La jornada del miércoles en el juicio por el crimen del empresario pesquero Raúl “Cacho” Espinosa, que se desarrolla en Puerto Madryn, sumó este miércoles una nueva declaración explosiva: la de Juan Manuel Espinosa, primo hermano de la víctima, que contó cómo el empresario español Juan Álvarez Cornejo –propietario de la empresa Conarpesa- le dijo una vez que nunca perdonaría una supuesta “traición” de Espinosa, y que no pararía “hasta verlo muerto”. El primer de “Cacho” Espinosa relató que aproximadamente en el año 1995 se lo encontró al dueño de Conarpesa en una financiera, “me acompañó y me invitó a almorzar. Yo no podía aceptar porque tenía que hacer trámites, pero en esas cuadras que caminamos juntos me dijo que había algo que no podía olvidar y era la traición que le había hecho Cacho, y que no iba a parar hasta verlo muerto. Yo le comenté a Cacho”, continuó narrando su primo, “pero él no pensaba que iban a llegar a esa instancia”. <br /><br /> El primo de Espinosa también dijo que “era posible” que existiera una guerra familiar, y al ser consultado si la relación de Espinosa con Carlos Roca y Guillermo Schmidt (ya fallecido) –sus socios en Pesquera San Isidro- era buena, contestó que eran “normales”.<br /><br /> Posteriormente, expuso el padre de un jovenque habría pasado corriendo momentos antes que se cometa el crimen en la puerta de la casa de Espinosa. Manifestó que su hijo, que vivía en la misma cuadra que el empresario, declaró como testigo de identidad reservada durante la instrucción de la causa, cuando el fiscal era el Dr. Nelson Menghini –hoy alejado de la Justicia- y, posteriormente, “cambió su declaración”, aseguró. “Declaró en la parte de atrás de una camioneta ante el fiscalMenghini. Después recibió un correo de Roca donde decía que el fiscal quería que vuelva a declarar. Volvió a declarar y cambió su declaración”, explicó. <br /><br /> El testigo, además, dijo que Menghini “lo acorraló. Mi hijo vio a una persona de pantalón corto, sobre la vereda de la calle donde vivía Espinosa, pero no le vio la cara. Se sentía mal porque había inculpado a Segundo sin causa”, declaró hoy el hombre.<br /><br /> Seguidamente, el dueño del residencial La Posta atestiguóque Remigio Guevara –uno de los imputados-, reservó una habitación para dos o tres personas días antes del 30 de enero de 2003, recordando que uno de esos ocupantes “era corpulento”. También brindó testimonio una mucama del residencial, aunque dijo no recordar nada.<br /><br /> Cerca del mediodía, Cristóbal González, Policía de la Brigada de Investigaciones de Buenos Aires en el año 2003, informó tener conocimiento sobre un presunto “uruguayo” que decía que había matado a Espinosa. “Yo no le creía por la forma que lo contaba, pero decía que fue a Puerto Madryn y le pegó unos tiros. No le creí porque era extraño que una persona cuente eso”, dijo el policía bonaerense, “pero lo contaba porque estaba enojado porque no le pagaban”, agregó. “Era una persona de 48 años, pelo un poco largo, siempre andaba en bermudas, de contextura gruesa y le decían uruguayo”, concluyó el efectivo policial.<br /><br /> Durante la jornada también declararon familiares del imputado Domingo Segundo, todos brevemente, sobre la actuación policial al momentoen quelo arrestaron. <br /><br /> Asimismo, también se presentaron en los tribunales empleados de la firmaConarpesapara explicar sobre la situación laboral de Guevara en la empresa pesquera.<br /><br /> Posteriormente, el empresario Roca, socio de la empresa San Isidro, realizó una extensa exposición ante el Tribunal sobre cuestiones comerciales y también familiares de la vida de Espinosa.