Se retiró la primera mujer que llegó a la cúpula de la Policía de Chubut

Se fue ocupando el cargo de Directora de Recursos Materiales. Su salida fue adelantada y en me dio de cambios en la Jefatura. Asegura que tomó la decisión obedeciendo sus principios. Piensa en política y trabajo externo para aplicar su experiencia en campos como la violencia de género.

19 FEB 2017 - 20:21 | Actualizado

Por Lorena Leeming / @loreleeming

Su paso por Policía marca historia. Fue pionera. Logró ser la primera mujer en llegar a la cúpula de la Fuerza. Lideró la Comisaría de la Mujer en Trelew por 11 años. Fue jefe en dependencias como las de Tecka y Sarmiento. Desafió la diferencia de género y salió muchas veces airosa. La comisario Sandra Muñoz decidió este mes retirarse. Luego de 28 años de servicio dejó el uniforme, el pelo tensado en rígidos peinados y la rutina. Pero su trabajo seguirá. El sueño de llegar a la Jefatura está indeleble. Pero no la desvela. “No voy a empezar ahora a disfrutar la vida porque siempre la disfruté”.
En una entrevista mano a mano con Jornada habló de su trayectoria, su presente y el entusiasmo por insertarse en la política, un campo que la atrae. Dice haber formado en casi tres décadas, un carácter duro. Aprendió a moverse en un ambiente de hombres y apunta como uno de los mayores méritos el haber logrado que “las críticas” no le duelan.
¿ La decisión está tomada?
En realidad, es una decisión adelantada. Luego de 28 años y con acontecimientos públicos de renovación policial, pedí mi pase a retiro. Consideré que no estaba de acuerdo en el método que se llegó a la nueva conducción. Luego, por mis propios principios. Llegué donde llegué gracias al esfuerzo y trabajo.
¿Cuál fue tu ambición?
Desde que salí de la escuela de cadetes me fijé una meta que fue la conducción de la fuerza. Un objetivo para lo que debía trabajar y mucho. Fue una ambición sana. Sabía que entraba a una institución netamente de hombres. No estaba considerado el trabajo de la mujer en lo que era la calle. Había mujeres con jerarquía pero en administración. Se desempeñaron en brigadas. Tenían una función tácitamente en lo que hoy es la policía comunitaria.
¿Ser mujer costó?
Al asumir el mismo desafío que los hombres, intenté hacer la misma labor que ellos. No escudarme en el hecho de ser mujer para no poder hacerlo. Sé la diferencia entre el hombre y la mujer tanto en lo físico como en algunas otras labores que no podemos realizar, pero en lo intelectual somos iguales. Pensé en eso e hice mi carrera. Desde oficial de servicio que no había. Era una conducción de hombres mayores que yo. Luego, fue el desafío de ser jefe de comisaría y me dieron la conducción de la comisaría de Tecka. Fue un paso importante porque me encontré en una ciudad con solo 1000 habitantes. Hoy creció mucho. Se lo dije al intendente. En 2001 era muy distinta. Tuve la posibilidad de hacer mucha tarea social que en la ciudad no se da. En un lugar de esas características, rural, daba para hacer mucho. Me encantó.
¿Y después?
Me convocaron para crear el espacio Comisaría de la Mujer. Allí, estuve 11 años. Tuve la oportunidad de aprender mucho de violencia de genero. No se hablaba en ese momento. Estaba naturalizado puertas adentro de las viviendas. Cuando tomó resonancia casos donde las mujeres perdieron la vida, se empezó a trabajar de otra manera. Atender a una mujer que venía con toda su estructura dañada. Que no se veía. Totalmente carente de autoestima y todo lo que significa el flagelo de la vivienda. Tuve que capacitarme. Tenía que dar una palabra certera. No le podía decir a la mujer que se vaya a su casa que no pasa nada porque no lo sabía. Podía terminar con su muerte
¿Cómo se trabajó?
Integramos un equipo de trabajo en donde todas aprendieron de la misma manera. Con una gran amiga y compañera que me ayudó que es hoy la fiscal Silvia Pereira. Armamos un equipo para eso. Estaba otra vez en la mira mi destino. Fui a la comisaría de Sarmiento. Fue inexplicable por mi jerarquía. Pero fue un desafío. Cada destino te moviliza en lo familiar y laboral.
¿Qué te esperó más tarde?
Fui a Sarmiento. Un lugar que desconocía. Tuve por suerte, el acompañamiento de la gente, del personal de la Comisaría. Logré hacer nexos con Fiscalía y Centro de Asistencia a la Víctima. Unifiqué en un trabajo, lo que era lo neto de comisaría pero lo anexado con lo que era el trato con la mujer. Me trasladaron nuevamente vine a la jefatura pero administrativo. Vine al área personal vine como alguien más. Siempre trabajé. Sea en donde me correspondía y a veces fui mas allá de lo que me tocaba hacer. Me dediqué a aprender. Sabía que me iba a servir. Faltaba menos de cuatro años para irme. Lo que sí, veía injusto que mis compañeros, tenían cargos, puestos, todo. Yo no. No sabía por qué.
