“Tenía rasguños en la cara y lo cargaba diciéndole que había sido la mujer”

Segundo día del juicio contra el taxista Dante Donnini, acusado de asesinar a Diana Rojas. El jueves declaran los forenses y peritos. La próxima semana serán los alegatos finales ente el tribunal conformado por tres juezas de Puerto Madryn.

Entre los testimonios brindados ayer, el policía Alejandro Antilef recordó que Donnini estaba “nervioso”.
06 FEB 2018 - 21:26 | Actualizado

Policías que participaron de los procedimientos judiciales y testigos de actuación de los allanamientos de Dante Donnini el día que fue detenido por el crimen de Diana Rojas fueron las principales declaraciones durante la segunda jornada realizada ayer y en la que también fueron citados compañeros de la parada de taxis del acusado.
Uno de los testigos fue Emanuel Chavez, el taxista que recibió el vehículo después del turno de Donnini. “Tenía rasguños, yo lo cargaba y le decía que le había pegado la mujer. Él decía que habían sido los perros”, relató y explicó que “si hay alguna pertenencia que un cliente se olvida, está en cada uno: algunos esperan a que llamen, otros lo devuelven y otros lo venden”.
Otra de las personas en declarar fue Cristian Gonzalez, el taxista que le compró el celular de Diana Rojas a Dante Donnini. “Fue un teléfono que me ofreció Donnini y se lo compré. Supuestamente eran unos malandras del San Miguel que se lo habían ofrecido, estaba barato y se lo compré. Eran $1.500”, contó. “Había que llevarlo a un técnico que lo desbloqueó y después lo empecé a usar”, agregó el excompañero de Donnini y explicó que “a los tres días estaba la policía afuera de casa y venían por el teléfono”. “Yo soy dueño del taxi, y devuelvo las cosas que quedan en el taxi. Hay otros que no, se lo guardan”, respondió el testigo al ser consultado por el abogado defensor Martín Castro.

Intento de abuso y muerte

Las acusaciones del fiscal Jorge Bugueño y la querella, a cargo de Carlos Villada, coincidieron en cómo se produjeron los hechos: la mañana del 17 de mayo de 2016 Donnini, que llevaba a Diana Rojas en su taxi, modificó su destino y la llevó a la intercepción de la ruta 1.
Allí, según la Fiscalía de Puerto Madryn, intentó abusar de ella pero la joven se resistió, y al no poder concretar la violación la golpeó y apuñaló seis veces ocasionándole la muerte. Luego huyó. El cuerpo fue encontrado por ciclistas que recorrían la zona.
La querella y la Fiscalía también coinciden en una prueba concluyente: el ADN del taxista estaba debajo de las uñas de Diana Rojas y en una soga que también tenía los rastros genéticos de Diana. En el lugar donde fue encontrado el cuerpo también había un trapo con rastros de Donnini. Estas pruebas serán ventiladas en la jornada del jueves, cuando está previsto que declaren los médicos forenses, genetistas y diversos peritos.

Nervioso e inestable

Ayer cobraron especial protagonismo los efectivos policiales que participaron de las inspecciones oculares, allanamientos y secuestros de elementos vinculados con el hecho que se investiga.
Uno de los testimonios más extensos fue el del oficial Alejandro Antilef, un policía que en mayo de 2016 prestaba servicio en la Brigada de Investigaciones local.
Antilef participó del allanamiento de la casa de la víctima, en la calle Libertad, entrevistó a amigos de Diana Rojas y se acercó a la parada de taxis donde trabajaba Donnini en busca de información. En ese lugar quedó registrado el llamado de una persona de sexo femenino requiriendo un servicio de taxi, que fue brindado por el imputado.
También participó de la entrevista que le fue realizada a Donnini en la oficina policial, cuando comenzaba a investigarse el hecho. Antilef indicó que advirtió las lesiones que tenía el taxista en el labio y en una de sus manos.
Finalmente formó parte del grupo policial que efectuó el allanamiento en el departamento particular del acusado, y de su posterior detención.
Al recordar ese momento, Antilef sostuvo que “Donnini estaba muy nervioso, muy inestable, parecía que en cualquier momento podía estallar en llanto”.
Los policías que atestiguaron coincidieron en señalar que entre los elementos secuestrados en la vivienda del taxista se encontraba un estuche de cubiertos, al que le faltaba el cuchillo.