<br /><br /> En su amplia declaración se refirió a diversos pasajes de la vida de Espinosa y contó que estando en España, Juan Álvarez Castellano –hijo de Álvarez Cornejo-, a quien le dicen “Juanito”, “le dijo a Espinosa que se cuidara porque su padre lo quería matar”. Al ser consultado respecto a la supuesta “traición de Espinosa”, que fue mencionada por un testigo, Roca explicó que se debía a la desvinculación de Conarpesa y la posterior empresa San Isidro que Espinosa formó junto a ellos. <br /><br /> Asimismo, indicó que en el año 1995 se firmó un acuerdo de desvinculación societaria, fue de mutuo acuerdo por las circunstancias, pero del cual Juan Álvarez nunca estuvo de acuerdo. “Yo creo que Juan Álvarez lo considero una traición”, manifestó. Luego de eso Espinosa forma su empresa y después nos dio participación a mi y a Smith; así nos convertimos en competidores de Conarpesa”.<br /><br /> Roca también explicó sobre la creación de la empresa Puerto Pirámide SRL en España, de la cual él, Schmidt y Espinosa eran socios. También dijo que la familia de Espinosa (Alicia Martínez y sus hijos Máximo, Sebastián y Victoria) le hicieron un juicio a él, donde está “dirigido” a vincularlo con el crimen, pero que es “falso”. Y cargó contra ellos diciendo que “no quieren resolver el caso” y que “antes de ser querellantes abrieron la sucesión”.<br /><br /> Terminó con una cuestión anecdótica sobre la personalidad de Espinosa. “Cacho no demostraba temor, yo lo he visto pelearse en el puerto con hasta cinco estibadores a la vez y no demostraba miedo”, aseguró el empresario.<br /><br /> Cerca de las 14, la sexta jornada del juicio llegó a su fin y tras un cuarto intermedio proseguirá el día jueves, a partir de las 9 de la mañana.<br /><br /> (Fuente: Oficina de Prensa – Fiscalía de Puerto Madryn)<br /><br /> <br /><br />
La jornada del miércoles en el juicio por el crimen del empresario pesquero Raúl “Cacho” Espinosa, que se desarrolla en Puerto Madryn, sumó este miércoles una nueva declaración explosiva: la de Juan Manuel Espinosa, primo hermano de la víctima, que contó cómo el empresario español Juan Álvarez Cornejo –propietario de la empresa Conarpesa- le dijo una vez que nunca perdonaría una supuesta “traición” de Espinosa, y que no pararía “hasta verlo muerto”. El primer de “Cacho” Espinosa relató que aproximadamente en el año 1995 se lo encontró al dueño de Conarpesa en una financiera, “me acompañó y me invitó a almorzar. Yo no podía aceptar porque tenía que hacer trámites, pero en esas cuadras que caminamos juntos me dijo que había algo que no podía olvidar y era la traición que le había hecho Cacho, y que no iba a parar hasta verlo muerto. Yo le comenté a Cacho”, continuó narrando su primo, “pero él no pensaba que iban a llegar a esa instancia”. <br /><br /> El primo de Espinosa también dijo que “era posible” que existiera una guerra familiar, y al ser consultado si la relación de Espinosa con Carlos Roca y Guillermo Schmidt (ya fallecido) –sus socios en Pesquera San Isidro- era buena, contestó que eran “normales”.<br /><br /> Posteriormente, expuso el padre de un jovenque habría pasado corriendo momentos antes que se cometa el crimen en la puerta de la casa de Espinosa. Manifestó que su hijo, que vivía en la misma cuadra que el empresario, declaró como testigo de identidad reservada durante la instrucción de la causa, cuando el fiscal era el Dr. Nelson Menghini –hoy alejado de la Justicia- y, posteriormente, “cambió su declaración”, aseguró. “Declaró en la parte de atrás de una camioneta ante el fiscalMenghini. Después recibió un correo de Roca donde decía que el fiscal quería que vuelva a declarar. Volvió a declarar y cambió su declaración”, explicó. <br /><br /> El testigo, además, dijo que Menghini “lo acorraló. Mi hijo vio a una persona de pantalón corto, sobre la vereda de la calle donde vivía Espinosa, pero no le vio la cara. Se sentía mal porque había inculpado a Segundo sin causa”, declaró hoy el hombre.