Editorial / Nadie le pone freno a Nación y Chubut perdería unos $ 1.800 millones por reembolsos

Leé La Columna del Domingo, el análisis de la edición impresa de Jornada.

20 MAY 2017 - 22:19 | Actualizado

El Gobierno nacional está otra vez a punto de salirse con la suya en desmedro de la Patagonia. El esfuerzo y la presión que han venido ejerciendo varios de sus más altos funcionarios en las últimas semanas dio sus frutos: el dictamen de la Bicameral que rechazó del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Mauricio Macri, que el año pasado derogó los reembolsos por puertos patagónicos y que ahora debía ser refrendado por ambas cámaras para que se restituya el beneficio, está frenado en el Congreso.
El miércoles pasado era el turno del Senado, en donde había votos suficientes para lograr el primer rechazo parlamentario al DNU de Macri. Pero, sorpresivamente, el Senado postergó dos semanas su tratamiento para que algunos gobernadores sigan negociando con Nación.
Sin embargo, el propio Mario Das Neves admitió que la demora se debía a que no había en Diputados los votos suficientes para rechazar el decreto. Y si las dos cámaras no lo rechazan, los reembolsos serán un tema terminado. A eso apuesta el Gobierno nacional.
En esta misma edición, el suplemento Economía & Negocios de Jornada abunda en más detalles sobre el tema de los reembolsos, inclusive revelando cuál era (o sigue siendo) el as en la manga del Gobierno nacional si se consiguen los votos suficientes para voltear el decreto presidencial.
 En soledad
 
La sensación que quedó esta semana es que Das Neves quedó muy solo luchando cuerpo a cuerpo con los altos funcionarios nacionales. Mientras el mandatario chubutense levantaba la voz en defensa de los reembolsos y reclamando los 500 millones de pesos que le adeuda la Casa Rosada en concepto de viviendas, su par de Río Negro, Alberto Weretilneck, estaba en China con Macri cerrando una inversión multimillonaria para una planta nuclear. El neuquino Omar Gutiérrez es una lanza de Macri en la Patagonia y, encima, no tiene puertos. La santacruceña Alicia Kirchner no puede ver más allá de las llamas que la rodean. Y la fueguina Rosana Bertone le debe desde el año pasado a Nación un salvataje económico que ahora deberá pagar con creces.
En este contexto, Das Neves se reunió con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y luego con el de Hacienda, Nicolás Dujovne, sin que pudiera salir nada concreto más que palabras. Volvió con promesas y también con los ánimos más calmados. Los bríos por los reembolsos, por ahora, quedaron para otra ocasión. Y ahora se habla de reconvertir ese dinero que se reembolsaba por exportaciones petroleras e iba a parar a manos de las operadoras, en un “fondo anticíclico” para asistir trabajadores en tiempos de crisis. De los reembolsos del resto de los sectores ya no se habla casi nada.
 Impacto local
 
Cuesta creer el empeño que el Gobierno nacional le ha puesto a la eliminación de los reembolsos por puertos patagónicos. Sobre todo, si se tiene en cuenta que, números más números menos, no representaban una gran sangría tributaria para las cuentas nacionales: apenas uno 400 millones de dólares que se reembolsaban los exportadores de petróleo, pesca, lana y aluminio, principalmente. Un vuelto en comparación con otros beneficios fiscales que el Gobierno de Cambiemos no eliminó. O peor aún, comparados con beneficios fiscales otorgados por Macri vía eliminación de retenciones a los exportadores de soja o al sector minero.
Del total de reembolsos pagados por Nación el año pasado, alrededor del 40% correspondió a exportaciones realizadas desde puertos chubutenses: es decir, 163 millones de dólares a noviembre de 2016, según datos oficiales de la Subsecretaría de Industria de Chubut.
De este total, unos 55 millones de dólares fueron reembolsos por exportaciones del sector pesquero; algo más de 51 millones de dólares por exportaciones petroleras; 41 millones de dólares por el aluminio; y unos 15 millones de dólares del sector lanero.
Traducido en pesos, esos 163 millones de dólares equivalen a unos 2.600 millones. Si, como dice Nación, estaría dispuesto a mantener el valor de los reembolsos petroleros para convertirlos en un “fondo anticíclico” (unos 800 millones de pesos), el impacto de la pérdida de los reembolsos por puertos en Chubut se podría dimensionar en unos 1.800 millones de pesos a valores del año pasado.
Se trata de dinero que dejarán de recibir las exportadoras, que ante la desaparición del beneficio ya comenzaron a disminuir el nivel de empleo, reducirán o frenarán inversiones o, el peor escenario, elegirán llevar sus productos exportables a puertos que antes no evaluaban, como Bahía Blanca, el gran ganador de esta puja.
Los casos del sector petrolero y del aluminio son los más críticos, ya que no cuentan ni siquiera con los reintegros que el Gobierno Nacional decidió aumentarles a otros sectores.
En el caso de la lana, por ejemplo, el efecto de los reembolsos fue evidente en cuanto a la participación que ganó la región en el mercado exportador. Según el informe de la Subsecretaría de Industria de Chubut, el año pasado se cuadruplicaron las exportaciones de este producto o sus derivados por puertos patagónicos. Se pasó de poco más de 4 mil toneladas exportadas de lana a 16 mil toneladas, gran parte de lo cual fue absorbido por el puerto de Madryn.
La pérdida de los reembolsos refleja en el espejo una imagen que trae muy malos recuerdos, sobre todo en la zona del Valle: la eliminación de los beneficios tributarios que tenía el Parque Industrial de Trelew, que a finales los ’80 y principios de los 90 causó una fuga de industriales hacia San Luis, La Rioja y Buenos Aires, convirtiendo a la zona fabril valletana en un pueblo fantasma que nunca más se pudo recuperar.
Tener un poco de memoria nunca viene mal.#

