Habla la mujer salvajemente golpeada por su exnovio en Comodoro“: Todos obraron mal desde un primer momento”

Lorena Paredes asegura que ninguno de los estamentos del Estado que estaba al tanto de los episodios actuó como debía.

Paredes aún sufre las secuelas del último ataque.
13 OCT 2018 - 20:35 | Actualizado

Lorena Paredes teme que su expareja vuelva a atacarla y pide que el sistema judicial la resguarde del hostigamiento del hombre que hace más de diez días la atacó brutalmente con un fierro y la torturó durante una hora.
“No solo está libre porque fue demorado unas horas, sino que sigue burlándose de mí por las redes sociales y la familia sigue atacándome en las redes”, dice Lorena sobre Luis Rubén Vidal, el hombre con el que mantuvo una relación sentimental por diez meses, pero que además la sometió a una brutal paliza la noche del lunes 1 de octubre, cuando la encerró en un inmueble y le pegó con un fierro y también la lastimó con cables.
La víctima no solo teme que esta persona, que solo fue imputado por lesiones leves, vuelva a atacarla, sino que también tiene dolor e impotencia por el trato que recibió de parte de la policía y especialmente de la justicia. “Ayer a hablar con la fiscal porque estuve una semana internada y ni siquiera un llamado por teléfono hizo; hacía notas para calmar a los medios de Comodoro, mintiendo, de que iba a cambiar la carátula, que iba a haber otra audiencia de control cuando nunca la pidió”.
Vidal fue imputado por lesiones leves y según la mujer, para que efectivamente se cambie la carátula “todo depende de mi evolución. Si yo quedo sorda, porque no oigo bien de un oído o pierdo la visión o tengo problemas con uno de los coágulos, ahí sí ella va a analizar la situación”, dijo a FM Tiempo en torno a la figura de la Fiscal María Laura Blanco, quien imputó por lesiones leves al agresor al considerar que no tuvo intención de matar a la mujer.
“Siento mucha impotencia porque le fui a pedir custodia. No quiero rondines que pasen cada cinco horas o cada vez que voy a salir de algún medio aparecen. Fui a pedir una custodia o un móvil que esté en mi casa por el tiempo que me dijo, hasta el juicio o los seis meses”, indicó Paredes, y aseguró que “dentro de una semana o un mes nadie se va a acordar y él sí, él no se va a olvidar más y yo tampoco”.
Relación violenta
Lorena Paredes y Vidal mantuvieron una relación sentimental que se extendió por 10 meses, pero las agresiones comenzaron casi desde el comienzo. “En febrero ya me pegó mucho y me rompió el auto, argumentando que estaba muy borracho ese día. Todos los meses era un golpe distinto, una cachetada. Esto le puede pasar a otras mujeres, para eso lo cuento, no tienen que dejar pasar el tiempo o empezar a perdonar y la cosa se pone peor, puede pasar lo que me pasó a mí, ojalá que a nadie le pase”.
De acuerdo al relato de la mujer la violencia nunca ceso. “Un día me arrancó una cadenita, me pegó y todo estaba mal. Tener Instagram estaba mal, subir fotos en el Facebook estaba mal, tener contacto con hombres, ni siquiera compañeros de trabajo; tener amistades en la calle estaba mal, en el WhatsApp, hablar con algún hombre y no importaba si era un primo, estaba mal para él” dice la mujer y recuerda que el solo hecho de no contestar un mensaje a tiempo “acarreaba insultos de toda clase, amenazas de que me iba a pegar en el banco y la primera vez que me amenazó feo fue contra mi familia, ahí lo fui a denunciar” .
En ese momento la justicia le impuso a Vidal una restricción de un mes, pero la incumplió. Lorena contó que “él volvía a buscarme, me mandaba mensajes por medios electrónicos y cuando intentó acercarse justo lo encontraron en la calle, una camioneta de policía y lo llevó detenido porque lo vieron y porque yo dije que tenía restricción, sino él nunca iba detenido”.
El hombre siguió intentando acercarse de distintas maneras. “Iba a buscar a mis primas, trataba de conseguir el número porque varias veces cambié de número, pero siempre lo conseguía. Hasta me mandaba fotos con otras mujeres con las que había estado, con mensajes violentos, pero después pedía perdón y decía que era mentira”.
La mujer relató cómo Vidal en algunas ocasiones la orinó y le dijo “vos sos de mi propiedad y te tengo que marcar, como los animales” y agregó que para su agresor “no era una broma, para él era algo que tenía que hacer, él lo hacía en serio”.
Paredes incluso se encontró con su auto dañado en más de una oportunidad, incluso fuera de Comodoro. Por temas laborales en algunas oportunidades debió concurrir a trabajar a Caleta Olivia y “aparecía el auto rayado o con una cubierta de atrás tajeada y él lo reconoció todo en las conversaciones que tuvimos”.

