Kidd: “Si tuviésemos más donantes podríamos dar esperanza de vida a mucha más gente”

El referente en Chubut del INCUCAI destacó el apoyo familiar del donante y el pleno acompañamiento en todo el proceso en la última ablación. A pesar del mal tiempo que generó complicaciones, el procedimiento fue exitoso. Sugirió que si así lo deseen, se manifeste la voluntad de ser donantes.

09 ABR 2017 - 20:52 | Actualizado

Por Lorena Leeming

En Trelew, una vez más una familia dijo que sí. Donó los órganos de un familiar. La más difícil de las decisiones en el peor momento volvió a salvar vidas. La ablación que conmocionó la ciudad el mes pasado fue exitosa. El mal clima no permitió que llegaran profesionales de Buenos Aires. El operativo se realizó con el mismo profesionalismo con médicos locales.
“Teniendo más donantes sería una práctica rutinaria y podríamos dar esperanza de vida a mucha más gente”, resumió el referente en Chubut del INCUCAI Sebastián Kidd. Lograron que los riñones y las válvulas del corazón de un joven, sean trasplantados a personas en lista de espera.
El 30 de marzo un joven falleció en el Hospital de Trelew víctima de un hecho de sangre. Ingresó al nosocomio grave.
Su estado irreversible fue diagnosticado pocas horas después. La Coordinación Provincial del INCUCAI en Trelew a cargo de Sebastián Kidd se respetó a rajatabla el protocolo indicado y la familia del donante manifestó haber estado contenida desde que se inició el operativo hasta que terminó la ablación. Kidd, aclaró desde el primer momento que el equipo médico reservaría la identidad del donante y los receptores. Es potestad de la familia revelar esa información.  
En una entrevista con Jornada, el coordinador en Chubut del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante aseguró que la experiencia con la familia del donante fue “muy buena”. Dijo que el apoyo partió de ellos. Desde el primer momento. Desde que el neurocirujano advirtió que existía un daño estructural a nivel cerebro irreversible que iba a llevar al joven a la muerte encefálica.
“El neurocirujano fue el primero que lo sospechó. Dejó la puerta abierta para que vayan pensando en la posible donación de órganos porque lamentablemente había a haber ningún tratamiento para revertir”.
Kidd consignó que parte de la familia expresó su deseo de sacar enseguida “algo positivo” de todo lo que les había pasado. “Ya el abuelo, por lo que me comentaron fue quien dijo que sí. Parte de la familia también dijo que sí. Cuando fuimos con el diagnostico de muerte encefálica avalado por el médico me encontré con la situación que la familia estaba dispuesta a donar. Nos ayudó mucho en la entrevista”.
El profesional procedió entonces, a explicarles en qué consistía la donación y cómo se llevaría a cabo el operativo. En este caso, anormal por las inclemencias del tiempo. Las lluvias y la inoperatividad del aeropuerto complicaron todo. Tal es así que no permitió que los médicos de Buenos Aires que habitualmente llegan para estos casos aterrizaran y debieron los profesionales locales, hacerse cargo de todo lo que debía hacerse.
“Les explicamos que teníamos que esperar para hacer la ablación y entregarles el cuerpo. Estuvieron calmados. Supieron esperar. Las cuestiones climáticas atrasaron tiempos”.
Aseguró Kidd que “por no poder llegar los equipos desde Buenos Aires, hicimos todo con cirujanos locales. La provincia nos ayudó para distribuir órganos y enviarlos. La familia comprendió todo. Son situaciones difíciles. Pero entendieron todo en todo momento. Tenían las ansiedades propias de la situación  pero no hubo complicaciones. Tuvimos siempre la psicóloga de la terapia en contacto con ellos”, apuntó.
El médico consignó que de toda la situación dolorosa atravesada, se logró una gran parte positiva que fue la ablación. “Sacamos los riñones con los uréteres y como tejido las válvulas cardíacas: el corazón en bloque. Se envía el corazón para que se procese, se saquen las válvulas y se coloque en la persona que se necesite”.
Equipo médico

Se refirió al equipo médico de Trelew. “Tenemos gente muy capacitada. Muchas veces al venir equipos de Buenos Aires para ablacionar hígados, páncreas y corazón intervienen ellos en todo el acto pero acá fue todo local. Con cirujanos de acá. A las 5 de la mañana nos juntamos: el anestesista, los técnicos, los instrumentadores para que se lleve a cabo. Todos  teniendo un fin común: que salga bien. Plantamos una semilla para seguir haciendo cosas locales sabiendo que se puede. Que la gente está formada”.
“Más donantes”

A modo de reflexión luego de la satisfacción por la tarea realizada, Kidd deslizó: “Nos falta tener más donantes. Teniendo más donantes sería una practica rutinaria y dar esperanza de vida a mucha más gente”.
Admitió que hubo contratiempos debido al mal tiempo reinante en los últimos días. “Esperamos que el equipo llegue un día y tuvimos retrasos por el tiempo. Mantuvimos los órganos en el tiempo. Pero se deterioran, sobre todo el corazón, el páncreas y los pulmones. Fue lo que nos tocó por cuestiones climáticas. Pero hicimos lo mejor que pudimos”.
Hablarlo en familia

Para finalizar, emitió un mensaje respecto a la donación de órganos. Sugirió hablar entre familiares sobre la voluntad de ser donantes. “Es mucho más fácil para nosotros si en vida todos decimos que si y lo dejamos expresado en el INCUCAI  o en el documento. De esa forma, tenemos una herramienta para hablar con la familia y explicarle que era la decisión de vida de la persona. Podemos ser donantes desde los 18 años hasta los 70. No tenemos una edad límite. Es cuestión de decir que sí. Luego los médicos decidimos qué se puede ablacionar y distribuir a la persona que lo necesite”.#

