Viedma: Condenaron al ex juez Bernardi por corrupción de menores
Un ex juez penal de Río Negro fue condenado a cinco años de prisión por promover la prostitución de una adolescente de 17 años mientras que su secretario recibió una pena de 12 años por facilitar la promoción de la prostitución y la corrupción de la menor víctima.
El fallo de el Tribunal Oral de Viedma integrado por Carlos Mussi y los vocales Ignacio Gandolfi y Ariel Gallinger encontró culpable al ex juez Juan Antonio Bernardi y a su secretario Julio Antueque de facilitar la prostitución de la niña.
La sentencia se dio a conocer hoy mientras afuera de los tribunales se realizaba un "ruidazo" por agrupaciones feministas que reclamaban Justicia.
En los considerandos de la sentencia se da por probado que la niña era parte de un grupo de adolescentes de entre 13 y 20 años "de sectores vulnerables y carenciados con hogares y familias con serios inconvenientes de integración, muchas de ellas institucionalizadas por el Estado durante prolongados períodos de tiempo".
Además este grupo tenía la característica común de tener graves problemas de adicción a diferentes estupefacientes, alcohol, pastillas y sustancias.
Explica la sentencia que en este contexto "eran sometidas sexualmente por personas que las duplicaban y triplicaban en edad, de acomodada situación económica y social" y que a cambio les entregaban "dinero, zapatillas, bienes en general, y drogas".
El fallo valoró los testimonios de especialistas y testigos del juicio y de la Cámara Gesell tomada a la víctima y manifestó que pese a que es cierto, que todas las víctimas niegan haber mantenido relaciones sexuales con el juez entendemos que ello resulta razonable a tenor de la culpa y vergüenza que siente la víctima".
También lo adjudica a la imposibilidad de la niña "de asumirse en dicho lugar y también por el miedo que fuera puesto de manifiesto".
Para los jueces, a la hora de valorar los hechos y las pruebas fue preciso adoptar "la perspectiva de género, y contemplar el interés superior del niño".
En ese sentido, afirmaron que "adoptar una perspectiva de género a la hora de meritar la prueba significa que la misma debe ser valorada e interpretada de acuerdo a las reglas de la sana crítica"
Para ello argumentaron que tomaron todas las pruebas "evitando miradas parcializadas o fragmentadas" y que partieron de "entender y sopesar la situación traumática a la cual se vieron sometidas las víctimas y la forma en que ello influye en sus testimonios".
"Es natural que quienes se han visto sometidas a semejante desproporcionado ejercicio del poder, a la naturalización de la humillación, tengan temores indescriptibles, sufran alteraciones en la percepción de lo que ha sucedido, del tiempo en que ocurriera, de quiénes hayan sido partícipes e inclusive que sientan hasta simpatía o gratitud por quiénes en definitiva han sido sus agresores", expresaron.
La defensa del ex juez Bernardi adelantó que apelará la sentencia y como el fallo no está firme, por el momento no irá a prisión. En cambio Antueque permanecerá detenido.
El caso tomó estado público a raíz de la denuncia de la madre de una menor alojada en el Centro de Atención Integral de Niños y Adolescentes (Caina) sobre las salidas de su hija y otras jóvenes para mantener "contactos sexuales con adultos".
Bernardi estuvo preso 50 días en 2015 y luego continuó en libertad en la capital rionegrina, mientras que su ex empleado Antueque permanece detenido.
La investigación atribuyó a Antueque haber sido quien en varias oportunidades facilitó el acercamiento de la menor al domicilio de Bernardi, ubicado en la chacra del kilómetro 16 de la ruta uno (en las afueras de Viedma) para que el juez mantuviera con ella relaciones sexuales a cambio de la entrega de dinero y de otros bienes de valor.
En tanto, al ex juez se le atribuye haber sido quien en su domicilio habría mantenido en varias oportunidades, no menos de dos, relaciones sexuales con la misma adolescente.
El fallo de el Tribunal Oral de Viedma integrado por Carlos Mussi y los vocales Ignacio Gandolfi y Ariel Gallinger encontró culpable al ex juez Juan Antonio Bernardi y a su secretario Julio Antueque de facilitar la prostitución de la niña.
La sentencia se dio a conocer hoy mientras afuera de los tribunales se realizaba un "ruidazo" por agrupaciones feministas que reclamaban Justicia.
En los considerandos de la sentencia se da por probado que la niña era parte de un grupo de adolescentes de entre 13 y 20 años "de sectores vulnerables y carenciados con hogares y familias con serios inconvenientes de integración, muchas de ellas institucionalizadas por el Estado durante prolongados períodos de tiempo".
Además este grupo tenía la característica común de tener graves problemas de adicción a diferentes estupefacientes, alcohol, pastillas y sustancias.
Explica la sentencia que en este contexto "eran sometidas sexualmente por personas que las duplicaban y triplicaban en edad, de acomodada situación económica y social" y que a cambio les entregaban "dinero, zapatillas, bienes en general, y drogas".
El fallo valoró los testimonios de especialistas y testigos del juicio y de la Cámara Gesell tomada a la víctima y manifestó que pese a que es cierto, que todas las víctimas niegan haber mantenido relaciones sexuales con el juez entendemos que ello resulta razonable a tenor de la culpa y vergüenza que siente la víctima".
También lo adjudica a la imposibilidad de la niña "de asumirse en dicho lugar y también por el miedo que fuera puesto de manifiesto".
Para los jueces, a la hora de valorar los hechos y las pruebas fue preciso adoptar "la perspectiva de género, y contemplar el interés superior del niño".
En ese sentido, afirmaron que "adoptar una perspectiva de género a la hora de meritar la prueba significa que la misma debe ser valorada e interpretada de acuerdo a las reglas de la sana crítica"
Para ello argumentaron que tomaron todas las pruebas "evitando miradas parcializadas o fragmentadas" y que partieron de "entender y sopesar la situación traumática a la cual se vieron sometidas las víctimas y la forma en que ello influye en sus testimonios".
"Es natural que quienes se han visto sometidas a semejante desproporcionado ejercicio del poder, a la naturalización de la humillación, tengan temores indescriptibles, sufran alteraciones en la percepción de lo que ha sucedido, del tiempo en que ocurriera, de quiénes hayan sido partícipes e inclusive que sientan hasta simpatía o gratitud por quiénes en definitiva han sido sus agresores", expresaron.
La defensa del ex juez Bernardi adelantó que apelará la sentencia y como el fallo no está firme, por el momento no irá a prisión. En cambio Antueque permanecerá detenido.
El caso tomó estado público a raíz de la denuncia de la madre de una menor alojada en el Centro de Atención Integral de Niños y Adolescentes (Caina) sobre las salidas de su hija y otras jóvenes para mantener "contactos sexuales con adultos".
Bernardi estuvo preso 50 días en 2015 y luego continuó en libertad en la capital rionegrina, mientras que su ex empleado Antueque permanece detenido.
La investigación atribuyó a Antueque haber sido quien en varias oportunidades facilitó el acercamiento de la menor al domicilio de Bernardi, ubicado en la chacra del kilómetro 16 de la ruta uno (en las afueras de Viedma) para que el juez mantuviera con ella relaciones sexuales a cambio de la entrega de dinero y de otros bienes de valor.
En tanto, al ex juez se le atribuye haber sido quien en su domicilio habría mantenido en varias oportunidades, no menos de dos, relaciones sexuales con la misma adolescente.