Secuelas de tortura

La mujer asegura que aún no sabe de qué manera sobrevivió al último ataque, pero contó que tiene secuelas. “A la marcha que se hizo no pude asistir porque  camino una cuadra y me mareo, es impresionante. De lejos no veo, quería ir, pero esto sigue de la forma en que no tiene que seguir, sin custodia, pasa cada vez menos la policía”.
Sobre la calificación legal que dispuso la justicia para el caso, asegura que la explicación de la fiscal es que “no perdí una parte de mi cuerpo y no me pudo lesionar el cráneo. Por eso hay que esperar un mes, y si no puedo escuchar o pierdo visión o un coágulo de la cabeza genera un ACV dentro de un tiempo ahí  serían lesiones graves; ahora como soy joven puedo sanar rápido según ellos”.
Según Paredes “la fiscal pidió disculpas porque todos obraron mal desde el primer momento” y en esa afirmación incluye a la propia fiscalía, a la policía y al hospital.
“La policía en realidad desde las denuncias anteriores, cada vez que llamaba a la comisaría sexta no atendía nadie y cuando tenía que ir a buscarlos para que lo vayan a buscar, tardaban 15 o 20 minutos, nunca lo agarraban en mi casa, no lo iban a buscar a su casa y no lo detenían”, dijo Paredes, y sobre el día del último episodio aseguró que “pasó como una hora que yo estuve siendo torturada dentro del garaje, y cuando salí me metieron adentro de la camioneta de la policía, no llamaron a la ambulancia”.
La mujer aseguró que “no veía, escuchaba muy poco y estaba mareadísima; no sé cómo vivía, me tuvieron más de media hora ahí afuera, gritaban ellos y decían porque había ido a la casa de la mamá. La policía me retaba a mí y a él le decían ‘calmate capo’ mientras en su locura me gritaba te amo mi amor y se reía”.
“No llamaron a mis papás, me tuvieron todo el tiempo en la camioneta, y me llevaron hasta la comisaría para encontrar a una oficial mujer y yo les pedía que me lleven al hospital, hasta que me desmayé”.

Visitas en el hospital

“A él lo detuvieron porque fue dos veces al hospital a buscarme. Una vez supimos porque le mandó fotos a mi mamá que estaba adentro del hospital y ella fue e hizo la denuncia, y la segunda una persona de seguridad lo vio fuera del hospital y se dio cuenta que estaba ahí buscándome; mientas a mí me cuidaban las chicas que estaban ahí conmigo y no dejaban entrar a ningún hombre”.
También aseguró que en el nosocomio comodorense comenzó a recibir una atención dedicada cuando “empecé con sangrados internos, ahí empezaron a aparecer los médicos, y los especialistas de oído y vista no aparecieron nunca. La fiscal en una semana que estuve nunca apareció a tomarme la denuncia y yo no hacía la denuncia nunca se enteraba como me habían dejado”.
“Estoy viva para contarlo y lo que les jode es que no me callo. En la Comisaría de la Mujer me dijeron porque había hecho el caso público, que yo las complicaba por haber hecho el caso público”.#

