a la postre- el pase a las semi y final del certamen Federal B que organiza el Consejo Federal de Fútbol Argentino respectivamente; Germinal intentó hacerse fuerte desde el fondo con un recuperado Diego Flamenco, con las salida de José Damián Salinas y con el buen pie de Nicolás Macarof que siempre deriva a buen destino las pelotas que traslada y toca a sus compañeros.

Con oficio

Sin embargo, los intentos locales no aminalaron a Sansinena, que, con mucho oficio, cortó las posibles jugadas de riesgo contra su arco a través de una línea de fondo sólida y expeditiva, que tuvo como puntos altos los dos centrales que rechazaron, sin grandes lujos, todo lo que tiraron.

Con doble línea de tres, que en el fondo se conevertía, a veces, en cinco, los de General Cerri, manejaron el ritmo del cotejo.

Este se convirtió de bajo nivel técnico, muy trabado y conversado y con muchas discusiones, donde el epicentro de las críticas estuvo dirigido hacia la figura del neuquino Luciano Julio, el árbitro designado para este encuentro y que, si bien, no fue determinante en el resultado, no tuvo una buena mañana.

Pocas chances

Los albirrojos bonaerenses supieron “leer” muy bien cómo venía el juego y enlentencieron el ritmo. Cada falta a su favor era un parlamento, en la que algunos jugadores locales “entraban”; cada pelotazo afuera eran segundos que pasaban para comodidad de la visita y para fastidio de los capitalinos que veían comos e diluía el tiempo que tenía para obtener una diferencia en esta primera final e ir con más tranquilidad al juego de vuelta a desarrollarse el próximo sábado 17 a 15 kilómetros de Bahía Blanca.

La visita no sólo proponía un partido impreciso y a los pelotazos, sino que apostaba a una contra a partir de algún error de la última zaga germinalista, situaciones que sucedieron promediando la etapa.

La primera se equivoca Arancibia y Walter Linares (que hizo una de más) en el área estrelló su pelotazo en el palo de Matías López.

Minutos después, fue Dambolena que se quedó sólo ante el 1 local luego d eun tiro libre y la rápida acciòn del golero evitó la apertura del marcador.

Germinal, por su parte, llegó con un cabezazo del “Tochi” Salinas apenas afuera en la jugada más clara. Muy poco para los primeros 45 que se diluyeron en críticas al juez por un agarrón a Zampini en el área y foules cobrados a favor de la visita en disputas divididas.

Menos el gol

El segundo período arrancó parecido, pero en pocos minutos el Verde se hizo dueño de todo. Sansinena se quedó un poco más atrás y apostó a losm pelotazos a un Mc Coubrey que se corriò todo primero y a un Diego Giménez después, pero que perdieron, siempre, con los defensores germinalistas.

No obstante la lenta salida del local, éste se adueñó de todo. La búsqueda de ganar el partido (ya no por un margen mayor de goles), lo ubicó más arriba de la bomba central y el dominio fue absoluto.

Sin embargo, el esquema defensivo con un Nicolás Ballestero inexpugnable y un Schefer inteligente, evitó que los rojiblancos pasaran demasiados zozobras.

Tanto Zampini como Sosa fueron absorbidos por la marca y por que no le llegaban pelotas al claro. Tan así, que el delantero jujeño fue a buscar el balón, varias veces, hasta su mediocampo.

Los cambios no produjeron cambios notables, aunque el local sacó una leve ventaja por el margen derecho de su ataque, donde tuvieron dos chances para marcar en dos centros. En una, el ingresado Gallizzi la peinó a fuera y en la restante, otra vez José Salinas la mandó afuera tras un previo cabeceo de Zampini.

Los últimos 15 minutos se lo vio a un Germinal en busca de una diferencia, aunque sea mínima y a un Sansinena replegado, despegando sin miramientos, tanto hacia los costados como hacia adelante para que algunos de sus delanteros apostados en soledad la corrieran y así pasar los minutos.

A Germinal le faltó el gol. Tuvo la pelota, las intenciones y la vocación de ser el principal protagonista de un espectáculo que estuvo mejor en las tribunas y platea que en el rectángulo de juego.

Fue superior a su rival de esta durísima final, más parecida a la de los viejos regionales que a la de los tiempos actuales con botines fluo, impecables indumentarias y marketing productivo. Empero, no sacó la diferencia que se esperaba para ir con una ventaja al juego revancha en General Cerri.

Los “Triperos” de General Cerri obtuvieron lo que vinieron a buscar: una igualdad para hacerse fuertes d elocal en menos de una semana; aunque por lo visto en el verde césped del Fortín, esta final para subir de categoría sigue estando abierta.#


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