Un empresario textil analiza crisis del sector

El presidente de la Cámara de Fabricantes de Medias e integrante de la Fundación Protejer Damián Regalini expresó que “el 48% de lo importado son prendas producidas acá”.

08 ABR 2017 - 20:32 | Actualizado

Por Federico Sánchez / @federicosn

Uno de los sectores más golpeados por la recesión económica que se arrastra hace más de un año es el sector textil. Cerca del 80% de lo que se produce se vuelca en el mercado interno, que hoy sigue deprimido, en medio de pérdida del poder adquisitivo y paritarias que todavía no han cerrado.
El consumo de prendas cayó 25% el año pasado y este año se espera una merma similar. A ello se le suma el problema de las importaciones. Aquellas que denominan “indiscriminadas”, porque atentan contra productos que se producen y se consiguen dentro del país.
En una extendida entrevista, el Económico habló con Damián Regalini, integrante de la Fundación Protejer y presidente de la Cámara de Fabricantes de Medias. Una entidad nacional que agrupa a cerca de 40 pymes.  Regalini cuestionó la política contra el sector, y reflejó datos de lo que está ocurriendo: el 48 por ciento de las importaciones que ingresan al país en lo que hace a la actividad, son prendas o hilados que ya se producen en el país.
Además, el empresario se refirió a la situación del polo textil de Trelew y a las gestiones del gobernador Mario Das Neves para evitar que se produzcan despidos.
-¿Cuál es la realidad hoy del sector?
-La principal variable fue la caída del consumo interno que estuvo en 25% el año pasado. Y este año parece que repite tendencia. Segundo punto de alarma está el tema de las importaciones. Entran de manera indiscriminada, sobre todo en algunos rubros. Indiscriminado porque si consideramos que se importó un 7% más que 2016 en 2017, es engañoso. De ese 7%, se importó un 48% más de prendas que se fabrican en el país, estamos en problemas. No es que se importó un 6% más de poliéster o microfibras de poliéster que acá no se fabrica de forma satisfactoria. La preocupación que tenemos es que se están importando muchos productos que en Argentina se producen y de manera satisfactoria. El promedio de la cadena da 6% más de importaciones. Pero en la punta de la cadena de valor, en las prendas terminadas, tenes picos de 40% de incremento de importación. Picos de 300% en importaciones de medias. Los que producen prendas terminadas tienen una invasión terrible.
-¿Cuáles son los  números rubro por rubro que se conocen hasta hoy?
-En enero y febrero las medias se incrementaron un 370% más respecto a enero y febrero de 2016. El caso de las medias entre los cinco primeros importadores tenemos 2 o 3 empresas que tienen menos de 10 empleados, que se dedican a todo menos a lo textil. Son importadores de pilas, de bazar. Eso es grave. Le llamamos indiscriminado y a la permisividad de importación de productos que acá se producen a precios muy similares de lo que ingresa la mercadería de afuera. El de medias es el único subsector superavitario y deberían decir para qué vamos a llenar de medias si estos tipos son competitivos, exportan mas de lo que importan. Sin embargo tenemos el mercado cada vez mas plagado de medias importadas. Le llamamos también importaciones indiscriminadas. El 48 por ciento de lo que se importó es mercadería que se fabrica de manera satisfactoria acá. No es que entraron tejidos o hilados que acá no se producen.  No hay un cuidado del sector, hay un olvido.
-¿Qué pasa con el consumo de estas prendas o hilados?
-El consumo de prendas cayó un 20% en 2016. Y la producción de textiles fue de un 25%. La tendencia es que se avecina es la misma. La caída principal del sector es por la abrupta caída del mercado interno, por la pérdida de poder adquisitivo del trabajador, tarifazo, pérdida de capacidad de compra. No hay que ser creativo para saber que el que consume textiles no va a poder comprar. El textil vive de lo que vende en la Argentina. Con un mercado deprimido, tenés producción textil deprimida.
-Llama la atención una visión desde el sector empresarial, muy similar a la que sostienen los gremios
-Es atípico. Participé de negociaciones con los sindicatos años atrás con paritarias. Viniendo con esa raíz de empresario hoy te puedo decir que antes de volver a la puja salarial lo que primero tenemos que hacer los trabajadores y empleadores es que realizar una lucha por recuperar el trabajo perdido. Somos muy conscientes de una incipiente consciencia de que se pelea entre los dos juntos.