Paredes aún sufre las secuelas del último ataque.
13 OCT 2018 - 20:35

Lorena Paredes teme que su expareja vuelva a atacarla y pide que el sistema judicial la resguarde del hostigamiento del hombre que hace más de diez días la atacó brutalmente con un fierro y la torturó durante una hora.
“No solo está libre porque fue demorado unas horas, sino que sigue burlándose de mí por las redes sociales y la familia sigue atacándome en las redes”, dice Lorena sobre Luis Rubén Vidal, el hombre con el que mantuvo una relación sentimental por diez meses, pero que además la sometió a una brutal paliza la noche del lunes 1 de octubre, cuando la encerró en un inmueble y le pegó con un fierro y también la lastimó con cables.
La víctima no solo teme que esta persona, que solo fue imputado por lesiones leves, vuelva a atacarla, sino que también tiene dolor e impotencia por el trato que recibió de parte de la policía y especialmente de la justicia. “Ayer a hablar con la fiscal porque estuve una semana internada y ni siquiera un llamado por teléfono hizo; hacía notas para calmar a los medios de Comodoro, mintiendo, de que iba a cambiar la carátula, que iba a haber otra audiencia de control cuando nunca la pidió”.
Vidal fue imputado por lesiones leves y según la mujer, para que efectivamente se cambie la carátula “todo depende de mi evolución. Si yo quedo sorda, porque no oigo bien de un oído o pierdo la visión o tengo problemas con uno de los coágulos, ahí sí ella va a analizar la situación”, dijo a FM Tiempo en torno a la figura de la Fiscal María Laura Blanco, quien imputó por lesiones leves al agresor al considerar que no tuvo intención de matar a la mujer.
“Siento mucha impotencia porque le fui a pedir custodia. No quiero rondines que pasen cada cinco horas o cada vez que voy a salir de algún medio aparecen. Fui a pedir una custodia o un móvil que esté en mi casa por el tiempo que me dijo, hasta el juicio o los seis meses”, indicó Paredes, y aseguró que “dentro de una semana o un mes nadie se va a acordar y él sí, él no se va a olvidar más y yo tampoco”.
Relación violenta
Lorena Paredes y Vidal mantuvieron una relación sentimental que se extendió por 10 meses, pero las agresiones comenzaron casi desde el comienzo. “En febrero ya me pegó mucho y me rompió el auto, argumentando que estaba muy borracho ese día. Todos los meses era un golpe distinto, una cachetada. Esto le puede pasar a otras mujeres, para eso lo cuento, no tienen que dejar pasar el tiempo o empezar a perdonar y la cosa se pone peor, puede pasar lo que me pasó a mí, ojalá que a nadie le pase”.
De acuerdo al relato de la mujer la violencia nunca ceso. “Un día me arrancó una cadenita, me pegó y todo estaba mal. Tener Instagram estaba mal, subir fotos en el Facebook estaba mal, tener contacto con hombres, ni siquiera compañeros de trabajo; tener amistades en la calle estaba mal, en el WhatsApp, hablar con algún hombre y no importaba si era un primo, estaba mal para él” dice la mujer y recuerda que el solo hecho de no contestar un mensaje a tiempo “acarreaba insultos de toda clase, amenazas de que me iba a pegar en el banco y la primera vez que me amenazó feo fue contra mi familia, ahí lo fui a denunciar” .
En ese momento la justicia le impuso a Vidal una restricción de un mes, pero la incumplió. Lorena contó que “él volvía a buscarme, me mandaba mensajes por medios electrónicos y cuando intentó acercarse justo lo encontraron en la calle, una camioneta de policía y lo llevó detenido porque lo vieron y porque yo dije que tenía restricción, sino él nunca iba detenido”.
El hombre siguió intentando acercarse de distintas maneras. “Iba a buscar a mis primas, trataba de conseguir el número porque varias veces cambié de número, pero siempre lo conseguía. Hasta me mandaba fotos con otras mujeres con las que había estado, con mensajes violentos, pero después pedía perdón y decía que era mentira”.
La mujer relató cómo Vidal en algunas ocasiones la orinó y le dijo “vos sos de mi propiedad y te tengo que marcar, como los animales” y agregó que para su agresor “no era una broma, para él era algo que tenía que hacer, él lo hacía en serio”.
Paredes incluso se encontró con su auto dañado en más de una oportunidad, incluso fuera de Comodoro. Por temas laborales en algunas oportunidades debió concurrir a trabajar a Caleta Olivia y “aparecía el auto rayado o con una cubierta de atrás tajeada y él lo reconoció todo en las conversaciones que tuvimos”.

