Carol y el activismo gordx en Chubut: “Las palabras duelen y ya nadie debería discriminar”

Trabaja de 10 a 12 horas por día haciendo tareas de construcción y de gas. Insta a las personas con sobrepeso a no paralizarse ante la discriminación. “Trato de no tratarme como trata la sociedad a las personas con obesidad”, resumió la joven. Un claro testimonio de fuerza y superación.

09 SEP 2018 - 19:57 | Actualizado

Por Lorena Leeming / @loreleeming

Carol Martinez tiene 23 años. Es albañil y gasista. Su lucha contra la obesidad se inició desde que era una niña. Sufrió críticas, discriminación y malos tratos. Desde los 16 años decidió no asistir a bailes ni tener una vida social como cualquier adolescente para evitar seguir pasándola mal.

Hoy su temperamento es otro. Se valora, se quiere y se convirtió en una referente de lo que se denomina “activismo gordx”. Les colocan “x” a la palabra porque es la forma de identificar ambos sexos. Modeló para una diseñadora local que fabrica ropa de talles especiales. Insta a las mujeres que sufran lo mismo que ella a que se acepten. A la sociedad, como mensaje advierte que “las palabras duelen, lastiman”. Ya nadie debería juzgar a las personas por su cuerpo. “Hasta en una tienda, si no sos flaca, no te toman”, resumió.

Carol tiene una voz cálida, sonrisa luminosa y sus manos denotan la rudeza de tu trabajo. Con orgullo relata cómo es cada día en que sale a realizar trabajos de albañilería con su padre. Realiza tareas de conexiones de gas y limpieza de caloramas en viviendas. Es gasista matriculada. Ama lo que hace. Dedica a su oficio hasta 12 horas diarias. En su vivienda en Gaiman, mate de por medio, en una entrevista con Jornada admitió que su vida dio un giro luego de transformarse en una referente del “activimo gordx” en Chubut. Se viralizó un video que filmó en la Terminal de Ómnibus instando a romper con los perjuicios del peso y las medidas corporales.

Mirarse al espejo luciendo los modelos de la diseñadora, gustarse y verse distinta, con ropa elegante y colorida, la movilizó. Aseguró Carol que a partir de ese momento, comenzó a sacarse fotos. Y distintas. No siempre del pecho hacia arriba o la cara sola. De cuerpo entero. “Nunca creí que me iba a sentir bonita. Mi hermana me propuso hacer un video en la Terminal para ayudar a romper los miedos de las chicas que pasen lo mismo que yo. Empecé así, a hablar sobre el tema”, enfatizó.

Deslizó la joven que es su deseo que la gente sepa su historia y que puedan identificarse. “Que las personas gordxs no se oculten más en las redes sociales. Empecé con muy poco. El bullying era mucho. Era mucho lo que sufría. Era algo que podía parar. Quiero que se corte. Como a mí me dolió sé que a muchas personas les duele y no pueden salir de ese sufrimiento. Que no encuentran una solución. Mucha gente se mata por el bullying. Estoy intentando que se haga viral lo que me pasa. Que todas se identifiquen. Que sepan que no están solxs. Que tienen compañía. Hay que salir adelante y enfrentar todos los miedos”, apuntó.

Su lucha viene desde hace años. La obesidad no es reciente en su vida. Desde los 8 años Carol trata de muchas maneras, incluso con la ayuda de sus padres, de revertir su realidad. “Cuando era pequeña ya iba al campamento de chicos obesos. Recuerdo uno en Lago Puelo. A través de dietas he podido bajar de peso a veces. Hice de todo. Pero cansa. Bajé una vez 25 kilos. Fue cuando había subido mucho y me di cuenta que así no podía seguir mas”.

Los motivos son variados. Todo influía en el entorno social para que su pesadilla estuviese presente cada día.

“Yo también maltrataba mucho mi cuerpo. Mi contención ante el maltrato de la gente era la comida. La comida es la que te contiene, la llegás a ver como una persona. Te agarrás de eso y empezás a comer. Es también tener un problema psicológico. Dentro de tu casa a veces también te hacen sentir mal. En eso tienen que tener cuidado. Yo hoy por hoy, tengo mi meta, que es adelgazar y hacerme el bypass gástrico”.