 

Las más leídas

09 ABR 2017 - 20:52

Por Lorena Leeming

En Trelew, una vez más una familia dijo que sí. Donó los órganos de un familiar. La más difícil de las decisiones en el peor momento volvió a salvar vidas. La ablación que conmocionó la ciudad el mes pasado fue exitosa. El mal clima no permitió que llegaran profesionales de Buenos Aires. El operativo se realizó con el mismo profesionalismo con médicos locales.
“Teniendo más donantes sería una práctica rutinaria y podríamos dar esperanza de vida a mucha más gente”, resumió el referente en Chubut del INCUCAI Sebastián Kidd. Lograron que los riñones y las válvulas del corazón de un joven, sean trasplantados a personas en lista de espera.
El 30 de marzo un joven falleció en el Hospital de Trelew víctima de un hecho de sangre. Ingresó al nosocomio grave.
Su estado irreversible fue diagnosticado pocas horas después. La Coordinación Provincial del INCUCAI en Trelew a cargo de Sebastián Kidd se respetó a rajatabla el protocolo indicado y la familia del donante manifestó haber estado contenida desde que se inició el operativo hasta que terminó la ablación. Kidd, aclaró desde el primer momento que el equipo médico reservaría la identidad del donante y los receptores. Es potestad de la familia revelar esa información.  
En una entrevista con Jornada, el coordinador en Chubut del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante aseguró que la experiencia con la familia del donante fue “muy buena”. Dijo que el apoyo partió de ellos. Desde el primer momento. Desde que el neurocirujano advirtió que existía un daño estructural a nivel cerebro irreversible que iba a llevar al joven a la muerte encefálica.
“El neurocirujano fue el primero que lo sospechó. Dejó la puerta abierta para que vayan pensando en la posible donación de órganos porque lamentablemente había a haber ningún tratamiento para revertir”.
Kidd consignó que parte de la familia expresó su deseo de sacar enseguida “algo positivo” de todo lo que les había pasado. “Ya el abuelo, por lo que me comentaron fue quien dijo que sí. Parte de la familia también dijo que sí. Cuando fuimos con el diagnostico de muerte encefálica avalado por el médico me encontré con la situación que la familia estaba dispuesta a donar. Nos ayudó mucho en la entrevista”.
El profesional procedió entonces, a explicarles en qué consistía la donación y cómo se llevaría a cabo el operativo. En este caso, anormal por las inclemencias del tiempo. Las lluvias y la inoperatividad del aeropuerto complicaron todo. Tal es así que no permitió que los médicos de Buenos Aires que habitualmente llegan para estos casos aterrizaran y debieron los profesionales locales, hacerse cargo de todo lo que debía hacerse.
“Les explicamos que teníamos que esperar para hacer la ablación y entregarles el cuerpo. Estuvieron calmados. Supieron esperar. Las cuestiones climáticas atrasaron tiempos”.
Aseguró Kidd que “por no poder llegar los equipos desde Buenos Aires, hicimos todo con cirujanos locales. La provincia nos ayudó para distribuir órganos y enviarlos. La familia comprendió todo. Son situaciones difíciles. Pero entendieron todo en todo momento. Tenían las ansiedades propias de la situación  pero no hubo complicaciones. Tuvimos siempre la psicóloga de la terapia en contacto con ellos”, apuntó.
El médico consignó que de toda la situación dolorosa atravesada, se logró una gran parte positiva que fue la ablación. “Sacamos los riñones con los uréteres y como tejido las válvulas cardíacas: el corazón en bloque. Se envía el corazón para que se procese, se saquen las válvulas y se coloque en la persona que se necesite”.
Equipo médico

Se refirió al equipo médico de Trelew. “Tenemos gente muy capacitada. Muchas veces al venir equipos de Buenos Aires para ablacionar hígados, páncreas y corazón intervienen ellos en todo el acto pero acá fue todo local. Con cirujanos de acá. A las 5 de la mañana nos juntamos: el anestesista, los técnicos, los instrumentadores para que se lleve a cabo. Todos  teniendo un fin común: que salga bien. Plantamos una semilla para seguir haciendo cosas locales sabiendo que se puede. Que la gente está formada”.
“Más donantes”

A modo de reflexión luego de la satisfacción por la tarea realizada, Kidd deslizó: “Nos falta tener más donantes. Teniendo más donantes sería una practica rutinaria y dar esperanza de vida a mucha más gente”.
Admitió que hubo contratiempos debido al mal tiempo reinante en los últimos días. “Esperamos que el equipo llegue un día y tuvimos retrasos por el tiempo. Mantuvimos los órganos en el tiempo. Pero se deterioran, sobre todo el corazón, el páncreas y los pulmones. Fue lo que nos tocó por cuestiones climáticas. Pero hicimos lo mejor que pudimos”.
Hablarlo en familia

Para finalizar, emitió un mensaje respecto a la donación de órganos. Sugirió hablar entre familiares sobre la voluntad de ser donantes. “Es mucho más fácil para nosotros si en vida todos decimos que si y lo dejamos expresado en el INCUCAI  o en el documento. De esa forma, tenemos una herramienta para hablar con la familia y explicarle que era la decisión de vida de la persona. Podemos ser donantes desde los 18 años hasta los 70. No tenemos una edad límite. Es cuestión de decir que sí. Luego los médicos decidimos qué se puede ablacionar y distribuir a la persona que lo necesite”.#

 


NOTICIAS RELACIONADAS