Comodoro: después de la polémica, Celeste Campillay volvió al colegio

Luego de la enorme repercusión que tuvo su caso, la alumna abanderada del Colegio Cervantes, a quien no se le permitió asistir a la escuela debido a que su familia no había abonado las cuotas adeudadas, finalmente tuvo un desenlace positivo.

La protagonista. Celeste Campillay asiste al turno noche del Colegio Cervantes de Comodoro Rivadavia.
04 AGO 2017 - 21:44 | Actualizado

Luego  de la enorme repercusión que tuvo  el caso de Celeste Campillay, la alumna abanderada del Colegio Cervantes de la ciudad de Comodoro Rivadavia, a quien no se le permitió asistir a la escuela debido a que su familia no había abonado las cuotas adeudadas, finalmente tuvo  un desenlace positivo.
Ayer por  la mañana, Gloria Smith en diálogo  con FM Tiempo de Trelew, comentó que “en la tarde de ayer (por el jueves) el colegio aceptó el pago de la deuda, así que Celeste volvió al Colegio”.
Según lo relatado por la madre de la joven, la situación que se planteó estuvo viciada de mala voluntad y actitudes reñidas con las buenas maneras, principalmente en la comunicación desde la institución para con la familia de la joven.
Gloria Smith afirmó que antes de volver del receso invernal, “ellos nunca nos llamaron para decirnos que Celeste no podía entrar al Colegio. Nosotros estábamos haciendo una rifa para poder pagar la cuota y no habíamos podido vender los números. Sí que no  teníamos el dinero para afrontar la deuda que se había acumulado.
Desde que pasó  esto  del temporal  a todos se nos hizo muy difícil. No habíamos podido pagar y se nos había acumulado una deuda. La cuota es de 5.000 y se habían acumulado 30 mil”, comentó Smith.
La madre de Celeste Campillay pidió mantener en el anonimato a quienes aportaron para pagar, no sólo lo adeudado sino también el resto de la matrícula del año escolar.
 “Cuando salió todo esto, que se hizo  pública la situación de Celeste, unos empresarios se ofrecieron a pagar lo que se adeudaba. Hubo  gente de Comodoro, de Trelew, y de EE.UU. que se ofrecieron y que ayudaron”, comentó Smith. Celeste Campillay asiste al turno noche del Colegio Cervantes de Comodoro Rivadavia. Debido  a su enfermedad (sufre de epilepsia) perdió dos años de escolaridad, así que debió  incorporarse al turno  nocturno  para finalizar sus estudios secundarios.
La familia de Celeste había perdido todo como consecuencia del temporal que afectó a la ciudad a fines de marzo. Las dificultades económicas hicieron que no pudieran pagar la cuota en la escuela y a raíz de la deuda, se le había prohibido el ingreso a la joven que se destaca por su compañerismo y nivel educativo.
La historia

“Esta es una escuela privada, si no la puede pagar, le doy el pase a una escuela de la provincia”. Esas fueron las últimas palabras que escuchó Gloria Smith de parte de Lucy Corchuelo, la directora del colegio Cervantes, una institución privada a la que asiste su hija en la ciudad de Comodoro Rivadavia.
Celeste Campillay, de 19 años, es la abanderada y uno de los mejores promedios de su clase. Pero el lunes pasado, al llegar al establecimiento educativo para reiniciar el ciclo lectivo en su último año de secundario, le negaron el ingreso porque su familia no pudo afrontar el pago de las cuotas.
Es que los padres de Celeste arrastran una deuda que se le generó cuando la casa en la que viven, en el barrio Juan XXIII, fue afectada por un temporal en abril de este año.
Celeste, su mamá, su hermana y otros familiares debieron abandonar la vivienda producto de la inundación, ya que ingresaron más de 90 centímetros de agua y barro, y el vehículo de su madre quedó totalmente sumergido.
Con la economía familiar destrozada, hubo que darle prioridad a los gastos más urgentes. Suspendieron momentáneamente el pago de las cuotas. Celeste pensó que en las vacaciones de invierno las autoridades iban a rever su decisión, pero eso no ocurrió. Al llegar al colegio, el preceptor le avisó que una de las directoras lo había notificado de que no la iban a dejar entrar.
El caso llegó a los medios locales y enseguida tomó trascendencia a nivel nacional.#

