Miembros de Greenpeace denuncian inseguridad en una planta nuclear

Un grupo de militantes de Greenpeace se introdujo hoy a la central nuclear de Cruas-Meysse, en el sur de Francia, para denunciar la inseguridad en ese tipo de instalaciones y su fácil acceso.

28 NOV 2017 - 9:37 | Actualizado


La ONG indicó que una veintena de activistas entraron a la central a las 06.20 hora local (02.20 en la Argentina) para alertar sobre "la extrema vulnerabilidad" de las piscinas de combustible gastado.

Los militantes quisieron "denunciar el inmovilismo" de la energética EDF, operadora de los 58 reactores nucleares presentes en suelo francés, frente a las alertas e informes existentes sobre el "riesgo nuclear".

Algunos activistas escalaron una de esas piscinas, mientras que otros dejaron en ella la marca de la huella de su mano "para demostrar su accesibilidad".
Greenpeace recordó que el pasado 12 de octubre otro grupo de militantes se introdujo en la central de Cattenom, en el noreste del país, para evidenciar también su fragilidad.


Las piscinas, donde más radiactividad hay.

"Desde entonces, EDF no ha hecho nada", añadió la ONG, que precisó que sus activistas pudieron entrar hoy en el lugar "en menos de diez minutos" y alertó que las piscinas de combustible son las que más radiactividad contienen y no están lo suficientemente protegidas de ataques exteriores, informó la agencia EFE.

La energética francesa precisó que la intrusión de hoy "fue inmediatamente detectada por los equipos de seguridad del lugar y el pelotón especializado en protección de la Gendarmería, que interceptó y puso bajo control" a los miembros de la ONG.

Su protesta "no ha tenido ningún impacto sobre la seguridad de las instalaciones. Se trata de una infracción (...) que dará lugar a una denuncia. EDF condena con fuerza las acciones violentas de un movimiento que multiplica las ilegalidades", dijo la compañía, que aseguró que "los intrusos se quedaron fuera de la zona nuclear".

Las más leídas

28 NOV 2017 - 9:37


La ONG indicó que una veintena de activistas entraron a la central a las 06.20 hora local (02.20 en la Argentina) para alertar sobre "la extrema vulnerabilidad" de las piscinas de combustible gastado.

Los militantes quisieron "denunciar el inmovilismo" de la energética EDF, operadora de los 58 reactores nucleares presentes en suelo francés, frente a las alertas e informes existentes sobre el "riesgo nuclear".

Algunos activistas escalaron una de esas piscinas, mientras que otros dejaron en ella la marca de la huella de su mano "para demostrar su accesibilidad".
Greenpeace recordó que el pasado 12 de octubre otro grupo de militantes se introdujo en la central de Cattenom, en el noreste del país, para evidenciar también su fragilidad.


Las piscinas, donde más radiactividad hay.

"Desde entonces, EDF no ha hecho nada", añadió la ONG, que precisó que sus activistas pudieron entrar hoy en el lugar "en menos de diez minutos" y alertó que las piscinas de combustible son las que más radiactividad contienen y no están lo suficientemente protegidas de ataques exteriores, informó la agencia EFE.

La energética francesa precisó que la intrusión de hoy "fue inmediatamente detectada por los equipos de seguridad del lugar y el pelotón especializado en protección de la Gendarmería, que interceptó y puso bajo control" a los miembros de la ONG.

Su protesta "no ha tenido ningún impacto sobre la seguridad de las instalaciones. Se trata de una infracción (...) que dará lugar a una denuncia. EDF condena con fuerza las acciones violentas de un movimiento que multiplica las ilegalidades", dijo la compañía, que aseguró que "los intrusos se quedaron fuera de la zona nuclear".


NOTICIAS RELACIONADAS