Por primera vez en 16 años, la Cámara del Crimen de Caleta Olivia denegó una “probation” por un homicidio culposo

Carlos Alberto Sandoval, empleado de una empresa petrolera que hace cinco años conducía en estado de ebriedad, chocó a un colectivo con una delegación de jóvenes basquetbolistas y mató al padre que lideraba el grupo, comenzó a ser juzgado este martes en los Tribunales de Caleta Olivia, en el norte de Santa Cruz, luego de que la Cámara del Crimen le rechazara el pedido de suspensión del juicio a prueba (“probation”) que había solicitado la semana pasada su defensor.

El dato cobra relevancia porque es la primera vez en 16 años que esa Cámara rechaza un pedido de “probation” en un caso de homicidio culposo. Es más, los camaristas ya han dado "probation" a casos de homicidios culposos, por lo que la decisión conocida hoy es inédita en todo sentido. 

La audiencia de este martes marcó el comienzo del juicio pero para sorpresa de todas las partes, los camaristas decidieron hacer lugar al reclamo público de los familiares de la víctima, que en los últimos días se expresaron públicamente en contra de que el conductor de la camioneta sea beneficiado con una “probation” y enfrente un tribunal, como corresponde.

Tras el rechazo de este beneficio, el tribunal dio por comenzado el juicio, que se seguirá desarrollando en Caleta Olivia durante los próximos días.

En la audiencia de hoy se desarrolló una parte importante del juicio: se le tomó declaración a todos los testigos que habían sido citados y también declaró el imputado Sandoval.

Ahora, las demás pruebas de testigos periciales serán incorporadas por lectura y el lunes próximo serán los alegatos de las partes. Esa audiencia está fijada para la 12 de ese día, y luego de los alegatos, el tribunal dará su sentencia.
 
El caso
 
El caso que se ventila ahora en un juicio conmocionó hace un lustro a la ciudad de Puerto Deseado en particular y a toda la zona norte de Santa Cruz, debido a que la víctima fatal era Ricardo “Ricki” Silvi, un conocido vecino deseadense, muy vinculado al básquetbol y que viajaba en el asiento del acompañante de un minibús que circulaba por la Ruta 281 desde Puerto Deseado hacia Pico Truncado.



El micro, un Mercedes Benz Transit perteneciente a la Municipalidad de Puerto Deseado, transportaba a un grupo de once basquetbolistas de entre 14 y 15 años. Además de la vida de Silvi, el accidente le causó graves lesiones a Johan Pérez, uno de los chicos de la delegación, que nunca pudo recuperarse y quedó en sillade ruedas.