Así es Rincón Chico, la estancia donde descansan los Reyes de Holanda

La familia real holandesa descansa desde el martes en Península Valdés y aprovecha su estadía en la zona para disfrutar de los paisajes patagónicos en el hotel de campo “Rincón Chico”, propiedad de una conocida familia de la zona que es ocupada en forma exclusiva por la comitiva que encabeza el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima Zorreguieta, junto a sus tres hijas y familiares argentinos de la monarca.

19 OCT 2017 - 19:09 | Actualizado

Bajo un profundo hermetismo, la comitiva real partió el martes pasado desde el aeropuerto “El Tehuelche” de Puerto Madryn con rumbo desconocido, aunque después se conoció que no se hospedarían en la ciudad del golfo sino en el sitio Patrimonio de la Humanidad.

Durante las primeras horas se especuló que los monarcas de la corona holandesa pudieran estar en una estancia propiedad de una fundación que cuenta con el aval de la lotería de los países bajos, pero según pudo averiguar Jornada, el grupo compuesto por el matrimonio real, sus hijas y familiares de Máxima Zorreguieta, además de una escolta de seguridad, se encuentran en Rincón Chico, un centenario establecimiento ganadero ubicado a 70 kilómetros de Puerto Pirámides, el cual desde hace algunos años se ha transformado en un hotel de campos.

La Estancia Rincón Chico se encuentra a 170 km de Puerto Madryn y el casco del establecimiento rural que ahora hace las veces de hotel está a apenas 10 minutos en auto de Punta Delgada, pero además de las comodidades para alojarse, cuenta con una casa costera con vista directa al Oceáno Atlántico y a los apostaderos de elefantes marinos de la zona.

Se trata de un lugar privilegiado para la observación de Ballenas Franca en tránsito desde el Golfo Nuevo a mar abierto, pingüinos y también orcas en esta época del año, además de todo tipo de aves marinas.

El establecimiento se inició en la producción ganadera hace más de 120 años, y esa actividad perdura hoy tras cinco generaciones de la familia. Sin embargo esa actividad que puertas adentro de la estancia se mantuvo durante décadas, se abrió a los visitantes para el turismo rural y desde hace 16 se amplió al servicio de hotelería rural.

Más allá de sus propietarios históricos, “Rincón Chico” es un establecimiento coadministrado por Conservación Península Valdés (CPV), una organización sin fines de lucro especializada en proyectos de conservación de estepas y vida silvestre.

A diferencia de otros lugares de la Península Valdés –incluso establecimientos privados- en el lugar donde se alojan los Reyes de Holanda se pueden realizar exploraciones de observación de vida silvestre guiadas por biólogos y naturalistas bilingües a las diversas playas de la propiedad, rutas de senderismo de diversa longitud y dificultad a través de la estepa y acantilados, ciclismo de montaña, interpretación de la flora nativa, observación de aves, además de un amplio recorrido por las instalaciones ganaderas del lugar donde los visitantes pueden aprender de qué manera se realiza la cría de ganado ovino en Patagonia.

Los leones marinos y miles de elefantes marinos han elegido nuestras playas para criar y dar a luz; y las ballenas, orcas, pingüinos y delfines se ven desde los 15 km de costa de la estancia. Puede observar una gran variedad de aves interiores y costeras, y ver muchos de los mamíferos terrestres nativos de la Patagonia.

Actividades adicionales en la península, incluyen la observación de ballenas y delfines, visitando colonias de pingüinos, snorkeling y buceo con leones marinos, paseos en kayak y explorando las vistas panorámicas que ofrece la línea costera acantilada de la península.

El edificio central de la estancia cuenta con ocho habitaciones con baño privado con bañera en cada una, y según la página web de la estancia se pueden armar según sea necesario. El lugar cuenta con unaa sala de estar equipada con una variada biblioteca de libros sobre la fauna de la Península Valdés, de reconocidos libros fotográficos de autor, diversas publicaciones de científicos que trabajan en el campo y un reproductor de DVD para ver documentales.

A solo 30 metros de distancia, y con la misma línea arquitectónica, se encuentra una de las primeras casas en la propiedad que fue traída en barco directamente desde Inglaterra en 1897.

Una de las particularidades de esta estancia, es la construcción en la zona costera de una casa ubicada en lo que el primer enclave del establecimiento, aunque con los años la familia propietaria trasladó la casa principal hacia la zona mediterránea de la península.

Hoy, a pocos metros de los antiguos tamariscos, el primer molino de viento del rancho y los cimientos de las antiguas construcciones, se encuentra la cabaña de playa, la cual ofrece una vista de una de las playas más hermosas de Rincón Chico, desde donde se puede tener una vista privilegiada del mar y la fauna costera.#

Una historia centenaria

El establecimiento “Rincón Chico” pertenece a integrantes de dos de las familias pioneras de Valdés. Se trata de la quinta generación de descendientes de las familias Olazábal y Endara, quienes poblaron la península hace más de 120 años.

El primero antepasados en llegar a la zona fue don Félix Olazábal, un vasco francés que viajó a caballo desde la provincia de Buenos Aires a la península de Valdés en 1897, pastoreando 800 ovejas merinas australianas.

Tras permanecer un tiempo al cobijo de las cuevas naturales en los acantilados de lo que ahora es el pueblo de Puerto Pirámides, logró comprar lotes de tierra para la cría de ovejas en la zona donde se encuentra la estancia.

