Preocupan el futuro de dos fábricas textiles de Trelew

Tras el cierre de la hilandería de Sedamil, no se sabe qué ocurrirá con Propulsora Patagónica y Soltex.

En Soltex ha habido un proceso de vaivenes que ponen a la empresa en una escenario muy frágil.
17 FEB 2018 - 21:55 | Actualizado

El cierre del sector de hilandería de Sedamil, con el despido de 107 trabajadores, fue un duro golpe para el polo textil del Parque Industrial de Trelew en 2017. Hace más de dos décadas que se venía hablando de esta posibilidad, pero la paralización definitiva fue un “golpe de nocaut” para el sector, que marca además un cambio en las políticas a nivel nacional, sobre todo a partir de la falta de controles en las importaciones e incentivos industriales. Sumado a la baja del consumo.
Los primeros meses del año han comenzado sin suspensiones, ni tampoco retiros voluntarios en las textiles. Sin embargo, la incertidumbre hoy reina sobre dos empresas que no logran remontar: Propulsora Patagónica y Soltex. En total suman cerca de 120 trabajadores.
Desde el sindicato de Asociación Obrera Textil (AOT) alertaron de esta situación y pidieron urgente políticas de desarrollo productivo y medidas concretas en el corto plazo para que no se “caigan” nuevas firmas, como ocurrió en 2017, no solo con la rama textil, sino con las diferentes ramas de la industria.
En el Parque Industrial hoy quedan algo menos de 1.000 trabajadores, respecto a la mejor época cuando se llegaba a 7.000 fuentes laborales textiles. Este proceso de declive, sin embargo, se había amesetado, para volver a tomar impulso en los últimos dos años, lo que llevó a que cerrara Casa Roma y la hilandería de Sedamil.
A la falta de competitividad que se arrastra desde hace décadas, se le suma hoy el proceso importador, el consumo que no termina de despegar y además los aumentos en el costo de los servicios que impactarán de lleno sobre los costos de las empresas.
En diálogo con el Económico, el secretario general de la AOT, José Arenas, describió el contexto del sector como “gris”. Acotó que los últimos años “han sido fundamentalmente perder puestos de trabajo, no recuperar”.
Y subrayó que  “en algún momento se había estabilizado la industria textil y no tuvimos la misma suerte que tuvieron otras provincias de recuperar empleo. Del 2004 para adelante se recuperaron muchas empresas. Donde quedamos 21.700 trabajadores llegamos a tener 49.000. La recuperación del empleo en fue porque había ciertos beneficios que le daban algunas provincias a las empresas que se instalaban. Pero acá en Trelew no se corrió la misma suerte”.
Puntualizó que “después del 2015 nos cambiaron la política y se pasó al achique, ajuste, no discutir ya tanto una paritaria como cuantos trabajadores llegábamos de un mes al otro, qué reducción iban a tener las empresas. Y las firmas textiles dejaron de tener ciertos beneficios que tenían en otras épocas”.
El líder de la AOT sin embargo descartó la posibilidad de que se llegue a un “congelamiento salarial” a cambio de que no se den nuevos despidos. Esta metodología ya había sido propuesta por algunas firmas de Trelew del sector ladrillero durante lo que fue el año pasado.

Alerta roja

Arenas dejó en claro que Propulsora y Soltex son las más complicadas. “Si no tienen alguna ayuda, el futuro es muy incierto”. Y hasta deslizó que “se puede correr el riesgo de cierre. “Tenemos el riesgo en 2018 de que no sabemos qué va a pasar con Propulsora Patagónica. Que viene atado de un hilo. Como se nos fue Casa Roma que estaba atada.  Se nos suma Soltex que hay 60 personas, algunos se pudieron jubilar, pero los restantes no saben qué pasará”.
Hoy tanto Propulsora como Soltex producen prácticamente la misma variedad de telas, que en otros lugares ya se han dejado de fabricar. Fundamentalmente a partir de la competencia a precios irrisorios de productos que ingresan desde el exterior.
En la última encuesta realizada por el Parque Industrial para 2016, varios empresarios del rubro de textiles sintéticas hablaban de una “situación crítica”, ya que a los altísimos costos laborales y l de transporte, se suman nuevas fuertes subas en las tarifas energéticas y una creciente contracción del mercado interno. “Este panorama hace insostenible continuar con la producción textil, pese a la larga trayectoria de las empresas en el Parque Industrial, las cuales han sido pioneras”, manifestaron los empresarios.
Desde la AOT cuestionaron que no se haya trabajado en alternativas para la industria que viene de sucesivos golpes. “Nunca se armó dentro de la provincia, nunca se trabajó en un esquema de si se disminuía el parque industrial, qué era lo que venía. Todas las actividades pasan por problemas. La pesca, los langostinos, en la construcción”. “Todas las actividades se están achicando y nos quieren meter encima una reforma laboral”.#

