Trump eligió a la CIA para preparar su cada vez más probable cumbre con Kim

El presidente de Estados Unidos confirmó que el jefe de la CIA, Mike Pompeo se reunió en secreto con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y dijo que "se formó una buena relación" de cara a la histórica cumbre, impensada meses atrás, que planean los mandatarios de los dos países.

18 ABR 2018 - 10:03 | Actualizado

Asimismo, reveló que está negociando la liberación de tres estadounidenses presos en Corea del Norte y prometió que mediará para que suceda lo mismo con un conjunto de ciudadanos japoneses.

La noticia del encuentro entre Kim y Pompeo -que ha sido nominado por Trump como próximo secretario de Estado- es la señal más fuerte hasta ahora de que la cumbre se realizará, así como la más reciente de varias revelaciones del presidente estadounidense que parecen presagiar un punto de inflexión en un largo conflicto.

"Mike Pompeo se reunió con Kim Jong-un en Corea del Norte la semana pasada; la reunión fue muy relajada y se formó una buena relación", tuiteó Trump, en otra vuelta de tuerca a una tortuosa relación que incluyó una guerra a mediados del siglo pasado y que se agravó con la disputa por el programa nuclear norcoreano, hace 15 años.

"Los detalles de la cumbre están siendo resueltos ahora; la desnuclearización será una gran cosa para el mundo, pero también para Corea del Norte", escribió Trump desde su club social de Florida, donde desde ayer recibe al primer ministro de Japón, Shinzo Abe.

Más tarde, en una conferencia de prensa que dio junto a Abe, Trump afirmó que esperaba "ver el día en el que toda la península coreana pueda vivir unida, con seguridad y en paz".

El mandatario estadounidense reveló que Washington y Pyongyang negocian la liberación de tres norteamericanos presos en Corea del Norte.

"Estamos negociando ahora mismo; estamos luchando muy diligentemente para recuperar a los tres estadounidenses, y hay una buena posibilidad de conseguirlo", explicó, y subrayó que esos ciudadanos están siendo sometidos a "un tratamiento muy duro".

Además, Trump aseguró que mediará para que vuelvan a su país los ciudadanos japoneses presos en Corea del Norte, algunos desde la década de los 70, acusados de espionaje.

Ni Trump ni la Casa Blanca dieron detalles sobre lo discutido por Kim y Pompeo, y sigue sin haber una confirmación oficial de que realmente haya un acuerdo definitivo en torno a una cumbre.

El presidente estadounidense dijo ayer, y reiteró hoy, que había contactos entre ambos gobiernos a niveles "extraordinariamente altos", y que cinco lugares estaban bajo consideración para el encuentro, previsto para principios del mes próximo.

La posibilidad de una cumbre empezó a tomar forma cuando Trump, de manera sorpresiva, aceptó una oferta de Kim que fue trasladada a Washington por Corea del Sur el mes pasado.

El encuentro sería el primero entre los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte en más de seis décadas de hostilidades desde la Guerra de Corea (1950-54). Las armas nucleares desarrolladas por Pyongyang desde 2002 y su capacidad de adosarlas a misiles balísticos lo han convertido en una amenaza para Estados Unidos.

Según Corea del Sur, el objetivo central de la oferta de Kim es discutir su programa nuclear.

El ofrecimiento no es nuevo, y para Corea del Norte siempre ha implicado que Estados Unidos, como contrapartida, debería retirar los cerca de 30.000 soldados que tiene en Corea del Sur, algo que ha sido descartado de plano por Washington desde hace años.

Sin embargo, el frenesí de actividad diplomática ha generado grandes expectativas sobre dos cumbres potencialmente históricas.

Kim tiene previsto reunirse también con el presidente surocoreano, Moon Jae-in, la semana próxima, nada menos que para discutir una probable declaración de paz.

La Guerra de Corea terminó con un armisticio y no con un tratado de paz, por lo que ambos países vecinos, el Sur capitalista y el Norte comunista, siguen técnicamente en guerra.

Ayer, Trump dio su "bendición" para que Kim y Moon exploren en su cumbre la posibilidad de firmar un acuerdo de paz que ponga fin formal al conflicto.

"Estamos estudiando la posibilidad de reemplazar el régimen de armisticio de la península coreana con un régimen de paz", dijo hoy un funcionario de alto rango de la Presidencia surcoreana a la agencia de noticias local Yonhap.

"Pero no es algo que podamos hacer nosotros solos; se requieren estrechas discusiones con las partes relevantes, incluyendo Corea del Norte", agregó.

La reunión del 27 de abril será apenas la tercera cumbre intercoreana desde la firma del armisticio, hace 65 años.