Hasta que en esos cambios que se fueron dando el que  me dio oportunidad de tener un cargo fue el comisario Bustos. La subsecretaría general. Me duró poco. Fue un mes y vino el cambio. Ahí, otra vez de desazón. La incertidumbre de lo que iba a suceder. Hay dos posibilidades: seguir trabajando o ir a tu casa. Fui al área Logística con el comisario Hughes. Fue mi oportunidad de aprender algo distinto. En menos de un mes con la asunción de Ale, me designó en Recursos Naturales. La dirección fue un paso importante. Me retiro como Directora de Recursos Materiales.
¿Qué te llevás?
Siempre disfruté de cada lugar que pasé. Aprendí de los comentarios. Tuve muchas críticas. Muchas desde mis compañeros. No sé si desde el machismo. Esas críticas iban no en función al trabajo. Yo sabía que podía llegar a la conducción de la Fuerza y me veían como un rival. Esto de la pelea, de la lucha, de la competencia me gusta pero cuando es clara y limpia. Es el incentivo propio. Hoy que ya estoy retirada, pensé que se podría haber dado en una transición pacífica. Siempre puede más el ego personal que lo institucional.
Tu objetivo fue la Jefatura, está claro
Sí. Un sueño por cumplir . Creo que tal vez llegue. Cuando me retirara dije que iba a hacer política porque jamás la hice. Tal vez debería encaminar en ese sentido para llegar a otro lugar. De todos los años de experiencia me gustaría también, poder transmitirlo o plasmarlo en otro espacio que me convoquen. Me tomo unos días, pero mi idea es seguir en el futuro en lo que pueda realizar. Me capacité muchos años
Si un gobernador te ofrece hoy ser jefe de Policía. ¿Aceptarías?
Sí. Puede ser. A veces, uno sabe que es un lugar muy expuesto.
¿Qué pasó en vos en estos años?
Me formé con un carácter duro. Aprendí a moverme en un hombre de hombres. A que la crítica no me duela. Que si tenía que mejorar lo iba a hacer. Todos tenemos aciertos y errores. Me tocó conocer a la fuerza de otro lugar. Es diferente de la jerarquía baja que ver las cosas desde la cúpula policial. Tenemos muchas cosas. Ojalá que a futuro, realmente nuestra institución tenga el  lugar que se merece. Hoy por hoy, se que la crisis afecta también a la provincia, pero aprendí que a veces no somos la prioridad en lo que necesitamos. Deberíamos serlo.
¿Qué respondes cuando te dicen: “a partir de ahora vas a disfrutar la vida”?
Que yo mi vida la disfruté siempre. En cada momento. En cada espacio. Tuve mi satisfacción m ás plena en mi momento como mujer. Tengo dos hijas. Tengo mis papás. Tengo el tiempo para dedicárselos y tomarnos los momentos. Voy a aprender a vivir una vida más relajada, no tengo la presión del día a día.
Ya no más la rutina del uniforme….
Exacto. El uniforme que lo vestí con orgullo.
Además, tenés otro look…
Dejarme el pelo suelto. Siempre viví con el pelo atado. Vuelvo a agradecer a mis hijas que me acompañaron toda la vida. El día de mi retiro  me mandaron un ramo de flores a jefatura con una hermosa dedicatoria. En mi casa, me esperaba mi familia. No me arrepiento de nada de lo que haya pasado en más de la mitad de mi vida. Estos 28 años de servicio fueron más de la mitad de mi vida. Hoy, voy a aprender a vivir de otra manera y a seguir disfrutando. Tengo mucho por hacer. Ojalá tenga la oportunidad de poder hacerlo.
Muñoz, asumió su cargo en la plana mayor hace exactamente un año. Con ese puesto,  Sandra se convierte en pionera.
Un hecho histórico en las áreas policiales se vivía en Sarmiento el 28 de marzo de 2013: asumía Sandra Fabiana Muñoz como jefe de comisaría. En 2001 se había convertido en la primera mujer de Chubut con el mayor cargo en dependencias policiales, aquella vez en Tecka. Ante la atenta mirada de todo un pueblo ocupó idéntico cargo, sentando allí también un antecedente. Nunca una mujer estuvo a cargo de esa comisaría. El acto fue el jueves 28 coincidiendo con el cumpleaños de Magalí, la hija de Muñoz. Fue por eso una jornada doblemente importante para la comisario, que se refirió al orgullo de tamaña responsabilidad.
Tres años después, logró insertarse en la Plana Mayor de la Policía del Chubut.
Hoy su decisión es indeclinable. Tal vez lo hubiese soñado de otra manera pero no reniega de su realidad. Volcará a la sociedad su experiencia. #
 

