Una fuga de salmones en cultivo de Chile podría alterar el ecosistema de Lago Puelo
Lo alertó la diputada provincial Jacqueline Caminoa.
Una fuga de jaulas de cultivo en Chile de unos 700 mil salmones podría afectar, y alterar seriamente, al ecosistema de Lago Puelo, unido al estuario ubicado en Calbuco a través de distintos ríos y lagos.
El dato lo reveló en Chubut la diputada provincial Jacqueline Caminoa, que presentó un proyecto de resolución alertando de la situación, pero en Chile constituye una preocupación mayúscula al punto que Greenpeace catalogó el episodio como “desastre ambiental”.
La fuga se produjo el 5 de julio pasado, cuando las jaulas del centro cultivo de la empresa noruega Marine Harvest, ubicada cerca de la Isla Huar, se dañaran por el paso de una tormenta.
Según el diario El País, de España, la organización no gubernamental Greenpeace denunció que la fuga es un desastre ambiental con graves consecuencias, ya que muchos de los peces contienen altas dosis de antibióticos. Por su parte, el Gobierno de Chile interpuso una demanda a la salmonera, y alertó del riesgo de ser consumidos por humanos.
“Es un potencial desastre ambiental, cuyas consecuencias para el área aún no se conocen, pero podrían ser muy graves”, dijo Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace Chile, al diario español. El antibiótico inyectado en los peces se llama Florfenicol, pero la empresa minimizó el peligro, alegando que “existe muy poco riesgo de que pueda generar resistencia en los organismos humanos”.
El gerente de Marine Harvest, Fernando Villarroel, explicó que la compañía está haciendo pruebas en los salmones que se lograron recuperar. “Hasta ahora, el 80% de las pruebas no muestran rastro del antibiótico y el 20% restante tiene niveles un 50% inferiores al límite establecido en las regulaciones sanitarias de Chile”, aseguró.
El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile (Sernapesca) interpuso una demanda este miércoles contra la empresa noruega por la fuga de estos salmones y por considerar que, “efectivamente, puede haber un incumplimiento de la empresa respecto a las garantías de que las estructuras puedan resistir eventos como el que ocurrió”, según explicó Ruth Alarcón, subdirectora de acuicultura del servicio.
Alerta en Chubut
La diputada de Cambiemos alertó que la propagación de los salmones “podría significar graves alteraciones ambientales en el ecosistema del Lago Puelo”, al cual está unido por diversos ríos que parten desde el Estero Reloncavi.
En el proyecto de ley, Caminoa expresa que “en dicho incidente se produjo la fuga de aproximadamente 500.000 ejemplares de Salmones Atlánticos (700 mil aseguran en Chile) que se encontraban con altas dosis de antibióticos no siendo aptos para consumo”. La especie no pertenece a la zona y su propagación podría significar graves alteraciones ambientales.
Teniendo en cuenta que en ese estuario se encuentra la desembocadura del Río Puelo, el cual nace en el Lago Puelo Argentino, “resulta imperioso determinar que estos peces no hayan llegado río arriba asumiendo que representan una amenaza para el equilibrio del ecosistema de dicho lago porque pueden actuar como depredadores de las especies existentes”. A su vez, “pueden resultar contaminantes de aguas prístinas y transportadores de nuevas plagas como algas invasoras”.
Ante ello, en el Artículo Nº 1 señala que “vería con agrado que el Poder Ejecutivo realice mediante los organismos Provinciales y/o Nacionales correspondientes, incluyendo el Comité de Cuenca del Puelo integrado por las Provincias de Chubut y Río Negro, los controles de rigor con el fin de asegurar que no existan riesgos de contaminación en las aguas de la cuenca del Puelo ante la fuga de aproximadamente 500.000 ejemplares de Salmón Atlántico en el Centro de Cultivos de Salmónidos ubicado en el vecino País de Chile”.
Una fuga de jaulas de cultivo en Chile de unos 700 mil salmones podría afectar, y alterar seriamente, al ecosistema de Lago Puelo, unido al estuario ubicado en Calbuco a través de distintos ríos y lagos.
El dato lo reveló en Chubut la diputada provincial Jacqueline Caminoa, que presentó un proyecto de resolución alertando de la situación, pero en Chile constituye una preocupación mayúscula al punto que Greenpeace catalogó el episodio como “desastre ambiental”.
La fuga se produjo el 5 de julio pasado, cuando las jaulas del centro cultivo de la empresa noruega Marine Harvest, ubicada cerca de la Isla Huar, se dañaran por el paso de una tormenta.
Según el diario El País, de España, la organización no gubernamental Greenpeace denunció que la fuga es un desastre ambiental con graves consecuencias, ya que muchos de los peces contienen altas dosis de antibióticos. Por su parte, el Gobierno de Chile interpuso una demanda a la salmonera, y alertó del riesgo de ser consumidos por humanos.
“Es un potencial desastre ambiental, cuyas consecuencias para el área aún no se conocen, pero podrían ser muy graves”, dijo Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace Chile, al diario español. El antibiótico inyectado en los peces se llama Florfenicol, pero la empresa minimizó el peligro, alegando que “existe muy poco riesgo de que pueda generar resistencia en los organismos humanos”.
El gerente de Marine Harvest, Fernando Villarroel, explicó que la compañía está haciendo pruebas en los salmones que se lograron recuperar. “Hasta ahora, el 80% de las pruebas no muestran rastro del antibiótico y el 20% restante tiene niveles un 50% inferiores al límite establecido en las regulaciones sanitarias de Chile”, aseguró.
El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile (Sernapesca) interpuso una demanda este miércoles contra la empresa noruega por la fuga de estos salmones y por considerar que, “efectivamente, puede haber un incumplimiento de la empresa respecto a las garantías de que las estructuras puedan resistir eventos como el que ocurrió”, según explicó Ruth Alarcón, subdirectora de acuicultura del servicio.
Alerta en Chubut
La diputada de Cambiemos alertó que la propagación de los salmones “podría significar graves alteraciones ambientales en el ecosistema del Lago Puelo”, al cual está unido por diversos ríos que parten desde el Estero Reloncavi.
En el proyecto de ley, Caminoa expresa que “en dicho incidente se produjo la fuga de aproximadamente 500.000 ejemplares de Salmones Atlánticos (700 mil aseguran en Chile) que se encontraban con altas dosis de antibióticos no siendo aptos para consumo”. La especie no pertenece a la zona y su propagación podría significar graves alteraciones ambientales.
Teniendo en cuenta que en ese estuario se encuentra la desembocadura del Río Puelo, el cual nace en el Lago Puelo Argentino, “resulta imperioso determinar que estos peces no hayan llegado río arriba asumiendo que representan una amenaza para el equilibrio del ecosistema de dicho lago porque pueden actuar como depredadores de las especies existentes”. A su vez, “pueden resultar contaminantes de aguas prístinas y transportadores de nuevas plagas como algas invasoras”.
Ante ello, en el Artículo Nº 1 señala que “vería con agrado que el Poder Ejecutivo realice mediante los organismos Provinciales y/o Nacionales correspondientes, incluyendo el Comité de Cuenca del Puelo integrado por las Provincias de Chubut y Río Negro, los controles de rigor con el fin de asegurar que no existan riesgos de contaminación en las aguas de la cuenca del Puelo ante la fuga de aproximadamente 500.000 ejemplares de Salmón Atlántico en el Centro de Cultivos de Salmónidos ubicado en el vecino País de Chile”.