Lucas Valle: “Vamos a trabajar para estar arriba de un V6”

El piloto rawsense sigue festejando. Tras conseguir el campeonato en el Top Race Series, volvió a Rawson, donde amigos y fanáticos lo recibieron con una caravana. El piloto de RV Racing Sports contó su experiencia de campeón en “Tiempo Deportivo”.

Los hermanos Lucas y Maxi Valle, fundidos en un abrazo de campeón, festejando un título que fue de la familia y de todos los chubutenses.
13 DIC 2016 - 20:14 | Actualizado

El propio Lucas dijo que todavía no es consciente de su logro: “Es un proceso que va de a poco. Todavía sigo en la locura de la gente que me escribe, tratando de responder los mensajes. El recibimiento después de manejar 2.500 kilómetros sin dormir, llegar a la ruta 7, lleno de gente, increíble y muy emocionante. Me acompañaron hasta la puerta de mi casa, estuvimos hasta las 10 de la noche festejando. Después fuimos a comer y no se durmió nada. Todavía seguimos recibiendo gente que nos viene a saludar”.

Lucas narró la experiencia del campeonato: “Arrancamos en Paraná la primera fecha que llegamos con lo justo con el auto, yo me sumaba a esta categoría, el año pasado corrí el TC Mouras, y no lo había hecho con los neumáticos estos porque cambió el reglamento de la categoría. Se pone el semáforo en verde y un golpe en plena recta me destruye el auto contra la pared y no me deja correr la primera fecha. Fuimos a 9 de Julio, que logramos un quinto puesto, en clasificación tuvimos una falla eléctrica que no nos dejó clasificar. Logramos dos poles en Termas de Río Hondo. Después se largó a llover con gomas de piso seco y se fue toda la categoría afuera. Nos pasaron cosas que fueron increíbles, decíamos ‘no nos puede pasar esto después de haber clasificado y ganado entrenamientos’; fuimos la referencia cada vez que salíamos la pista en la categoría, pero a la hora de correr la final, si no era por error mío o una rotura del auto o por un toque de terceros, no había podido terminar ninguna final. Llegamos a la última fecha de la etapa regular que definía el ingreso a los playoffs, y matemáticamente teníamos que ganar todo o quedábamos afuera. Fuimos a Concepción a dejar la vida, porque sabíamos que terminaba el año en septiembre o seguíamos en la lucha por el campeonato. Por suerte el ‘Barba’ nos ayudó y pudimos redondear un fin de semana que nos costó muchísimo. En 12 fechas metimos 6 poles, un récord en el Top Race Series”.

Lucas vivió la carrera final de una forma muy especial, y así lo relató: “En lo previo, simplemente quería disfrutarlo con amigos, con familia, algunos locos de la guerra que hicieron 5 mil quilómetros ida y vuelta para estar allá al lado mío. Lo quise disfrutar con ellos. El sábado dormir me costó muchísimo; yo sabía que si lograba el punto de pole contra Fabricio Persia que clasificó segundo, iba a dar el primer golpe, iba a estar más fuerte yo. Después a la hora de correr la serie fue muy dura contra Boccanera que dejó todo, nos chocamos muchísimo en la primera vuelta, rompo la llanta y así y todo hice la serie más rápida. Y cuando tenía el lugar de privilegio el domingo para largar, sabiendo que el sanjuanino largaba segundo y el que ganaba era campeón, la verdad que dormir el sábado fue muy difícil. Pero el domingo me levanté feliz con ver a toda mi gente que me acompañó, y lo único que pensaba era que tenía que dejar la vida por esa gente, que vienen en los malos momentos y hoy pueden disfrutar de un campeonato junto a todo el equipo y mi familia. Cuando se puso el semáforo en verde lo único que pensaba era lo que tenía que hacer en la curva siguiente, dónde frenar, dónde bajar el cambio, administrar el ritmo de Persia, sabía que tenía que aguantarlo hasta que se acople al ritmo mío, era frenarlo en cada cabecera a la hora de acelerar para que se le acerque Boccanera y lo moleste, y que también él tenga que mirar el espejo como yo lo hacía. Esa fue la estrategia que usé en las primeras cinco vueltas. Después que pasaron seis o siete vueltas y veo que Fabri se pasó en una de las cabeceras, dije acá está mi carrera, tengo que acelerar tres o cuatro vueltas seguidas hacer una luz para estar más relajado. No disfruté ninguna vuelta, corrí al máximo y las últimas tres me relajé en las partes rápidas. Feliz y contento por la estrategia que utilizamos, le ganamos a los nervios y a la ansiedad, le ganamos a todo lo que es definir un campeonato argentino”.

Acerca de su futuro, adelantó: “Siendo campeón, tenemos el pase al V6. Es una gran oportunidad, hay que aprovechar el momento. Vamos a trabajar el año que viene en el presupuesto. Es más elevado pero para nosotros es un sueño que la peleamos desde los 7 años, llegar a la máxima, competir con pilotos de primer nivel que los vi siempre por la tele en casa desde el sillón, y estar compartiendo pista con ellos va a ser un sueño”.