Malandras

Emanuel Chávez, compañero de Donnini en la parada de taxis donde trabajaba al momento en que se cometió el asesinato, recordó que el acusado “tenía rasguños en la cara y yo lo cargaba diciéndole que le había pegado la mujer, pero él me decía que habían sido los perros”.
Otro testimonio importante fue el de Christian González, el taxista que le compró el celular de Diana Rojas al imputado.
Relató que “Donnini me ofreció el aparato y me dijo que lo había conseguido de unos malandras del barrio San Miguel”. Agregó que “acepté pagarle 1.500 pesos, haciendo una entrega de 1.000 pesos y el resto a pagarlo más adelante”.
También indicó que “para desbloquearlo tuve que llevarlo a un técnico de la calle Juan B. Justo y lo fui a buscar al otro día con Donnini”.
González utilizó el teléfono por el lapso de tres días, hasta que tuvo que entregarlo a la Policía.

Lo que viene

Hoy continuará la ronda de testigos y el jueves está previsto que declaren los médicos forenses, genetistas y otros peritos.
En horas de la tarde de ese día, se llevará a cabo la reconstrucción del hecho en el descampado donde fue encontrado el cadáver de Diana Rojas.
Probablemente el miércoles de la semana próxima, las partes intervinientes harán públicos los alegatos finales ante el Tribunal integrado por las juezas Patricia Reyes, Patricia Asaro y Marcela Pérez.
Durante la audiencia estuvieron presentes los familiares de Diana Rojas y algunos familiares del taxista. El juicio comenzó el lunes con la lectura de las pruebas acusatorias, mientras que ya declararon cerca de la mitad de los 72 testigos citados.#

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Entre los testimonios brindados ayer, el policía Alejandro Antilef recordó que Donnini estaba “nervioso”.
06 FEB 2018 - 21:26

Policías que participaron de los procedimientos judiciales y testigos de actuación de los allanamientos de Dante Donnini el día que fue detenido por el crimen de Diana Rojas fueron las principales declaraciones durante la segunda jornada realizada ayer y en la que también fueron citados compañeros de la parada de taxis del acusado.
Uno de los testigos fue Emanuel Chavez, el taxista que recibió el vehículo después del turno de Donnini. “Tenía rasguños, yo lo cargaba y le decía que le había pegado la mujer. Él decía que habían sido los perros”, relató y explicó que “si hay alguna pertenencia que un cliente se olvida, está en cada uno: algunos esperan a que llamen, otros lo devuelven y otros lo venden”.
Otra de las personas en declarar fue Cristian Gonzalez, el taxista que le compró el celular de Diana Rojas a Dante Donnini. “Fue un teléfono que me ofreció Donnini y se lo compré. Supuestamente eran unos malandras del San Miguel que se lo habían ofrecido, estaba barato y se lo compré. Eran $1.500”, contó. “Había que llevarlo a un técnico que lo desbloqueó y después lo empecé a usar”, agregó el excompañero de Donnini y explicó que “a los tres días estaba la policía afuera de casa y venían por el teléfono”. “Yo soy dueño del taxi, y devuelvo las cosas que quedan en el taxi. Hay otros que no, se lo guardan”, respondió el testigo al ser consultado por el abogado defensor Martín Castro.

