Columna de opinión / “Señor Presidente, no nos quite nuestro principal capital: la salud”

El equipo de trabajo “Primero Salud” de la agrupación Primero Chubut del PJ emitió un comunicado con las firmas del Dr. Sergio Jaime y de la coordinadora Sandra Tribuzio, además del Dr. Eduardo Wassermann, por la agrupación Escalante.

11 SEP 2018 - 21:18 | Actualizado

Como agrupaciones dedicadas al análisis de políticas sanitarias vimos con preocupación en el último tiempo, cómo estrategias y programas nacionales empezaban a mostrar falencias en la continuidad de acciones.
Vimos cómo empezó a haber dificultades en la entrega de insumos para los programas de salud sexual y reproductiva, cómo se entregaron botiquines con cada vez menos medicamentos a los centros de atención primaria, o cómo el programa de prevención de enfermedades de transmisión sexual lentamente decaía.
Esto sumado a un crónico desinterés en la situación de salud de nuestra provincia y un escandaloso apoyo de carácter político a otras que nos degrada cada vez más como habitantes de esta Patagonia.
Pero en el peor escenario no nos imaginamos que Ud. Señor Presidente convertiría el Ministerio al rango de Secretaría. Queremos advertir a la población, esto no es una simple reorganización para “volver a vivir según los recursos que tenemos”. Es un atraso de 68 años (desde la creación del Ministerio) para un país que cíclicamente vuelve a tomar recetas que consideran a la salud como un privilegio. Casi 70 años de una deuda histórica con los argentinos de ofrecerles un sistema de salud justo y equitativo.
Pero este momento de crisis de nuestro país, no es un momento de crisis para todo el mundo, es el momento en el que los que más tienen ganan muchísimo más, mientras el resto de la población continúa ahogándose en tarifazos dentro de los cuales se encuentran un aumento escandaloso a las prepagas que aumentará aún más la brecha de inversión con el sistema de obras sociales y el sistema estatal.  Al mismo tiempo que su gobierno Sr. Presidente condona deudas, también acaba con el derecho fundamental de todos los ciudadanos de nuestra querida Argentina de una Salud Pública, universal y gratuita negando a nuestras generaciones futuras un sistema con servicios esenciales de Salud de calidad, un elemento base para una república que pretende ser soberana.
Vemos un gobierno que no responde ante los aumentos de casos de tuberculosis, enfermedades de transmisión sexual, desnutrición. El aplastante descenso en las condiciones de vida de los argentinos ha puesto en una situación de alto riesgo sanitario a los sectores más desprotegidos y vulnerables.
Exigimos desde nuestro espacio, Sr. Presidente, restablecer este derecho universal de contar con un sistema de salud justo, equitativo y al alcance de todos. Si nos convertimos en una sociedad que no cuida la salud de sus ciudadanos, cómo pediremos que actuemos privilegiando el bien común, cómo pediremos que cada uno haga su mayor esfuerzo para construir un mejor país. En síntesis, Sr. Presidente, cómo generaremos mejores argentinos en este país que necesita más que nunca lo mejor de cada uno para salir adelante.
Y advertimos, vemos que esto no es una simple reorganización para optimizar recursos. Es política pura y del peor nivel. El común de la gente desconoce que Argentina gasta el 10% de su PBI en salud y que del ministerio dependían organismos rectores de enorme transcendencia en la regulación de ese gasto.
La Superintendencia de Servicios de Salud, autoridad de control de obras sociales y prepagas, pasa a depender un Ministerio de carácter eminentemente político, oscureciendo aún más la gestión de esa caja que históricamente nunca pudo ser parte en la gestión en beneficio de los aportantes chubutenses. La ANMAT, (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) pasará también a esa dependencia, con lo cual se agrega un capítulo más sobre quién velara por los intereses de los usuarios en la política de medicamentos, algo que ya estaba cuestionado en base a los intereses de algunos miembros del gobierno con intereses en la industria farmacéutica.
El decreto del traspaso no se hizo siquiera con las mínimas consideraciones a las misiones y funciones de la ahora secretaría, por lo que no solo pierden su autoridad y autonomía, además lo exponen al órgano rector de la salud pública argentina a manejos discrecionales de lo que consideramos fundamental para el desarrollo de un país: las políticas públicas en salud.
Poner en riesgo el bienestar general de la población y su derecho fundamental que es la salud colocando al cuidado de la salud de los argentinos a la par de los planes sociales les va a quitar el único capital con el cual millones de argentinos pueden trabajar, cuidar a los suyos, disfrutar la vida, superarse, estudiar. Les sacará ese capital que no se vende en ningún mercado, que no sube ni baja, que es suyo más que cualquier otra cosa. Les sacará su principal capital: su salud.#
 

