Mediación en el mundo y en los Derechos Humanos

Los supuestos básicos.

Se trata de relatos vitales, dinámicos, cuidadosos de cada ser humano protagonista de las historias.
06 OCT 2018 - 21:45 | Actualizado

Por Daniela Patricia Almirón /  Twitter: @almirond

Dicen por ahí que es importante ser concretos al soñar, porque aquello que se sueña se cumple. Soñamos un libro de relatos de casos reales de mediación y lo cumplimos.
A los mediadores nos gusta compartir las historias que nos llegan en el espacio de los encuentros de Mediación. Aquello que nos llega desde la intimidad de cada persona que acepta un espacio, proceso y mediador. Lo compartimos porque necesitamos pensarnos y reflexionar sobre nuestro trabajo, sobre lo que sentimos, sobre lo que aprendimos. Como la mediación es confidencial, esta práctica de la reflexión es una práctica académica. También una forma de revisión de nuestro trabajo en el ámbito donde desarrollemos la profesión.
Escribir sobre casos reales de mediación, resguardando la confidencialidad, fue un desafío y a la vez un estímulo. El desafío de cómo contarlo y el estímulo de saber que esos relatos pueden llegar a muchas personas que no conocen sobre la mediación. A muchas personas que puedan sentirse motivadas a buscar el espacio de diálogo de la mediación para alcanzar una solución, un entendimiento, un alivio comunicacional y emotivo en el problema que puede atravesarlas.
Los mediadores argentinos contamos con la posibilidad desde hace más de veinticinco años de trabajar en mediación, porque se ha desarrollado a lo largo y ancho del país. Aunque hay cientos de mediadores en el mundo trabajando a diario y de manera contemporánea por la paz, precisamente haciendo paz con cada mediación. Esos mediadores no se conocen, aunque están ligados, unidos, cómo una gran red sináptica.
Compartir entre mediadores y hacia afuera lo que sucede en el espacio de mediación, es una forma de hacer saber los beneficios no sólo de la mediación, sino de los métodos dialogales conducidos y acompañados por un tercero neutral. Un proceso que es un puente de acercamiento en la distancia de las individuales y saludables diferencias. Un puente que convoca a ofrecer y ofrecerse en lo mejor de sí mismos y proponer a los mediados ser dueños de sus soluciones.  
“Mediación en el Mundo, Relatos circulares de casos de mediación en diversas latitudes” ya en su segunda edición ampliada, editado por Fundación Editora Notarial (FEN), tiene como objetivo mostrar el trabajo de mediadores de diferentes países. Los colegas fueron invitados a escribir desde sus propias idiosincrasias y contextos institucionales. Recorrer los relatos es recorrer el reconocimiento y práctica de los derechos humanos, de la igualdad, de la perspectiva de género, del respeto por las culturas y las lenguas. Transitar estas historias es adentrarse en la vida misma que está atravesada por la familia, el trabajo, los negocios, la vecindad, la comunidad, la necesidad de sentir restauración en el dolor, lo niños niñas y adolescentes, la escuela, la salud, la identidad de género.
Mediadores de Argentina (Buenos Aires, Chubut, Córdoba, Tucumán), Chile, Brasil, Uruguay, México, Cuba, España (Barcelona, Murcia, Málaga) e Italia, aceptaron narrar y ofrecer sus relatos, sus experiencias concretas en el hacer.
El ser mediador convoca a exigencias personales ineludibles, de construcción propia de aquello que a su vez proponemos a las personas. La mediadora Jacqueline Morineau, propone el “mediador humanista”. Ella habla de “Mediación Humanista”, invitando a trabajar con nuestro interior, con nuestras propias emociones y energía. Se trata de un profesional ocupado en su yo interior, no un súper humano, sino un responsable humano con sí mismo.
Tenemos muchas gracias que dar; por empezar, la oportunidad de encontrarnos en este libro acortando distancias geográficas. El haber podido vernos unos cuantos de nosotros en la presentación en el XIV Congreso Mundial de Mediación realizado en Buenos Aires en el pasado mes de septiembre. Gracias a Alejandro Nató por acompañar esta obra considerando que “con sus diferentes enfoques –en múltiples campos de acción-, nos allana el camino para encontrar respuestas a las recurrentes preguntas que formulamos desde la disciplina de la mediación.”
Gracias amigos profesionales de la mediación, Marta, Aidá, Antonio, Dolores, Patricia, Adolfo, Jeannette, Gladys, Graciela, Hilvia, María, Ulf, Equipo de L´Hospitalet de Llobregat, Silvia, Virginia, Carla, María Teresa, Angélica, Lucía, Yamila, Mariana, Elena, Ángeles, Ignacio, Paola, Sofía, Juan Pablo, Carolina y Marina. Gracias a las voces de mujeres y hombres en cada relato.
Es el deseo que los relatos de este libro puedan ser una forma de re?exión sobre el propio trabajo y sobre cada humano mediador. Que toda persona interesada por la mediación pueda disfrutar estos relatos vitales, dinámicos, cuidadosos de cada ser humano protagonista de las historias.
“En una sociedad cada vez más individualista, donde se pretende utilizar el derecho y la vía de los tribunales como la solución más recurrente, a veces esgrimiéndolo incluso como auténtica amenaza, encontrar historias como las que se presentan, invita a pensar en que otro mundo es posible.” Jorge Jiménez Martín. Director Escuela Judicial de España.#
(*) Daniela Patricia Almirón es abogada-mediadora.