<br /><br /> Seguidamente, el dueño del residencial La Posta atestiguóque Remigio Guevara –uno de los imputados-, reservó una habitación para dos o tres personas días antes del 30 de enero de 2003, recordando que uno de esos ocupantes “era corpulento”. También brindó testimonio una mucama del residencial, aunque dijo no recordar nada.<br /><br /> Cerca del mediodía, Cristóbal González, Policía de la Brigada de Investigaciones de Buenos Aires en el año 2003, informó tener conocimiento sobre un presunto “uruguayo” que decía que había matado a Espinosa. “Yo no le creía por la forma que lo contaba, pero decía que fue a Puerto Madryn y le pegó unos tiros. No le creí porque era extraño que una persona cuente eso”, dijo el policía bonaerense, “pero lo contaba porque estaba enojado porque no le pagaban”, agregó. “Era una persona de 48 años, pelo un poco largo, siempre andaba en bermudas, de contextura gruesa y le decían uruguayo”, concluyó el efectivo policial.<br /><br /> Durante la jornada también declararon familiares del imputado Domingo Segundo, todos brevemente, sobre la actuación policial al momentoen quelo arrestaron. <br /><br /> Asimismo, también se presentaron en los tribunales empleados de la firmaConarpesapara explicar sobre la situación laboral de Guevara en la empresa pesquera.<br /><br /> Posteriormente, el empresario Roca, socio de la empresa San Isidro, realizó una extensa exposición ante el Tribunal sobre cuestiones comerciales y también familiares de la vida de Espinosa.<br /><br /> En su amplia declaración se refirió a diversos pasajes de la vida de Espinosa y contó que estando en España, Juan Álvarez Castellano –hijo de Álvarez Cornejo-, a quien le dicen “Juanito”, “le dijo a Espinosa que se cuidara porque su padre lo quería matar”. Al ser consultado respecto a la supuesta “traición de Espinosa”, que fue mencionada por un testigo, Roca explicó que se debía a la desvinculación de Conarpesa y la posterior empresa San Isidro que Espinosa formó junto a ellos. <br /><br /> Asimismo, indicó que en el año 1995 se firmó un acuerdo de desvinculación societaria, fue de mutuo acuerdo por las circunstancias, pero del cual Juan Álvarez nunca estuvo de acuerdo. “Yo creo que Juan Álvarez lo considero una traición”, manifestó. Luego de eso Espinosa forma su empresa y después nos dio participación a mi y a Smith; así nos convertimos en competidores de Conarpesa”.<br /><br /> Roca también explicó sobre la creación de la empresa Puerto Pirámide SRL en España, de la cual él, Schmidt y Espinosa eran socios. También dijo que la familia de Espinosa (Alicia Martínez y sus hijos Máximo, Sebastián y Victoria) le hicieron un juicio a él, donde está “dirigido” a vincularlo con el crimen, pero que es “falso”. Y cargó contra ellos diciendo que “no quieren resolver el caso” y que “antes de ser querellantes abrieron la sucesión”.<br /><br /> Terminó con una cuestión anecdótica sobre la personalidad de Espinosa. “Cacho no demostraba temor, yo lo he visto pelearse en el puerto con hasta cinco estibadores a la vez y no demostraba miedo”, aseguró el empresario.<br /><br /> Cerca de las 14, la sexta jornada del juicio llegó a su fin y tras un cuarto intermedio proseguirá el día jueves, a partir de las 9 de la mañana.<br /><br /> (Fuente: Oficina de Prensa – Fiscalía de Puerto Madryn)<br /><br /> <br /><br />