-La fundación tuvo participación en charlas con distintos sectores productivos que tuvo el Gobierno Nacional? ¿Cuál fue el resultado?
-Estuve presente en varias reuniones que convocó el Gobierno como presidente de la Cámara de Fabricantes de  Medias y los resultados fueron excelentes charlas donde escuchamos la misma preocupación del gobierno sobre lo que nosotros le manifestábamos. Escuchando la voluntad verbal de resolver la cuestión. Pero este Gobierno ya en 15 meses de gestión nos viene mostrando que habla mucho más claro con los hechos que con las palabras. Nos encontramos con un doble discurso. Nos atienden bárbaro, dicen que tenemos razón y hay que mejorar, que no puede que haya despidos, pero los hechos nos demuestran lo contrario. La gran mayoría de las medidas atentan contra el consumo. Y por otra parte atenta contra la vida y supervivencia de las pymes industriales.
-¿Cuál es la perspectiva en el mediano plazo?
-Yo la veo mal. Porque veo al Gobierno sin voluntad de cambiar las cosas. Lo veo repitiendo las mismas palabras y discursos y lo veo tomando las mismas medidas que cuando empezó la gestión. En detrimento de la pequeña y mediana industria textil y manufactureras y contra los trabajadores que son los que consumen. Me alarma mucho que le Gobierno centre demasiada energía en la primarización de la economía. En el campo. Realmente debo decir que gozan de una suerte que nosotros los industriales manufactureros no tenemos.  
-¿Cómo ve la situación de Guilford en Comodoro, firma socia de la Fundación Protejer?
-El caso de Guliford no lo sigo de cerca. En su momento hizo una inversión muy importante luego creo que hubo cuestiones que trascendieron la coyuntura económica y termina sufriendo las generales de la ley. Sé que hubo cuestiones que trascendieron la coyuntura económica. Está sufriendo la caída de la demanda del mercado interno.
-Das Neves fue muy crítico de la maniobra empresarial
-Ahí desconozco. Valoro la actitud del gobernador de defender los puestos de trabajo de su provincia. En ese sentido Das Neves tiene una actitud de cuidado del sector textil y los manufactureros y eso lo reivindico.
-El gobernador ha tenido reuniones en Buenos Aires por el sector. ¿Existen repercusiones allá, en Buenos Aires?
-El secretario de la comisión de Industria del Senado es un chubutense, Alfredo Luenzo. El tiene un rol muy activo en la defensa y la representación de todas las pymes, no solo textiles. Reivindico su tarea, es una tarea brillante, está luchando prácticamente junto al “Vasco” De Mendiguren y algunos parlamentarios del FpV. Parecen quijotes en contra de molinos de viento porque el clima adverso a la producción y a la industria es muy preocupante. El textil es uno de los sectores que más empleabilidad le ofrece a la sociedad. Por eso digo que es preocupante. Nos han vendido un discurso de modernidad y sin embargo es todo lo contrario.
-En el polo textil de Trelew se vienen sufriendo las diferencias por distancias, logística y competitividad con Buenos Aires. ¿Qué solución hay para eso?
-Hay cuestiones de competitividad del gobierno, que apela a la competitividad de las empresas. El mayor problema de las textiles no es el rendimiento de los empresarios u obreros, sino la competitividad sistémica. El costo de la logística, falta de infraestructura, el altísimo costo impositivo y la competencia desleal de países del sudeste asiático con trabajo esclavo. El problema de las empresas de Chubut es por costo de logística, con la competitividad sistémica que no depende de Guilford o Sedamil, sino de decisiones y políticas estatales para que el transporte de más mercaderías manufacturadas no sea uno de los más caros del mundo. El problema de que A Guilford o Sedamil le cueste una fortuna trasladar su mercadería a Buenos Aires no es un problema de ser ineficiente, sino que el Estado no creó la infraestructura para bajar el costo logístico. Además este es uno de los gobiernos con más cargas sobre los empresarios.
-¿Y qué pasa con los precios en las prendas, hilados?
-Voy a poner un ejemplo. La composición del precio de una remera en un shopping de un local comercial. En ese esquema el 20% del precio es impuestos, el 15% a los comerciales, el otro 15% a costos financieros, otro tanto a los alquileres, sectores que no están regulados y solamente el 20% de ese costo tiene que ver con el costo productivo de fabricar una remera. De qué problema empresario textil me van a hablar a la hora de decirme que los precios de la ropa son caros. #

