Caperochipi: “El principal problema de seguridad de Comodoro son los delitos contra la propiedad”

El jefe de fiscales de la ciudad petrolera explicó que los robos y los hurtos son los delitos más repetidos. Advierte cambios sociales y económicos que derivan en focos de conflicto. “No podemos perseguir penalmente cualquier reclamo” dijo sobre las protestas gremiales con toma de instalaciones.

Análisis. El fiscal general comodorense reflexionó sobre el escenario penal en esa ciudad petrolera.
07 ENE 2018 - 20:47 | Actualizado

Por Ismael Tebes

-¿Cuáles son los delitos más reiterados?
-La gente podrá decir que son los homicidios. Es una situación que está en Comodoro pero realmente el peligro o la seguridad pública pasa por los delitos contra la propiedad. Homicidios hubo 21 el año pasado, otros años hubo 23 y en anteriores 40. Siempre habrá homicidios pero el principal problema que tiene la ciudad son los delitos contra la propiedad, el robo, el hurto callejero, el robo a viviendas, en algún momento, por rachas también tenemos entraderas o la entrada del delincuente violento armado en una vivienda. Para enfrentar eso el año pasado se generó una estructura donde se crearon agencias fiscales especializadas u oficinas para tratar esto específicamente. Se suman las estafas y las defraudaciones. Tenemos mucho también de eso en materia de comercio automotor, donde hay un gran porcentaje de irregularidades. También nos especializamos en delitos contra la integridad sexual donde tenemos un altísimo número de casos, con alto promedio por mes de distinta gravedad. En 2015 cuando empecé a trabajar en la Jefatura de la Fiscalía heredé la agencia de delitos de violencia de género, violencia contra la mujer e intrafamiliar. Esa agencia no existía, no porque sea un tema de moda sino porque realmente Comodoro tiene una alta ocurrencia de este tipo de delito con más de cien casos por mes.
-¿Hay más trabajo?
-Hay más “bocas de recepción” de la problemática más identificable. Antes no había Comisaría de la Mujer y ahora hay dos. Y funciona la Oficina de Delitos contra la Violencia de Género dentro de la Fiscalía. Tienen dónde ir más toda la difusión que se hace de los organismos. Son agencias donde no sólo se investiga si una persona fue violentada en materia de género o hubo violencia intrafamiliar, sino que también se atiende el problema en sí a través de los equipos auxiliares, por ejemplo el Servicio de Asistencia a la Víctima. Nos sorprendió  2016 con dos o tres femicidios o casos de tentativas. Uno trata de tener la estructura preparada para enfrentar eso y es un amplio abanico de delitos que ocurren además cuantitativamente.
-¿El origen es el crecimiento de la población o el recambio social?
-Estamos en una sociedad de transición y en pleno proceso de incorporación de personas de otras regiones del país y del mundo, una sociedad de permanentes cambios en el clima económico, una sociedad geográfica en permanente expansión de manera muy disímil y desordenada. Así fue el origen de Comodoro y así continuó. Esto hace que surjan conflictos de particulares; de grupos cerrados o de otras culturas, es decir en un barrio donde se asienta una parte que es denominada inmigrante, grupos o familias antagónicas. Hay un tema muy presente que no siempre se constituye delito. La conflictiva de la lucha gremial llegó a planos donde se ponen al borde de una situación de ilícito