“No se animan”

Le habla todo el tiempo a las mujeres que sufren lo que ella. “No todas se animan a mostrarse como son. Salir al mundo fue un gran paso. No me importa lo que me digan y si me miran mal. Si me dicen cosas”, reveló.

Cada lugar al que asistía, para ella era un problema. “He ido a la playa y es como que te miran diciendo que es lugar para flacas. Tengo mi marido. Me dice que no me importe nada de todo lo que me digan. Vas a bailar y te miran mal también. Yo no salgo de los 16 años, me corté todo. Me corté todo por mi cuerpo. Te hacen bullying por todo. Hoy voy a bailar y no puedo. Me da bronca la forma que me tratan. Que quienes se sientan reflejados en mí, no están solos. Hay que hablar todo. Sentirse bien con uno mismo”, describió.

Afirma Carol que brindando su testimonio de vida, “me saco un peso de encima contando lo que pasa dentro mío. Quiero que todos me conozcan. Que sepan que se puede salir adelante. Que no te podes encerrar en una vida donde es un sueño. Es complicado. Difícil. No es fácil salir adelante. Pero yo sí quiero darle para adelante con todo esto”.

Ambos sexos

Aclaró que la discriminación y el bullying no es sólo dirigido hacia las mujeres. También lo sufren los hombres, fundamentalmente, los niños obesos. “La mujer tiene que ser 90-60-90. Por ahí sé que los hombres también sufren bullying en la escuela. Es como que las mujeres tienen que ser flacas y bonitas. Es la bronca que me da. Para trabajar en una tienda no te aceptan”, ejemplificó.

La ropa

Carol jamás pensó sentirse tan cómoda luciendo ropa como le pasó en los últimos días. “Sacarme una foto con un vestido fue muy lindo. Lo hace una diseñadora de Trelew. No tiene tienda. No hay ropa linda en los locales para talles grandes. Hay una ley de talles que debe cumplirse pero no se cumple. Las tiendas te visten con la ropa que a ellos les parece. No hay”.

Y fue muy clara. “Un gordo se saca fotos del pecho para arriba. No de cuerpo entero. Por redes sociales te dicen cualquier cosa. A través de un Facebook falso siempre te dicen cualquier barbaridad sin impunidad. Te hacen sentir mal y no les importa”, resaltó.

La joven dejó de frecuentar lugares sociales y su vida se subordina a su trabajo y a la vida que comparte con su esposo. “Quiero que me conozcan. Todo empezó a través del Encuentro de Mujeres, me propusieron que dé mi testimonio y me animé al video. Estoy fuera de todo lo que sucede socialmente. Mi vida es trabajar, estar en casa y atender mi marido”.

Relató Carol que “mi hermana se involucró mucho en el Encuentro de Mujeres. Me dijo que existía el Taller de Activisimo Gordx. Me mostró videos de chicas que vienen. Quiero hablar así . Que me graben, demostrar que se puede”, aseveró.

En el 33º Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará en Trelew los días 13, 14 y 15 de octubre se incluirá dentro de los 73 talleres programados, uno con la temática específica: “Activismo Gordx”.

Parece innecesario pero aún hay que decirlo. Aún es excluyente advertir a muchos integrantes de la sociedad actual, que la discriminación lastima. “Las palabras hieren. Duelen. Que se corte eso. Duele mucho que te traten tan mal. Que te hagan sentir como que un gordx acá no pertenece. Que somos personas extrañas”.

Deslizó la joven que su cambio de mentalidad y liberación pudo hacerse gracias al paso delos años. “Pude a través de la madurez, de ver la vida. A los 16 años me corté todo. Ahora sé que sí quiero modelar, lo voy a hacer. Sí quiero trabajar en una tienda también. Sólo pido que no nos traten de otra manera. Hay muchas personas que son como yo. Decirles que se puede salir. Cuesta porque tiene que estar todo en la mente. Primero, prepararse para que estas cosas no duelan. A mí me duele pero no me callo. Antes no lo hacía”.

