El drama del desempleo en la zona del Valle: uno de cada tres jóvenes no tiene trabajo
Leé La Columna del Domingo, el tradicional editorial de la edición impresa de Jornada.
Las cifras sobre la incidencia del desempleo en Chubut divulgadas el jueves pasado por el INDEC no hicieron más que confirmar las presunciones. Mientras la zona sur de la provincia lucha con uñas y dientes por mantenerse en pie con el sector petrolero a la cabeza, la zona del Valle sigue cayendo cuesta abajo en la rodada. Lo peor no es la caída sino la sensación de que el piso no está cerca y el golpe puede ser aún peor.
En marzo pasado, cuando se conocieron los datos sobre desempleo en el cuarto trimestre de 2017, no fueron pocos los que se alertaron por la información publicada en este diario: Trelew y Rawson, un aglomerado urbano que el INDEC mide como una unidad socioeconómica, ya era el segundo de la Argentina con mayor tasa de desocupación.
El jueves, a la misma hora que el organismo nacional liberó el nuevo informe con datos de desempleo del primer trimestre del año, la Selección Argentina era vapuleada por Croacia en el Mundial de Rusia. La amargura por la derrota fue una cucharada de azúcar al lado de las impactantes cifras sobre la desocupación en Trelew y Rawson.
El 12,5% que ubicó al Valle como el lugar con el de mayor tasa de desempleo de la Argentina fue un mazazo. Claro que no una sorpresa, sobe todo para la mayoría de los especialistas que vienen siguiendo de cerca la evolución del mercado del trabajo en la región.
El 4% de desocupación que hoy hay en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly marca claramente el contraste. Si bien el mercado del trabajo en el sur también atraviesa sus cimbronazos, lo que ocurre en la zona del Valle no tiene paragón y es el fiel reflejo de lo que viene ocurriendo desde hace poco más de dos años, con fábricas y empresas que bajan sus persianas agobiadas por la crisis económica y dejando en la calle a miles de trabajadores.
Es para un análisis más profundo, pero también aquí hay que buscar la explicación de otros fenómenos que vienen sacudiendo a la zona del Valle, como la inseguridad y la violencia.
Efecto Cambiemos
Las cifras del INDEC sobre el empleo en Chubut no son más que el resultado de las medidas que ha tomado la alianza Cambiemos desde que llegó a la Casa Rosada a finales de 2015. Y, sobre todo, la consecuencia de dejar librada a su suerte a buena parte de la zona patagónica.
La situación es un poco menos alarmante en el resto del país, pero el aumento de la desocupación en el primer trimestre del año es una mala señal para la administración de Mauricio Macri. La población económicamente activa (en condiciones de trabajar) de la Argentina en el primer trimestre de 2018 fue de 12.932.000, pero 1.266.000 personas están desempleadas. Por regiones, la desocupación en el Nordeste fue de 5,2%, por debajo del nivel nacional. El Gran Buenos Aires es la que registra una mayor tasa, con 10,7%, mientras que la más baja se dio en Cuyo, con 4%. En el Noroeste fue de 6,8%; en la Pampeana, de 8,6% y en la Patagonia, de 6,6%.
Con una región patagónica por debajo de la media nacional, el alto nivel del desempleo en Trelew y Rawson también dimensiona la gravedad de la situación: les va mal a casi todos, pero al Valle peor que a ninguno.
El drama de los jóvenes
La dramática cifra de 12,5% de desempleo es una anécdota cuando se navega a fondo el informe del INDEC. Aunque hay varias aristas preocupantes, las cifras más alarmantes surgen cuando se desagregan los datos de la desocupación por segmentos etarios. Y ahí la alarma crece: uno de cada tres jóvenes de hasta 29 años que viven en la zona del Valle está desempleado.
Entre las mujeres jóvenes es un poco menor el impacto, pero no mucho: 26,9% de desocupación contra 31,2% entre los hombres de hasta 29 años.
Acá también la región se ubica con la tasa más alta de la Argentina, por lejos. Hay que ir a buscar datos de jóvenes de otros aglomerados urbanos más grandes para encontrar cifras que se acerquen, como el Gran Resistencia (Chaco), con 25,4%; o Río Gallegos, en donde el desempleo entre hombres jóvenes trepa al 20,7%.
En Comodoro y Rada Tilly también el contraste es fuerte con la zona del Valle. En el sur, aumenta la tasa de desempleo entre los jóvenes, pero las cifras son sensiblemente menores: apenas 2,9% de las mujeres de hasta 29 años no tiene empleo. Y solo el 10,6% de los varones de ese segmento sufren la falta de un trabajo.
Según el informe del INDEC, hay 12 mil chubutenses desempleados: 8 mil viven en el área de Trelew-Rawson y los otros 4 mil en Comodoro-Rada Tilly. Pero, además, hay otras 16 mil personas (11 mil en el Valle y 5 mil en el sur) que tiene problemas de empleo. Es decir, son ocupados demandantes (tienen un empleo pero buscan otro porque no les alcanza) o directamente son subocupados (trabajan menos de lo que quisieran).
Las cifras son contundentes pero no dejan de ser una parte de la realidad, ya que el INDEC solo mide a las dos regiones más pobladas de Chubut. Esto significa que hay varios miles más de desocupados y subocupados que viven en otras regiones de menor población que no son contemplados por los técnicos del INDEC.
La crisis política y social de Chubut, expresada en el largo conflicto que mantienen los gremios estatales con el Gobierno provincial, son apenas la punta del iceberg de un problema mayor. Hay miles de desempleados que ya no tienen una representación sindical que los defienda y esperan con angustia que alguien se acuerde de ellos.