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Se trata de relatos vitales, dinámicos, cuidadosos de cada ser humano protagonista de las historias.
06 OCT 2018 - 21:45

Por Daniela Patricia Almirón /  Twitter: @almirond

Dicen por ahí que es importante ser concretos al soñar, porque aquello que se sueña se cumple. Soñamos un libro de relatos de casos reales de mediación y lo cumplimos.
A los mediadores nos gusta compartir las historias que nos llegan en el espacio de los encuentros de Mediación. Aquello que nos llega desde la intimidad de cada persona que acepta un espacio, proceso y mediador. Lo compartimos porque necesitamos pensarnos y reflexionar sobre nuestro trabajo, sobre lo que sentimos, sobre lo que aprendimos. Como la mediación es confidencial, esta práctica de la reflexión es una práctica académica. También una forma de revisión de nuestro trabajo en el ámbito donde desarrollemos la profesión.
Escribir sobre casos reales de mediación, resguardando la confidencialidad, fue un desafío y a la vez un estímulo. El desafío de cómo contarlo y el estímulo de saber que esos relatos pueden llegar a muchas personas que no conocen sobre la mediación. A muchas personas que puedan sentirse motivadas a buscar el espacio de diálogo de la mediación para alcanzar una solución, un entendimiento, un alivio comunicacional y emotivo en el problema que puede atravesarlas.
Los mediadores argentinos contamos con la posibilidad desde hace más de veinticinco años de trabajar en mediación, porque se ha desarrollado a lo largo y ancho del país. Aunque hay cientos de mediadores en el mundo trabajando a diario y de manera contemporánea por la paz, precisamente haciendo paz con cada mediación. Esos mediadores no se conocen, aunque están ligados, unidos, cómo una gran red sináptica.
Compartir entre mediadores y hacia afuera lo que sucede en el espacio de mediación, es una forma de hacer saber los beneficios no sólo de la mediación, sino de los métodos dialogales conducidos y acompañados por un tercero neutral. Un proceso que es un puente de acercamiento en la distancia de las individuales y saludables diferencias. Un puente que convoca a ofrecer y ofrecerse en lo mejor de sí mismos y proponer a los mediados ser dueños de sus soluciones.  
“Mediación en el Mundo, Relatos circulares de casos de mediación en diversas latitudes” ya en su segunda edición ampliada, editado por Fundación Editora Notarial (FEN), tiene como objetivo mostrar el trabajo de mediadores de diferentes países. Los colegas fueron invitados a escribir desde sus propias idiosincrasias y contextos institucionales. Recorrer los relatos es recorrer el reconocimiento y práctica de los derechos humanos, de la igualdad, de la perspectiva de género, del respeto por las culturas y las lenguas. Transitar estas historias es adentrarse en la vida misma que está atravesada por la familia, el trabajo, los negocios, la vecindad, la comunidad, la necesidad de sentir restauración en el dolor, lo niños niñas y adolescentes, la escuela, la salud, la identidad de género.
Mediadores de Argentina (Buenos Aires, Chubut, Córdoba, Tucumán), Chile, Brasil, Uruguay, México, Cuba, España (Barcelona, Murcia, Málaga) e Italia, aceptaron narrar y ofrecer sus relatos, sus experiencias concretas en el hacer.
El ser mediador convoca a exigencias personales ineludibles, de construcción propia de aquello que a su vez proponemos a las personas. La mediadora Jacqueline Morineau, propone el “mediador humanista”. Ella habla de “Mediación Humanista”, invitando a trabajar con nuestro interior, con nuestras propias emociones y energía. Se trata de un profesional ocupado en su yo interior, no un súper humano, sino un responsable humano con sí mismo.
Tenemos muchas gracias que dar; por empezar, la oportunidad de encontrarnos en este libro acortando distancias geográficas. El haber podido vernos unos cuantos de nosotros en la presentación en el XIV Congreso Mundial de Mediación realizado en Buenos Aires en el pasado mes de septiembre. Gracias a Alejandro Nató por acompañar esta obra considerando que “con sus diferentes enfoques –en múltiples campos de acción-, nos allana el camino para encontrar respuestas a las recurrentes preguntas que formulamos desde la disciplina de la mediación.”
Gracias amigos profesionales de la mediación, Marta, Aidá, Antonio, Dolores, Patricia, Adolfo, Jeannette, Gladys, Graciela, Hilvia, María, Ulf, Equipo de L´Hospitalet de Llobregat, Silvia, Virginia, Carla, María Teresa, Angélica, Lucía, Yamila, Mariana, Elena, Ángeles, Ignacio, Paola, Sofía, Juan Pablo, Carolina y Marina. Gracias a las voces de mujeres y hombres en cada relato.
Es el deseo que los relatos de este libro puedan ser una forma de re?exión sobre el propio trabajo y sobre cada humano mediador. Que toda persona interesada por la mediación pueda disfrutar estos relatos vitales, dinámicos, cuidadosos de cada ser humano protagonista de las historias.
“En una sociedad cada vez más individualista, donde se pretende utilizar el derecho y la vía de los tribunales como la solución más recurrente, a veces esgrimiéndolo incluso como auténtica amenaza, encontrar historias como las que se presentan, invita a pensar en que otro mundo es posible.” Jorge Jiménez Martín. Director Escuela Judicial de España.#
(*) Daniela Patricia Almirón es abogada-mediadora.


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