Secuelas de tortura

La mujer asegura que aún no sabe de qué manera sobrevivió al último ataque, pero contó que tiene secuelas. “A la marcha que se hizo no pude asistir porque  camino una cuadra y me mareo, es impresionante. De lejos no veo, quería ir, pero esto sigue de la forma en que no tiene que seguir, sin custodia, pasa cada vez menos la policía”.
Sobre la calificación legal que dispuso la justicia para el caso, asegura que la explicación de la fiscal es que “no perdí una parte de mi cuerpo y no me pudo lesionar el cráneo. Por eso hay que esperar un mes, y si no puedo escuchar o pierdo visión o un coágulo de la cabeza genera un ACV dentro de un tiempo ahí  serían lesiones graves; ahora como soy joven puedo sanar rápido según ellos”.
Según Paredes “la fiscal pidió disculpas porque todos obraron mal desde el primer momento” y en esa afirmación incluye a la propia fiscalía, a la policía y al hospital.
“La policía en realidad desde las denuncias anteriores, cada vez que llamaba a la comisaría sexta no atendía nadie y cuando tenía que ir a buscarlos para que lo vayan a buscar, tardaban 15 o 20 minutos, nunca lo agarraban en mi casa, no lo iban a buscar a su casa y no lo detenían”, dijo Paredes, y sobre el día del último episodio aseguró que “pasó como una hora que yo estuve siendo torturada dentro del garaje, y cuando salí me metieron adentro de la camioneta de la policía, no llamaron a la ambulancia”.
La mujer aseguró que “no veía, escuchaba muy poco y estaba mareadísima; no sé cómo vivía, me tuvieron más de media hora ahí afuera, gritaban ellos y decían porque había ido a la casa de la mamá. La policía me retaba a mí y a él le decían ‘calmate capo’ mientras en su locura me gritaba te amo mi amor y se reía”.
“No llamaron a mis papás, me tuvieron todo el tiempo en la camioneta, y me llevaron hasta la comisaría para encontrar a una oficial mujer y yo les pedía que me lleven al hospital, hasta que me desmayé”.

Visitas en el hospital

“A él lo detuvieron porque fue dos veces al hospital a buscarme. Una vez supimos porque le mandó fotos a mi mamá que estaba adentro del hospital y ella fue e hizo la denuncia, y la segunda una persona de seguridad lo vio fuera del hospital y se dio cuenta que estaba ahí buscándome; mientas a mí me cuidaban las chicas que estaban ahí conmigo y no dejaban entrar a ningún hombre”.
También aseguró que en el nosocomio comodorense comenzó a recibir una atención dedicada cuando “empecé con sangrados internos, ahí empezaron a aparecer los médicos, y los especialistas de oído y vista no aparecieron nunca. La fiscal en una semana que estuve nunca apareció a tomarme la denuncia y yo no hacía la denuncia nunca se enteraba como me habían dejado”.
“Estoy viva para contarlo y lo que les jode es que no me callo. En la Comisaría de la Mujer me dijeron porque había hecho el caso público, que yo las complicaba por haber hecho el caso público”.#