Las cifras sobre la incidencia del desempleo en Chubut divulgadas el jueves pasado por el INDEC no hicieron más que confirmar las presunciones. Mientras la zona sur de la provincia lucha con uñas y dientes por mantenerse en pie con el sector petrolero a la cabeza, la zona del Valle sigue cayendo cuesta abajo en la rodada. Lo peor no es la caída sino la sensación de que el piso no está cerca y el golpe puede ser aún peor.
En marzo pasado, cuando se conocieron los datos sobre desempleo en el cuarto trimestre de 2017, no fueron pocos los que se alertaron por la información publicada en este diario: Trelew y Rawson, un aglomerado urbano que el INDEC mide como una unidad socioeconómica, ya era el segundo de la Argentina con mayor tasa de desocupación.
El jueves, a la misma hora que el organismo nacional liberó el nuevo informe con datos de desempleo del primer trimestre del año, la Selección Argentina era vapuleada por Croacia en el Mundial de Rusia. La amargura por la derrota fue una cucharada de azúcar al lado de las impactantes cifras sobre la desocupación en Trelew y Rawson.
El 12,5% que ubicó al Valle como el lugar con el de mayor tasa de desempleo de la Argentina fue un mazazo. Claro que no una sorpresa, sobe todo para la mayoría de los especialistas que vienen siguiendo de cerca la evolución del mercado del trabajo en la región.
El 4% de desocupación que hoy hay en Comodoro Rivadavia y Rada Tilly marca claramente el contraste. Si bien el mercado del trabajo en el sur también atraviesa sus cimbronazos, lo que ocurre en la zona del Valle no tiene paragón y es el fiel reflejo de lo que viene ocurriendo desde hace poco más de dos años, con fábricas y empresas que bajan sus persianas agobiadas por la crisis económica y dejando en la calle a miles de trabajadores.
Es para un análisis más profundo, pero también aquí hay que buscar la explicación de otros fenómenos que vienen sacudiendo a la zona del Valle, como la inseguridad y la violencia.
Efecto Cambiemos
Las cifras del INDEC sobre el empleo en Chubut no son más que el resultado de las medidas que ha tomado la alianza Cambiemos desde que llegó a la Casa Rosada a finales de 2015. Y, sobre todo, la consecuencia de dejar librada a su suerte a buena parte de la zona patagónica.
La situación es un poco menos alarmante en el resto del país, pero el aumento de la desocupación en el primer trimestre del año es una mala señal para la administración de Mauricio Macri. La población económicamente activa (en condiciones de trabajar) de la Argentina en el primer trimestre de 2018 fue de 12.932.000, pero 1.266.000 personas están desempleadas. Por regiones, la desocupación en el Nordeste fue de 5,2%, por debajo del nivel nacional. El Gran Buenos Aires es la que registra una mayor tasa, con 10,7%, mientras que la más baja se dio en Cuyo, con 4%. En el Noroeste fue de 6,8%; en la Pampeana, de 8,6% y en la Patagonia, de 6,6%.
Con una región patagónica por debajo de la media nacional, el alto nivel del desempleo en Trelew y Rawson también dimensiona la gravedad de la situación: les va mal a casi todos, pero al Valle peor que a ninguno.
El drama de los jóvenes
La dramática cifra de 12,5% de desempleo es una anécdota cuando se navega a fondo el informe del INDEC. Aunque hay varias aristas preocupantes, las cifras más alarmantes surgen cuando se desagregan los datos de la desocupación por segmentos etarios. Y ahí la alarma crece: uno de cada tres jóvenes de hasta 29 años que viven en la zona del Valle está desempleado.
Entre las mujeres jóvenes es un poco menor el impacto, pero no mucho: 26,9% de desocupación contra 31,2% entre los hombres de hasta 29 años.
Acá también la región se ubica con la tasa más alta de la Argentina, por lejos. Hay que ir a buscar datos de jóvenes de otros aglomerados urbanos más grandes para encontrar cifras que se acerquen, como el Gran Resistencia (Chaco), con 25,4%; o Río Gallegos, en donde el desempleo entre hombres jóvenes trepa al 20,7%.
En Comodoro y Rada Tilly también el contraste es fuerte con la zona del Valle. En el sur, aumenta la tasa de desempleo entre los jóvenes, pero las cifras son sensiblemente menores: apenas 2,9% de las mujeres de hasta 29 años no tiene empleo. Y solo el 10,6% de los varones de ese segmento sufren la falta de un trabajo.
Según el informe del INDEC, hay 12 mil chubutenses desempleados: 8 mil viven en el área de Trelew-Rawson y los otros 4 mil en Comodoro-Rada Tilly. Pero, además, hay otras 16 mil personas (11 mil en el Valle y 5 mil en el sur) que tiene problemas de empleo. Es decir, son ocupados demandantes (tienen un empleo pero buscan otro porque no les alcanza) o directamente son subocupados (trabajan menos de lo que quisieran).
Las cifras son contundentes pero no dejan de ser una parte de la realidad, ya que el INDEC solo mide a las dos regiones más pobladas de Chubut. Esto significa que hay varios miles más de desocupados y subocupados que viven en otras regiones de menor población que no son contemplados por los técnicos del INDEC.
La crisis política y social de Chubut, expresada en el largo conflicto que mantienen los gremios estatales con el Gobierno provincial, son apenas la punta del iceberg de un problema mayor. Hay miles de desempleados que ya no tienen una representación sindical que los defienda y esperan con angustia que alguien se acuerde de ellos.