Esquel: impulsan la “Guardia Urbana”

Un grupo de personas avanza en la conformación de la Guardia Urbana en Esquel. Alfonso Quintomán, quien impulsó la idea, explicó que “durante un tiempo trabajó en la elaboración de un proyecto para mejorar la seguridad en la ciudad, en virtud de robos y hurtos, como también apuntando a los boliches, donde suelen presentarse algunos incidentes, y la seguridad es brindada por gente que tal vez no ha recibido la capacitación correspondiente”.

16 JUL 2018 - 20:23 | Actualizado

En lo personal, realizó un curso al respecto y se abocó al armado del proyecto para elevar al Concejo Deliberante local. Consideró que “a la seguridad hay que entenderla, y no confundir que con ser grandote y musculoso ya está preparado para ser un patovica”.

“Siempre expuse en el Foro de Seguridad que no quiero para Esquel patovicas, porque mi hija puede salir a bailar y será muy feo que termine en el hospital. La seguridad –remarcó- es proteger, cuidar, no golpear por ejemplo a alguien que está alcoholizado porque no está en sus cabales”.

Quintomán explicó que intentó conformar una cooperativa de Seguridad, y la Provincia no aceptó por razones legales, y luego buscó abrir una agencia y le fue imposible por el capital inicial, que le requería de 400 mil pesos.

Al tomar conocimiento que en otras ciudades, como Puerto Madryn y Trelew, existe la guardia urbana, requirieron de esta última la documentación que rige a ese estamento de seguridad para revisarla y adaptarla a Esquel, de lo que surgieron cuatro proyectos de ordenanza, atendiendo que no hay ningún tipo de control sobre la “seguridad clandestina”.

El impulsor de la guardia urbana estimó que “hay buena aceptación de los proyectos en el oficialismo del Concejo Deliberante, y en el Departamento Ejecutivo Municipal, mientras un grupo de 15 personas ya está recibiendo cursos de capacitación en defensa personal, asistencia de una psicóloga social, etcétera, además de estar esperando el marco legal que es fundamental, porque no haremos nada improvisado”.

Entre las tareas que harían, se cuentan la prevención sobre la basura que arrojan vecinos a la vía púbica, cuidado de los bosques comunales para evitar que se provoquen incendios, y ordenamiento del tránsito y el transporte público.

Desde la psicología

Por su parte Lili Angelucci, psicóloga social, el domingo empezó a trabajar con el grupo, hablando de las emociones que les pueden causar las distintas situaciones; cómo reaccionarán y qué le pasa internamente a la persona en estas circunstancias. “Ellos deben estar preparados para actuar en frío, para ayudar a contener y no se bloqueen”, remarcó.

Dejaron aclarado que no quieren ocupar el lugar de la policía, sino cuidar a la comunidad, vigilar y alertar. Alfonso Quintomán sostuvo que “el arma es un problema más que un elemento de seguridad”.

“Queremos gente capacitada en seguridad, en la que confíe la comunidad; solo usaremos un silbato”, acotó.

Asimismo Julio Melipán, a cargo de la instrucción de la futura guardia urbana, puntualizó que están “hace un mes junto al grupo de defensa personal” que conduce. Indicó que hacen mucho hincapié en la parte operativa y táctica, y valoró la preparación intensiva de los participantes, adquiriendo un perfil necesario para la tarea que deberán cumplir.

Remarcó que “deben estar preparados mental y psicológicamente, porque trabajarán con el cuerpo, y ante una determinada circunstancia apaciguar, y no responder con la misma agresión”.

La autogestión

En cuanto a los recursos para el funcionamiento de la guardia urbana, Quintomán precisó que no le pedirán a la Municipalidad porque se prevé que sean los propios vecinos quienes sostengan la seguridad que contraten, con la modalidad de cuadras, a razón de 600 cada frentista, de manera estimativa.