Reveló Carol que “hoy quienes tenemos problemas de sobrepeso, soñamos con ser personas no burladas, no miradas y no juzgadas. A veces intentamos no verla realidad porque nos lastiman. Yo trato de no tratarme como trata la sociedad a los gordxs. Hoy por hoy, me miro al espejo y me acepto”.

“Te tratan mal”

Y agregó: “La gente te trata mal sin conocerte. Sólo te miran. Porque sos gorda te hacen bullying. Pensé que no iba a tener una pareja de mi edad y no fue así. Es otra cosa. La contención en la familia es muy importante. Ellos viven mi gordura día a día. Mi mamá desde muy chica la vive peleando. Desde muy chica me buscaron soluciones. Incluso hoy si necesito verme bien me ayudan con dinero. Tengo la presión alta por la gordura. No tengo ninguna otra enfermedad”.

Indica Carol que no se pesa seguido. “Me cuesta. No sé si sería mejor o no. Al no pesarse seguido te olvidás y al volver a pesarte pesas más. Hay que tener una balanza en tu casa y controlarte”, sostuvo.

Sobre lo que le gusta hacer, no dudó en decir que “me gusta trabajar. Soy albañil y gasista matriculada. Trabajé toda la vida con mi papá. Recién ahora voy con él a las obras, antes no quería llevarme, pero ahora empezamos a hacer también trabajos de gas. Ando, por más que me duelan las rodillas, los tobillos, trabajo 10 o 12 horas. Tengo 23 años. Trabajé en muchos lugares. Me costó entrar pero lo logré a entrar a trabajar. Trabajé en una hostería. No me dejo decaer. Si me tiraría en una cama como muchas personas, aumentaría más. No le encontraría salida. Trato de buscar la forma de salir de mi casa. Logré eso. Si me tiraría en una cama sería peor y ahí no le encontraría en serio, salida a mi vida. No me gusta caminar pero intento buscar la forma de salir”

En su testimonio. Carol refleja con palabras justas el infierno que vivió muchas veces y del que por decisión propia y gracias al apoyo familiar, logró salir. Habló de bullying, de discrminación social, laboral, maltrato social y todo lo que a uno se le pueda llegar a ocurrir. A través de su relato, la joven apuesta a que muchas personas se puedan sentir identificacadas y contenidas desde su lugar.

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09 SEP 2018 - 19:57

Por Lorena Leeming / @loreleeming

Carol Martinez tiene 23 años. Es albañil y gasista. Su lucha contra la obesidad se inició desde que era una niña. Sufrió críticas, discriminación y malos tratos. Desde los 16 años decidió no asistir a bailes ni tener una vida social como cualquier adolescente para evitar seguir pasándola mal.

Hoy su temperamento es otro. Se valora, se quiere y se convirtió en una referente de lo que se denomina “activismo gordx”. Les colocan “x” a la palabra porque es la forma de identificar ambos sexos. Modeló para una diseñadora local que fabrica ropa de talles especiales. Insta a las mujeres que sufran lo mismo que ella a que se acepten. A la sociedad, como mensaje advierte que “las palabras duelen, lastiman”. Ya nadie debería juzgar a las personas por su cuerpo. “Hasta en una tienda, si no sos flaca, no te toman”, resumió.

Carol tiene una voz cálida, sonrisa luminosa y sus manos denotan la rudeza de tu trabajo. Con orgullo relata cómo es cada día en que sale a realizar trabajos de albañilería con su padre. Realiza tareas de conexiones de gas y limpieza de caloramas en viviendas. Es gasista matriculada. Ama lo que hace. Dedica a su oficio hasta 12 horas diarias. En su vivienda en Gaiman, mate de por medio, en una entrevista con Jornada admitió que su vida dio un giro luego de transformarse en una referente del “activimo gordx” en Chubut. Se viralizó un video que filmó en la Terminal de Ómnibus instando a romper con los perjuicios del peso y las medidas corporales.

Mirarse al espejo luciendo los modelos de la diseñadora, gustarse y verse distinta, con ropa elegante y colorida, la movilizó. Aseguró Carol que a partir de ese momento, comenzó a sacarse fotos. Y distintas. No siempre del pecho hacia arriba o la cara sola. De cuerpo entero. “Nunca creí que me iba a sentir bonita. Mi hermana me propuso hacer un video en la Terminal para ayudar a romper los miedos de las chicas que pasen lo mismo que yo. Empecé así, a hablar sobre el tema”, enfatizó.