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La protagonista. Celeste Campillay asiste al turno noche del Colegio Cervantes de Comodoro Rivadavia.
04 AGO 2017 - 21:44

Luego  de la enorme repercusión que tuvo  el caso de Celeste Campillay, la alumna abanderada del Colegio Cervantes de la ciudad de Comodoro Rivadavia, a quien no se le permitió asistir a la escuela debido a que su familia no había abonado las cuotas adeudadas, finalmente tuvo  un desenlace positivo.
Ayer por  la mañana, Gloria Smith en diálogo  con FM Tiempo de Trelew, comentó que “en la tarde de ayer (por el jueves) el colegio aceptó el pago de la deuda, así que Celeste volvió al Colegio”.
Según lo relatado por la madre de la joven, la situación que se planteó estuvo viciada de mala voluntad y actitudes reñidas con las buenas maneras, principalmente en la comunicación desde la institución para con la familia de la joven.
Gloria Smith afirmó que antes de volver del receso invernal, “ellos nunca nos llamaron para decirnos que Celeste no podía entrar al Colegio. Nosotros estábamos haciendo una rifa para poder pagar la cuota y no habíamos podido vender los números. Sí que no  teníamos el dinero para afrontar la deuda que se había acumulado.
Desde que pasó  esto  del temporal  a todos se nos hizo muy difícil. No habíamos podido pagar y se nos había acumulado una deuda. La cuota es de 5.000 y se habían acumulado 30 mil”, comentó Smith.
La madre de Celeste Campillay pidió mantener en el anonimato a quienes aportaron para pagar, no sólo lo adeudado sino también el resto de la matrícula del año escolar.
 “Cuando salió todo esto, que se hizo  pública la situación de Celeste, unos empresarios se ofrecieron a pagar lo que se adeudaba. Hubo  gente de Comodoro, de Trelew, y de EE.UU. que se ofrecieron y que ayudaron”, comentó Smith. Celeste Campillay asiste al turno noche del Colegio Cervantes de Comodoro Rivadavia. Debido  a su enfermedad (sufre de epilepsia) perdió dos años de escolaridad, así que debió  incorporarse al turno  nocturno  para finalizar sus estudios secundarios.
La familia de Celeste había perdido todo como consecuencia del temporal que afectó a la ciudad a fines de marzo. Las dificultades económicas hicieron que no pudieran pagar la cuota en la escuela y a raíz de la deuda, se le había prohibido el ingreso a la joven que se destaca por su compañerismo y nivel educativo.
La historia

“Esta es una escuela privada, si no la puede pagar, le doy el pase a una escuela de la provincia”. Esas fueron las últimas palabras que escuchó Gloria Smith de parte de Lucy Corchuelo, la directora del colegio Cervantes, una institución privada a la que asiste su hija en la ciudad de Comodoro Rivadavia.
Celeste Campillay, de 19 años, es la abanderada y uno de los mejores promedios de su clase. Pero el lunes pasado, al llegar al establecimiento educativo para reiniciar el ciclo lectivo en su último año de secundario, le negaron el ingreso porque su familia no pudo afrontar el pago de las cuotas.
Es que los padres de Celeste arrastran una deuda que se le generó cuando la casa en la que viven, en el barrio Juan XXIII, fue afectada por un temporal en abril de este año.
Celeste, su mamá, su hermana y otros familiares debieron abandonar la vivienda producto de la inundación, ya que ingresaron más de 90 centímetros de agua y barro, y el vehículo de su madre quedó totalmente sumergido.
Con la economía familiar destrozada, hubo que darle prioridad a los gastos más urgentes. Suspendieron momentáneamente el pago de las cuotas. Celeste pensó que en las vacaciones de invierno las autoridades iban a rever su decisión, pero eso no ocurrió. Al llegar al colegio, el preceptor le avisó que una de las directoras lo había notificado de que no la iban a dejar entrar.
El caso llegó a los medios locales y enseguida tomó trascendencia a nivel nacional.#


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