Los clubes, responsables de los sueldos en negro

La reforma que eliminó los Federales B y C expuso una indiscutible realidad para quien haya querido verla: el galopante trabajo en negro en el balompié del Interior.

02 MAR 2018 - 20:54 | Actualizado

En redes sociales, jugadores expusieron que el final de ambos torneos implicaba pérdida de puestos de trabajo.

El Federal B no era una categoría profesional dentro de la estructura del fútbol argentino. Son profesionales la Primera División, el Nacional B, la Primera B, el Federal A y la Primera C. El Federal B, para los registros formales de la ley y de la AFA, fue un certamen amateur.

Si hay un reclamo laboral en una categoría amateur, una situación irregular queda al descubierto. Se reconoce que hubo pagos en negro, implica que un buen número de clubes del Federal B y algunos del C han cometido infracciones a las leyes laborales del país.

Como el trabajador es el eslabón más débil de toda cadena laboral, el jugador del TFB no es culpable ni responsable de percibir sueldos en negro. Y al ser trabajo informal, es imposible determinar el número de puestos laborales perdidos.

Quienes tienen la responsabilidad de la situación son las instituciones, que sin respetar las normas vigentes, han pagado haberes no declarados. La impresión, evidente ahora, es que la AFIP podría hacerse un festín si husmeara en las economías de los 160 clubes que en la pasada temporada compitieron en el Federal B.

Se repite para quien no lo tenga claro. Abonar sueldos en negro es cometer infracciones a las leyes laborales vigentes en el país.

A finales 2013, se anunció que la Primera C, el equivalente al Federal B, iniciaba su camino al profesionalismo. En dicha oportunidad, Jornada, en su edición del 2 de noviembre, consultó a referentes del fútbol del Interior para que comentaran si el Federal B, llamado Argentino B en aquel entonces, podía ser profesional. Los directivos fueron tajantes.

Esto dijo, Alberto Beacon, actual miembro del Comité Ejecutivo de AFA: “Encarece más las cosas. Los jugadores van a tener que tener contrato, los técnicos van a tener que estar con carnet, el personal de los clubes va a tener que estar afiliado a UTEDyC (gremio de los trabajadores de entidades deportivas), los clubes tendrán que pagar cargas sociales”.

Esto opinó Javier Treuque, actual miembro del Consejo Federal: “Hay equipos o Ligas que no están preparados para ser profesionales en el Argentino B. Apenas pueden jugar en los torneos”.

Esa realidad no es muy diferente a la actual. De los 160 clubes que jugaron el último Federal B, apenas un puñado podría dar el salto al regimen profesional. El resto, por los costos que detalló Beacon, no podría. Los sueldos se fijarían en blanco, los empleados de cancha deberían sindicalizarse y los clubes deberían pagar cargas sociales que no pueden pagar.

Y a medida que el número de equipos aumentaba de forma exponencial, el camino a la profesionalización se hacía cada vez más distante. La precariedad financiera de algunos clubes, especialmente de los incorporados, impedía un regimen profesional. El sistema era para todas las instituciones o para ninguna.

Por esa misma circunstancia, en todo este tiempo, los clubes no han pedido el profesionalismo. Habría sido un golpe letal a sus aspiraciones de competir en el TFB. Se aguarda que el nuevo esquema del fútbol del Interior permita un esquema más justo para el futbolista provinciano.

Quejas de Macarof

Nicolás Macarof, volante de Germinal de Rawson, expuso sus críticas a la decisión del Consejo Federal. “Hay muchos jugadores que se quedan sin un ingreso. Todo fue muy rápido. Se avisó con poca antelación la decisión de no jugar los torneos”, comentó.

“No te diría que se puede vivir del fútbol en el Federal B, pero podíamos hacer un ingreso haciendo algo que nos gustaba. Es una lástimna”, expresó.

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02 MAR 2018 - 20:54

En redes sociales, jugadores expusieron que el final de ambos torneos implicaba pérdida de puestos de trabajo.

El Federal B no era una categoría profesional dentro de la estructura del fútbol argentino. Son profesionales la Primera División, el Nacional B, la Primera B, el Federal A y la Primera C. El Federal B, para los registros formales de la ley y de la AFA, fue un certamen amateur.

Si hay un reclamo laboral en una categoría amateur, una situación irregular queda al descubierto. Se reconoce que hubo pagos en negro, implica que un buen número de clubes del Federal B y algunos del C han cometido infracciones a las leyes laborales del país.

Como el trabajador es el eslabón más débil de toda cadena laboral, el jugador del TFB no es culpable ni responsable de percibir sueldos en negro. Y al ser trabajo informal, es imposible determinar el número de puestos laborales perdidos.

Quienes tienen la responsabilidad de la situación son las instituciones, que sin respetar las normas vigentes, han pagado haberes no declarados. La impresión, evidente ahora, es que la AFIP podría hacerse un festín si husmeara en las economías de los 160 clubes que en la pasada temporada compitieron en el Federal B.

Se repite para quien no lo tenga claro. Abonar sueldos en negro es cometer infracciones a las leyes laborales vigentes en el país.

A finales 2013, se anunció que la Primera C, el equivalente al Federal B, iniciaba su camino al profesionalismo. En dicha oportunidad, Jornada, en su edición del 2 de noviembre, consultó a referentes del fútbol del Interior para que comentaran si el Federal B, llamado Argentino B en aquel entonces, podía ser profesional. Los directivos fueron tajantes.

Esto dijo, Alberto Beacon, actual miembro del Comité Ejecutivo de AFA: “Encarece más las cosas. Los jugadores van a tener que tener contrato, los técnicos van a tener que estar con carnet, el personal de los clubes va a tener que estar afiliado a UTEDyC (gremio de los trabajadores de entidades deportivas), los clubes tendrán que pagar cargas sociales”.

Esto opinó Javier Treuque, actual miembro del Consejo Federal: “Hay equipos o Ligas que no están preparados para ser profesionales en el Argentino B. Apenas pueden jugar en los torneos”.

Esa realidad no es muy diferente a la actual. De los 160 clubes que jugaron el último Federal B, apenas un puñado podría dar el salto al regimen profesional. El resto, por los costos que detalló Beacon, no podría. Los sueldos se fijarían en blanco, los empleados de cancha deberían sindicalizarse y los clubes deberían pagar cargas sociales que no pueden pagar.

Y a medida que el número de equipos aumentaba de forma exponencial, el camino a la profesionalización se hacía cada vez más distante. La precariedad financiera de algunos clubes, especialmente de los incorporados, impedía un regimen profesional. El sistema era para todas las instituciones o para ninguna.

Por esa misma circunstancia, en todo este tiempo, los clubes no han pedido el profesionalismo. Habría sido un golpe letal a sus aspiraciones de competir en el TFB. Se aguarda que el nuevo esquema del fútbol del Interior permita un esquema más justo para el futbolista provinciano.

Quejas de Macarof

Nicolás Macarof, volante de Germinal de Rawson, expuso sus críticas a la decisión del Consejo Federal. “Hay muchos jugadores que se quedan sin un ingreso. Todo fue muy rápido. Se avisó con poca antelación la decisión de no jugar los torneos”, comentó.

“No te diría que se puede vivir del fútbol en el Federal B, pero podíamos hacer un ingreso haciendo algo que nos gustaba. Es una lástimna”, expresó.


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