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08 ABR 2017 - 20:32

Por Federico Sánchez / @federicosn

Uno de los sectores más golpeados por la recesión económica que se arrastra hace más de un año es el sector textil. Cerca del 80% de lo que se produce se vuelca en el mercado interno, que hoy sigue deprimido, en medio de pérdida del poder adquisitivo y paritarias que todavía no han cerrado.
El consumo de prendas cayó 25% el año pasado y este año se espera una merma similar. A ello se le suma el problema de las importaciones. Aquellas que denominan “indiscriminadas”, porque atentan contra productos que se producen y se consiguen dentro del país.
En una extendida entrevista, el Económico habló con Damián Regalini, integrante de la Fundación Protejer y presidente de la Cámara de Fabricantes de Medias. Una entidad nacional que agrupa a cerca de 40 pymes.  Regalini cuestionó la política contra el sector, y reflejó datos de lo que está ocurriendo: el 48 por ciento de las importaciones que ingresan al país en lo que hace a la actividad, son prendas o hilados que ya se producen en el país.
Además, el empresario se refirió a la situación del polo textil de Trelew y a las gestiones del gobernador Mario Das Neves para evitar que se produzcan despidos.
-¿Cuál es la realidad hoy del sector?
-La principal variable fue la caída del consumo interno que estuvo en 25% el año pasado. Y este año parece que repite tendencia. Segundo punto de alarma está el tema de las importaciones. Entran de manera indiscriminada, sobre todo en algunos rubros. Indiscriminado porque si consideramos que se importó un 7% más que 2016 en 2017, es engañoso. De ese 7%, se importó un 48% más de prendas que se fabrican en el país, estamos en problemas. No es que se importó un 6% más de poliéster o microfibras de poliéster que acá no se fabrica de forma satisfactoria. La preocupación que tenemos es que se están importando muchos productos que en Argentina se producen y de manera satisfactoria. El promedio de la cadena da 6% más de importaciones. Pero en la punta de la cadena de valor, en las prendas terminadas, tenes picos de 40% de incremento de importación. Picos de 300% en importaciones de medias. Los que producen prendas terminadas tienen una invasión terrible.
-¿Cuáles son los  números rubro por rubro que se conocen hasta hoy?
-En enero y febrero las medias se incrementaron un 370% más respecto a enero y febrero de 2016. El caso de las medias entre los cinco primeros importadores tenemos 2 o 3 empresas que tienen menos de 10 empleados, que se dedican a todo menos a lo textil. Son importadores de pilas, de bazar. Eso es grave. Le llamamos indiscriminado y a la permisividad de importación de productos que acá se producen a precios muy similares de lo que ingresa la mercadería de afuera. El de medias es el único subsector superavitario y deberían decir para qué vamos a llenar de medias si estos tipos son competitivos, exportan mas de lo que importan. Sin embargo tenemos el mercado cada vez mas plagado de medias importadas. Le llamamos también importaciones indiscriminadas. El 48 por ciento de lo que se importó es mercadería que se fabrica de manera satisfactoria acá. No es que entraron tejidos o hilados que acá no se producen.  No hay un cuidado del sector, hay un olvido.
-¿Qué pasa con el consumo de estas prendas o hilados?
-El consumo de prendas cayó un 20% en 2016. Y la producción de textiles fue de un 25%. La tendencia es que se avecina es la misma. La caída principal del sector es por la abrupta caída del mercado interno, por la pérdida de poder adquisitivo del trabajador, tarifazo, pérdida de capacidad de compra. No hay que ser creativo para saber que el que consume textiles no va a poder comprar. El textil vive de lo que vende en la Argentina. Con un mercado deprimido, tenés producción textil deprimida.
-Llama la atención una visión desde el sector empresarial, muy similar a la que sostienen los gremios
-Es atípico. Participé de negociaciones con los sindicatos años atrás con paritarias. Viniendo con esa raíz de empresario hoy te puedo decir que antes de volver a la puja salarial lo que primero tenemos que hacer los trabajadores y empleadores es que realizar una lucha por recuperar el trabajo perdido. Somos muy conscientes de una incipiente consciencia de que se pelea entre los dos juntos.
-La fundación tuvo participación en charlas con distintos sectores productivos que tuvo el Gobierno Nacional? ¿Cuál fue el resultado?