Momentos clave del encuentro, como el apretón de manos entre Kim y Moon, serán televisados en vivo, acordaron ambas partes, según informó hoy Corea del Sur.

18 ABR 2018 - 10:03

Asimismo, reveló que está negociando la liberación de tres estadounidenses presos en Corea del Norte y prometió que mediará para que suceda lo mismo con un conjunto de ciudadanos japoneses.

La noticia del encuentro entre Kim y Pompeo -que ha sido nominado por Trump como próximo secretario de Estado- es la señal más fuerte hasta ahora de que la cumbre se realizará, así como la más reciente de varias revelaciones del presidente estadounidense que parecen presagiar un punto de inflexión en un largo conflicto.

"Mike Pompeo se reunió con Kim Jong-un en Corea del Norte la semana pasada; la reunión fue muy relajada y se formó una buena relación", tuiteó Trump, en otra vuelta de tuerca a una tortuosa relación que incluyó una guerra a mediados del siglo pasado y que se agravó con la disputa por el programa nuclear norcoreano, hace 15 años.

"Los detalles de la cumbre están siendo resueltos ahora; la desnuclearización será una gran cosa para el mundo, pero también para Corea del Norte", escribió Trump desde su club social de Florida, donde desde ayer recibe al primer ministro de Japón, Shinzo Abe.

Más tarde, en una conferencia de prensa que dio junto a Abe, Trump afirmó que esperaba "ver el día en el que toda la península coreana pueda vivir unida, con seguridad y en paz".

El mandatario estadounidense reveló que Washington y Pyongyang negocian la liberación de tres norteamericanos presos en Corea del Norte.

"Estamos negociando ahora mismo; estamos luchando muy diligentemente para recuperar a los tres estadounidenses, y hay una buena posibilidad de conseguirlo", explicó, y subrayó que esos ciudadanos están siendo sometidos a "un tratamiento muy duro".

Además, Trump aseguró que mediará para que vuelvan a su país los ciudadanos japoneses presos en Corea del Norte, algunos desde la década de los 70, acusados de espionaje.

Ni Trump ni la Casa Blanca dieron detalles sobre lo discutido por Kim y Pompeo, y sigue sin haber una confirmación oficial de que realmente haya un acuerdo definitivo en torno a una cumbre.

El presidente estadounidense dijo ayer, y reiteró hoy, que había contactos entre ambos gobiernos a niveles "extraordinariamente altos", y que cinco lugares estaban bajo consideración para el encuentro, previsto para principios del mes próximo.

La posibilidad de una cumbre empezó a tomar forma cuando Trump, de manera sorpresiva, aceptó una oferta de Kim que fue trasladada a Washington por Corea del Sur el mes pasado.

El encuentro sería el primero entre los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte en más de seis décadas de hostilidades desde la Guerra de Corea (1950-54). Las armas nucleares desarrolladas por Pyongyang desde 2002 y su capacidad de adosarlas a misiles balísticos lo han convertido en una amenaza para Estados Unidos.

Según Corea del Sur, el objetivo central de la oferta de Kim es discutir su programa nuclear.

El ofrecimiento no es nuevo, y para Corea del Norte siempre ha implicado que Estados Unidos, como contrapartida, debería retirar los cerca de 30.000 soldados que tiene en Corea del Sur, algo que ha sido descartado de plano por Washington desde hace años.

Sin embargo, el frenesí de actividad diplomática ha generado grandes expectativas sobre dos cumbres potencialmente históricas.

Kim tiene previsto reunirse también con el presidente surocoreano, Moon Jae-in, la semana próxima, nada menos que para discutir una probable declaración de paz.

La Guerra de Corea terminó con un armisticio y no con un tratado de paz, por lo que ambos países vecinos, el Sur capitalista y el Norte comunista, siguen técnicamente en guerra.

Ayer, Trump dio su "bendición" para que Kim y Moon exploren en su cumbre la posibilidad de firmar un acuerdo de paz que ponga fin formal al conflicto.

"Estamos estudiando la posibilidad de reemplazar el régimen de armisticio de la península coreana con un régimen de paz", dijo hoy un funcionario de alto rango de la Presidencia surcoreana a la agencia de noticias local Yonhap.

"Pero no es algo que podamos hacer nosotros solos; se requieren estrechas discusiones con las partes relevantes, incluyendo Corea del Norte", agregó.

La reunión del 27 de abril será apenas la tercera cumbre intercoreana desde la firma del armisticio, hace 65 años.

Momentos clave del encuentro, como el apretón de manos entre Kim y Moon, serán televisados en vivo, acordaron ambas partes, según informó hoy Corea del Sur.


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