La norma entrará en vigencia el 1 de julio y Suecia se unirá así a otros países europeos con legislaciones similares en este sentido, como Gran Bretaña, Bélgica, Islandia y Alemania, consignó hoy la agencia EFE.
El consentimiento no deberá ser necesariamente verbal, sino que también puede producirse a través de gestos o "de alguna otra manera", según la ley, que señala que, en caso de duda, el autor de los hechos deberá probar que la participación fue voluntaria.
"Se ha terminado con el punto de vista de 'pobrecitos los hombres'", afirmó en el debate parlamentario previo la diputada socialista Linda Snekker.
Otra parlamentaria, la liberal Maria Arnholm, consideró el cambio legal "un paso más" para lograr el objetivo del respeto total a la sexualidad de cada persona.
Amnistía Internacional (AI) señaló en un comunicado que la aprobación de la nueva ley supone "una enorme victoria" para los derechos de las activistas suecas.
"Este cambio legal convertirá a Suecia en el décimo país en Europa que reconoce que el sexo sin consentimiento es violación. La mayoría de países aún define la violación basándose en la fuerza física, la amenaza y la coerción", dijo Anna Blus, experta en derechos humanos de esa ONG.
La reforma fue presentada a finales del año pasado por el Gobierno sueco y la cuestión de la voluntariedad provocó críticas de varias instancias, como el Consejo Legislativo, por considerarla ambigua, lo que obligó a introducir modificaciones en el texto.
El Gobierno hizo la propuesta en pleno auge de la campaña de denuncias de abusos #Metoo (Yo también), surgida a raíz de las primeras acusaciones contra el productor de Hollywood Harvey Weinstein, que tuvo en Suecia especial repercusión.
Miles de actrices, músicas y abogadas suecas firmaron en los últimos meses manifiestos contra el acoso, una campaña que afectó incluso a la Academia Sueca, la institución que cada año otorga el Nobel de Literatura.
La denuncia anónima de 18 mujeres contra un artista muy vinculado a esa institución provocó un escándalo que llevó a la renuncia de varios miembros y el aplazamiento a 2019 de la entrega del Nobel de Literatura de este año.
La norma entrará en vigencia el 1 de julio y Suecia se unirá así a otros países europeos con legislaciones similares en este sentido, como Gran Bretaña, Bélgica, Islandia y Alemania, consignó hoy la agencia EFE.
El consentimiento no deberá ser necesariamente verbal, sino que también puede producirse a través de gestos o "de alguna otra manera", según la ley, que señala que, en caso de duda, el autor de los hechos deberá probar que la participación fue voluntaria.
"Se ha terminado con el punto de vista de 'pobrecitos los hombres'", afirmó en el debate parlamentario previo la diputada socialista Linda Snekker.
Otra parlamentaria, la liberal Maria Arnholm, consideró el cambio legal "un paso más" para lograr el objetivo del respeto total a la sexualidad de cada persona.
Amnistía Internacional (AI) señaló en un comunicado que la aprobación de la nueva ley supone "una enorme victoria" para los derechos de las activistas suecas.
"Este cambio legal convertirá a Suecia en el décimo país en Europa que reconoce que el sexo sin consentimiento es violación. La mayoría de países aún define la violación basándose en la fuerza física, la amenaza y la coerción", dijo Anna Blus, experta en derechos humanos de esa ONG.
La reforma fue presentada a finales del año pasado por el Gobierno sueco y la cuestión de la voluntariedad provocó críticas de varias instancias, como el Consejo Legislativo, por considerarla ambigua, lo que obligó a introducir modificaciones en el texto.
El Gobierno hizo la propuesta en pleno auge de la campaña de denuncias de abusos #Metoo (Yo también), surgida a raíz de las primeras acusaciones contra el productor de Hollywood Harvey Weinstein, que tuvo en Suecia especial repercusión.
Miles de actrices, músicas y abogadas suecas firmaron en los últimos meses manifiestos contra el acoso, una campaña que afectó incluso a la Academia Sueca, la institución que cada año otorga el Nobel de Literatura.
La denuncia anónima de 18 mujeres contra un artista muy vinculado a esa institución provocó un escándalo que llevó a la renuncia de varios miembros y el aplazamiento a 2019 de la entrega del Nobel de Literatura de este año.