contra toda la comunidad, Lo vemos continuamente con la toma de la Playa de Tanques y los cortes de calles. A veces naturalizamos cuestiones que no debemos naturalizar. Hay cuestiones donde interviene la justicia federal en un marco de tolerancia. La paz social no es admitir que ocurra un delito, pero sí tener criterios sobre la persecución penal. No podemos perseguir penalmente cualquier reclamo porque es una sociedad que tiene grandes vaivenes económicos por lo que vamos a encontrar delitos y actuar de oficio todos los días. Tampoco es función de la Fiscalía ser un perseguidor compulsivo.
-¿Si un caso llega a condena es porque Fiscalía hizo bien su tarea?
-El éxito de un proceso penal no necesariamente es llegar a juicio. Hay casos graves, que no admiten otra resolución y tienen que llegar a juicio y generalmente así ocurren. En el medio las leyes nos permiten otra solución. La persona que le rompió el vidrio al vecino, el otro que amenazó y no pasó de una amenaza, el otro que cometió un hurto. De esos delitos tenemos cientos por día y no podemos pensar en el juicio como la forma resolver el problema, se produciría un cuello de botella. Se resuelve y no quedan olvidados en el escritorio de un fiscal, con medios alternativos y en tiempos rápidos.
-¿La población es crítica con la Justicia?
-Uno no se puede enojarse por la crítica de la gente. Uno debe pensar que esa crítica por más vacía de contenido que parezca, tiene un asidero y un punto de origen. Existe la crítica al Poder Judicial en general donde se identifican a nivel nacional muchas situaciones como el retardo de las causas, la burocracia, las supuestas licencias excesivas o períodos vacacionales. En la crítica aparecen rasgos generales que muchas veces tienen asidero y otros no lo tienen. La justicia provincial tiene errores y falencias, siempre va atrás de lo necesario en materia de recursos, carecemos de un presupuesto propio que año tras año podamos disponer con autonomía y con verdadera disponibilidad debido a las crisis que históricamente atravesó la provincia. La plata a veces no alcanza. Siempre hace falta más gente, más papel, más escritorios, más equipos, pero si uno tiene que tomarse de la crítica de la gente debe tratar con lo que tiene, de buscar mejores resultados. La Fiscalía tiene cien personas, debe ser la mayor en magnitud inclusive en el país. Hay 40 abogados entre fiscales, funcionarios, abogados contratados; equipos técnicos auxiliares, Servicio de Asistencia a la Víctima; Servicio de Solución Alternativa de Conflictos y equipo de médicos forenses. Se generó un laboratorio forense que es orgullo de la región, dotado de equipamiento de avanzada. Las pericias genéticas que no se podían hacer en la región ahora en gran parte se efectúan acá lo que permite un avance importante y mayores recursos en el esclarecimiento de los hechos. Tenemos equipos multidisciplinarios que pueden trabajar sobre el análisis de los equipos informáticos y telefonía.
 -¿Cuál es el desafío en 2017?
-Consolidar la estructura de las agencias fiscales especializadas y ampliar la actuación de la Fiscalía con mayor esfuerzo en los delitos que más nos preocupan, que son los delitos en la administración pública, en el plano de la corrupción y en delitos que surgen de los accidentes industriales y del medio ambiente. Un espectro que a veces queda rezagado en función de “apagar el fuego” cotidiano. #