Deslizó la joven que es su deseo que la gente sepa su historia y que puedan identificarse. “Que las personas gordxs no se oculten más en las redes sociales. Empecé con muy poco. El bullying era mucho. Era mucho lo que sufría. Era algo que podía parar. Quiero que se corte. Como a mí me dolió sé que a muchas personas les duele y no pueden salir de ese sufrimiento. Que no encuentran una solución. Mucha gente se mata por el bullying. Estoy intentando que se haga viral lo que me pasa. Que todas se identifiquen. Que sepan que no están solxs. Que tienen compañía. Hay que salir adelante y enfrentar todos los miedos”, apuntó.

Su lucha viene desde hace años. La obesidad no es reciente en su vida. Desde los 8 años Carol trata de muchas maneras, incluso con la ayuda de sus padres, de revertir su realidad. “Cuando era pequeña ya iba al campamento de chicos obesos. Recuerdo uno en Lago Puelo. A través de dietas he podido bajar de peso a veces. Hice de todo. Pero cansa. Bajé una vez 25 kilos. Fue cuando había subido mucho y me di cuenta que así no podía seguir mas”.

Los motivos son variados. Todo influía en el entorno social para que su pesadilla estuviese presente cada día.

“Yo también maltrataba mucho mi cuerpo. Mi contención ante el maltrato de la gente era la comida. La comida es la que te contiene, la llegás a ver como una persona. Te agarrás de eso y empezás a comer. Es también tener un problema psicológico. Dentro de tu casa a veces también te hacen sentir mal. En eso tienen que tener cuidado. Yo hoy por hoy, tengo mi meta, que es adelgazar y hacerme el bypass gástrico”.

“No se animan”

Le habla todo el tiempo a las mujeres que sufren lo que ella. “No todas se animan a mostrarse como son. Salir al mundo fue un gran paso. No me importa lo que me digan y si me miran mal. Si me dicen cosas”, reveló.

Cada lugar al que asistía, para ella era un problema. “He ido a la playa y es como que te miran diciendo que es lugar para flacas. Tengo mi marido. Me dice que no me importe nada de todo lo que me digan. Vas a bailar y te miran mal también. Yo no salgo de los 16 años, me corté todo. Me corté todo por mi cuerpo. Te hacen bullying por todo. Hoy voy a bailar y no puedo. Me da bronca la forma que me tratan. Que quienes se sientan reflejados en mí, no están solos. Hay que hablar todo. Sentirse bien con uno mismo”, describió.

Afirma Carol que brindando su testimonio de vida, “me saco un peso de encima contando lo que pasa dentro mío. Quiero que todos me conozcan. Que sepan que se puede salir adelante. Que no te podes encerrar en una vida donde es un sueño. Es complicado. Difícil. No es fácil salir adelante. Pero yo sí quiero darle para adelante con todo esto”.

Ambos sexos

Aclaró que la discriminación y el bullying no es sólo dirigido hacia las mujeres. También lo sufren los hombres, fundamentalmente, los niños obesos. “La mujer tiene que ser 90-60-90. Por ahí sé que los hombres también sufren bullying en la escuela. Es como que las mujeres tienen que ser flacas y bonitas. Es la bronca que me da. Para trabajar en una tienda no te aceptan”, ejemplificó.

La ropa

Carol jamás pensó sentirse tan cómoda luciendo ropa como le pasó en los últimos días. “Sacarme una foto con un vestido fue muy lindo. Lo hace una diseñadora de Trelew. No tiene tienda. No hay ropa linda en los locales para talles grandes. Hay una ley de talles que debe cumplirse pero no se cumple. Las tiendas te visten con la ropa que a ellos les parece. No hay”.

Y fue muy clara. “Un gordo se saca fotos del pecho para arriba. No de cuerpo entero. Por redes sociales te dicen cualquier cosa. A través de un Facebook falso siempre te dicen cualquier barbaridad sin impunidad. Te hacen sentir mal y no les importa”, resaltó.