Las más leídas

19 FEB 2017 - 20:21

Por Lorena Leeming / @loreleeming

Su paso por Policía marca historia. Fue pionera. Logró ser la primera mujer en llegar a la cúpula de la Fuerza. Lideró la Comisaría de la Mujer en Trelew por 11 años. Fue jefe en dependencias como las de Tecka y Sarmiento. Desafió la diferencia de género y salió muchas veces airosa. La comisario Sandra Muñoz decidió este mes retirarse. Luego de 28 años de servicio dejó el uniforme, el pelo tensado en rígidos peinados y la rutina. Pero su trabajo seguirá. El sueño de llegar a la Jefatura está indeleble. Pero no la desvela. “No voy a empezar ahora a disfrutar la vida porque siempre la disfruté”.
En una entrevista mano a mano con Jornada habló de su trayectoria, su presente y el entusiasmo por insertarse en la política, un campo que la atrae. Dice haber formado en casi tres décadas, un carácter duro. Aprendió a moverse en un ambiente de hombres y apunta como uno de los mayores méritos el haber logrado que “las críticas” no le duelan.
¿ La decisión está tomada?
En realidad, es una decisión adelantada. Luego de 28 años y con acontecimientos públicos de renovación policial, pedí mi pase a retiro. Consideré que no estaba de acuerdo en el método que se llegó a la nueva conducción. Luego, por mis propios principios. Llegué donde llegué gracias al esfuerzo y trabajo.
¿Cuál fue tu ambición?
Desde que salí de la escuela de cadetes me fijé una meta que fue la conducción de la fuerza. Un objetivo para lo que debía trabajar y mucho. Fue una ambición sana. Sabía que entraba a una institución netamente de hombres. No estaba considerado el trabajo de la mujer en lo que era la calle. Había mujeres con jerarquía pero en administración. Se desempeñaron en brigadas. Tenían una función tácitamente en lo que hoy es la policía comunitaria.
¿Ser mujer costó?
Al asumir el mismo desafío que los hombres, intenté hacer la misma labor que ellos. No escudarme en el hecho de ser mujer para no poder hacerlo. Sé la diferencia entre el hombre y la mujer tanto en lo físico como en algunas otras labores que no podemos realizar, pero en lo intelectual somos iguales. Pensé en eso e hice mi carrera. Desde oficial de servicio que no había. Era una conducción de hombres mayores que yo. Luego, fue el desafío de ser jefe de comisaría y me dieron la conducción de la comisaría de Tecka. Fue un paso importante porque me encontré en una ciudad con solo 1000 habitantes. Hoy creció mucho. Se lo dije al intendente. En 2001 era muy distinta. Tuve la posibilidad de hacer mucha tarea social que en la ciudad no se da. En un lugar de esas características, rural, daba para hacer mucho. Me encantó.
¿Y después?
Me convocaron para crear el espacio Comisaría de la Mujer. Allí, estuve 11 años. Tuve la oportunidad de aprender mucho de violencia de genero. No se hablaba en ese momento. Estaba naturalizado puertas adentro de las viviendas. Cuando tomó resonancia casos donde las mujeres perdieron la vida, se empezó a trabajar de otra manera. Atender a una mujer que venía con toda su estructura dañada. Que no se veía. Totalmente carente de autoestima y todo lo que significa el flagelo de la vivienda. Tuve que capacitarme. Tenía que dar una palabra certera. No le podía decir a la mujer que se vaya a su casa que no pasa nada porque no lo sabía. Podía terminar con su muerte
¿Cómo se trabajó?
Integramos un equipo de trabajo en donde todas aprendieron de la misma manera. Con una gran amiga y compañera que me ayudó que es hoy la fiscal Silvia Pereira. Armamos un equipo para eso. Estaba otra vez en la mira mi destino. Fui a la comisaría de Sarmiento. Fue inexplicable por mi jerarquía. Pero fue un desafío. Cada destino te moviliza en lo familiar y laboral.
¿Qué te esperó más tarde?
Fui a Sarmiento. Un lugar que desconocía. Tuve por suerte, el acompañamiento de la gente, del personal de la Comisaría. Logré hacer nexos con Fiscalía y Centro de Asistencia a la Víctima. Unifiqué en un trabajo, lo que era lo neto de comisaría pero lo anexado con lo que era el trato con la mujer. Me trasladaron nuevamente vine a la jefatura pero administrativo. Vine al área personal vine como alguien más. Siempre trabajé. Sea en donde me correspondía y a veces fui mas allá de lo que me tocaba hacer. Me dediqué a aprender. Sabía que me iba a servir. Faltaba menos de cuatro años para irme. Lo que sí, veía injusto que mis compañeros, tenían cargos, puestos, todo. Yo no. No sabía por qué.