Enterate de las noticias de PROVINCIA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.

Las más leídas

Análisis. El fiscal general comodorense reflexionó sobre el escenario penal en esa ciudad petrolera.
07 ENE 2018 - 20:47

Por Ismael Tebes

-¿Cuáles son los delitos más reiterados?
-La gente podrá decir que son los homicidios. Es una situación que está en Comodoro pero realmente el peligro o la seguridad pública pasa por los delitos contra la propiedad. Homicidios hubo 21 el año pasado, otros años hubo 23 y en anteriores 40. Siempre habrá homicidios pero el principal problema que tiene la ciudad son los delitos contra la propiedad, el robo, el hurto callejero, el robo a viviendas, en algún momento, por rachas también tenemos entraderas o la entrada del delincuente violento armado en una vivienda. Para enfrentar eso el año pasado se generó una estructura donde se crearon agencias fiscales especializadas u oficinas para tratar esto específicamente. Se suman las estafas y las defraudaciones. Tenemos mucho también de eso en materia de comercio automotor, donde hay un gran porcentaje de irregularidades. También nos especializamos en delitos contra la integridad sexual donde tenemos un altísimo número de casos, con alto promedio por mes de distinta gravedad. En 2015 cuando empecé a trabajar en la Jefatura de la Fiscalía heredé la agencia de delitos de violencia de género, violencia contra la mujer e intrafamiliar. Esa agencia no existía, no porque sea un tema de moda sino porque realmente Comodoro tiene una alta ocurrencia de este tipo de delito con más de cien casos por mes.
-¿Hay más trabajo?
-Hay más “bocas de recepción” de la problemática más identificable. Antes no había Comisaría de la Mujer y ahora hay dos. Y funciona la Oficina de Delitos contra la Violencia de Género dentro de la Fiscalía. Tienen dónde ir más toda la difusión que se hace de los organismos. Son agencias donde no sólo se investiga si una persona fue violentada en materia de género o hubo violencia intrafamiliar, sino que también se atiende el problema en sí a través de los equipos auxiliares, por ejemplo el Servicio de Asistencia a la Víctima. Nos sorprendió  2016 con dos o tres femicidios o casos de tentativas. Uno trata de tener la estructura preparada para enfrentar eso y es un amplio abanico de delitos que ocurren además cuantitativamente.
-¿El origen es el crecimiento de la población o el recambio social?
-Estamos en una sociedad de transición y en pleno proceso de incorporación de personas de otras regiones del país y del mundo, una sociedad de permanentes cambios en el clima económico, una sociedad geográfica en permanente expansión de manera muy disímil y desordenada. Así fue el origen de Comodoro y así continuó. Esto hace que surjan conflictos de particulares; de grupos cerrados o de otras culturas, es decir en un barrio donde se asienta una parte que es denominada inmigrante, grupos o familias antagónicas. Hay un tema muy presente que no siempre se constituye delito. La conflictiva de la lucha gremial llegó a planos donde se ponen al borde de una situación de ilícito contra toda la comunidad, Lo vemos continuamente con la toma de la Playa de Tanques y los cortes de calles. A veces naturalizamos cuestiones que no debemos naturalizar. Hay cuestiones donde interviene la justicia federal en un marco de tolerancia. La paz social no es admitir que ocurra un delito, pero sí tener criterios sobre la persecución penal. No podemos perseguir penalmente cualquier reclamo porque es una sociedad que tiene grandes vaivenes económicos por lo que vamos a encontrar delitos y actuar de oficio todos los días. Tampoco es función de la Fiscalía ser un perseguidor compulsivo.
-¿Si un caso llega a condena es porque Fiscalía hizo bien su tarea?
-El éxito de un proceso penal no necesariamente es llegar a juicio. Hay casos graves, que no admiten otra resolución y tienen que llegar a juicio y generalmente así ocurren. En el medio las leyes nos permiten otra solución. La persona que le rompió el vidrio al vecino, el otro que amenazó y no pasó de una amenaza, el otro que cometió un hurto. De esos delitos tenemos cientos por día y no podemos pensar en el juicio como la forma resolver el problema, se produciría un cuello de botella. Se resuelve y no quedan olvidados en el escritorio de un fiscal, con medios alternativos y en tiempos rápidos.
-¿La población es crítica con la Justicia?
-Uno no se puede enojarse por la crítica de la gente. Uno debe pensar que esa crítica por más vacía de contenido que parezca, tiene un asidero y un punto de origen. Existe la crítica al Poder Judicial en general donde se identifican a nivel nacional muchas situaciones como el retardo de las causas, la burocracia, las supuestas licencias excesivas o períodos vacacionales. En la crítica aparecen rasgos generales que muchas veces tienen asidero y otros no lo tienen. La justicia provincial tiene errores y falencias, siempre va atrás de lo necesario en materia de recursos, carecemos de un presupuesto propio que año tras año podamos disponer con autonomía y con verdadera disponibilidad debido a las crisis que históricamente atravesó la provincia. La plata a veces no alcanza. Siempre hace falta más gente, más papel, más escritorios, más equipos, pero si uno tiene que tomarse de la crítica de la gente debe tratar con lo que tiene, de buscar mejores resultados. La Fiscalía tiene cien personas, debe ser la mayor en magnitud inclusive en el país. Hay 40 abogados entre fiscales, funcionarios, abogados contratados; equipos técnicos auxiliares, Servicio de Asistencia a la Víctima; Servicio de Solución Alternativa de Conflictos y equipo de médicos forenses. Se generó un laboratorio forense que es orgullo de la región, dotado de equipamiento de avanzada. Las pericias genéticas que no se podían hacer en la región ahora en gran parte se efectúan acá lo que permite un avance importante y mayores recursos en el esclarecimiento de los hechos. Tenemos equipos multidisciplinarios que pueden trabajar sobre el análisis de los equipos informáticos y telefonía.
 -¿Cuál es el desafío en 2017?
-Consolidar la estructura de las agencias fiscales especializadas y ampliar la actuación de la Fiscalía con mayor esfuerzo en los delitos que más nos preocupan, que son los delitos en la administración pública, en el plano de la corrupción y en delitos que surgen de los accidentes industriales y del medio ambiente. Un espectro que a veces queda rezagado en función de “apagar el fuego” cotidiano. #


NOTICIAS RELACIONADAS