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11 SEP 2018 - 21:18

Como agrupaciones dedicadas al análisis de políticas sanitarias vimos con preocupación en el último tiempo, cómo estrategias y programas nacionales empezaban a mostrar falencias en la continuidad de acciones.
Vimos cómo empezó a haber dificultades en la entrega de insumos para los programas de salud sexual y reproductiva, cómo se entregaron botiquines con cada vez menos medicamentos a los centros de atención primaria, o cómo el programa de prevención de enfermedades de transmisión sexual lentamente decaía.
Esto sumado a un crónico desinterés en la situación de salud de nuestra provincia y un escandaloso apoyo de carácter político a otras que nos degrada cada vez más como habitantes de esta Patagonia.
Pero en el peor escenario no nos imaginamos que Ud. Señor Presidente convertiría el Ministerio al rango de Secretaría. Queremos advertir a la población, esto no es una simple reorganización para “volver a vivir según los recursos que tenemos”. Es un atraso de 68 años (desde la creación del Ministerio) para un país que cíclicamente vuelve a tomar recetas que consideran a la salud como un privilegio. Casi 70 años de una deuda histórica con los argentinos de ofrecerles un sistema de salud justo y equitativo.
Pero este momento de crisis de nuestro país, no es un momento de crisis para todo el mundo, es el momento en el que los que más tienen ganan muchísimo más, mientras el resto de la población continúa ahogándose en tarifazos dentro de los cuales se encuentran un aumento escandaloso a las prepagas que aumentará aún más la brecha de inversión con el sistema de obras sociales y el sistema estatal.  Al mismo tiempo que su gobierno Sr. Presidente condona deudas, también acaba con el derecho fundamental de todos los ciudadanos de nuestra querida Argentina de una Salud Pública, universal y gratuita negando a nuestras generaciones futuras un sistema con servicios esenciales de Salud de calidad, un elemento base para una república que pretende ser soberana.
Vemos un gobierno que no responde ante los aumentos de casos de tuberculosis, enfermedades de transmisión sexual, desnutrición. El aplastante descenso en las condiciones de vida de los argentinos ha puesto en una situación de alto riesgo sanitario a los sectores más desprotegidos y vulnerables.
Exigimos desde nuestro espacio, Sr. Presidente, restablecer este derecho universal de contar con un sistema de salud justo, equitativo y al alcance de todos. Si nos convertimos en una sociedad que no cuida la salud de sus ciudadanos, cómo pediremos que actuemos privilegiando el bien común, cómo pediremos que cada uno haga su mayor esfuerzo para construir un mejor país. En síntesis, Sr. Presidente, cómo generaremos mejores argentinos en este país que necesita más que nunca lo mejor de cada uno para salir adelante.
Y advertimos, vemos que esto no es una simple reorganización para optimizar recursos. Es política pura y del peor nivel. El común de la gente desconoce que Argentina gasta el 10% de su PBI en salud y que del ministerio dependían organismos rectores de enorme transcendencia en la regulación de ese gasto.
La Superintendencia de Servicios de Salud, autoridad de control de obras sociales y prepagas, pasa a depender un Ministerio de carácter eminentemente político, oscureciendo aún más la gestión de esa caja que históricamente nunca pudo ser parte en la gestión en beneficio de los aportantes chubutenses. La ANMAT, (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) pasará también a esa dependencia, con lo cual se agrega un capítulo más sobre quién velara por los intereses de los usuarios en la política de medicamentos, algo que ya estaba cuestionado en base a los intereses de algunos miembros del gobierno con intereses en la industria farmacéutica.
El decreto del traspaso no se hizo siquiera con las mínimas consideraciones a las misiones y funciones de la ahora secretaría, por lo que no solo pierden su autoridad y autonomía, además lo exponen al órgano rector de la salud pública argentina a manejos discrecionales de lo que consideramos fundamental para el desarrollo de un país: las políticas públicas en salud.
Poner en riesgo el bienestar general de la población y su derecho fundamental que es la salud colocando al cuidado de la salud de los argentinos a la par de los planes sociales les va a quitar el único capital con el cual millones de argentinos pueden trabajar, cuidar a los suyos, disfrutar la vida, superarse, estudiar. Les sacará ese capital que no se vende en ningún mercado, que no sube ni baja, que es suyo más que cualquier otra cosa. Les sacará su principal capital: su salud.#
 


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