Belén Barriga es otra de las personas que, junto a su marido Darío Altamirano, será integrante de la guardia urbana. Dijo estar muy conforme con las capacitaciones que reciben, y resaltó la unidad del grupo. Comentó que para pagar los uniformes han lanzado un bono contribución de $ 100 que sorteará el 17 de agosto, con una importante premiación.

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16 JUL 2018 - 20:23

En lo personal, realizó un curso al respecto y se abocó al armado del proyecto para elevar al Concejo Deliberante local. Consideró que “a la seguridad hay que entenderla, y no confundir que con ser grandote y musculoso ya está preparado para ser un patovica”.

“Siempre expuse en el Foro de Seguridad que no quiero para Esquel patovicas, porque mi hija puede salir a bailar y será muy feo que termine en el hospital. La seguridad –remarcó- es proteger, cuidar, no golpear por ejemplo a alguien que está alcoholizado porque no está en sus cabales”.

Quintomán explicó que intentó conformar una cooperativa de Seguridad, y la Provincia no aceptó por razones legales, y luego buscó abrir una agencia y le fue imposible por el capital inicial, que le requería de 400 mil pesos.

Al tomar conocimiento que en otras ciudades, como Puerto Madryn y Trelew, existe la guardia urbana, requirieron de esta última la documentación que rige a ese estamento de seguridad para revisarla y adaptarla a Esquel, de lo que surgieron cuatro proyectos de ordenanza, atendiendo que no hay ningún tipo de control sobre la “seguridad clandestina”.

El impulsor de la guardia urbana estimó que “hay buena aceptación de los proyectos en el oficialismo del Concejo Deliberante, y en el Departamento Ejecutivo Municipal, mientras un grupo de 15 personas ya está recibiendo cursos de capacitación en defensa personal, asistencia de una psicóloga social, etcétera, además de estar esperando el marco legal que es fundamental, porque no haremos nada improvisado”.

Entre las tareas que harían, se cuentan la prevención sobre la basura que arrojan vecinos a la vía púbica, cuidado de los bosques comunales para evitar que se provoquen incendios, y ordenamiento del tránsito y el transporte público.

Desde la psicología

Por su parte Lili Angelucci, psicóloga social, el domingo empezó a trabajar con el grupo, hablando de las emociones que les pueden causar las distintas situaciones; cómo reaccionarán y qué le pasa internamente a la persona en estas circunstancias. “Ellos deben estar preparados para actuar en frío, para ayudar a contener y no se bloqueen”, remarcó.

Dejaron aclarado que no quieren ocupar el lugar de la policía, sino cuidar a la comunidad, vigilar y alertar. Alfonso Quintomán sostuvo que “el arma es un problema más que un elemento de seguridad”.

“Queremos gente capacitada en seguridad, en la que confíe la comunidad; solo usaremos un silbato”, acotó.

Asimismo Julio Melipán, a cargo de la instrucción de la futura guardia urbana, puntualizó que están “hace un mes junto al grupo de defensa personal” que conduce. Indicó que hacen mucho hincapié en la parte operativa y táctica, y valoró la preparación intensiva de los participantes, adquiriendo un perfil necesario para la tarea que deberán cumplir.

Remarcó que “deben estar preparados mental y psicológicamente, porque trabajarán con el cuerpo, y ante una determinada circunstancia apaciguar, y no responder con la misma agresión”.

La autogestión

En cuanto a los recursos para el funcionamiento de la guardia urbana, Quintomán precisó que no le pedirán a la Municipalidad porque se prevé que sean los propios vecinos quienes sostengan la seguridad que contraten, con la modalidad de cuadras, a razón de 600 cada frentista, de manera estimativa.

Belén Barriga es otra de las personas que, junto a su marido Darío Altamirano, será integrante de la guardia urbana. Dijo estar muy conforme con las capacitaciones que reciben, y resaltó la unidad del grupo. Comentó que para pagar los uniformes han lanzado un bono contribución de $ 100 que sorteará el 17 de agosto, con una importante premiación.


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