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20 MAY 2017 - 22:19

El Gobierno nacional está otra vez a punto de salirse con la suya en desmedro de la Patagonia. El esfuerzo y la presión que han venido ejerciendo varios de sus más altos funcionarios en las últimas semanas dio sus frutos: el dictamen de la Bicameral que rechazó del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del presidente Mauricio Macri, que el año pasado derogó los reembolsos por puertos patagónicos y que ahora debía ser refrendado por ambas cámaras para que se restituya el beneficio, está frenado en el Congreso.
El miércoles pasado era el turno del Senado, en donde había votos suficientes para lograr el primer rechazo parlamentario al DNU de Macri. Pero, sorpresivamente, el Senado postergó dos semanas su tratamiento para que algunos gobernadores sigan negociando con Nación.
Sin embargo, el propio Mario Das Neves admitió que la demora se debía a que no había en Diputados los votos suficientes para rechazar el decreto. Y si las dos cámaras no lo rechazan, los reembolsos serán un tema terminado. A eso apuesta el Gobierno nacional.
En esta misma edición, el suplemento Economía & Negocios de Jornada abunda en más detalles sobre el tema de los reembolsos, inclusive revelando cuál era (o sigue siendo) el as en la manga del Gobierno nacional si se consiguen los votos suficientes para voltear el decreto presidencial.
 En soledad
 
La sensación que quedó esta semana es que Das Neves quedó muy solo luchando cuerpo a cuerpo con los altos funcionarios nacionales. Mientras el mandatario chubutense levantaba la voz en defensa de los reembolsos y reclamando los 500 millones de pesos que le adeuda la Casa Rosada en concepto de viviendas, su par de Río Negro, Alberto Weretilneck, estaba en China con Macri cerrando una inversión multimillonaria para una planta nuclear. El neuquino Omar Gutiérrez es una lanza de Macri en la Patagonia y, encima, no tiene puertos. La santacruceña Alicia Kirchner no puede ver más allá de las llamas que la rodean. Y la fueguina Rosana Bertone le debe desde el año pasado a Nación un salvataje económico que ahora deberá pagar con creces.
En este contexto, Das Neves se reunió con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y luego con el de Hacienda, Nicolás Dujovne, sin que pudiera salir nada concreto más que palabras. Volvió con promesas y también con los ánimos más calmados. Los bríos por los reembolsos, por ahora, quedaron para otra ocasión. Y ahora se habla de reconvertir ese dinero que se reembolsaba por exportaciones petroleras e iba a parar a manos de las operadoras, en un “fondo anticíclico” para asistir trabajadores en tiempos de crisis. De los reembolsos del resto de los sectores ya no se habla casi nada.
 Impacto local
 
Cuesta creer el empeño que el Gobierno nacional le ha puesto a la eliminación de los reembolsos por puertos patagónicos. Sobre todo, si se tiene en cuenta que, números más números menos, no representaban una gran sangría tributaria para las cuentas nacionales: apenas uno 400 millones de dólares que se reembolsaban los exportadores de petróleo, pesca, lana y aluminio, principalmente. Un vuelto en comparación con otros beneficios fiscales que el Gobierno de Cambiemos no eliminó. O peor aún, comparados con beneficios fiscales otorgados por Macri vía eliminación de retenciones a los exportadores de soja o al sector minero.
Del total de reembolsos pagados por Nación el año pasado, alrededor del 40% correspondió a exportaciones realizadas desde puertos chubutenses: es decir, 163 millones de dólares a noviembre de 2016, según datos oficiales de la Subsecretaría de Industria de Chubut.
De este total, unos 55 millones de dólares fueron reembolsos por exportaciones del sector pesquero; algo más de 51 millones de dólares por exportaciones petroleras; 41 millones de dólares por el aluminio; y unos 15 millones de dólares del sector lanero.
Traducido en pesos, esos 163 millones de dólares equivalen a unos 2.600 millones. Si, como dice Nación, estaría dispuesto a mantener el valor de los reembolsos petroleros para convertirlos en un “fondo anticíclico” (unos 800 millones de pesos), el impacto de la pérdida de los reembolsos por puertos en Chubut se podría dimensionar en unos 1.800 millones de pesos a valores del año pasado.
Se trata de dinero que dejarán de recibir las exportadoras, que ante la desaparición del beneficio ya comenzaron a disminuir el nivel de empleo, reducirán o frenarán inversiones o, el peor escenario, elegirán llevar sus productos exportables a puertos que antes no evaluaban, como Bahía Blanca, el gran ganador de esta puja.
Los casos del sector petrolero y del aluminio son los más críticos, ya que no cuentan ni siquiera con los reintegros que el Gobierno Nacional decidió aumentarles a otros sectores.
En el caso de la lana, por ejemplo, el efecto de los reembolsos fue evidente en cuanto a la participación que ganó la región en el mercado exportador. Según el informe de la Subsecretaría de Industria de Chubut, el año pasado se cuadruplicaron las exportaciones de este producto o sus derivados por puertos patagónicos. Se pasó de poco más de 4 mil toneladas exportadas de lana a 16 mil toneladas, gran parte de lo cual fue absorbido por el puerto de Madryn.
La pérdida de los reembolsos refleja en el espejo una imagen que trae muy malos recuerdos, sobre todo en la zona del Valle: la eliminación de los beneficios tributarios que tenía el Parque Industrial de Trelew, que a finales los ’80 y principios de los 90 causó una fuga de industriales hacia San Luis, La Rioja y Buenos Aires, convirtiendo a la zona fabril valletana en un pueblo fantasma que nunca más se pudo recuperar.
Tener un poco de memoria nunca viene mal.#


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