Ayer se desarrolló la tercera jornada en el juicio que se sigue contra Celestino Vera por el homicidio de Luis Alberto Mansilla, ocurrido el 9 de octubre del año pasado. En la misma tuvieron lugar los alegatos finales durante los cuales la Fiscalía consideró “poco creíble” que se le haya escapado el tiro al imputado y pidió que se lo condenara por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. Por su parte, el defensor del acusado solicitó que se le atribuya la responsabilidad penal por el delito de homicidio culposo. Hoy a las 10:30 el Tribunal dará a conocer su veredicto.
En su alegato el fiscal, Adrián Cabral, consideró que en el transcurso del debate ha quedado acreditado el hecho y su autoría por parte del imputado. Aquel 9 de octubre de 2010 el acusado previo a tener una discusión con el dueño del local comercial, ya que no le quería vender cerveza, amenaza de muerte a los presentes y se retira a su casa en búsqueda de un arma, con la que regresa al comercio con fines de asustar a su dueño. Mansilla sale del local ya que lo conocía para tratar de calmarlo, cuando Vera levanta la mano y efectúa un certero disparo contra su humanidad, para luego salir corriendo. Según los relatos de testigos presenciales del hecho la distancia que había entre la víctima y victimario en aquel momento era de tres o cuatro metros.
La muerte de Mansilla quedó acreditada con el certificado de la autopsia, que constata una herida de arma de fuego en el cerebro lo que desencadenó un paro cardio-respiratorio.
El fiscal aseguró que Vera actuó con intención ya que no es posible que con un movimiento involuntario se le haya escapado el tiro, calificando la versión del accidente como “poco creíble”.
“Eran amigos”
Por su parte la defensa, representada por Francisco Romero, coincidió con el fiscal en la materialidad del hecho y la autoría; pero no con la intención de matar “ya que eran amigos”. Resaltando un reconocimiento espontáneo de su pupilo acerca del hecho. Mencionó la falta de dosaje de alcohol y que su defendido estaba completamente alcoholizado en aquel momento, al haber consumido más de diez botellas de cerveza. “Nunca hubo un problema” entre Mansilla y Vera, de manera que “nunca pudo prever el resultado de la muerte”, aseguró. Concluyendo que los recuerdos de su defendido no son demasiado precisos respecto a ese momento, solicitando al Tribunal se lo declare responsable del delito de “homicidio culposo”.
Finalmente, los jueces le dieron la palabra a la madre de la víctima quien relató que su vida es un infierno a partir de aquel momento, solicitando que “pague por lo que hizo”; el imputado por su parte pidió disculpas ya que “fue un accidente”.
El homicidio se produjo la medianoche del 9 de octubre de 2010, cuando el imputado Celestino Vera concurre al local comercial denominado “Mercadito El Gauchito”, sito en el barrio Máximo Abásolo de Comodoro, lugar en el que se encontraban el dueño del mismo, un ocasional cliente y la víctima Luis Mansilla. Ante la negativa del dueño de venderle una cerveza el acusado vuelve a su casa a buscar un arma. Luego el imputado regresa portando un arma de fuego, por lo que la víctima intenta hablar con él y calmarlo pero es cuando el imputado disparó, impactando en la cabeza de Mansilla quien cae en la calle, mientras que el imputado huye del lugar.#
Ayer se desarrolló la tercera jornada en el juicio que se sigue contra Celestino Vera por el homicidio de Luis Alberto Mansilla, ocurrido el 9 de octubre del año pasado. En la misma tuvieron lugar los alegatos finales durante los cuales la Fiscalía consideró “poco creíble” que se le haya escapado el tiro al imputado y pidió que se lo condenara por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego. Por su parte, el defensor del acusado solicitó que se le atribuya la responsabilidad penal por el delito de homicidio culposo. Hoy a las 10:30 el Tribunal dará a conocer su veredicto.
En su alegato el fiscal, Adrián Cabral, consideró que en el transcurso del debate ha quedado acreditado el hecho y su autoría por parte del imputado. Aquel 9 de octubre de 2010 el acusado previo a tener una discusión con el dueño del local comercial, ya que no le quería vender cerveza, amenaza de muerte a los presentes y se retira a su casa en búsqueda de un arma, con la que regresa al comercio con fines de asustar a su dueño. Mansilla sale del local ya que lo conocía para tratar de calmarlo, cuando Vera levanta la mano y efectúa un certero disparo contra su humanidad, para luego salir corriendo. Según los relatos de testigos presenciales del hecho la distancia que había entre la víctima y victimario en aquel momento era de tres o cuatro metros.
La muerte de Mansilla quedó acreditada con el certificado de la autopsia, que constata una herida de arma de fuego en el cerebro lo que desencadenó un paro cardio-respiratorio.
El fiscal aseguró que Vera actuó con intención ya que no es posible que con un movimiento involuntario se le haya escapado el tiro, calificando la versión del accidente como “poco creíble”.
“Eran amigos”
Por su parte la defensa, representada por Francisco Romero, coincidió con el fiscal en la materialidad del hecho y la autoría; pero no con la intención de matar “ya que eran amigos”. Resaltando un reconocimiento espontáneo de su pupilo acerca del hecho. Mencionó la falta de dosaje de alcohol y que su defendido estaba completamente alcoholizado en aquel momento, al haber consumido más de diez botellas de cerveza. “Nunca hubo un problema” entre Mansilla y Vera, de manera que “nunca pudo prever el resultado de la muerte”, aseguró. Concluyendo que los recuerdos de su defendido no son demasiado precisos respecto a ese momento, solicitando al Tribunal se lo declare responsable del delito de “homicidio culposo”.
Finalmente, los jueces le dieron la palabra a la madre de la víctima quien relató que su vida es un infierno a partir de aquel momento, solicitando que “pague por lo que hizo”; el imputado por su parte pidió disculpas ya que “fue un accidente”.
El homicidio se produjo la medianoche del 9 de octubre de 2010, cuando el imputado Celestino Vera concurre al local comercial denominado “Mercadito El Gauchito”, sito en el barrio Máximo Abásolo de Comodoro, lugar en el que se encontraban el dueño del mismo, un ocasional cliente y la víctima Luis Mansilla. Ante la negativa del dueño de venderle una cerveza el acusado vuelve a su casa a buscar un arma. Luego el imputado regresa portando un arma de fuego, por lo que la víctima intenta hablar con él y calmarlo pero es cuando el imputado disparó, impactando en la cabeza de Mansilla quien cae en la calle, mientras que el imputado huye del lugar.#