-Estuve presente en varias reuniones que convocó el Gobierno como presidente de la Cámara de Fabricantes de  Medias y los resultados fueron excelentes charlas donde escuchamos la misma preocupación del gobierno sobre lo que nosotros le manifestábamos. Escuchando la voluntad verbal de resolver la cuestión. Pero este Gobierno ya en 15 meses de gestión nos viene mostrando que habla mucho más claro con los hechos que con las palabras. Nos encontramos con un doble discurso. Nos atienden bárbaro, dicen que tenemos razón y hay que mejorar, que no puede que haya despidos, pero los hechos nos demuestran lo contrario. La gran mayoría de las medidas atentan contra el consumo. Y por otra parte atenta contra la vida y supervivencia de las pymes industriales.
-¿Cuál es la perspectiva en el mediano plazo?
-Yo la veo mal. Porque veo al Gobierno sin voluntad de cambiar las cosas. Lo veo repitiendo las mismas palabras y discursos y lo veo tomando las mismas medidas que cuando empezó la gestión. En detrimento de la pequeña y mediana industria textil y manufactureras y contra los trabajadores que son los que consumen. Me alarma mucho que le Gobierno centre demasiada energía en la primarización de la economía. En el campo. Realmente debo decir que gozan de una suerte que nosotros los industriales manufactureros no tenemos.  
-¿Cómo ve la situación de Guilford en Comodoro, firma socia de la Fundación Protejer?
-El caso de Guliford no lo sigo de cerca. En su momento hizo una inversión muy importante luego creo que hubo cuestiones que trascendieron la coyuntura económica y termina sufriendo las generales de la ley. Sé que hubo cuestiones que trascendieron la coyuntura económica. Está sufriendo la caída de la demanda del mercado interno.
-Das Neves fue muy crítico de la maniobra empresarial
-Ahí desconozco. Valoro la actitud del gobernador de defender los puestos de trabajo de su provincia. En ese sentido Das Neves tiene una actitud de cuidado del sector textil y los manufactureros y eso lo reivindico.
-El gobernador ha tenido reuniones en Buenos Aires por el sector. ¿Existen repercusiones allá, en Buenos Aires?
-El secretario de la comisión de Industria del Senado es un chubutense, Alfredo Luenzo. El tiene un rol muy activo en la defensa y la representación de todas las pymes, no solo textiles. Reivindico su tarea, es una tarea brillante, está luchando prácticamente junto al “Vasco” De Mendiguren y algunos parlamentarios del FpV. Parecen quijotes en contra de molinos de viento porque el clima adverso a la producción y a la industria es muy preocupante. El textil es uno de los sectores que más empleabilidad le ofrece a la sociedad. Por eso digo que es preocupante. Nos han vendido un discurso de modernidad y sin embargo es todo lo contrario.
-En el polo textil de Trelew se vienen sufriendo las diferencias por distancias, logística y competitividad con Buenos Aires. ¿Qué solución hay para eso?
-Hay cuestiones de competitividad del gobierno, que apela a la competitividad de las empresas. El mayor problema de las textiles no es el rendimiento de los empresarios u obreros, sino la competitividad sistémica. El costo de la logística, falta de infraestructura, el altísimo costo impositivo y la competencia desleal de países del sudeste asiático con trabajo esclavo. El problema de las empresas de Chubut es por costo de logística, con la competitividad sistémica que no depende de Guilford o Sedamil, sino de decisiones y políticas estatales para que el transporte de más mercaderías manufacturadas no sea uno de los más caros del mundo. El problema de que A Guilford o Sedamil le cueste una fortuna trasladar su mercadería a Buenos Aires no es un problema de ser ineficiente, sino que el Estado no creó la infraestructura para bajar el costo logístico. Además este es uno de los gobiernos con más cargas sobre los empresarios.
-¿Y qué pasa con los precios en las prendas, hilados?
-Voy a poner un ejemplo. La composición del precio de una remera en un shopping de un local comercial. En ese esquema el 20% del precio es impuestos, el 15% a los comerciales, el otro 15% a costos financieros, otro tanto a los alquileres, sectores que no están regulados y solamente el 20% de ese costo tiene que ver con el costo productivo de fabricar una remera. De qué problema empresario textil me van a hablar a la hora de decirme que los precios de la ropa son caros. #


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