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Los hermanos Lucas y Maxi Valle, fundidos en un abrazo de campeón, festejando un título que fue de la familia y de todos los chubutenses.
13 DIC 2016 - 20:14

El propio Lucas dijo que todavía no es consciente de su logro: “Es un proceso que va de a poco. Todavía sigo en la locura de la gente que me escribe, tratando de responder los mensajes. El recibimiento después de manejar 2.500 kilómetros sin dormir, llegar a la ruta 7, lleno de gente, increíble y muy emocionante. Me acompañaron hasta la puerta de mi casa, estuvimos hasta las 10 de la noche festejando. Después fuimos a comer y no se durmió nada. Todavía seguimos recibiendo gente que nos viene a saludar”.

Lucas narró la experiencia del campeonato: “Arrancamos en Paraná la primera fecha que llegamos con lo justo con el auto, yo me sumaba a esta categoría, el año pasado corrí el TC Mouras, y no lo había hecho con los neumáticos estos porque cambió el reglamento de la categoría. Se pone el semáforo en verde y un golpe en plena recta me destruye el auto contra la pared y no me deja correr la primera fecha. Fuimos a 9 de Julio, que logramos un quinto puesto, en clasificación tuvimos una falla eléctrica que no nos dejó clasificar. Logramos dos poles en Termas de Río Hondo. Después se largó a llover con gomas de piso seco y se fue toda la categoría afuera. Nos pasaron cosas que fueron increíbles, decíamos ‘no nos puede pasar esto después de haber clasificado y ganado entrenamientos’; fuimos la referencia cada vez que salíamos la pista en la categoría, pero a la hora de correr la final, si no era por error mío o una rotura del auto o por un toque de terceros, no había podido terminar ninguna final. Llegamos a la última fecha de la etapa regular que definía el ingreso a los playoffs, y matemáticamente teníamos que ganar todo o quedábamos afuera. Fuimos a Concepción a dejar la vida, porque sabíamos que terminaba el año en septiembre o seguíamos en la lucha por el campeonato. Por suerte el ‘Barba’ nos ayudó y pudimos redondear un fin de semana que nos costó muchísimo. En 12 fechas metimos 6 poles, un récord en el Top Race Series”.

Lucas vivió la carrera final de una forma muy especial, y así lo relató: “En lo previo, simplemente quería disfrutarlo con amigos, con familia, algunos locos de la guerra que hicieron 5 mil quilómetros ida y vuelta para estar allá al lado mío. Lo quise disfrutar con ellos. El sábado dormir me costó muchísimo; yo sabía que si lograba el punto de pole contra Fabricio Persia que clasificó segundo, iba a dar el primer golpe, iba a estar más fuerte yo. Después a la hora de correr la serie fue muy dura contra Boccanera que dejó todo, nos chocamos muchísimo en la primera vuelta, rompo la llanta y así y todo hice la serie más rápida. Y cuando tenía el lugar de privilegio el domingo para largar, sabiendo que el sanjuanino largaba segundo y el que ganaba era campeón, la verdad que dormir el sábado fue muy difícil. Pero el domingo me levanté feliz con ver a toda mi gente que me acompañó, y lo único que pensaba era que tenía que dejar la vida por esa gente, que vienen en los malos momentos y hoy pueden disfrutar de un campeonato junto a todo el equipo y mi familia. Cuando se puso el semáforo en verde lo único que pensaba era lo que tenía que hacer en la curva siguiente, dónde frenar, dónde bajar el cambio, administrar el ritmo de Persia, sabía que tenía que aguantarlo hasta que se acople al ritmo mío, era frenarlo en cada cabecera a la hora de acelerar para que se le acerque Boccanera y lo moleste, y que también él tenga que mirar el espejo como yo lo hacía. Esa fue la estrategia que usé en las primeras cinco vueltas. Después que pasaron seis o siete vueltas y veo que Fabri se pasó en una de las cabeceras, dije acá está mi carrera, tengo que acelerar tres o cuatro vueltas seguidas hacer una luz para estar más relajado. No disfruté ninguna vuelta, corrí al máximo y las últimas tres me relajé en las partes rápidas. Feliz y contento por la estrategia que utilizamos, le ganamos a los nervios y a la ansiedad, le ganamos a todo lo que es definir un campeonato argentino”.

Acerca de su futuro, adelantó: “Siendo campeón, tenemos el pase al V6. Es una gran oportunidad, hay que aprovechar el momento. Vamos a trabajar el año que viene en el presupuesto. Es más elevado pero para nosotros es un sueño que la peleamos desde los 7 años, llegar a la máxima, competir con pilotos de primer nivel que los vi siempre por la tele en casa desde el sillón, y estar compartiendo pista con ellos va a ser un sueño”.


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