La joven dejó de frecuentar lugares sociales y su vida se subordina a su trabajo y a la vida que comparte con su esposo. “Quiero que me conozcan. Todo empezó a través del Encuentro de Mujeres, me propusieron que dé mi testimonio y me animé al video. Estoy fuera de todo lo que sucede socialmente. Mi vida es trabajar, estar en casa y atender mi marido”.

Relató Carol que “mi hermana se involucró mucho en el Encuentro de Mujeres. Me dijo que existía el Taller de Activisimo Gordx. Me mostró videos de chicas que vienen. Quiero hablar así . Que me graben, demostrar que se puede”, aseveró.

En el 33º Encuentro Nacional de Mujeres que se realizará en Trelew los días 13, 14 y 15 de octubre se incluirá dentro de los 73 talleres programados, uno con la temática específica: “Activismo Gordx”.

Parece innecesario pero aún hay que decirlo. Aún es excluyente advertir a muchos integrantes de la sociedad actual, que la discriminación lastima. “Las palabras hieren. Duelen. Que se corte eso. Duele mucho que te traten tan mal. Que te hagan sentir como que un gordx acá no pertenece. Que somos personas extrañas”.

Deslizó la joven que su cambio de mentalidad y liberación pudo hacerse gracias al paso delos años. “Pude a través de la madurez, de ver la vida. A los 16 años me corté todo. Ahora sé que sí quiero modelar, lo voy a hacer. Sí quiero trabajar en una tienda también. Sólo pido que no nos traten de otra manera. Hay muchas personas que son como yo. Decirles que se puede salir. Cuesta porque tiene que estar todo en la mente. Primero, prepararse para que estas cosas no duelan. A mí me duele pero no me callo. Antes no lo hacía”.

Reveló Carol que “hoy quienes tenemos problemas de sobrepeso, soñamos con ser personas no burladas, no miradas y no juzgadas. A veces intentamos no verla realidad porque nos lastiman. Yo trato de no tratarme como trata la sociedad a los gordxs. Hoy por hoy, me miro al espejo y me acepto”.

“Te tratan mal”

Y agregó: “La gente te trata mal sin conocerte. Sólo te miran. Porque sos gorda te hacen bullying. Pensé que no iba a tener una pareja de mi edad y no fue así. Es otra cosa. La contención en la familia es muy importante. Ellos viven mi gordura día a día. Mi mamá desde muy chica la vive peleando. Desde muy chica me buscaron soluciones. Incluso hoy si necesito verme bien me ayudan con dinero. Tengo la presión alta por la gordura. No tengo ninguna otra enfermedad”.

Indica Carol que no se pesa seguido. “Me cuesta. No sé si sería mejor o no. Al no pesarse seguido te olvidás y al volver a pesarte pesas más. Hay que tener una balanza en tu casa y controlarte”, sostuvo.

Sobre lo que le gusta hacer, no dudó en decir que “me gusta trabajar. Soy albañil y gasista matriculada. Trabajé toda la vida con mi papá. Recién ahora voy con él a las obras, antes no quería llevarme, pero ahora empezamos a hacer también trabajos de gas. Ando, por más que me duelan las rodillas, los tobillos, trabajo 10 o 12 horas. Tengo 23 años. Trabajé en muchos lugares. Me costó entrar pero lo logré a entrar a trabajar. Trabajé en una hostería. No me dejo decaer. Si me tiraría en una cama como muchas personas, aumentaría más. No le encontraría salida. Trato de buscar la forma de salir de mi casa. Logré eso. Si me tiraría en una cama sería peor y ahí no le encontraría en serio, salida a mi vida. No me gusta caminar pero intento buscar la forma de salir”

En su testimonio. Carol refleja con palabras justas el infierno que vivió muchas veces y del que por decisión propia y gracias al apoyo familiar, logró salir. Habló de bullying, de discrminación social, laboral, maltrato social y todo lo que a uno se le pueda llegar a ocurrir. A través de su relato, la joven apuesta a que muchas personas se puedan sentir identificacadas y contenidas desde su lugar.


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