Intento de abuso y muerte

Las acusaciones del fiscal Jorge Bugueño y la querella, a cargo de Carlos Villada, coincidieron en cómo se produjeron los hechos: la mañana del 17 de mayo de 2016 Donnini, que llevaba a Diana Rojas en su taxi, modificó su destino y la llevó a la intercepción de la ruta 1.
Allí, según la Fiscalía de Puerto Madryn, intentó abusar de ella pero la joven se resistió, y al no poder concretar la violación la golpeó y apuñaló seis veces ocasionándole la muerte. Luego huyó. El cuerpo fue encontrado por ciclistas que recorrían la zona.
La querella y la Fiscalía también coinciden en una prueba concluyente: el ADN del taxista estaba debajo de las uñas de Diana Rojas y en una soga que también tenía los rastros genéticos de Diana. En el lugar donde fue encontrado el cuerpo también había un trapo con rastros de Donnini. Estas pruebas serán ventiladas en la jornada del jueves, cuando está previsto que declaren los médicos forenses, genetistas y diversos peritos.

Nervioso e inestable

Ayer cobraron especial protagonismo los efectivos policiales que participaron de las inspecciones oculares, allanamientos y secuestros de elementos vinculados con el hecho que se investiga.
Uno de los testimonios más extensos fue el del oficial Alejandro Antilef, un policía que en mayo de 2016 prestaba servicio en la Brigada de Investigaciones local.
Antilef participó del allanamiento de la casa de la víctima, en la calle Libertad, entrevistó a amigos de Diana Rojas y se acercó a la parada de taxis donde trabajaba Donnini en busca de información. En ese lugar quedó registrado el llamado de una persona de sexo femenino requiriendo un servicio de taxi, que fue brindado por el imputado.
También participó de la entrevista que le fue realizada a Donnini en la oficina policial, cuando comenzaba a investigarse el hecho. Antilef indicó que advirtió las lesiones que tenía el taxista en el labio y en una de sus manos.
Finalmente formó parte del grupo policial que efectuó el allanamiento en el departamento particular del acusado, y de su posterior detención.
Al recordar ese momento, Antilef sostuvo que “Donnini estaba muy nervioso, muy inestable, parecía que en cualquier momento podía estallar en llanto”.
Los policías que atestiguaron coincidieron en señalar que entre los elementos secuestrados en la vivienda del taxista se encontraba un estuche de cubiertos, al que le faltaba el cuchillo.

Malandras

Emanuel Chávez, compañero de Donnini en la parada de taxis donde trabajaba al momento en que se cometió el asesinato, recordó que el acusado “tenía rasguños en la cara y yo lo cargaba diciéndole que le había pegado la mujer, pero él me decía que habían sido los perros”.
Otro testimonio importante fue el de Christian González, el taxista que le compró el celular de Diana Rojas al imputado.
Relató que “Donnini me ofreció el aparato y me dijo que lo había conseguido de unos malandras del barrio San Miguel”. Agregó que “acepté pagarle 1.500 pesos, haciendo una entrega de 1.000 pesos y el resto a pagarlo más adelante”.
También indicó que “para desbloquearlo tuve que llevarlo a un técnico de la calle Juan B. Justo y lo fui a buscar al otro día con Donnini”.
González utilizó el teléfono por el lapso de tres días, hasta que tuvo que entregarlo a la Policía.

Lo que viene

Hoy continuará la ronda de testigos y el jueves está previsto que declaren los médicos forenses, genetistas y otros peritos.
En horas de la tarde de ese día, se llevará a cabo la reconstrucción del hecho en el descampado donde fue encontrado el cadáver de Diana Rojas.
Probablemente el miércoles de la semana próxima, las partes intervinientes harán públicos los alegatos finales ante el Tribunal integrado por las juezas Patricia Reyes, Patricia Asaro y Marcela Pérez.
Durante la audiencia estuvieron presentes los familiares de Diana Rojas y algunos familiares del taxista. El juicio comenzó el lunes con la lectura de las pruebas acusatorias, mientras que ya declararon cerca de la mitad de los 72 testigos citados.#


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