En 1899 Doña Francisca Endara, también vasca francesa, comenzó a criar ovejas merinas australianas en el área norte de la Península Valdés, donde adquirió campos y fundó varios establecimientos que sostuvieron la actividad ganadera en la zona.

Las más leídas

19 OCT 2017 - 19:09

Bajo un profundo hermetismo, la comitiva real partió el martes pasado desde el aeropuerto “El Tehuelche” de Puerto Madryn con rumbo desconocido, aunque después se conoció que no se hospedarían en la ciudad del golfo sino en el sitio Patrimonio de la Humanidad.

Durante las primeras horas se especuló que los monarcas de la corona holandesa pudieran estar en una estancia propiedad de una fundación que cuenta con el aval de la lotería de los países bajos, pero según pudo averiguar Jornada, el grupo compuesto por el matrimonio real, sus hijas y familiares de Máxima Zorreguieta, además de una escolta de seguridad, se encuentran en Rincón Chico, un centenario establecimiento ganadero ubicado a 70 kilómetros de Puerto Pirámides, el cual desde hace algunos años se ha transformado en un hotel de campos.

La Estancia Rincón Chico se encuentra a 170 km de Puerto Madryn y el casco del establecimiento rural que ahora hace las veces de hotel está a apenas 10 minutos en auto de Punta Delgada, pero además de las comodidades para alojarse, cuenta con una casa costera con vista directa al Oceáno Atlántico y a los apostaderos de elefantes marinos de la zona.

Se trata de un lugar privilegiado para la observación de Ballenas Franca en tránsito desde el Golfo Nuevo a mar abierto, pingüinos y también orcas en esta época del año, además de todo tipo de aves marinas.

El establecimiento se inició en la producción ganadera hace más de 120 años, y esa actividad perdura hoy tras cinco generaciones de la familia. Sin embargo esa actividad que puertas adentro de la estancia se mantuvo durante décadas, se abrió a los visitantes para el turismo rural y desde hace 16 se amplió al servicio de hotelería rural.

Más allá de sus propietarios históricos, “Rincón Chico” es un establecimiento coadministrado por Conservación Península Valdés (CPV), una organización sin fines de lucro especializada en proyectos de conservación de estepas y vida silvestre.

A diferencia de otros lugares de la Península Valdés –incluso establecimientos privados- en el lugar donde se alojan los Reyes de Holanda se pueden realizar exploraciones de observación de vida silvestre guiadas por biólogos y naturalistas bilingües a las diversas playas de la propiedad, rutas de senderismo de diversa longitud y dificultad a través de la estepa y acantilados, ciclismo de montaña, interpretación de la flora nativa, observación de aves, además de un amplio recorrido por las instalaciones ganaderas del lugar donde los visitantes pueden aprender de qué manera se realiza la cría de ganado ovino en Patagonia.

Los leones marinos y miles de elefantes marinos han elegido nuestras playas para criar y dar a luz; y las ballenas, orcas, pingüinos y delfines se ven desde los 15 km de costa de la estancia. Puede observar una gran variedad de aves interiores y costeras, y ver muchos de los mamíferos terrestres nativos de la Patagonia.

Actividades adicionales en la península, incluyen la observación de ballenas y delfines, visitando colonias de pingüinos, snorkeling y buceo con leones marinos, paseos en kayak y explorando las vistas panorámicas que ofrece la línea costera acantilada de la península.

El edificio central de la estancia cuenta con ocho habitaciones con baño privado con bañera en cada una, y según la página web de la estancia se pueden armar según sea necesario. El lugar cuenta con unaa sala de estar equipada con una variada biblioteca de libros sobre la fauna de la Península Valdés, de reconocidos libros fotográficos de autor, diversas publicaciones de científicos que trabajan en el campo y un reproductor de DVD para ver documentales.

A solo 30 metros de distancia, y con la misma línea arquitectónica, se encuentra una de las primeras casas en la propiedad que fue traída en barco directamente desde Inglaterra en 1897.

Una de las particularidades de esta estancia, es la construcción en la zona costera de una casa ubicada en lo que el primer enclave del establecimiento, aunque con los años la familia propietaria trasladó la casa principal hacia la zona mediterránea de la península.

Hoy, a pocos metros de los antiguos tamariscos, el primer molino de viento del rancho y los cimientos de las antiguas construcciones, se encuentra la cabaña de playa, la cual ofrece una vista de una de las playas más hermosas de Rincón Chico, desde donde se puede tener una vista privilegiada del mar y la fauna costera.#

Una historia centenaria

El establecimiento “Rincón Chico” pertenece a integrantes de dos de las familias pioneras de Valdés. Se trata de la quinta generación de descendientes de las familias Olazábal y Endara, quienes poblaron la península hace más de 120 años.

El primero antepasados en llegar a la zona fue don Félix Olazábal, un vasco francés que viajó a caballo desde la provincia de Buenos Aires a la península de Valdés en 1897, pastoreando 800 ovejas merinas australianas.

Tras permanecer un tiempo al cobijo de las cuevas naturales en los acantilados de lo que ahora es el pueblo de Puerto Pirámides, logró comprar lotes de tierra para la cría de ovejas en la zona donde se encuentra la estancia.

En 1899 Doña Francisca Endara, también vasca francesa, comenzó a criar ovejas merinas australianas en el área norte de la Península Valdés, donde adquirió campos y fundó varios establecimientos que sostuvieron la actividad ganadera en la zona.


NOTICIAS RELACIONADAS