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En Soltex ha habido un proceso de vaivenes que ponen a la empresa en una escenario muy frágil.
17 FEB 2018 - 21:55

El cierre del sector de hilandería de Sedamil, con el despido de 107 trabajadores, fue un duro golpe para el polo textil del Parque Industrial de Trelew en 2017. Hace más de dos décadas que se venía hablando de esta posibilidad, pero la paralización definitiva fue un “golpe de nocaut” para el sector, que marca además un cambio en las políticas a nivel nacional, sobre todo a partir de la falta de controles en las importaciones e incentivos industriales. Sumado a la baja del consumo.
Los primeros meses del año han comenzado sin suspensiones, ni tampoco retiros voluntarios en las textiles. Sin embargo, la incertidumbre hoy reina sobre dos empresas que no logran remontar: Propulsora Patagónica y Soltex. En total suman cerca de 120 trabajadores.
Desde el sindicato de Asociación Obrera Textil (AOT) alertaron de esta situación y pidieron urgente políticas de desarrollo productivo y medidas concretas en el corto plazo para que no se “caigan” nuevas firmas, como ocurrió en 2017, no solo con la rama textil, sino con las diferentes ramas de la industria.
En el Parque Industrial hoy quedan algo menos de 1.000 trabajadores, respecto a la mejor época cuando se llegaba a 7.000 fuentes laborales textiles. Este proceso de declive, sin embargo, se había amesetado, para volver a tomar impulso en los últimos dos años, lo que llevó a que cerrara Casa Roma y la hilandería de Sedamil.
A la falta de competitividad que se arrastra desde hace décadas, se le suma hoy el proceso importador, el consumo que no termina de despegar y además los aumentos en el costo de los servicios que impactarán de lleno sobre los costos de las empresas.
En diálogo con el Económico, el secretario general de la AOT, José Arenas, describió el contexto del sector como “gris”. Acotó que los últimos años “han sido fundamentalmente perder puestos de trabajo, no recuperar”.
Y subrayó que  “en algún momento se había estabilizado la industria textil y no tuvimos la misma suerte que tuvieron otras provincias de recuperar empleo. Del 2004 para adelante se recuperaron muchas empresas. Donde quedamos 21.700 trabajadores llegamos a tener 49.000. La recuperación del empleo en fue porque había ciertos beneficios que le daban algunas provincias a las empresas que se instalaban. Pero acá en Trelew no se corrió la misma suerte”.
Puntualizó que “después del 2015 nos cambiaron la política y se pasó al achique, ajuste, no discutir ya tanto una paritaria como cuantos trabajadores llegábamos de un mes al otro, qué reducción iban a tener las empresas. Y las firmas textiles dejaron de tener ciertos beneficios que tenían en otras épocas”.
El líder de la AOT sin embargo descartó la posibilidad de que se llegue a un “congelamiento salarial” a cambio de que no se den nuevos despidos. Esta metodología ya había sido propuesta por algunas firmas de Trelew del sector ladrillero durante lo que fue el año pasado.

Alerta roja

Arenas dejó en claro que Propulsora y Soltex son las más complicadas. “Si no tienen alguna ayuda, el futuro es muy incierto”. Y hasta deslizó que “se puede correr el riesgo de cierre. “Tenemos el riesgo en 2018 de que no sabemos qué va a pasar con Propulsora Patagónica. Que viene atado de un hilo. Como se nos fue Casa Roma que estaba atada.  Se nos suma Soltex que hay 60 personas, algunos se pudieron jubilar, pero los restantes no saben qué pasará”.
Hoy tanto Propulsora como Soltex producen prácticamente la misma variedad de telas, que en otros lugares ya se han dejado de fabricar. Fundamentalmente a partir de la competencia a precios irrisorios de productos que ingresan desde el exterior.
En la última encuesta realizada por el Parque Industrial para 2016, varios empresarios del rubro de textiles sintéticas hablaban de una “situación crítica”, ya que a los altísimos costos laborales y l de transporte, se suman nuevas fuertes subas en las tarifas energéticas y una creciente contracción del mercado interno. “Este panorama hace insostenible continuar con la producción textil, pese a la larga trayectoria de las empresas en el Parque Industrial, las cuales han sido pioneras”, manifestaron los empresarios.
Desde la AOT cuestionaron que no se haya trabajado en alternativas para la industria que viene de sucesivos golpes. “Nunca se armó dentro de la provincia, nunca se trabajó en un esquema de si se disminuía el parque industrial, qué era lo que venía. Todas las actividades pasan por problemas. La pesca, los langostinos, en la construcción”. “Todas las actividades se están achicando y nos quieren meter encima una reforma laboral”.#


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