Hasta que en esos cambios que se fueron dando el que  me dio oportunidad de tener un cargo fue el comisario Bustos. La subsecretaría general. Me duró poco. Fue un mes y vino el cambio. Ahí, otra vez de desazón. La incertidumbre de lo que iba a suceder. Hay dos posibilidades: seguir trabajando o ir a tu casa. Fui al área Logística con el comisario Hughes. Fue mi oportunidad de aprender algo distinto. En menos de un mes con la asunción de Ale, me designó en Recursos Naturales. La dirección fue un paso importante. Me retiro como Directora de Recursos Materiales.
¿Qué te llevás?
Siempre disfruté de cada lugar que pasé. Aprendí de los comentarios. Tuve muchas críticas. Muchas desde mis compañeros. No sé si desde el machismo. Esas críticas iban no en función al trabajo. Yo sabía que podía llegar a la conducción de la Fuerza y me veían como un rival. Esto de la pelea, de la lucha, de la competencia me gusta pero cuando es clara y limpia. Es el incentivo propio. Hoy que ya estoy retirada, pensé que se podría haber dado en una transición pacífica. Siempre puede más el ego personal que lo institucional.
Tu objetivo fue la Jefatura, está claro
Sí. Un sueño por cumplir . Creo que tal vez llegue. Cuando me retirara dije que iba a hacer política porque jamás la hice. Tal vez debería encaminar en ese sentido para llegar a otro lugar. De todos los años de experiencia me gustaría también, poder transmitirlo o plasmarlo en otro espacio que me convoquen. Me tomo unos días, pero mi idea es seguir en el futuro en lo que pueda realizar. Me capacité muchos años
Si un gobernador te ofrece hoy ser jefe de Policía. ¿Aceptarías?
Sí. Puede ser. A veces, uno sabe que es un lugar muy expuesto.
¿Qué pasó en vos en estos años?
Me formé con un carácter duro. Aprendí a moverme en un hombre de hombres. A que la crítica no me duela. Que si tenía que mejorar lo iba a hacer. Todos tenemos aciertos y errores. Me tocó conocer a la fuerza de otro lugar. Es diferente de la jerarquía baja que ver las cosas desde la cúpula policial. Tenemos muchas cosas. Ojalá que a futuro, realmente nuestra institución tenga el  lugar que se merece. Hoy por hoy, se que la crisis afecta también a la provincia, pero aprendí que a veces no somos la prioridad en lo que necesitamos. Deberíamos serlo.
¿Qué respondes cuando te dicen: “a partir de ahora vas a disfrutar la vida”?
Que yo mi vida la disfruté siempre. En cada momento. En cada espacio. Tuve mi satisfacción m ás plena en mi momento como mujer. Tengo dos hijas. Tengo mis papás. Tengo el tiempo para dedicárselos y tomarnos los momentos. Voy a aprender a vivir una vida más relajada, no tengo la presión del día a día.
Ya no más la rutina del uniforme….
Exacto. El uniforme que lo vestí con orgullo.
Además, tenés otro look…
Dejarme el pelo suelto. Siempre viví con el pelo atado. Vuelvo a agradecer a mis hijas que me acompañaron toda la vida. El día de mi retiro  me mandaron un ramo de flores a jefatura con una hermosa dedicatoria. En mi casa, me esperaba mi familia. No me arrepiento de nada de lo que haya pasado en más de la mitad de mi vida. Estos 28 años de servicio fueron más de la mitad de mi vida. Hoy, voy a aprender a vivir de otra manera y a seguir disfrutando. Tengo mucho por hacer. Ojalá tenga la oportunidad de poder hacerlo.
Muñoz, asumió su cargo en la plana mayor hace exactamente un año. Con ese puesto,  Sandra se convierte en pionera.
Un hecho histórico en las áreas policiales se vivía en Sarmiento el 28 de marzo de 2013: asumía Sandra Fabiana Muñoz como jefe de comisaría. En 2001 se había convertido en la primera mujer de Chubut con el mayor cargo en dependencias policiales, aquella vez en Tecka. Ante la atenta mirada de todo un pueblo ocupó idéntico cargo, sentando allí también un antecedente. Nunca una mujer estuvo a cargo de esa comisaría. El acto fue el jueves 28 coincidiendo con el cumpleaños de Magalí, la hija de Muñoz. Fue por eso una jornada doblemente importante para la comisario, que se refirió al orgullo de tamaña responsabilidad.
Tres años después, logró insertarse en la Plana Mayor de la Policía del Chubut.
Hoy su decisión es indeclinable. Tal vez lo hubiese soñado de otra manera pero no reniega de su realidad. Volcará a la sociedad su experiencia. #
 


NOTICIAS RELACIONADAS